Todavía huele a pintura fresca la nueva sede de Podemos. El partido se ha mudado hace poco. Todo paredes blancas y espacios más abiertos, nada que ver con las habitaciones pequeñas anteriores en la calle Princesa. Todo ello en una España confinada perimetralmente, y muy cerca controles de la Policía en una de las salidas de la M-30 en estos extraños días.
Rafa Mayoral ejerce ahora de portavoz de Podemos y es el secretario de Social Civil y Movimiento Popular del partido morado. En mitad de esta “difícil y complicada” situación, como confiesa. La coalición de Gobierno con el PSOE camina “razonablemente”, explica al hilo de los presupuestos generales, y defiende sacar las cuentas públicas con los socios que hicieron a Pedro Sánchez presidente. “Lo hemos dicho con mucha claridad: la investidura te va trazando la posibilidad de abordar el futuro”, reflexiona.
La entrevista se produce a la vez que se recrudece fuera en redes la guerra entre Irene Montero y Teresa Rodríguez por la expulsión de la andaluza del grupo de Adelante en el Parlamento regional. A Mayoral le da “mucha pena” la situación porque esperaba que se pudiera llegar a un acuerdo y pide no “enturbiar las cosas” hablando de la baja de maternidad. “No se le ha despedido, se le ha dejado fuera del grupo porque ha abandonado el grupo”, resume.
¿Cómo es la España en estado de alarma de finales de octubre y principios de noviembre?
Es una situación difícil y complicada. Tenemos que hacer una reflexión de cómo salimos de esto: si algo nos está enseñando la pandemia, es que no es posible una salida individualista. Necesitamos construir instituciones fraternales y, sobre todo, tenemos que entender que es una enfermedad social, tenemos que cuidarnos. Es una tarea enorme para las administraciones y que tenemos también como pueblo. Tenemos que ser capaces de impulsar políticas públicas de protección social y sanitaria y al mismo tiempo tenemos que dar una respuesta como pueblo. La tarea fundamental es el cuidado y la crisis económica y social va a requerir de mucha fraternidad y sororidad.
El Gobierno ha conseguido aprobar con una mayoría rotunda de más de 190 diputados el estado de alarma para seis meses. ¿Qué podemos esperar? ¿Qué le parecen las críticas sobre que dure tanto por parte de PP y Vox?
En estos momentos no hay lugar para posiciones negacionistas como las que tiene la extrema derecha trumpista, que desgraciadamente se han visto aderezadas por la estrategia de sabotaje de la presidenta Ayuso en este proceso. Casado se ha visto en la obligación de intentar distanciarse de las posiciones de Abascal, pero lo tiene muy difícil porque realmente hoy las estrategias institucionales que establece en todos los ámbitos están sostenidas por la extrema derecha. Ese es un gran drama que no es comprendido por sus socios europeos. Intentó en la moción desmarcarse, pero cada vez que habla con sinceridad dice lo que piensa. Por eso, comparte las posiciones con Abascal. Los dos son grandes admiradores de Reagan y de Hayek, que es un señor que planteaba la necesidad de recortarle los poderes al Parlamento y atacar la capacidad de negociación colectiva de los trabajadores.
Casado se ha visto en la obligación de intentar distanciarse de las posiciones de Abascal, pero lo tiene muy difícil
¿Se termina de creer el discurso de Casado en la moción?
Por eso decía, él hizo un discurso que estaba claramente destinado a sus socios europeos para dejar claro que no están en ese tipo de posiciones, pero en la réplica, cuando tuvo que mostrar su verdadera cara, nuevamente volvió a reafirmar esa posición que es muy dogmática, de los neoliberales y en la que no entienden que es necesario el reforzarmiento de lo público y de lo comunitario para afrontar esta situación.
Se han vivido unos días de trepidantes antes del Puente de vuelta de tensión entre el Gobierno central e Isabel Díaz Ayuso. ¿Qué le parece la posición de la presidenta de Madrid?
Se van destapando cada vez más las cartas. No ha sido solamente con el Gobierno central. Después de forzar una rueda de prensa conjunta con el presidente, la utiliza para insultarle en el marco de la propia rueda de prensa, se llega a un supuesto acuerdo y se baja. Y lo de esta semana ha sido más grave, llega a un acuerdo con Castilla y León, que es de su partido, y con Castilla-La Mancha, que es del PSOE, y al salir de la reunión vuelve a romper el acuerdo. Está generando una crisis institucional por la aplicación de la estrategia trumpista y lo está haciendo con una estrategia de sabotaje. El problema es que lo está haciendo utilizando de rehén a la población. Hay un caso muy concreto y sangrante que es lo que ha hecho con la renta mínima de inserción en Madrid. Cuando sale el IMV, en vez de buscar la fórmula para complementar la renta, manda una carta terrorífica diciendo que tienen que pedir el Ingreso Mínimo y que las ve a retirar la renta mínima. No es admisible ni comprensible.
Es una persona que hace publico como un gran éxito la construcción de un hospital, le preguntan con qué personal sanitario se va a poner en marcha y dice que esas preguntas no se hacen a una presidenta. Pues no sé qué preguntas se hacen a una presidenta cuando en este momento todos los expertos dicen que no tenemos un problema de infraestructuras, sino de manos. Desgraciadamente lo que estamos viendo es que al personal sanitario de Madrid se le sigue sometiendo a una brutal precariedad a la hora de tener una condiciones de trabajo.
¿Por qué en España no hemos llegado a un escenario de unidad política para luchar ante la peor situación desde la Guerra Civil? ¿Cómo calificaría la oposición que se está haciendo?
Creo que las dos cosas van juntas. El principal problema que tenemos en estos momentos es el hecho de que el planteamiento que se hace es pensar que la pandemia puede ser una herramienta para poder cambiar al Gobierno, aun a costa de la población. Es la estrategia que están tomando el PP y Vox con muchísima claridad, con una posición ambivalente de Cs. Es grave, pero el problema es que siguen enfrascados en su dogma neoliberal. Siguen pensando en estos momentos que hay que privatizar hasta el palo de la bandera. Eso es a costa de los intereses de las mayorías sociales de este país. No entiende la necesidad de impulsar políticas de protección social ni que hay que primar la Sanidad pública ni la Educación pública. Un dogma que está fracasando, no en nuestro país sólo. Lo acabamos de ver en Chile. Necesitamos cambiar el paradigma. Cuando nos dicen que no se puede supeditar lo sanitario a la economía, se está haciendo una trampa. La economía es el sistema del que se dotan los seres humanos para satisfacer las necesidades en un entorno de recursos escasos, nada es más antieconómico que recortar los servicios públicos y los derechos sociales. El objetivo final es cuidar a la gente. Desgraciadamente se ha confundido la crematística, que es el arte de hacerse rico en poco tiempo, con la economía. Eso requiere que los que más tienen más paguen.
El PP y Vox siguen pensando en estos momentos que hay que privatizar hasta el palo de la bandera
A partir del 9 de noviembre, en la prórroga del estado de alarma se deja que sean las comunidades las que tomen sus propias medias. ¿Está lavándose las manos el Gobierno como dice el PP?
Se ha hecho algo muy interesante: sentar a las administraciones públicas competentes en la misma mesa. Eso es bueno, que el conjunto de la CCAA, que tienen las competencias sanitarias, se sienten a discutir y a acordar las políticas que se van a desarrollar de forma conjunta es un paso muy interesante. Reconoce la necesidad de tener mecanismos comunes y al mismo tiempo el derecho al autogobierno. El problema es cuando tienes un elemento disruptor que tiene por objetivo romper cualquier posible acuerdo, que es lo que estamos viendo. Es una estrategia torticera que busca sabotear la posibilidad de que salgamos en buenas condiciones porque se piensa que si salimos mal, se puede tener rentabilidad política. Me parece gravísimo e inhumano.
Habla de sentarse en una mesa. Esta semana hemos visto las imágenes de políticos en una entrega de premios sin mascarilla que han provocado mucha polémica entre los ciudadanos. El presidente pidió antes disciplina social. ¿Cree que la clase política no está a la altura?
Nosotros no fuimos y sabíamos que no había que ir. Creemos que ese tipo de eventos no son buenos, no nos gustan. Lo segundo: el concepto de clase política no me gusta. Tienen un componente antidemocrático, el hecho de que exista una categoría, los políticos, que son los que hacen la política. Eso es sustraer a las mayorías sociales de la posibilidad de poder participar en el proceso político. Creemos que el protagonista tiene que ser el pueblo. Aquellos que están en las instituciones tienen que responder a los intereses de las mayorías sociales. Cuando se expropia eso, se están poniendo encima de la mesa elementos antidemocráticos que no compartimos. Casualmente ocurre en momentos en los que se olvida que todos los poderes del Estado emanan del pueblo. Eso lo dice la propia Constitución y últimamente estamos viendo a muchos dirigentes políticos a los que se les olvida. Desgraciadamente, la corriente reaccionaria y más conservadora en nuestro país tiene un hilo conductor que lleva al Manifiesto de los Persas y a la defensa del absolutismo en contra de la posibilidad de que la gente pueda controlar sus vidas participando democráticamente.
Lo hemos dicho con mucha claridad: la mayoría de investidura te va trazando la posibilidad de abordar el futuro
En el Congreso hemos llegado a escuchar a Vox llamar “matón” al vicepresidente segundo del Gobierno e incluso un tuit de una diputada del PP diciendo sobre Irene Montero “Habló de p… la Tacones”. ¿Está la política llena de mala educación?
¿Está la extrema derecha y la derechona en estos momentos intentando embarrar el terreno de juego para que no hablemos de lo que realmente es importante y para que no reconozcan que están a favor de la privatización de la Sanidad pública? Están intentando que hablemos de otras cosas. Mientras hablamos de este tipo de estupideces, no podemos afrontar los grandes retos. Uno es que los privilegiados de este país tienen que empezar a pagar impuestos y que es necesario poner en el centro los derechos de las mayorías que no se están cumpliendo. Tenemos una crisis habitacional brutal y necesitamos cuanto antes ponerle coto, eso va a tener que tocar los privilegios de muchos. Necesitamos regular el mercado del alquiler para que no haya precios abusivos y que no haya desahucios. Pero nos hemos tirado tres meses hablando de okupas, cuando estamos en una pandemia y lo importante es que a nadie se le ponga en la calle sin alternativa habitacional. Esta lógica que se intenta imponer desde las fuerzas reaccionarias lo que quiere es que no hablemos de las cuestiones centrales.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes el anteproyecto de presupuestos generales. ¿Sale contento Podemos de esa negociación interna con el PSOE?
Bueno, en primer lugar hay una cuestión que nos parece clave. Siempre vamos a querer mejorar muchas cosas. Cuando vamos a unos presupuestos hechos en un Gobierno de coalición, pues tenemos concepciones distintas sobre muchas cosas. Pero hay una realidad que es que la lógica con la que afrontamos esta crisis es distinta a la de 2008. Hay un planteamiento de que el Estado se tiene que convertir en un actor fundamental para proteger a la población y necesitamos hacer que desde lo público se empuje al conjunto de la economía. En estos momentos tenemos encima de la mesa unos presupuestos anticíclicos. Va a hacer falta que entendamos que va a ser un reto como pueblo. Se han introducido elementos muy interesantes a la hora de poder afrontar esto. Modestamente hemos tenido unos avances muy significativos respecto a etapas anteriores. Salir de ese modelo neoliberal y de políticas regresivas de más de veinte años no es tan fácil, pero estamos empezando a caminar. Es importante que entendamos que para poder abordar ese camino va a ser importante que las personas que estamos en las instituciones elegidas por la población seamos capaces de empujarlo pero entender que la política es cosa del conjunto. Mirando al mundo nos damos cuenta que es así, hoy los chilenos sueñan con tener sanidad pública, educación pública y pensiones públicas. Lo que queremos nosotros es reforzar y profundizar los derechos sociales y avanzar en la garantía.
En ese avanzar hay que aprobar los presupuestos generales ahora en el Congreso. No sabemos exactamente cuál será la fórmula con la que salgan: con los socios de investidura o con Cs, como hay parte de los miembros socialsita que quieren. ¿Cuál va a salir? ¿Y qué va a hacer Podemos para que salga la de la investidura?
Lo hemos dicho con mucha claridad: la investidura te va trazando la posibilidad de abordar el futuro. Es decir, hay dos cuestiones que son centrales y que hay que profundizar porque hay una crisis profundísima. Una es la cuestión territorial, la garantía del derecho al autogobierno y el reconocimiento de la pluralidad del Estado. La segunda: la garantía de los derechos sociales del conjunto de la población que han sido desmantelados poco a poco. Esa mayoría de investidura permite poder empezar a afrontar esos retos y es la mayoría que nos puede permitir afrontarlos. Obviamente, aquellos que lo que plantean es bajarle los impuestos a los ricos y que gobiernan con la extrema derecha en determinadas comunidades a priori para mí carecen de credibilidad para afrontar esos retos. Ellos vinieron a defender otros intereses distintos y lo veo bastante improbable.
Te gustaría hacer muchísimas cosas más y te frustras porque puedes hacer lo que tienes de fuerza
¿Qué sensación le da el PSOE? ¿Está más tentado de irse con Cs o de conservar la mayoría de investidura?
Hombre, yo creo que está más tentado de mantener el Gobierno que lo tiene con nosotros. Hubo muchos años en los que se habló de la posibilidad de un Gobierno PSOE-Cs, pero finalmente lo que hemos visto es que no era viable. Y no será porque no se intentó porque hubo muchos, muchos intereses de los poderes económicos que intentaron empujar esa vía, pero nuestro pueblo no quiere esa vía. Lo ha demostrado en las urnas poniendo a cada uno en su lugar.
¿Qué salud tiene la coalición después de haber aprobado estos presupuestos?
Creemos que si está el proyecto encima de la mesa y hay posibilidades de articular mayorías, en estos momentos, partiendo de que estamos en una situación muy difícil como país y será lógicamente complicado porque venimos de culturas diferentes, hay que poner por encima los intereses de las mayorías sociales. Creo que vamos caminando razonablemente.
¿Habrá Gobierno hasta 2023?
Vamos a verlo, la verdad es que en política prever es muy difícil, pero podría ser. Y no es tanto esta legislatura, sino cuál es el futuro que nos planteamos a medio plazo. Y es precisamente poder superar las heridas que tenemos en la cuestión social y en la territorial. También dos cuestiones que ha puesto la población con mucha fuerza encima de la mesa: la cuestión de género y la crisis ambiental. Esos cuatro ejes tienen que marcar ese horizonte republicano al que aspiramos.
¿Es tan mala Nadia Calviño como la pintan ustedes?
No es una cuestión de buenos y malos. Lo que pasa es que cada uno viene de una cultura distinta. Nosotros de una que viene del movimiento popular y ella de una que viene de la Comisión Europea. Obviamente, tenemos que rozar porque tenemos visiones del mundo distintas, pero lo importante es poner en valor el diálogo e intentar llegar a acuerdos. Tenemos voluntad de ponernos de acuerdo.
La coalición va caminando razonablemente
¿En qué ha cambiado Podemos pisando moqueta?
Digamos que nosotros hemos empezado a ver las instituciones desde otro punto de vista y ver los límites que tiene la propia institucionalidad. Luego, muchas veces, esa lógica de que te gustaría hacer muchísimas cosas más y te frustras porque puedes hacer lo que tienes de fuerza. Nosotros tenemos 35 diputados y a veces cuando ves cosas que te abren las entrañas porque crees que son importantes es importante entender bien la correlación de fuerzas. Somos una fuerza con 35 diputados y tenemos que ser humildes, pero con esa tensión permanente de intentar empujar cuestiones que nos parecen centrales para garantizar la vida de la gente.
¿Habrá acuerdo con el PP sobre el Poder Judicial después de paralizarse la reforma del PSOE y de UP?
Hay un planteamiento patrimonial por parte de las fuerzas reaccionarias de este país, hay un concepto patrimonial del Estado. Es una cuestión grave. Desde que vimos aquel mensaje famoso de Whatsapp de Cosidó en el grupo del Senado diciendo que iban a controlar el Poder Judicial desde la puerta de atrás y finalmente dijeron que no iban a hacerlo, pues eso quería decir que lo iban a controlar por la puerta de alante. Es una cosa complicada. Me preocupa mucho escuchar al señor Casado comiéndose la mitad de un artículo de la Constitución en sede parlamentaria. Que diga que la Justicia se administra en nombre del rey y comerse una parte del artículo que dice que emana del pueblo me parece muy peligroso porque está tocando el elemento básico de la democracia. Ningún poder del Estado puede estar por encima de la soberanía popular.
Hay un concepto patrimonial del Estado por parte de las fuerzas reaccionarias
¿Es la Justicia española de derechas?
Es conservadora. Entre otras cosas, responde a la forma de acceso. Es necesario una democratización del acceso y garantizar que los programas de estudio y preparación de las oposiciones sean de carácter público. Hoy hay mucha gente que no se puede plantear acceder a la judicatura.
¿Se han dado un plazo para llegar a un acuerdo con el PP? ¿Estarían dispuestos a seguir con su reforma si no logran ese consenso con los populars?
Sinceramente, creo que no existe voluntad por parte del PP. Y es un peligro que un Consejo General del Poder Judicial caducado siga haciendo nombramientos. Es necesario garantizar que se producen las renovaciones de los órganos constitucionales.
Este viernes ha declarado el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz por la operación Kitchen en la Audiencia Nacional. Pablo Casado dice que es algo del pasado. ¿Cree que es así?
Recuerdo cuando compareció Fernández Díaz para hablar del uso partidista en el Congreso cuando no se sabía nada de Kitchen, decía lo mismo, que era del pasado. La realidad es que es una cuestión del Estado. ¿Se puede utilizar para intentar sustraer pruebas a la Justicia o para perseguir a la oposición como se hizo con Podemos utilizando a la policía política y haciendo informes falsos para subvertir el proceso democrático? ¿Es admisible que una persona como Victoria Rosell no se pudiera presentar a las elecciones cuando era la que iba a ganar en su circunscripción porque hay una querella impulsada por un ministro offshore como Soria y que acaba en una condena de seis años y medio contra el juez que impulsó ese procedimiento? Eso ataca directamente a la democracia. Tiene que haber una reflexión social y, a veces, desde los propios medios de comunicación se entra mucho a la espuma pero no se va a lo esencial. Lo que han hecho ha sido atacar a la democracia y pensar que pueden estar por encima de la ley.
Es un peligro que un Consejo General del Poder Judicial caducado siga haciendo nombramientos
Por un lado están las órdenes políticas que supuestamente dieron, según el juez, pero, por otro, está la responsabilidad de los policías que estuvieron en la operación. ¿Pueden estar seguros los ciudadanos españoles de que hay una Policía que no se deja corromper o habría que reflexionar sobre eso?
Recuerdo que vi una entrevista que le hizo Carmen Maura a Villarejo hace muchos años en la que le preguntaba si la Policía ganaba lo suficiente para ser honesta. Él decía que no. Es una persona que viene de la brigada políticosocial que dirigía el señor Conesa. Es necesario ventilar y que, cuando se hacen cosas que no están bien, se asuma la responsabilidad. ¿Hay muchos profesionales que están haciendo bien su trabajo? Sí. Y cuando se protege como se hizo con el señor Villarejo cuando hubo una investigación y el señor Fernández Gago cerró un informe diciendo que no había ningún atisbo de ilegalidad, se estaba insultando fundamentalmente a los funcionarios policiales que están cumpliendo con la legalidad.
Hablando de tribunales, el juez ha archivado la causa de la caja B de Podemos, en la que se apuntaba a usted directamente. ¿Qué le parece?
Lo normal, lo que no tiene sentido es que se haya abierto. Es la Caja de Solidaridad. No sé si nos damos cuenta de que hablan en los mismos términos en los que se imputaron al PP y es todo lo contrario: el PP tenía una caja B que estaba surtida con dinero de empresarios que se repartían en sobres entre los dirigentes para la concesión de obra pública. Nosotros estábamos donando a una caja para no cobrar nuestros sueldo completo y donar a proyectos sociales. Se parece como un huevo a una castaña, pero hay una estrategia de intoxicación. Como decía Pablo Iglesias, ustedes de lo que están intentado acusarme es de ser un dirigente del PP y no soy un dirigente del PP. Intentan decir que el de enfrente es la misma basura que tú. Una cosa increíble.
Lo que sí queda pendiente es la petición del juez al Tribunal Supremo para pedir la imputación del vicepresidente Iglesias. ¿Cree que lo imputarán?
Me parecería increíble. Es un procedimiento judicial que se abre porque al jefe de una trama criminal y mafiosa le intervienen miles de archivos y en tres dispositivos tiene los extraídos de un móvil sustraído a una asesora de Iglesias. Hay de todo, chats, fotos y documentos del partido de estrategia electoral. No solo eso, en la primera versión del informe PISA aparecen datos que estaban dentro del móvil. Además, el señor Villarejo dice que entregó esos archivos a la Dirección Adjunta Operativa, donde estaba adscrito como policía, y los señores de Interviú dicen que se los dieron porque los pidió como funcionario policial. Es decir, un funcionario adscrito a la DAO investigaba a uno de los partidos de la oposición. Nada de eso se ha investigado, se han dedicado a investigar a la víctima. Resultaría muy increíble que el responsable del espionaje ilegal y de fabricación de pruebas contra Pablo Iglesias fuera el propio Pablo Iglesias. En algún momento se va a imponer la racionalidad, estoy convencido.
Me parecería increíble que se imputara a Iglesias
Cuando hablaba antes de la Justicia, mencionaba al rey. ¿Habrá algún día un referéndum sobre monarquía o república?
No sé si habrá un referéndum sobre monarquía o república, de lo que estoy convencido es de que va a haber república. No tengo ninguna duda al respecto, no sé cuándo, pero creo que todas las instituciones del Estado deben estar sometidas al mandato popular y que todos aquellos que ejercen responsabilidades de Estado tienen que responder ante el pueblo. La mejor manera de resolverlo es a través de una urna.
¿Qué le parece que el rey emérito esté en Emiratos Árabes?
Creo que es una crónica de la implosión de una institución. El problema no es Juan Carlos, sino pensar que puedes tener como jefe del Estado a un irresponsable. Porque la Constitución lo dice: el jefe del Estado no está sujeto a responsabilidades, es decir, un irresponsable. La Jefatura del Estado no puede estar en manos de un irresponsable.
Estoy convencido de que va a haber una república
¿Y el papel de Felipe VI?
Sinceramente creo que se ha equivocado mucho. La identificación de Felipe VI con los sectores de la derecha no le va a hacer mucho bien a la institución, sinceramente. Me parece que el papel que tuvo el 3 de octubre fue bastante malo porque, en vez de tender puentes, los voló todos por los aires. Creo que la filtración que se hizo de la conversación con Carlos Lesmes fue un error de bulto. Lo que se ha hecho con respecto al emérito de mantener la asignación durante un año a pesar de conocer los negocios turbios no le dejan en una buena situación.
Hemos escuchado a Corinna decir que en Zarzuela había hasta una máquina para contar dinero.
No me gusta hablar de lo que dicen que dicen o de lo que puedan decir. Son mucho más interesantes los documentos que se ponen encima de la mesa: hay escrituras de fundaciones con sede en paraísos fiscales a nombre del emérito y figura en los beneficiarios la lista completa de la familia real.
¿Qué ha pasado con Adelante Andalucía y Teresa Rodríguez? ¿Por qué han decidido expulsarles del grupo parlamentario?
Es una cuestión que se ha resuelto en Andalucía.
¿No ha tenido nada que ver la dirección nacional?
Es una cuestión andaluza. A mí me da mucha pena, pensaba que se iba a poder resolver por medio de un acuerdo. Pero ha intentado echar a Podemos Andalucía y a IU Andalucía de Adelante cuando eran los dos partidos que hicieron la coalición y le ha salido el tiro por la culata. Cuando abandonas a las formaciones que conforman la coalición, no puedes pretender echar a las fuerzas que conforman a la coalición. Desgraciadamente ha ocurrido esto, a mí me da mucha pena.
No se ha despedido a Teresa Rodríguez, se le ha dejado fuera del grupo porque ha abandonado el grupo
La hemos escuchado diciendo que esto se ha hecho durante su baja por maternidad.
Sinceramente, es enturbiar las cosas. Si estás activa para cambiar cuentas, estás activa para que te saquen del grupo. No se le ha despedido, se le ha dejado fuera del grupo porque ha abandonado el grupo. Ha abandonado Podemos y antes de que echara a todo el mundo pues ella es la que se ha quedado fuera.
Podemos tiene un problema que se vio en las últimas elecciones gallegas, la falta de implantación territorial. ¿Cómo piensan resolverlo? ¿Cree que se van a quedar siendo solo una fuerza a nivel estatal?
No, lo que pasa es que creo que hemos hecho muy mal las cosas en Galicia y el pueblo es sabio. Creo que tenemos que saber aprender de los golpes que sufres. Es necesario trabajar en el ámbito de lo territorial y construir una organización que se enraice sobre el conjunto del territorio.
Tanto que han hablado de la casa en Galapagar de Iglesias y Montero, ha trascendido que el líder de Vox, Santiago Abascal, no ha declarado en el Congreso la compra de una vivienda.
Así son, no creo que nos vayamos a sorprender ahora de donde vienen, todos son de apellidos compuestos. Tienen una manera muy peculiar de hacer las cosas, también es cierto que el portavoz de Vox en Andalucía ha tenido algún que otro problema.
El presidente del Gobierno decía en la moción de censura que España derrotaba a la ultraderecha. ¿Cree que eso ha pasado o que hay que estar vigilante?
Hay que estar vigilantes esencialmente con las fuerzas reaccionarias. Un partido de ultraderecha juega un papel pero la corriente reaccionaria no es solo ese partido de ultraderecha. Las fuerzas reaccionarias son aquellas que se empeñan en hablar de ocupaciones en vez de emergencia habitacional y no quieren hablar de subidas abusivas de los alquileres. Quieren básicamente que busquemos una lógica en las que nos enfrentemos los unos a los otros, la lógica del darwinismo social de enfrentarnos los unos a los otros y, sobre todo, la aporofobia, el odio a los pobres. La extrema derecha y las fuerzas reaccionarias son una amenaza para la sociedad democrática, pero, sobre todo, para la salud pública en tiempos de pandemia.
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