Ni Venezuela, ni Irán, como ya dictaminó reiteradamente la justicia. Informes falsos, invasión de comunicaciones privadas, tergiversación, sí. Las calumnias se extendieron, el perjuicio fue cierto. El daño es irreparable
El Watergate contra Podemos supone una noticia esencial porque altera el sustrato político, los objetivos como sociedad. No es batalla electoral, es guerra sucia, que se ejerció desde el gobierno. Muy grave y no se le está dando la importancia que requiere. Por la propia dignidad de la democracia
Informe TEM: Las cloacas del periodismo, completo en HD Durante décadas, numerosos periodistas soñaban emular a Carl Bernstein y Bob Woodward, dos colegas del Washington Post que lograron desenmascarar y hacer dimitir al presidente de EEUU, el republicano Richard Nixon. Se confirmó que era el responsable último de una trama contra el partido demócrata, con todos los ingredientes que fija el manual. A saber, espionaje político, escuchas ilegales, sabotajes, sobornos, y un sin fin de actividades ilegales ejercidas desde el Estado. Claro que Nixon lo negó. Y se resistió. Y cesó y persiguió a quienes pretendían esclarecer la verdad, por todos los métodos a su alcance. Legales y sucios. Finalmente, se vio obligado a dejar el cargo. Ocurrió entre 1972 y 1974. El Watergate quedó como mito romántico de la profesión periodística. La campaña de acoso y derribo contra Podemos y, en particular contra su líder Pablo Iglesias, se inscribe en los mismos parámetros de guerra sucia desde el Estado. Desde quien lo gobierna. Ni "policía patriótica" ni zarandajas. Según las pruebas sobre las que trabaja la justicia, el ministerio de Interior del PP de Rajoy puso en marcha con recursos públicos una trama policial para desprestigiar a Podemos, en cuanto consiguió un notable potencial en las urnas. De la mano de Fernández Díaz. De Soraya Sáenz de Santamaría también, sugieren ahora, cuyo enorme poder y presiones sobre los medios fueron evidentes. Y de portavoces mediáticos muy precisos como Eduardo Inda, y su OK Diario creado con dudosas subvenciones justo en aquellos momentos. La trama sucia habría actuado contra Podemos, contra los independentistas catalanes y para lavar la propia corrupción del PP. Con esos tan sospechosos ataques a su propio tesorero Luis Bárcenas. Recuerden que un falso cura allanó su casa, "secuestró a su mujer, a su hijo y a la asistenta, y les amenazó para que le entregaran las pruebas que el extesorero del PP escondía". Lean este artículo de Ignacio Escolar, y consérvenlo porque son tiempos de borrar la memoria. Ni Venezuela, ni Irán, como ya dictaminó reiteradamente la justicia. Informes falsos, invasión de comunicaciones privadas, tergiversación, sí. Miembros del partido que ejecutó la trama siguen utilizándolo como arma. Hoy mismo Rafael Hernando, sabiendo perfectamente lo que hace. Las calumnias se extendieron, el perjuicio fue cierto, y tribus enteras de wasaperos llegarán a la tumba convencidas de su veracidad. El daño es irreparable. Lo mínimo es al menos decirlo e intentar una difusión que nunca será igual a la que tiznó la trayectoria de varios políticos incómodos. La tinta negra de los intereses ha sido lanzada contra cuantos amenacen ciertos privilegios. La corrupción provocó la moción de censura contra el PP que llevó al PSOE a la Moncloa, con el apoyo de diversos partidos. No hay que olvidarlo. Pero España sigue operando con este PP y sus cómplices como si nada hubiera ocurrido. La impunidad que sentían les llevó hasta a premiar oficialmente a un confidente que les amañó falsos dossieres. Se sabía de las cloacas del Estado, con meritorias investigaciones que incluyen el documental así titulado de Publico.es. El periodismo informó. Y tapó, también tapo o ignoró. La justicia está actuando. Ahora con el magistrado García Castellón de la Audiencia Nacional. Antes hubo hasta comisiones parlamentarias que no llegaron a término. Nadie ha pagado culpas aún. El poder siempre pone trabas a la información independiente. Vean el caso sin ir más lejos de Raquel Ejerique e Ignacio Escolar, periodistas de eldiario.es a quienes piden cinco años de cárcel por la denuncia de Cristina Cifuentes, aún con su máster falso. Una de las definiciones de noticia dice que es lo que el poder no quiere que se sepa. Hay más noticias que no entran en ese concepto. Pero lo terrible de España es la connivencia de muchos medios con las propias tramas sucias. Portadas y programas que actúan como brazos mediáticos de esa derecha corrupta. Con tibiezas de parte otros. Es la gran diferencia con Estados Unidos donde terminan por entender que este tipo de ataques afectan a la libertad de información y a la sociedad, a los derechos, a las raíces del sistema democrático. El tratamiento informativo del tema puntero ahora, el robo del móvil de una colaboradora de Pablo Iglesias con información sensible, deja mucho que desear también. Algunos medios lo ignoran. TVE llega a cambiar y cortar frases. Un periodista no debe actuar por simpatías y antipatías, y menos sabiéndolas fundamentadas en falsedades. La asociación de Al Rojo Vivo de la Sexta entre Vox y Podemos fue otro golpe bajo, plagado de soberbia y de poder, tras la entrevista en La Sexta Noche a Pablo Iglesias. No es fácil, no. Protestar, informar también, tiene consecuencias en una profesión que se ha precarizado al límite. Y se ha vuelto mucho más dócil. No debería tratarse de valentía, pero tampoco de sumisión. Y se han visto estos días a alguno que recuerda a Paco, el Bajo, de 'Los Santos Inocentes", defendiendo lo indefendible. No es edificante leer a periodistas que saben de presiones de las que se charla en círculos informados y ver que se acepta como irremediable. Nada sano crece en magma podrido. Lo preocupante es que se dan demasiadas desviaciones por asumidas. Presiones hay. La Asociación de la Prensa de Madrid repite año tras año resultados alarmantes en su Informe de la Profesión Periodística. ¿Recuerdan? En el de 2016, el 75 {14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} de los periodistas admitía ceder a las "presiones" y el 57 {14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} que se autocensura. Imaginemos que se dijera lo mismo en la cadena alimentaria, escribí entonces en eldiario.es. Que el 75{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} de los procesadores confesaran que ceden si sus jefes les piden meter gato por liebre en los productos, en todas sus aceptaciones. Las manipulaciones informativas causan mucho más daño a veces que una gastroenteritis. En EEUU, llegó a haber unas elecciones en pleno Watergate, salió reelegido Nixon, se bloqueó el sistema judicial, y por fin cayó. Ir a las urnas con una trama política, policial, mediática, empresarial, ensuciándolas, las altera. En cualquier país serio, hubieran caído todos los capos de esta mafia. Aquí, hemos llegado a un mes de las próximas elecciones con un panorama político desolador. Con un PP cuajado de mentiras y bravuconadas que diseminan ocurrencias temibles si llegaran al poder. El mismo PP de la trama sucia policial aún impune. El mismo. El PP de Casado es hijo del de Rajoy y Aznar. El folclórico desbarre de las listas electorales es hijo de este tiempo de degradación de los valores, de la banalidad que se propicia desde los medios, de los intereses que la mayoría no advierte. Todo tiene consecuencias. El Watergate contra Podemos supone una noticia esencial porque altera el sustrato político, los objetivos como sociedad. Ocurriría igual con otros partidos democráticos. No es batalla electoral, es guerra sucia, que se ejerció desde el gobierno. Con cómplices. Muy grave y no se le está dando la importancia que requiere. Por la propia dignidad de la democracia. Fuente
“Yo confío mucho en la madurez y en el olfato que tiene la inmensa mayoría de este país. Salimos de una manera tan brillante de una dictadura a la democracia sin un solo roce de violencia, salvo ETA”. Las declaraciones son de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, en una entrevista en El País, en la que asegura también que “las elecciones, en democracia, nunca pueden ser un fracaso”.
Jonathan Martínez@jonathanmartinz
La investigadora Sophie Baby estima que la Transición se cobró al menos 714 muertos por la violencia política. Inmediatamente después surgieron los GAL al amparo del gobierno del PSOE. El revisionismo histórico de Carmen Calvo es una infamia y una falta de respeto a las víctimas.
Las palabras de Calvo, incidiendo en ese mito ya desmontado de la Transición pacífica, ha provocado decenas de reacciones en las redes sociales. Lo cierto es que Calvo olvida los entre 600 y 700 muertos contabilizados por algunos investigadores, entre 1975 y 1983, incluyendo fallecidos por “violencia política de origen institucional” y por terrorismo de extrema derecha, con casos tan conocidos como la matanza de los abogados de Atocha. La obra El mito de la Transición pacífica, de Sophie Baby, eleva esta cifra a 714 muertos.
Del negro capullo al rojo y del Rojo al Naranjito.
TRES PREGUNTAS, aunque no las quieran contestar:
Por qué será que TODOS los poderes facticos de este pais NO QUIEREN a Podemos en el gobierno.?
2) Quién es capaz, a estas alturas, de creerse todavía que el PSOE es un partido de IZQUIERDAS.?
3) Alguien con dos dedos de frente es capaz de CREER a estas alturas de la película, que PP, VOX, Cs, tanto juntos como separados, son partidos que gobernarían en favor de los trabajadores y las clases populares.??
Esta mañana se volverán a encontrar los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos para intentar salvar, contra reloj, una investidura de Pedro Sánchez y evitar, de esta manera, una repetición electoral el próximo 10 de noviembre. La tensión política es palpable en el Estado español y algunos poderes presionan para que haya Gobierno, incluso, con Unidas Podemos dentro. Ayer, nada más y nada menos que el presidente ejecutivo del grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, cargaba contra Pedro Sánchez y el rey por haberse ido de vacaciones mientras el país está sumido en la actual crisis política. También, el fin de semana, Felipe González apostaba porque lo más urgente es evitar otras elecciones. En este contexto, hablamos con Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963)
Este profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid es una de las voces más escuchadas, actualmente, en la dirección de Podemos, partido del que fue fundador. En esta entrevista con cuartopoder.es aprovecha para analizar la coyuntura política española, pero también hacer un repaso por la situación internacional y por los deberes de la izquierda y del partido morado. Siempre polémico en sus apariciones en medios, acaba de publicar un nuevo libro en la editorial argentina Prometeo: La izquierda que asaltó el algoritmo. En España, se puede leer en la editorial Catarata.
– De repetirse las elecciones, serían las cuartas generales en cuatro años. ¿Qué estado de salud tiene el sistema político español?
«Una nueva crisis agarra al sistema sin herramientas para afrontarla»
– Desde la crisis del 2008, a la política le pasa como al fútbol, no hay spoilers y puede haber giros inesperados. ¿Quién iba a prever que Sánchez, que pertenecía al aparato burocrático del PSOE, iba a ser descabezado por acercarse a Podemos? ¿Que iba a regresar con un discurso izquierdista? ¿Que regresaría otra vez a los viejos foros del PSOE conservadores? Se han roto las previsiones, la linealidad, un pequeño acontecimiento puede generar una catástrofe. Las brújulas están desimantadas y las bolas de cristal no funcionan, salvo que miremos a lo que llevamos dos siglos estudiando como un elemento determinante: la economía.
Ahí sí que vemos que la crisis del 2008 se ha cerrado mal en todo el mundo, especialmente en Europa, y que una nueva crisis agarra al sistema sin herramientas para afrontarla. Hay que pensar que llevamos medio siglo de hegemonía neoliberal, lo que implica una pérdida de valores colectivos, una defensa del individualismo, confianza en el mercado y desconfianza en las instituciones colectivas. Esa pérdida de valores ha contaminado la confianza en las instituciones políticas. Cuando la crisis económica grita lo de “¡sálvese quien pueda!” se desmorona todo como un castillo de naipes.
Si hace seis meses alguien hubiera afirmado que Inglaterra iba a tener una crisis política y territorial más grave que la de España, nadie le habría creído. ¿Quién iba a decir que Salvini iba a ser un personaje tan importante en la política italiana y que en un giro de 48 horas desaparecería de la política? En este escenario de debilidad institucional, desconfianza hacia lo colectivo, desafección democrática, exclusión económica y asunción de las enormes desigualdades del sistema neoliberal, o los demócratas hacemos un buen diagnóstico y una buena terapia o el riesgo de que emerja una nueva noche fascista en Europa está a la vuelta de la esquina. Eso vale para Europa y vale para España.
– Cebrián reconociendo la coherencia de Iglesias en estas negociaciones y criticando el papel jugado por Sánchez y al rey…
«Si Podemos entra en el gobierno, o articula el partido o el riesgo del abrazo del oso es muy alto»
– Las declaraciones recientes de Cebrián o de Felipe González, también, incluso, aunque una forma más moderada con respecto a lo que viene siendo habitual con Podemos, de Ana Pastor, con un barniz crítico en la entrevista con Carmen Calvo, implican que está habiendo una lectura sistémica que hay analizar bien. Que Cebrián y González, que forman parte del mismo foso de caimanes, opinen en una dirección similar en un plazo de 24 horas de diferencia no es gratuito. De igual manera, que La Sexta, que junto con Antena 3, pertenecen al mismo grupo, son grandes articuladores de la política española, decida presionar a Sánchez tiene una lectura bien relevante.
El sistema ha entendido que viene una nueva crisis. En España, como ocurre siempre con las crisis europeas, se agravan por factores autóctonos, tiene siempre el añadido de las tensiones territoriales y de la propia debilidad del capitalismo español. Eso implica que en los próximos meses es probable que veamos una nueva recesión económica, a la que se añade la crisis catalana con muchos políticos encarcelados, con un Brexit dirigido por un loco asesorado por otro loco, como es Donald Trump…
En ese escenario, la posibilidad de un nuevo 15M es muy alta. Ni el PSOE, ni PP, ni Ciudadanos tienen la capacidad de convencer a la ciudadanía de que tienen la solución, pues ha pasado muy poco tiempo desde la última vez que nos jodieron. Por tanto, la única fuerza política que está ahí con capacidad de gestión, no solo en España, también en Europa, es Unidas Podemos.
Eso nos lleva a dos reacciones por parte del sistema. La más torpe es el vamos a intentar cerrarles todas las puertas, vamos a hacer como que no existen, vamos a intentar, como han hecho, encarcelarles, echarles de los trabajos, acusarles de cualquier barbaridad… Como no es el alumno más aventajado, Sánchez cae en esa interpretación.
Luego hay otra solución más astuta, quieren darnos el abrazo del oso. Como es probable que dentro de unos meses llegue una crisis que ponga en cuestión todo el sistema, es mejor que Podemos esté dentro del sistema. Esto obliga a Podemos a hacer una reflexión profunda. Si Podemos entra en el Gobierno, o articula el partido o el riesgo del abrazo del oso de los Cebrián y González es muy alto.
– ¿El sistema entiende que Podemos es menos peligroso dentro del Gobierno que fuera?
– Un matiz, esa es la lectura que hace el poder, no la realidad, el poder puede equivocarse. Para Unidas Podemos, creo, es más importante entrar en el gobierno que articular desde fuera la oposición. Llevamos cinco años de unos ataques muy fuertes, de tensiones disgregadoras sustentadas por el propio sistema. He dicho muchas veces que Errejón no se habría ido si no hubiera tenido el apoyo del cien por cien de los medios de comunicación. Cuando estaba en Podemos le atacaban, le recordaban Venezuela o la inexistente beca black, pero cuando empezó a ser un factor de debilitamiento de Iglesias pasó a ser la izquierda verdadera. Eso también le ocurrió brevemente a Alberto Garzón, cuando Podemos e IU fueron por separado en las elecciones de 2015.
Podemos necesita buenas noticias. Esos cuatro millones de votantes que contra viento y marea han aguantado tienen derecho a buenas noticias. La mejor noticia es decirles que por primera vez desde que recuperamos la democracia un voto a la izquierda es realmente útil en España. Por eso, es verdad que la lectura del poder es el abrazo del oso, pero la de Podemos es que entrar en el gobierno nos fortalece si somos capaces de crear un partido-movimiento.
– Hablaba de una nueva crisis económica. Si llegan nuevos recortes de Bruselas y Podemos está en el Gobierno, ¿qué deberían hacer? ¿Gestionar la austeridad?
«Hoy es más fácil para la izquierda pactar con el capitalismo industrial, exigiéndole que pague impuestos y genere empleo»
– Siempre me he imaginado un hogar que, ante una crisis, los padres tienen que reunir a los hijos y hacer un análisis real de cómo están las cosas, cuáles son los ingresos y los gastos, para que los familiares evalúen si hay que quitarse de las suscripciones a las revistas, de los canales de fútbol o del colegio de los muchachos. Lo primero es dar información, en nuestras democracias hay una idea constante de que no se le puede contar a la gente lo que ocurre, porque no está preparada. Sin embargo, todos los trabajos sobre profundización democrática con los que trabajamos en la academia el planteamiento es el contrario, pasan por la transparencia y el manejo de la información.
Como ando preocupado por el funcionamiento de los partidos, estoy leyendo teoría de la empresa. Es curioso cómo algunas empresas punteras en Holanda de atención sanitaria a domicilio están funcionando sin CEO y están sustituyendo esas estructuras jerárquicas por formas de organización con un intercambio constante de información. Cuando hablamos de empresas, no hablamos de castillos en el aire, tienen que rendir beneficios. La empresa de asistencia a domicilio más importante de Holanda está formada por círculos o nodos autogestionados donde se les exige que se consulte a los expertos y a la gente a la que le van a afectar las decisiones.
Es mentira que puedas solventar los problemas ocultando la información a las personas a las que vas a exigir comportamientos. Ocurre igual con el calentamiento global, no lo vamos a solventar en tanto en cuanto la ciudadanía no sea consciente de cuáles son los límites del planeta. Por tanto, llegado el momento de una recesión habría que sincerarnos, abrir un proceso de discusión ciudadana donde es probable que la gente evaluase cuánto nos quitamos de Defensa, cuánto ahorramos en Casa Real, cuánto subimos los impuestos a los que no están pagándolos…
Hay una reflexión en el capitalismo global que se manifiesta en los países. Vemos un capitalismo industrial que es expulsado por un capitalismo financiero y tecnológico. Es curioso, eso genera alianzas raras. Hoy es más fácil para la izquierda pactar con el capitalismo industrial, exigiéndole que pague impuestos y genere empleo, y que haga un bloque histórico contra ese capitalismo de las plataformas, de Facebook, de Amazon, de Glovo, que buscan crear incluso sus propias monedas. La paradoja situaría a los bancos más cerca de la izquierda que de esos sectores que estarían dispuestos a sacrificar el estado y les sobra la idea de nación o de cualquier elemento que pueda aglutinar a la sociedad.
Telefónica, que está situado en esos referentes con los que uno debería situarse críticamente al ser de esos elementos que se privatizaron en tiempos, primero, de González y luego de Aznar y que forman parte del Ibex 35 que puede quitar y poner gobiernos, la relacionamos con César Alierta. Sin embargo, Álvarez-Pallete, que es un tipo inteligente, se da cuenta que estas empresas tecnológicas, que son meros rentistas intermediarios que no pagan impuestos, no tienen localización y no respetan ningún tipo de idiosincrasia nacional se convierten también en enemigos de ellos. Paradójicamente, podemos encontrarnos con que es posible buscar una alianza, incluso, con bancos comprometidos con la inversión industrial o con empresas que tengan un compromiso con la creación de empleo y el pago de impuestos.
– Existe ese debate en la izquierda, el de cómo situarse en el conflicto globalismo-soberanismo. ¿Qué le parece una izquierda soberanista?
«La globalización genera un falso ciudadano global que es una minoría»
– El soberanismo no se puede utilizar como ha hecho la derecha en tantos sitios donde ha aprovechado su condición privilegiada para romper con un estado en términos generales más pobre. Lo hemos visto en Bolivia, Ecuador, fue el caso de Yugoslavia, con Croacia y Eslovenia alimentados por los grandes capitales alemanes… No se trata de un soberanismo excluyente y egoísta, pero necesitamos encontrarnos en algún lado donde nos reconozcamos. La globalización genera un falso ciudadano global que es una minoría.
Lo que vemos es que, cuando alguien quiere migrar, ponemos concertinas o casi campos de concentración como hicieron los franceses con los españoles. No es verdad que esa globalización afecte a todo el mundo, y necesitamos estados que nos cuiden. Los subsaharianos ni siquiera tienen un estado que les reconozca, y en España, con un exceso absolutamente desmesurado e interesado, se ha hecho un gran despliegue en Cercedilla por una persona que había desaparecido. No me parece mal que un estado se gaste lo que se tenga que gastar para cuidar a su ciudadanía, pero contrasta, qué duda cabe.
Tenemos que reencontrarnos en una comunidad compartida, que es imaginada como todas las naciones. En este mundo global, soy favorable a la construcción de naciones democráticas. Si no, estamos a merced de un Goliat global que nos encuentra fragmentados, somos el último samurái frente a los cañones del ejército norteamericano. En cambio, cuando hay un país que camina al unísono, es mucho más difícil de derrotar, eso lo he vivido en América Latina. Leía a González quejándose de que cuando Chávez pone en marcha la constitución venezolana estaba traicionando lo construido. Me llama la atención porque, unos años después, González pidió reunirse con Chávez para hacerle una gestión a su jefe, Carlos Slim, para vender en Venezuela telefonía móvil. El hipócrita de González hizo entonces un elogio, que hasta a mí me pareció desmesurado, del desarrollo económico de Venezuela.
Los logros contra la pobreza, la construcción de clase media que se construyó en Brasil, en la Venezuela de Chávez, que desgraciadamente ahora se ha perdido, en la Bolivia de Evo Morales, en la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner… Todos esos logros de crear clases medias emergentes fueron posibles frenando la influencia del FMI, de Estados Unidos, y eso solo era posible con una identidad nacional muy fuerte. Si no, no es factible. El imperio siempre intenta fragmentar, lo mismo que ha hecho el sistema en España con Unidas Podemos, intentar fragmentarnos. Siempre van a encontrar alguien que, no necesariamente por dinero, también por ambición, termine fragmentando las fuerzas políticas del cambio.
– En esa defensa que hace del estado, ¿ha perdido la izquierda un discurso crítico y rupturista con respecto a la UE?
«La traición de la socialdemocracia es lo que permite que la Unión Europea sea una gran constructora de fascismo»
– Romper con la UE es una batalla perdida. Es igual que la batalla monarquía o república en España, si se plantea así, la batalla la tiene perdida la república. Estamos hablando de 40 años de dictadura y de 40 años de convalecencia, como dice Martín Pallín, y eso hace que la gente identifique monarquía con paz y república con guerra y conflicto. Si quieres ganar esa batalla, hay que identificarla entre democracia y oligarquía o autoritarismo.
De la misma manera, el debate entre o UE o una España aislada, está perdido. Nadie en su sano juicio querría aislarse en un mundo en el que la única forma de hacerte un hueco es con otros. El mayor pecado de Chávez fue crear Unasur. Eso fue lo que le dio fuerza al continente latinoamericano para defender sus propios intereses. Antes dependían de la OEA, que era el ministerio de colonias de los Estados Unidos, de la OMC, del Banco Mundial… Sin embargo, en esa organización podían renunciar a esas exigencias draconianas de los organismos financieros internacionales.
Hubo una UE que funcionó. Es verdad que España sacrificó su industria, pero recibíamos un 1{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} del PIB anual que sirvió para apuntalar una parte de nuestro desarrollo. Es verdad que nuestros dirigentes hicieron autopistas y más kilómetros de AVE que Alemania en vez de universidades u otras infraestructuras. La UE sirvió para crear un contexto para que los europeos no nos matáramos entre nosotros. Yo estudié tres años largos en Alemania y recuerdo que era emocionante ver al presidente francés representar en un organismo internacional a Francia y Alemania y viceversa, es que hace 70 años se mataron en una guerra brutal.
Desde Alemania viajé a Yugoslavia, pues no entendía lo que estaba pasando. Allí entendí lo frágil que es la paz, de un día para otro vecinos se estaban matando. Creo que la UE es un espacio de entendimiento que hay que mimar. El problema es que desde Maastricht en el 1992, y ya estaba apuntado en la Carta Europea del 1986, hubo la neoliberalización. El problema fue que la socialdemocracia fue el gran articulador de los procesos neoliberales. Decía Jesús Ibáñez que solo la izquierda puede hacer las políticas de la derecha, si las hace la derecha, arden las calles, si las hace la izquierda, las apacigua. El PSOE entra a gobernar en el 1982 y hasta el 1988 no se hace la primera huelga general. Siempre es más fácil que la izquierda haga las políticas de la derecha, desactiva.
Cuando la socialdemocracia se convierte en la gran articuladora del modelo neoliberal, la UE pierde el eje izquierda-derecha. José María Maravall planteaba que lo que diferenciaba a la izquierda de la derecha era un mayor gasto social. Desaparece la idea de derechas e izquierdas que decía Giddens, es el fin de la historia que decía Fukuyama, es la disolución de la URSS, Juan Pablo II, Thatcher diciendo que los revolucionarios son ellos… La traición de la socialdemocracia es lo que permite que la Unión Europea sea la caricatura en la que se ha convertido y ahora sea una gran constructora de fascismo. ¿Esto significa que hay que disparar contra la UE? No, hace falta construir otra.
El ámbito supranacional lo necesitamos en un capitalismo que se ha hecho global y que no tiene marcha atrás. Si pudiéramos deshacer la globalización, podríamos pensar en otros términos. Pero, como dice Manuel Castells, desandar la globalización sería como desandar la luz eléctrica. Si no es posible, no engañemos a la gente planteando que hay una suerte de regreso nacional a ninguna parte que algunos autores intentan expresar de una manera formalmente elegante pero conceptualmente chusca, pues al final terminas alabando las políticas de Salvini, si te descuidas.
– Volvamos a la coyuntura española. ¿La disyuntiva es coalición o elecciones?
«No conozco a un tipo castigado por el poder que se haya vuelto tan amable con el poder como Pedro Sánchez»
– Al PSOE se le han gastado los cartuchos, ha mentido demasiado. Si te dejas engañar una vez, la culpa es del que te miente, dos veces… Pero tres veces, la culpa es tuya porque dejan de respetarte. Me molesta que Sánchez haya pensado que puede pisotear a cuatro millones de votos, eso no se lo toleramos. El PSOE viene de ser deudor de la frase “PSOE, PP, la misma mierda es”; hizo la reforma del artículo 135; protagonizó casos de corrupción brutales como los ERE, venía de protagonizar la guerra sucia; de desvirtuar los contenidos sociales de la UE.
Ese PSOE recibió una nueva oportunidad por las vicisitudes por las que había pasado Pedro Sánchez, pero las ha sacrificado. No conozco a un tipo castigado por el poder que se haya vuelto tan amable con el poder como Pedro Sánchez. Uno quisiera intuir que las personas golpeadas por el poder desarrollen una sensibilidad por los golpeados, pero no siempre es cierto, ahí está Maroto.
Sánchez dijo que no había problema con gobernar con Podemos antes de las elecciones, pactó unos acuerdos que luego no cumplió respecto de publicar la lista de amnistiados fiscal, derogar las reformas laborales… El PSOE ha mentido diciéndole a Unidas Podemos que la culpa era del PNV que no iba a aceptar que Unidas Podemos estuviera en el Gobierno. Dijeron que el principal escollo era que estuviera Pablo Iglesias. Es espectacular que Sánchez, cuyo jefe de comunicación tuvo que dimitir por estar implicado en el robo del teléfono a Iglesias, tuviera el desparpajo de decir que Iglesias no era fiable democráticamente.
Hemos visto recientemente a Calvo mintiendo de una manera que da vergüenza ajena. Cuando se ve a Ábalos, Lastra o Calvo da la sensación que son los muñecos de José Luis diciendo cosas chuscas. Estoy convencido que no se lo creen, las mentiras son muy evidentes. Hemos visto a Calvo no reconociendo que tergiversaron el encabezamiento de las propuestas que presentó Podemos para decir que eran exigencias, mintiendo diciendo que apoyábamos un gobierno de concentración en Catalunya… Todos esos elementos podrían haber llevado a Podemos a decir que no queremos saber nada del PSOE, pero es que nacimos con voluntad de gobernar. No queremos caer en el error de IU de intentar hacer al PSOE más de izquierdas, porque eso no sirve para nada. El comportamiento del PSOE no es una cuestión de voluntad, sino de cuestiones sistémicas. Es el partido que ha estructurado la restauración de la democracia parlamentaria en el Reino de España, con Rubalcaba como gran articulador junto con González.
Unidas Podemos entendió que la única forma de estar en el gobierno sin calentar sillones, era participando de la gestión del gobierno con competencias. Eso es lo que se ha planteado. Vengo diciendo la frase de Trotsky a Rosa de Luxemburgo de que el partido sustituye a la sociedad, el comité central al partido y el secretario general al comité central. Ahora hay que añadir que el spin doctor sustituye al secretario general. Tengo la sensación de que este discurso retórico, este embellecimiento en aras de construir el maldito relato está sustituyendo a cualquier presupuesto ideológico. Nadie sabe quién es el gran ideólogo del PSOE, pero todo el mundo sabe quién es Iván Redondo.
Hay mensajes para intentar construir un marco de culpabilización de Unidas Podemos para la repetición de elecciones. Por cierto, sin unos medios de comunicación tan penales como los españoles, el PSOE no podría estar repitiendo esa mentira. Ayer, Ferreras repetía lo de que renunciamos a una vicepresidencia y tres ministerios. Si fueran decentes, recordarían que esa vicepresidencia estaba sin competencias y que esos tres ministerios eran uno dividido y una dirección general ascendida y con las competencias transferidas. Los periodistas no pueden estar repitiendo constantemente esta mentira.
Si Podemos cediera a que gobernase el PSOE sin las garantías de transformación que están solamente en compartir el Gobierno, estaría diciendo a la gente que votar a la izquierda no sirve para nada. Las personas que plantean que hay que dejar gobernar al PSOE a cambio de nada están enterrando la democracia, están diciendo que cualquier voto que no sea sistémico no sirve de nada. Hagamos memoria, no sirvieron ni los votos del PSOE porque le cortaron la cabeza, le pusieron una gestora y le dieron el gobierno a Rajoy. Ahora el PSOE dice que Unidas Podemos no es de fiar para cuestiones de estado, pero el PP sí, con casi mil cargos en los juzgados por corrupción, con todos los presidentes de la Comunidad de Madrid imputados o encarcelados por corrupción…
Volvemos al comienzo, hay un problema sistémico y la derecha lo ha entendido. El PSOE, que está más cerca de la derecha que del pueblo, también lo ha entendido. Para mantener el statu quo, en un momento de crisis donde hay que decantarse por si recuperamos una democracia que termine con las desigualdades o damos por enterrada la democracia, el PSOE quiere hacer lo posible para que Podemos desaparezca.
– Habla de que las garantías serían que Unidas Podemos esté en el Gobierno. ¿De qué es garantía que hayan ministros de Unidas Podemos?
«Si Podemos entra en el Gobierno, tiene que poner el partido en máxima alerta»
– Cuando nace Podemos, nuestra condición de profesores de Ciencia Política nos sirvió porque hemos aprendido de otros lugares lo que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal. Sabíamos cuáles eran los principales errores de los partidos. En ese sentido establecimos una serie de garantías para frenarlos. La limitación de los mandatos y de los salarios, el revocatorio de los mandatos que tiene la derivada de que todas las grandes decisiones se consultan… No son garantías cien por cien, pero son aproximaciones de comportamientos que deben cumplirse.
Cuando Errejón se marcha de Podemos, se queda con el escaño. Al final lo tiene que dejar, va tanto contra la propia concepción de Podemos que está quedando como un tránsfuga y encima caradura. Javier Nart se va de Ciudadanos, se queda con el escaño y no experimenta esa presión tan fuerte. En el nacimiento de Podemos, hay una serie de presupuestos y valores que se entiende que tenemos que cumplir, que forman parte de esta comunidad de valores que tienen que acompañar a un partido político.
No conocemos ni en la historia ni en ningún lugar del mundo garantías para que el comportamiento de los humanos sea angelical, pero hay un elemento central que es la principal garantía para evitar las mentiras, la corrupción, el transfuguismo… Esta es que la condición movimentista del partido esté viva. Creo que es la gran debilidad de Podemos. Si Podemos entra en el Gobierno, tiene que, de inmediato, poner el partido en máxima alerta para evitar que ocurra lo que desean los Cebrián y González, que ese abrazo del oso se consiga con la entrada de Podemos en el Gobierno.
– Habla de que la gran debilidad de Podemos es no haber conseguido construir ese partido-movimiento. ¿Podría dar algunas pinceladas de cómo se construiría?
– Podemos tuvo problemas de partida muy fuertes. Muchas elecciones en un plazo muy breve de tiempo, cinco elecciones, repetición de las generales… Esto para un partido que no pide dinero a los bancos y se sustituye todo por el trabajo militante, eso cansa. Otro elemento importante fue la discusión con los Anticapitalistas, que generó una suerte de sospecha constante. Eso ha hecho daño al partido, ha enturbiado lo que tendrían que haber sido debates y se convertían en enemigos los que debían ser adversarios ideológicos.
La tercera es no conseguir que los cargos del partido no sean institucionales. De momento, en España, eso solo lo consigue el PNV, porque tiene más de 100 años de existencia y porque la condición comunitaria del País Vasco permite una organización vertical, jerárquica, que compensa ese peso de la estructura con esa concepción comunitaria de la sociedad vasca. En Podemos, en los territorios, los cargos institucionales eran los cargos del partido que tenían liberados y los usaban para expulsar de los círculos a los que eran díscolos. Igualmente, era cierto que los que perdían las secretarías generales en los territorios utilizaban los círculos para hacer la vida imposible a los secretarios generales. Todo eso no lo hemos rodado bien.
Hay un cuarto elemento, en el que desemboca todo esto, que es que la secretaría de organización la tuvo el errejonismo y la utilizó para hacer un partido dentro de un partido. Cuando Sergio Pascual es sustituido por Pablo Echenique, este hace una enorme labor, pero no consigue construir esa integración que aún está pendiente. Se acaba de nombrar a Alberto Rodríguez y Ana Marcello como encargados de poner en marcha eso que no hemos conseguido estos años y para mí es muy relevante. Es muy importante que Podemos entre en el Gobierno, por lo que implica de punto de inflexión para la Unión Europea, pero también porque no podemos dejar al margen la tarea de convertirnos en un partido-movimiento, donde la clave sea el intercambio constante de información.
El secretario de la Organización del Partido Podemos, Sergio Pascual.
El secretario de la Organización del Partido Podemos, Sergio Pascual, ha asegurado este domingo que la formación morada está más fuerte que nunca.
El partido está “mucho más fuerte y mantiene la frescura de sus círculos”, ha dicho Pascual durante una entrevista con la agencia de noticias Europa Press.
El partido está “mucho más fuerte y mantiene la frescura de sus círculos”, ha dicho Pascual durante una entrevista con la agencia de noticias Europa Press.
También ha recordado que Podemos se ha convertido en una fuerza política que “tiene presencia pública en 14 parlamentos autonómicos», cuenta con «más de 1000 ‘círculos’ activos, casi 7000 consejeros ciudadanos distribuidos por más de 800 municipios, y multitud de concejales y alcaldes”.
Al mismo tiempo ha expresado su optimismo sobre las elecciones generales y ha asegurado que dichos comicios serán históricos dado que muy probablemente “el país que salga de esa cita va a ser distinto”.
Por su parte, la secretaria general de Podemos en Andalucía (sur), Teresa Rodríguez, ha sido más cuidadosa y ha afirmado que su partido debe «volver a la raíz de lo que fue en un principio” si es que quiere salir victorioso en los comicios de diciembre.
A su vez ha reiterado que Podemos debe ganar las elecciones para de este modo revertir las políticas de austeridad aprobadas por este y los anteriores Gobiernos españoles.
El secretario de Organización del partido español Podemos, Pablo Echenique, habla con la prensa, 21 de julio de 2018.
Publicada: sábado, 7 de septiembre de 2019 17:35
Podemos señala que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pretende repetir las elecciones e imponer un Gobierno inestable en España.
“Da toda la impresión de que el PSOE quiere repetir elecciones. Por eso no hace más que buscar excusas”, ha insistido este sábado el secretario de Organización del partido Podemos, Pablo Echenique, en una entrevista concedida a la Radio Nacional de España (RNE).
El PSOE, que ganó las elecciones generales en abril pero sin mayoría, a juicio de Echenique, “ha decidido volver hacia atrás sin ningún tipo de explicación”, después de que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, rechazara la oferta de un Gobierno de coalición que negociaban en julio.
Así se deben interpretar, en su opinión, las declaraciones de esta misma jornada de Sánchez sobre que Podemos debe asumir el resultado electoral y “desbloquear” la investidura para que haya un Gobierno progresista.
Da toda la impresión de que el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) quiere repetir elecciones. Por eso no hace más que buscar excusas”, ha denunciado el secretario de Organización del partido Podemos, Pablo Echenique.
Radio Nacional
✔@rne
.@pnique, secretario de Acción de Gobierno de @ahorapodemos, en el #14horas: «Da toda la impresión de que el @PSOE quiere repetir elecciones, porque solo busca excusas».
Según Echenique, el izquierdista Podemos aun trata de convencer a Sánchez, que busca la investidura, de que acepte un Gobierno de coalición y no imponga “un gobierno inestable” al país europeo.
“Un gobierno en solitario donde el PSOE acapare todo el poder ya se intentó antes de las elecciones y duró ocho meses por ser enormemente inestable. Pensamos que no es sensato”, argumenta.
El PSOE necesita lograr un acuerdo con partidos de izquierda y centro-izquierda como Podemos o con otros de derecha y centro-derecha como Ciudadanos y el Partido Popular (PP) para formar gobierno. Los dos fracasos anteriores de Sánchez en su investidura han avivado el fantasma de nuevas elecciones, algo que ocurrirá si no consigue el apoyo necesario en el Congreso de cara al próximo 23 de septiembre.
Catedrático Emérito de Ciencias Políticas y Políticas Públicas
Universitat Pompeu Fabra
Está habiendo una avalancha mediática en España que intenta culpabilizar a Podemos en general, y a Pablo Iglesias en particular, por el fracaso de la investidura del candidato a la presidencia del gobierno, el Sr. Pedro Sánchez, atribuyéndoles unas prácticas negociadoras prepotentes y unas demandas desproporcionadas que no se corresponden con su peso electoral. Su petición de establecer un gobierno de coalición primero, y su supuesto rechazo después de los sillones que les ofrecía el equipo negociador de Pedro Sánchez (una vicepresidencia y tres ministerios) han sido mostrados como prueba de su irracionalidad.
Tal mensaje ha sido dominante en los grandes medios de información españoles, la mayoría de los cuales han sostenido posturas de clara hostilidad hacia Podemos y, muy en particular, hacia Pablo Iglesias, el dirigente de izquierdas más “demonizado” por el establishment mediático español en los últimos años. Lo que es sorprendente es que tal interpretación de las causas del fracaso de las negociaciones también haya sido promovida por algunos sectores de izquierdas, tanto dentro como fuera del PSOE. Entre estos últimos incluso se ha celebrado el fracaso del intento de establecer una coalición, pues ello parece abrir la posibilidad de que en lugar de un gobierno de coalición se establezca un pacto de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos que le permita al PSOE gobernar en solitario bajo el apoyo y supervisión de las izquierdas a la izquierda del PSOE. Aunque tal alternativa parecería razonable, parece olvidar algunos puntos importantes. Veámoslos.
Algunos de los consejeros más próximos a Pedro Sánchez consideran que uno de los retos más importantes en los próximos cuatro años será su expansión a base de atraer al votante de centro, que está siendo abandonado por Ciudadanos y por el PP. Hoy estamos viendo la enorme derechización de tales partidos como resultado de su alianza con Vox, partido de claras raíces franquistas, que está redefiniendo los parámetros ideológicos de las derechas españolas, dejando su imprimátur en dos dimensiones clave: una es su neoliberalismo sin tapujos, haciendo propuestas extremas en áreas económicas y sociales en las que se había alcanzado durante el periodo democrático un consenso dentro del establishment político-mediático del país de establecer un Estado Social, que se quiere ahora revertir con el objetivo de empequeñecer todavía más el ya reducido Estado del Bienestar español; y la otra dimensión característica de las derechas actuales es la defensa extrema y radical del Estado borbónico uninacional y radial aprobado en la Transición, la cual continúan definiendo como modélica pero que sirvió para perpetuar la cultura franquista dentro de un amplio sector de las estructuras del Estado. Su beligerancia nacionalista españolista, hostil a una visión de España poliédrica, pluricéntrica y plurinacional (a la que definen como la “anti-España”) se ha reavivado, con una gran hostilidad hacia los nacionalismos “periféricos” y muy en especial al catalán. Ello ha implicado una radicalización de este último, facilitando el crecimiento del separatismo en amplios sectores del nacionalismo catalán, que ha generado a su vez la radicalización del nacionalismo españolista de las derechas españolas. Se ha establecido, de esta manera, un círculo vicioso en el que la radicalización de un polo supone automáticamente la radicalización del opuesto.
Esta derechización de los partidos que se definían como de centroderecha ha dejado un enorme vacío en lo que se llama el centro (que es, en realidad, la derecha democrática), que tales asesores de Sánchez quieren capturar de nuevo. Esta estrategia es clave para entender el comportamiento de Pedro Sánchez, para el cual la coalición con Unidas Podemos dificultaría enormemente esta estrategia de captación del centro.
El problema que tiene la estrategia de Pedro Sánchez
Ahora bien, para que esta estrategia tenga efecto, el mayor obstáculo que tiene Sánchez es la ilusión que su victoria en las primarias del PSOE (como consecuencia de la imagen que Sánchez dio de mover el PSOE a la izquierda, “podemizando” incluso su discurso) creó entre sus bases (causa de su victoria el 28 de abril y, más tarde, en las municipales de mayo). El deseo entre sus bases de que se establezca un gobierno de coalición con Unidas Podemos representa un problema para él. De ahí que fuera a última hora (48 horas antes del día de la investidura) cuando se inició la negociación, con el intento de dar la imagen que así intentaba alcanzar un acuerdo (sin, en realidad, desearlo). Con este propósito impuso durante las negociaciones unos términos que dificultaban dicho acuerdo. No se explica que tardara tanto en iniciar las negociaciones con Unidas Podemos, ni tampoco sus exigencias (como vetar a Pablo Iglesias en el posible gobierno de coalición), sin entender que la coalición no fue una alternativa considerada seriamente por Sánchez. Y su mayor sorpresa (y un problema para su estrategia) fue que Pablo Iglesias incluso cedió a su demanda y se retiró. Tal decisión le creó un problema que incluso se acrecentó en la medida que el equipo negociador de Unidas Podemos fue cediendo en muchas de sus propuestas. En realidad, en contra de la imagen que quisieron crear (de que a Unidas Podemos solo le interesaban los “sillones”), Sánchez era consciente de que no eran los cargos, sino las políticas concretas que proponía Unidas Podemos (como incrementar el salario mínimo, corregir el enorme desequilibrio en la negociación colectiva entre el mundo empresarial y el mundo laboral, el control del precio de los alquileres, y un largo etcétera), las que él no quería aceptar. De ahí que ninguno de los ministerios que Sánchez ofrecía a Unidas Podemos hubiera permitido hacer tales reformas. Ni que decir tiene que también hubo errores por parte del equipo negociador de Unidas Podemos. Pero tales fallos (derivados de la enorme urgencia y presión de tiempo, con una negociación de menos de 48 horas) no explican el fracaso de la investidura, pues el punto clave fue la resistencia de Sánchez a establecer una coalición con Unidas Podemos.
Creerse que un gobierno Sánchez aceptaría, a pie juntillas, un programa pactado con Unidas Podemos es poco creíble. Lo ocurrido con el presupuesto pactado es un ejemplo de ello. Ni que decir tiene que un gobierno Sánchez sería mejor que un gobierno del PP, C’s y Vox. Y ahí está el chantaje de Sánchez. Pero el coste para España sería también grande. De ahí la enorme importancia de movilizar las fuerzas progresistas, incluyendo las bases y las izquierdas dentro del PSOE (que existen y que desean un gobierno de coalición) para que presionen y denuncien el mensaje que Sánchez está dando de que él lo está “intentando”. Este “intento” está, en realidad, lleno de triquiñuelas (como cambiar los textos usados en la negociación antes de enviárselos a los medios) y malas prácticas (incluyendo malinterpretaciones de lo dicho y expuesto, como el deseo de controlar todos los ingresos del Estado y el 50{14c88425e8fe9d97faae8feb4c9704a1f54f6c24ede33d0414f3cb3e373d26ea} del gasto (¿?!!)), pues la realidad es que el equipo negociador de Unidas Podemos había cedido tanto que casi estaban a punto de llegar a un acuerdo. Y miembros del equipo negociador del PSOE eran plenamente conscientes de ello. Era solo cuestión de horas, pero Sánchez no quiso. El tono insultante adoptado desde entonces con Unidas Podemos dificulta todavía más la posibilidad de un pacto con Unidas Podemos. De ahí que el próximo paso sea mostrar que esta coalición es posible, señalando con datos y sin insultos por qué es así. Para ello los miembros de los equipos negociadores deberían sentarse de nuevo y aceptar que sí se puede, en caso de que se desee. Para ello es fundamental que se dejen a un lado los insultos y el enfado, y que se antepongan los intereses del país a los intereses partidistas, que francamente creo que ha sido más la característica de una que no de las dos partes.Lo que ocurra en estas semanas definirá lo que suceda en los próximos diez años.
El socialista José Antonio Pérez Tapias fue entrevistado en el programa La Cafetera donde afirmó ver “la investidura en un punto muy difícil, salvo que una pirueta en los días que restan lleven a la abstención PP y Ciudadanos”.
Así lo dijo en La Cafetera de radiocable.com, donde explicó que dicha abstención “supondría un peaje fuerte para el PSOE respecto a cuestiones claves” (entrevista a partir del minuto 27:35).
“Lo sorprendente es que Pedro Sánchez haya asumido los planteamientos de quienes fueron sus antagonistas internos en el mismo PSOE”- señaló. “Sánchez se opuso a esa abstención, hizo el lema del ‘no es no’ y ahora entra en una contradicción flagrante, retractándose de lo que sostuvo, de lo que le llevó a la Secretaría General”- apuntó .
Para Tapias “estamos en una situación parecida a la de 2016 y se comprueba que la voluntad de negociar en serio por parte del PSOE no ha quedado ni mucho menos clara”.
Además hizo hincapié en que “buscar de manera efectiva un pacto por la izquierda supone asumir compromisos dispuestos a ser cumplidos”. Como “una reforma constitucional en serio, levantar lo que ha supuesto la reforma laboral, la ley mordaza y buscar vías de salida dialógicas ante la situación de Cataluña”. Pero, dijo: “Ante todas estas cuestiones parece ser que el PSOE se repliega, confirmando una y otra vez eso que acompaña a la socialdemocracia que es la tibieza a la hora de afrontar cuestiones de calado inaplazables”.
El programa sometió a debate en la red el tratamiento que dan a la actualidad las portadas de los periódicos del día.