Algunos de los casos más relevantes de corrupción en el Gobierno de Felipe González Márquez (1982-1996):
Durante los últimos años del gobierno de Felipe González (especialmente en la IV y V Legislaturas), se sucedieron diversos escándalos de corrupción:
- Caso Flick: trama española de un gran caso de financiación ilegal de partidos y evasión de impuestos en la RFA, por parte del multimillonario ultraderechista Friedrich Karl Flick. La Fundación Friedrich Ebert, próxima al SPD, destinó donaciones de Flick por valor de millón de marcos para financiar al PSOE.
- Caso KIO: suspensión de pagos por valor de 300.000 millones de pesetas (1.803 millones de euros). El gerente de esta sociedad en España, Javier de la Rosa, y sus colaboradores habrían robado, según acusación particular, 30.000 millones de pesetas (180 millones de euros).
- Caso Wardbase, una causa separada del anterior, referida a un pago fraudulento realizado por Javier de la Rosa a Manuel Prado y Colon de Carvajal por importe de 1.900 millones de pesetas.
- Caso de los fondos reservados: desvío de partidas destinadas a la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico por valor de 5 millones de euros entre los años 1987 y 1993 para uso privado, enriquecimiento personal y pago de sobresueldos y gratificaciones a siete altos funcionarios del ministerio del Interior.
- Caso Rumasa: expropiación, venta y liquidación de este holding en una operación que supuso su quiebra total, debido a las irregularidades en su gestión por parte de la familia Ruiz-Mateos.
- Caso Filesa: financiación ilegal del PSOE a través de las empresas tapadera Filesa, Malesa y Time-Export, que entre 1988 y 1990 cobraron importantes cantidades de dinero en concepto de estudios de asesoramiento para destacados bancos y empresas de primera línea que nunca llegaron a realizarse. Entre las personas vinculadas a estas operaciones se encontraban el diputado socialista por Barcelona, Carlos Navarro, y el responsable de finanzas del PSOE, Guillermo Galeote. Posteriormente fue desglosado en:
- Caso Ave, cohecho y falsedad en relación con las supuestas comisiones ilegales obtenidas por la adjudicación del proyecto del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla; a su vez desglosado en:
- Caso Seat: pago de 175 millones de pesetas por parte del SEAT al PSOE, para la recalificación irregular de terrenos de SEAT, con el objetivo de financiar ilegalmente al PSOE. Aunque en la Sentencia consideró probados los hechos, absolvió a los acusados por haber prescrito el delito.
- Otros 3 sumarios.
- Caso Osakidetza: en las oposiciones al Servicio Vasco de Salud de 1990 se detectó un “cambiazo” masivo de exámenes que obligó a repetir gran parte de las pruebas, a las que se habían presentado cerca de 50.000 aspirantes. Por su presunta relación con este caso fueron detenidos Pedro Pérez, director de gestión económica de Osakidetza, y otras tres personas militantes del PSOE, acusadas de fraude con objeto de beneficiar a miembros del PSOE y UGT e instalar un grupo de personas afines en posiciones de responsabilidad.
- Caso Cesid: escuchas ilegales practicadas por los servicios secretos españoles en la sede de Herri Batasuna en Vitoria.
- Operación Mengele: presunto secuestro y expermientación ilegal con tres mendigos, uno de los cuales murió, por parte del Cesid y el cardiólogo Diego Figuera, con objeto de probar un sedante que debía administrarse al dirigente etarra Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, al que se planeaba secuestrar. La causa procesal, instruida por el juez Garzón, fue sobreseída en 1999 a petición de la Fiscalía General.
- Caso Guerra: juicios a Juan Guerra, hermano del vicepresidente Alfonso Guerra, por cohecho, fraude fiscal, tráfico de influencias, prevaricación, malversación de fondos y usurpación de funciones., de los que fue finalmente absuelto en su mayoría y que supuso uno de los mayores juicíos mediáticos del país en muchos años.
- Caso Casinos: desvío de unos 3.000 millones de pesetas de la sociedad Casinos-Inverama por parte de su presidente, Artur Suqué, mil de los cuales habrían sido destinados a la financiación ilegal de Convergencia i Unió.
- Caso Ibercorp: especulación bursátil con valores bancarios por parte de Mariano Rubio, entonces gobernador del Banco de España.
- Caso Urbanor: una serie de irregularidades en las transacciones para la construcción de las famosas torres KIO, cuando la sociedad Urbanor vendió los terrenos de la Plaza Castilla de Madrid, al grupo kuwaití KIO. Reconociendo los hechos delictivos, el Tribunal Supremo absolvió a los acusados por las prescripción de los mismos. Sin embargo, la Audiendia de Madrid dictó en 2010 pena de cárcel, ratificada por el propio Supremo, por falsedad documental en su defensa.
- Caso Sarasola: gestión irregular por parte de este empresario guipuzcoano del Hipódromo de La Zarzuela y la concesión de la quiniela hípica; presuntos delitos de estafa y alzamiento de bienes en la Sociedad Española de Banca de Negocios.
- Caso Urralburu: una trama de prevaricación y cohecho por el cobro de comisiones ilegales en las obras públicas realizadas por el gobierno del presidente socialista de Navarra, Gabriel Urralburu, entre 1987 y 1991. Urralburu, fue procesado y condenado junto al ex consejero Antonio Aragón.
- Caso Bardellino: la liberación bajo fianza y huida del dirigente de la camorra napolitana Antonio Tonino Bardellino.
- Caso Godó: escuchas ilegales o espionaje telefónico realizadas en 1992 por ex agentes del CESID a personal del periódico La Vanguardia, por encargo del empresario Javier Godó, el cual fue finalmente exculpado. El informe policial acusaba al propio CESID de controlar la red.
- Caso BFP: en 1992 se descubrió un delito de estafa cometido a través de una red de pagarés de empresa falsos de BFP Gestión y Asesoramiento Financiero, por valor de 4.000 millones de pesetas. En 1994 fueron procesados y encarcelados Jordi Planasdemunt, alto cargo de CiU y director general del Institut Català de Finances, y otras 10 personas, entre ellas Salvador Forcadell, Caries Vila y Joan Basols.
- Caso Gran Tibidabo: causa contra el empresario Javier de la Rosa y otras siete personas, entre ellas Manuel Prado y Colón de Carvajal y la esposa de la Rosa, Mercedes Misol, por la descapitalización de la compañía Grand Tibidabo presuntamente en beneficio propio, bajo la acusación de delitos de estafa, apropiación indebida, falsedad documental y contra la Hacienda Pública.
- Caso Estevill, trama de corrupción judicial en torno al ex juez y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial, Luis Pascual Estevill, condenado por delitos de cohecho y prevaricación.
- Caso Turiben: una presunta red de facturas falsas utilizada por miles de militares y agentes de policía para estafar al Estado justificando dietas.
- Caso Salanueva: Detención de la ex directora del BOE, Carmen Salanueva, por una presunta malversación de fondos el 29 de noviembre de 1993. Se estima que pudo cometer un fraude al adquirir papel prensa por un valor total de 2.385 millones de pesetas, precio muy superior al del mercado, causando un perjuicio de más de 653 millones para el BOE y Hacienda. Fue puesta en libertad el 1 de diciembre. En 1994 fue denunciada por imitar por teléfono la voz de Carmen Romero y de la Reina para quedarse con cuadros de un pintor famoso con falsas promesas.
- Caso Expo’92: cohecho, prevaricación y un agujero de más de 210 millones de euros. Fue archivada por juez Garzón tras siete años de instrucción.
- Caso Roldán: llamado así por Luis Roldán, director de la Guardia Civil entre 1986 y 1993, enriquecido ilícitamente con el robo de 400 millones de pesetas de fondos reservados y 1.800 millones más en comisiones de obras del Instituto Armado.
- Caso Paesa, vinculado al anterior.
- Caso Banesto: un agujero patrimonial de 3.636 millones de euros (605.000 millones de pesetas) que dejó en la estacada a siete millones de clientes, medio millón de accionistas, 15.000 trabajadores y 50 empresas en las que la entidad participaba.
- Caso Palomino: el cuñado de Felipe González, Francisco Palomino, ganó 346 millones de pesetas gracias a la venta de su empresa, en quiebra técnica, por 310 millones a CAE, (luego comprada por Dragados), cuya cartera de obras para el MOPU se multiplicó. Posteriormente, una investigación le vinculó con la mala calidad de las rejas de la cárcel de Sevilla 1.
- Caso GAL: creación y financiación ilegal de una organización terrorista que asesinó a 27 personas del entorno de ETA entre 1982 y 1987, con implicación de policías, guardias civiles y altos cargos del gobierno socialista, entre ellos el ministro del Interior José Barrionuevo, el secretario de Estado de seguridad Rafael Vera, el gobernador civil de Vizcaya, Julián Sancristóbal, el secretario general del PSOE en Vizcaya, Ricardo García Damborenea y el General de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo. El propio González fue acusado de ser el “señor X”, el dirigente del entramado GAL.
- Petromocho: fraude perpetrado por un tal Jean-Maurice Lauze, presunto intermediario en una falsa inversión saudí de 100.000 millones de pesetas en un proyecto para construir una refinería de petróleo en las cercanías del puerto de El Musel, en Gijón. El proyecto debía recibir una subvención estatal de 1.000 millones de pesetas. El escándalo provocó la dimisón del presidente socialista de Asturias, Juan Luis Rodríguez-Vigil, sin que el asunto llegara nunca a aclararse completamente.
- Caso PSV: fraude y apropiación indebida de 18.588 millones de pesetas, para enriquecimiento personal y financiación ilegal de la UGT a través de esta cooperativa de viviendas y de su gestora, IGS.
- Caso Hormaechea: prevaricación y malversación de caudales públicos por parte del popular Juan Hormaechea, ex alcalde de Santander y ex presidente de Cantabria, condenado en octubre de 1994 a seis años de prisión mayor y 14 de inhabilitación.
VI y VII Legislaturas
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Caso Pallerols: en 1997 salió a la luz pública esta presunta operación de financiación irregular de Unió Democràtica a través del desvío de las subvenciones recibidas por las empresas controladas por el empresario Fidel Pallerols y su esposa para realizar cursos de formación laboral. Sobreseído provisionalmente en diciembre de 2005, fue reabierto por la Sección Décima de la Audiencia Provincial de Barcelona en noviembre de 2006.
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Caso Forcem: presunto fraude en la Fundación para la Formación Continua (FORCEM), constituida en 1992 por CCOO, UGT, CEOE, CIG y CEPYME para la gestión de las subvenciones para la formación de los trabajadores concedidas por el INEM con fondos de la Unión Europea. Algunas de las empresas receptoras de fondos realmente carecían de actividad, empleados y alumnos. La Fiscalía pidió el procesamiento de 6 cargos de UGT por el fraude de 100 millones de euros, y el informe del Tribunal de Cuentas remitido al Congreso detectó responsabilidades penales y civiles en dos de sus máximos responsables.
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Caso Gescartera: un agujero patrimonial de 108 millones de euros en esta sociedad de inversión.
Todos estos casos de CORRUPCIÓN, pertenecen al la época del Felipismo. A día de hoy el Caso Chaves, cumple con todos los “requisitos” como para ser el “emblema” de la CORRUPCIÓN “zapaterista”.
Estos son los “casos de CORRUPCIÓN” de la época de José Luis Rodríguez Zapatero:
VIII Legislatura
Durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (VIII Legislatura), han trascendido los siguientes:
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Caso de los sellos: intervención gubernamental, el 9 de mayo de 2006, de Afinsa y Fórum Filatélico, las dos mayores compañías de filatelia del país, por presunta estafa, insolvencia punible y administración desleal. 460.000 afectados han perdido sus ahorros como consecuencia de la intervención.
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Caso de las facturas falsas: presunto enriquecimiento personal y financiación ilegal del PSOE de Sevilla con dinero público a partir de facturas falsas e infladas por parte del alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín y sus colaboradores.
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Caso Montilla: la condonación por parte de La Caixa de una deuda de 6’5 millones de euros pendiente de liquidar por parte del PSC.
Pero el más “entendible” acto de CORRUPCIÓN para el ciudadano, sea andaluz o no, es el del miembro del “clan de la tortilla sevillana”, ex-presidente para más “inri” del Partido Socialista Obrero Español, ex-Presidente andaluz, ex-Vicepresidente del Gobierno de Zapatero, aunque por poco tiempo, pues después de declarar en las Cortes, se supone que dimitir, por haber sido un “papá” corrupto, dándole un “regalito” a la empresa “Aguas Teñidas”, para que diesen un trabajo a su hija Paula, la “conseguidora”. Se trata del ex-sindicalista Manolo Chaves.
En la actualidad, está imputado e investigado con su compañero y también ex-Presidente de la Junta de Andalucía, por los casos ERE’s y el de los Cursos de Formación, por la juez Alaya.
El tercer presidente de la democracia española goza de una fama gloriosa que se contrapone a grandes escándalos a menudo olvidados y que incluyen corrupción, terrorismo y hasta apoyos de herederos del nazismo.
Esta es la historia de cómo un democristiano de centroderecha fue elegido para acabar con el socialismo con vistas a la Transición, cuando se necesitaba hacer creer a la gente que podían elegir entre izquierda y derecha y no una amalgama neoliberal monocromática como ha resultado ser. Veamos las mayores sombras que ha dejado y sigue dejando el personaje de Felipe González.
1. Corrupción
La mayor parte de la corrupción a la que acostumbramos ahora es al saqueo de las arcas públicas pero, de un tiempo a esta parte, la gente comienza a ver que destruir las instituciones públicas para malvenderlas y recibir contrapartida es la mayor de las corrupciones. De este modo,
Felipe González abrió el camino que luego seguirían otros presidentes y privatizó cerca de 80 empresas públicas en los 14 años que controló España:
SEAT, ENASA, Trasatlántica, Viajes Marsans, Indra, Endesa, Repsol, Argentaria o Telefónica, entre otras. Muchas de ellas daban cuantiosos beneficios y hoy tienen un valor bursátil mayor al de todas las privatizaciones realizadas en la democracia juntas. Otras se fusionaron con empresas del sector para
consolidar grandes monopolios u oligopolios privatizados, como en los casos de BBV y Gas Natural, hoy BBVA y Gas Natural Fenosa –
donde el propio Felipe González ha acabado embolsándose medio millón de euros desde su consejo de administración-.
El resultado de la mal gestionada entrada de España en la Unión Europea y la consecuente y progresiva desindustrialización, así como todas las consecuencias de las privatizaciones, dejaron una desorbitada tasa de paro (20{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea}) y, como respuesta, se han venido produciendo todas las medidas de austeridad y precariedad que todos conocemos -y padecemos- en la actualidad. Vender el país para luego enriquecerse con los empresarios es una forma de corrupción.
2. Terrorismo
Uno de los casos más sangrantes del gobierno del PSOE de Felipe González fue el escándalo de los GAL, los Grupos Antiterroristas de Liberación. Estos grupos parapoliciales fueron creados con el fin de asesinar a los miembros de la banda terrorista ETA empleando métodos comparables -e incluso peores en ocasiones- a los de la propia banda. El Estado y más concretamente el Ministerio del Interior debe encarcelar a los terroristas pero nunca asesinarles desde el punto de vista del Derecho Internacional; por no hablar de los sonados secuestros, las torturas y los famosos entierros en cal viva. Incluso se llegó a asesinar a personas sin adscripción con la misma ETA.
Como consecuencia y a raíz de la publicación de un secuestro, Pedro J. Ramírez y distintos medios de la época se enzarzaron con el Gobierno en una serie de escándalos. Fue Baltasar Garzón quien, mediante la apertura de varios casos, finalizó la investigación con el ingreso en prisión de, entre otros, el Ministro de Interior de Felipe González, José Barrionuevo, así como del Secretario de Estado, Rafael Vera. Ambos fueron indultados parcialmente por los posteriores gobiernos, junto a otros implicados que habían financiado a los terroristas de Felipe González entre 1983 y 1989.
A pesar de que nunca se pudo demostrar que Felipe González fuera el máximo dirigente al mando de los GAL, el conocido como ‘señor X’, sí quedó meridianamente claro una vez González dijo haber tenido la posibilidad de volar a la cúpula de ETA y descabezarla, pero decidió no hacerlo, por lo tanto sí estaría al tanto de todas las acciones de su peculiar terrorismo de Estado.
3. Narcotráfico
Felipe González invitó a su toma de posesión como Presidente del Gobierno en 1982 a Pablo Escobar, el famoso narcotraficante colombiano, fundador del Cártel de Medellín. Fue encontrado en la suite presidencial del Hotel Palace con otros representantes colombianos y puso en alerta a la policía antinarcóticos. Felipe González siguió manteniendo íntimos lazos con representantes de derecha colombianos, hasta recibir la nacionalidad colombiana en 2014.
No obstante, en la década de los 80 la heroína corrió exitosamente por España. Mucho se ha especulado sobre si fue repartida para evitar la entrada en política de jóvenes de izquierda, principalmente en el País Vasco, pero no hay pruebas al respecto. Lo que sí hay son datos:
las ciudades con mayores concentraciones de jóvenes de izquierda organizados o potencialmente problemáticos para el régimen eran las que más alijos de heroína recibían, mientras las sumisas burguesas apenas tenían presencia de esta dura droga que asoló España repentinamente en los años 80. Este fenómeno destacó en San Sebastián -llegó a ser la ciudad con mayor adicción del mundo- y zonas del País Vasco donde
incluso ETA luchaba contra los narcotraficantes. Hay denuncias de sindicatos policiales reconociendo el papel de las Fuerzas de Seguridad del Estado en el tráfico de drogas en algunas ciudades, miembros de los GAL, de la Guardia Civil, etc.
4. Financiación ilegal
Este punto, como no podía ser de otro modo, fue incluso acreditado por la Justicia:
existió financiación ilegal en el PSOE a finales de los 80. Se financiaron campañas electorales de manera ilícita. Se creó una trama de empresas (Filesa, Malesa y Time-Export), que
inflaba contratos públicos para poder financiar al partido a base de comisiones. El
caso Filesa sirvió al PSOE para demostrar de dónde recibían parte de sus ingresos, llegando a acreditarse 1.200 millones de pesetas recibidas de manera ilegal en comisiones. No obstante, ya se sabe que en España -a diferencia de la corrupción al uso-
la financiación ilegal de partidos políticos no era delito; puesto que quien legislaba era quien se financiaba así -véanse caso Gürtel o caso Bárcenas-. Aun así,
Felipe González tuvo que ir al juzgado a declarar como testigo.
El caso de los fondos reservados fue más delicado, pues la financiación procedía de los presupuestos reservados para la lucha contra dos de los temas a colación en el presente artículo: el terrorismo y el narcotráfico. Este dinero -hasta 5 millones de euros- fue destinado principalmente al cobro de sobresueldos por parte de altos cargos de la administración de Felipe González. De nuevo, el Secretario de Estado de Seguridad, Rafael Vera, fue enviado a prisión por el juez Garzón, y se juzgó a los ministros José Barrionuevo y José Luis Corcuera, ante la defensa permanente de un errado González: “Ni hay pruebas ni las habrá”.
5. Nazismo
Liderando el sector que pretendía acabar con el marxismo-leninismo que caracterizaba a un todavía socialista PSOE, Felipe González fue el protagonista absoluto del Congreso de Suresnes (1974). Logró el reconocimiento legítimo de la Internacional Socialista, bajo la influencia de su hermano alemán, el SPD. Tras un Congreso del partido donde propone abandonar el socialismo para girar a la derecha, los militantes rechazan estas intenciones y González anuncia su dimisión, de modo que se convoca un Congreso Extraordinario para capitular ante su chantaje, aceptar sus condiciones y lograr la sorpresiva victoria electoral posterior.
¿Cómo se logró un ascenso tan fulgurante? Aquí entra su socio el SPD y la larga tradición de
turbia financiación, como el
caso Flick. Del mismo modo que en España el PSOE se comprometió a amparar a todos los grandes empresarios que crearon su fortuna gracias al empleo de mano de obra esclava en el franquismo a cambio de su legalización, en Alemania ocurrió lo mismo con el nazismo. La familia Flick -entre otros grandes empresarios- logró amasar una fortuna multimillonaria empleando mano de obra esclava y, tras caer el III Reich,
sobornó a todos los partidos de la RFA (satélite de EEUU, Francia y Reino Unido), entre los que se incluyen Liberales,
el SPD (que destaca en la actualidad por firmar una Gran Coalición con Merkel) y la CDU-CSU (que ahora dirige Angela Merkel).
Los servicios secretos alemanes utilizaron cuatro fundaciones políticas, especialmente la socialdemócrata Sociedad Friedrich Ebert (primer presidente de la República de Weimar), con documentación falsificada, para proporcionar apoyo financiero, logístico y de entrenamiento al PSOE de Felipe González. Ante las acusaciones de recibir millones de marcos (y casi 3 millones de euros actuales según Der Spiegel) entre 1978 y 1981, la respuesta en la RFA del SPD fue la publicación de una serie de bulos sobre la RDA, verdaderamente socialista; y la España del PSOE organizó una comisión de investigación en las Cortes, que absolvió al PSOE, que tenía mayoría absoluta. Lo más esclarecedor fue la comparecencia del representante de Flick ante la pregunta de Santiago Carrillo: “Tengo entendido que el señor Flick fue condenado por el Tribunal de Nuremberg como criminal de guerra nazi. Y creo que usted es hijo del general que fue jefe del estado mayor de Hitler… Entonces, ¿cómo se explica que ustedes financien al PSOE?”. La respuesta fue clara y reconocida años después por el PSOE:
“Tratábamos de cerrar el paso al comunismo y el partido mejor situado para hacerlo era el PSOE”
Felipe González recibió, cuando aún era legal, financiación de conglomerados de la órbita nazi para evitar que en España gobernara nada a la izquierda de una socialdemocracia que renunciara al marxismo, como pasó con el SPD, pues fueron los comunistas y no el PSOE los que mantuvieron el papel principal de lucha contra el régimen durante el franquismo.
6. Apoyo a fondos buitre, golpistas y especuladores en Venezuela
La relación del gigantesco holding empresarial venezolano Cisneros con Felipe González es también una buena prueba de los verdaderos intereses del expresidente en el país sudamericano. El holding en cuestión está dirigido por María Antonieta Mendoza, madre del opositor Leopoldo López -encarcelado por instigar un muy violento golpe de Estado en Venezuela-.
El gobierno de González fue responsable de una de las mayores expropiaciones de la historia de España, la del grupo Rumasa. No fue un afán socialista, inexistente como vemos en la cantidad de privatizaciones, puesto que a continuación procedió -tras sanear la deuda con dinero público- a venderla al holding empresarial Cisneros. El valor que pagaron los socios venezolanos por el grupo de Ruiz-Mateos, incluyendo Galerías Preciados, fue de 1.000 millones de pesetas, pero acto seguido la vendieron por 30.000 millones de pesetas. ¿Una manera de financiar a la oposición venezolana encubierta? No se sabe. Pero al cabo de unos años, con supuesto apoyo del Gobierno de Aznar y Bush, el líder de la patronal venezolana y los opositores realizaron un golpe de Estado contra Chávez.
Del mismo modo, la familia de Henrique Capriles -líder opositor venezolano- y los fondos buitre de Cisneros vinieron a España en busca de ‘inversiones inmobiliarias’ que se traducen en la compra de los pisos de vivienda social y de los desahuciados a gran escala en nuestro país. A estos opositores, especuladores y perpetradores de la mayoría de muertos en las protestas, es a los que González, Rivera y Cifuentes apoyan con tanto ahínco trayendo a España a Lilian Tintori, esposa de López. De ahí viene la enorme dedicación de Felipe González por defender a Leopoldo López, implicándose incluso en su defensa judicial. Pero incluso el candidato Capriles ha reconocido no estar de acuerdo con las formas violentas de actuar de Leopoldo López, encarcelado desde las protestas de 2014. Precisamente la Ley de Amnistía pretende abarcar toda la violencia desde 1999, no desde las protestas de 2014, y que la oposición ha llevado a la Asamblea de Venezuela donde ahora tienen mayoría (y la derecha ha presentado en España para que IU, Podemos y ERC no se muestren a favor) admite todos los casos de uso de armas de fuego y bombas; pero ya sabemos la afición de Felipe González por defender a grupos paramilitares.
7. Control del PSOE en la sombra
Los poderes remanentes en el PSOE tras años de descomposición eran José Antonio Griñán, Manuel Chaves, Alfredo Pérez Rubalcaba, Alfonso Guerra y Felipe González. Tras caer los dos primeros por los enormes casos de corrupción en la Junta de Andalucía, situaron a Susana Díaz para recoger la ideología antimarxista que ni Rubalcaba -aclamado por la derecha en su despedida del Congreso- ni Alfonso Guerra, ni Felipe González -manchado en su imagen tras el paso por los consejos de administración del IBEX-35- podrían mantener.
De ahí podemos entender la reticencia de los barones regionales del PSOE y de la propia Susana Díaz a cualquier acercamiento a partidos a la izquierda del suyo. Y de ahí que Díaz disolviera el parlamento andaluz y convocara elecciones para cambiar un Gobierno en minoría del PSOE con apoyo de IU por otro en minoría del PSOE con Ciudadanos, más acorde a la ideología de la lideresa y de Felipe, quienes apoyaron a Pedro Sánchez como Secretario General en 2012 por parecer el candidato más a la derecha de los tres (Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias) y ahora reniegan firmemente de él por su acercamiento a Podemos. De ahí que el equipo negociador, capitaneado por el conservador Jordi Sevilla, aceptara un pacto a nivel nacional con Ciudadanos: el legado de Felipe González.