Llamas y humo salen de los edificios bombardeados durante los ataques aéreos israelíes en la Franja de Gaza
Una nueva investigación destapa que Israel amplió la autorización de su ejército para bombardear “objetivos no militares” en Gaza, tras no poder vencer a HAMAS.
“La autorización ampliada del ejército israelí para bombardear objetivos no militares, la flexibilización de las restricciones relativas a las bajas civiles previstas y el uso de un sistema de inteligencia artificial para generar más objetivos potenciales que nunca antes parecen haber contribuido a la naturaleza destructiva de las etapas iniciales de la actual guerra de Israel contra la Franja de Gaza”, revela una reciente investigación conjunta de los medios israelíes +972 y Local Call, que incluyó entrevistas con múltiples funcionarios de inteligencia israelíes vigentes y anteriores.
En comparación con los ataques previos contra Gaza, según la investigación, en la actual guerra, el ejército del régimen israelí ha ampliado significativamente sus bombardeos contra “objetivos no militares”, que incluyen residencias privadas, edificios públicos, infraestructura y bloques de gran altura definidos como “objetivos de poder”.
El bombardeo de objetivos no militares, de acuerdo a fuentes de inteligencia, tiene como principal meta dañar a la sociedad civil palestina: “crear un shock” que, entre otros, reverberará poderosamente y “llevar a los civiles a presionar a (el Movimiento de la Resistencia Islámica de Palestina) HAMAS”.
En un caso discutido por las fuentes, el comando militar israelí aprobó, a sabiendas el asesinato de cientos de civiles palestinos en un intento de asesinar a un solo alto comandante militar de HAMAS. “Las cifras aumentaron de decenas de muertes de civiles [permitidas] como daños colaterales como parte de un ataque contra un alto funcionario en operaciones anteriores, a cientos de muertes de civiles como daños colaterales”, ha expresado una fuente.
Otra razón del gran número de objetivos y del gran daño a la vida civil en Gaza es el uso generalizado de “hasbora”, un sistema de inteligencia artificial que puede generar objetivos a un ritmo mucho más rápido que antes y que había desencadenado una elevado número de civiles muertos.
Este sistema de inteligencia artificial, como lo describe un ex oficial de inteligencia, esencialmente facilita una “fábrica de asesinatos en masa”.
La investigación también destacó que el fracaso de Israel a la hora de impedir los ataques de HAMAS del 7 de octubre había llevado a una importante sobrecompensación desde entonces y a una voluntad de infligir daños colaterales masivos.
“Nos piden que busquemos edificios de gran altura con medio piso que puedan atribuirse a HAMAS”, ha testimoniado una fuente citada por la revista +972, agregando que “el piso es una excusa que permite al ejército causar mucha destrucción en Gaza”.
Otra fuente alega que todo esto está sucediendo en contra del protocolo utilizado por el ejército israelí en el pasado.
“Existe la sensación de que los altos funcionarios del ejército son conscientes de su fracaso el 7 de octubre y están ocupados con la cuestión de cómo proporcionar al público israelí una imagen [de victoria] que salve su reputación”, añadió la fuente.
Según informes de los medios, más de 300 familias palestinas han perdido 10 o más miembros de su familia en los bombardeos israelíes en los últimos dos meses, una cifra que es 15 veces mayor que la cifra de la que anteriormente fue la guerra más mortífera de Israel en Gaza, en 2014.
Israel lanzó la guerra en Gaza el 7 de octubre después de que los grupos de Resistencia palestinos liderados por HAMAS emprendieron la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ contra la entidad ocupante en respuesta a la campaña de derramamiento de sangre y devastación del régimen israelí contra los palestinos que lleva décadas.
Conforme a los datos ofrecidos por el jefe del Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos, Ramy Abdu, desde el 7 de octubre al menos 20 031,incluidos 8 176 niños, han muerto en los ataques de Israel en Gaza.
Este viernes, Israel ha reanudado sus ataques y bombardeos contra la asediada Franja de Gaza después de que terminara la tregua de siete días acordada con HAMAS, matando a más de 100 de los palestinos.