Miles de judíos ultraortodoxos ignoraron el cierre de Israel el domingo (31 de enero) mientras se reunían para el funeral de un gran rabino en Jerusalén. Edward Baran informa.
Durante décadas, el hidrógeno ha sido considerado como el combustible del futuro. La empresa alemana Hydrogenious cree que por fin ha llegado el momento de que este elemento, salga a la luz. La compañía afirma que su tecnología puede trasladar hidrógeno a bajo coste. Esto es importante para el ‘hidrógeno verde’, que se fabrica sin combustibles fósiles, ya que puede conectar los lugares de producción, como los parques eólicos y las plantas de energía solar, tendiendo un puente hacia las zonas donde el hidrógeno es más necesario.
https://es.euronews.com/2021/01/29/el-potencial-del-hidrogeno-para-ser-el-combustible-del-futuro
El caos con las vacunas en Alemania y la Unión Europea es cada vez mayor. Políticos alemanes quieren que más empresas participen en la producción para cubrir la falta de dosis.
El ministro alemán de Salud, Jens Spahn, de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), no tiene buenas noticias sobre la vacunación contra COVID-19, tampoco este jueves (28.01.2021): «Tendremos que afrontar la escasez de vacunas al menos durante diez semanas más”, escribió en Twitter.
El lento inicio de la vacunación daña enormemente la credibilidad del gobierno alemán en el combate de la pandemia, y eso el ministro Spahn lo tiene en claro. Por eso llamó a una cumbre de vacunación nacional que se realizará el lunes próximo (1.02.2021), a la que asistirán miembros del gobierno, así como representantes de los estados federados y del sector económico. También la canciller Angela Merkel está de acuerdo con la cumbre. Su portavoz, Steffen Seibert, dijo que «los planes están en marcha y están siendo consensuados con los estados”. En el encuentro se tratarán también posibles medidas drásticas. ¿Pueden quitársele el derecho a las compañías productoras de vacunas de patentarlas, por ejemplo, aunque más no fuera por un corto período?
Esa idea fue puesta sobre la mesa, entre otros, por el jefe de la fracción del Partido Socialdemócrata (SPD) en el Parlamento alemán, Carsten Schneider. De ese modo, se podrían expropiar las licencias exclusivas a los preparados ya aprobados de los laboratorios BioNTech/Pfizer y Moderna por un tiempo determinado, a fin de que su vacuna pueda ser producida por otras compañías.
Del mismo modo se pronunció el jefe de gobierno de Baviera, Markus Söder, de la Unión Cristiano-Social (CSU), partido bávaro hermano de la CDU. En el programa de televisión «Markus Lanz”, Söder dijo este miércoles (27.01.2021) que era evidente que los países de la Unión Europea habían encargado pocas vacunas, y lo habían hecho demasiado tarde. Ahora, señaló el político conservador, «habría que poner en práctica otras posibilidades”.
Carsten Schneider, del Partido Socialdemócrata alemán, quiere debatir cambios en las leyes sobre patentes.
En principio, Sven Giegold, eurodiputado de Los Verdes, piensa que la propuesta vale la pena: «Si los laboratorios producen solos, la entrega lenta está programada. Tenemos que usar urgentemente las capacidades de otras compañías. Para los productores no es rentable ampliar la capacidad de producción porque esta podría quedar inutilizada al terminar la crisis”, explicó. Sin embargo, señala Giegold, los productores farmacéuticos invierten a menudo durante años altas sumas de dinero en el desarrollo de las vacunas. Si se les retira la patente, eso podría provocar que las empresas inviertan cada vez menos en este tipo de productos.
Pero también el primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke (SPD), quiere plantear el tema durante la cumbre de vacunación. Allí los políticos deberían hablar con los responsables de la economía sobre cómo podrían aprovecharse mejor los recursos y competencias en Alemania, escribió Woidke en una carta al actual presidente del círculo de jefes de gobierno de los estados federados alemanes, el alcalde gobernador de Berlín, Michael Müller (SPD): «Es posible, por ejemplo, construir o ampliar lugares de producción en Alemania para desarrollar las vacunas? Desde mi punto de vista, eso sería también una señal importante hacia la población de que estamos tomando en serio sus preocupaciones”.
Y esas preocupaciones son justificadas: hace tiempo que ya están listos los cerca de 440 centros de vacunación en Alemania, y equipos móviles vacunan, sobre todo, a adultos mayores, enfermeras y cuidadores en los hogares para ancianos. Pero lo que falta a menudo son las vacunas. A los muchos ciudadanos que buscan con empeño un turno de vacunación, sin éxito, se les informa muy a menudo que la fecha ha cambiado, o que el turno ha sido cancelado. Eso provoca enfado. Casi 17 millones de personas en Alemania ya han recibido por ahora la primera de las dos dosis necesarias, en el caso de la vacuna de BioNTech/Pfizer.
De hecho, encuestas actuales revelan que la gente respalda cada vez menos el rumbo del gobierno alemán en esta pandemia. El Instituto Allensbach de opinión, por ejemplo, constató, en una encuesta por encargo del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, que solo un 49 por ciento de los alemanes están todavía satisfechos con las medidas gubernamentales contra la pandemia. Un 42 por ciento ya no lo está. Al comienzo, el gobierno alemán gozaba de un alto apoyo. Ahora, el gobierno anunció que cooperará con Rusia en la producción de vacunas contra el COVID-19, a pesar de las graves diferencias políticas entre ambos países. Rusia planea presentar su vacuna Sputnik V muy pronto ante la UE para su aprobación.
Lai Xiaomin, exdirector de China Huarong Asset Management Co., la empresa estatal de gestión de activos financieros, y una de las más grandes del país, fue ejecutado este viernes por cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito, tras apropiarse de más de 260 millones de dólares, informa AP.
La sentencia fue ejecutada por el Segundo Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Tianjin, que anteriormente condenó al exfuncionario a la pena de muerte, dado que había aceptado sobornos «asombrosamente enormes», poniendo en peligro la seguridad y estabilidad financiera nacional. El Tribunal falló que el daño financiero al Estado fue de 260 millones de dólares. También fue condenado por tener una segunda familia, a pesar de estar casado.
La investigación en contra de Lai Xiaomin, realizada por el organismo de control anticorrupción del gobernante Partido Comunista, empezó en el 2018. Posteriormente fue expulsado de la agrupación política y acusado de malgastar el dinero público y aceptar sobornos. Los investigadores incautaron decenas de millones de dólares en efectivo en sus propiedades.
La mayoría de las condenas a muerte, impuestas por los tribunales chinos, suelen ser suspendidas durante dos años y, por lo general, se conmutan por cadena perpetua, por lo que el caso de Lai Xiaomin ha sido excepcional.
La ciudad de Coventry albergará un revolucionario y futurista aeropuerto diseñado para taxis voladores y drones de carga autónomos, los cuales se espera sean los encargados de transportar pasajeros y bienes por todo el país en un futuro cercano.
El aeropuerto ‘Air-One’, nacido de una alianza entre la empresa Urban Air Port con la coreana Hyundai Motor Group, ha recibido el visto bueno, así como una subvención cercana a los 1,65 millones de dólares por parte de las autoridades británicas para impulsar su desarrollo, comunicó la compañía asiática este jueves.
La construcción del inmueble comenzará a finales de este año, y una vez concluido, se espera demuestre el potencial y los beneficios de «la movilidad aérea urbana para el Reino Unido y el resto del mundo», apunta el documento.
Este ambicioso proyecto busca crear nueva infraestructura y sistemas de navegación que se ajusten a los requerimientos de la próxima generación de vehículos aéreos eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés), la cual cambiará por completo la forma en la que nos desplazamos.
De acuerdo a Pamela Cohn, directora de Operaciones de la División de Movilidad Aérea Urbana de Hyundai Motor Group, el «Air-One es un proyecto único que contribuirá a liderar el desarrollo de una red de infraestructuras sólida, accesible e intermodal para la movilidad del futuro».
POCAS PERSONAS en el mundo disponen de una red de contactos como la suya. Se codea con líderes económicos, políticos y sociales de los cinco continentes, y entre sus amistades están el expresidente estadounidense Bill Clinton; el dueño de Ali Baba, el gigante chino de comercio electrónico, Jack Ma; los creadores de Google… Klaus Schwab reúne cada año en una estación de montaña suiza a lo más granado de la élite global. Este economista alemán, nacido en Ravensburg en 1938, es el fundador del Foro Económico Mundial de Davos, cuya sede principal es un antiguo hospital para tuberculosos –escenario de la novela de Thomas Mann La montaña mágica– y donde ahora empresarios, políticos y líderes de opinión discuten los problemas más acuciantes del planeta.
Klaus Schwab impartió durante 30 años la clase de política de negocios en la Universidad de Ginebra. Y cada verano, al terminar el curso académico, preparaba una fiesta para sus alumnos con el objetivo de compartir reflexiones y anécdotas alrededor de un fuego en el que se asaban salchichas. El profesor aprovechaba la hoguera para quemar todos los papeles y apuntes del año que llegaba a su fin. Era su manera de destruir lo viejo, para, desde las cenizas, volver a comenzar de nuevo.
Schwab, en una reunión de la sede de la ONU en Ginebra.VALERIANO DI DOMENICOSchwab nunca ha dejado de rodearse de jóvenes, convencido de que son ellos los que enseñan a los mayores. Una de sus últimas iniciativas ha sido la creación, dentro del Foro Económico Mundial, de un grupo de jóvenes talentos, los llamados global shapers. “Cada vez que viajo, no dejo de reunirme con ellos, es muy refrescante”, explica. Reinventarse y adaptarse han sido dos constantes en la vida de Schwab, que ha tenido entre sus principales mentores al excanciller alemán Helmut Kohl. Doctorado en Economía por la Universidad de Friburgo y en Ingeniería por el Instituto Federal Suizo de Tecnología, amplió estudios en Administración Pública en Harvard.
EL propósito inicial DE ESTE PROFESOR DE ECONOMÍA era juntar a políticos CON hombres de negocios.
En una cálida tarde de comienzos de otoño, en Ginebra reina un cielo profundamente azul, y Schwab conversa transmitiendo el entusiasmo y la frescura de un joven emprendedor. Su despacho, en un edificio de alta seguridad del barrio residencial de Cologny, está iluminado por grandes ventanales con vistas al apacible lago Lemán. El profesor acaba de publicar su libro La cuarta revolución industrial (Random House), en el que sostiene que con la expansión del mundo digital asistimos a una transformación sin precedentes en la historia de la humanidad. Una auténtica revolución que “tiene el potencial de aumentar los ingresos globales y mejorar la calidad de vida en el mundo”, afirma Schwab, gracias a una mayor eficiencia, más productividad y un abaratamiento del transporte y las comunicaciones. Pero que plantea también problemas como el aumento de la desigualdad por la robotización del trabajo.
Schwab, con su esposa, Hilde, en una imagen de 2015 tomada en el valle del Sertig, en Davos, donde se casaron.ANDY METTLEROtro libro suyo –el primero que publicó, en 1971–, Gestión de la empresa moderna en la ingeniería mecánica, está en el origen de la iniciativa que le daría proyección mundial. Aquel texto le abrió grandes puertas en lo académico y lo social porque le convirtió en un invitado de élite de destacados empresarios y políticos que deseaban escucharle. “Querían hablar conmigo, conocer mi punto de vista”, recuerda Schwab. Tras el éxito de aquel libro, y con la idea de ir más allá de la academia, el profesor se preguntó: ¿por qué no crear una plataforma donde se reunieran políticos con gente del mundo de los negocios? Una pregunta que rápidamente plantó la semilla en las gélidas montañas de Davos para comenzar la primera cita con 444 participantes, en principio, de ámbito únicamente europeo. En la fundación, desarrollo y consolidación de la iniciativa tuvo –y tiene– un papel de primer orden su esposa, Hilde, a la que conoció cuando entró a trabajar con él como secretaria. Juntos crearon también en 1989 la Fundación Schwab para el Emprendimiento Social, organización sin ánimo de lucro con sede en la misma Ginebra.
Aquel primer foro que echó a andar en 1971 es hoy una de las grandes citas mundiales de cada año. Más de 2.500 participantes se reúnen en la pequeña y nevada localidad de montaña, a 1.560 metros de altitud. Entre ellos, jefes de Estado, banqueros, consejeros delegados, magnates tecnológicos, artistas, gurús de autoayuda, modelos, celebrities –Bono, el cantante de U2, o el actor Leonardo DiCaprio son algunos de los asiduos– y hasta algún que otro arzobispo enganchado a las nuevas tendencias globales. Las cuotas de inscripción son astronómicas: pueden llegar hasta 17.000 euros. En un pueblo que engrosa sus arcas durante los días del evento, la noche de hotel sale fácilmente por 500 euros. Si se trata de un tradicional chalet suizo de montaña, la cifra se eleva a unos 140.000 euros por semana. Así que no es ninguna sorpresa que algunas empresas gasten millones en la reunión anual de Davos.
En la primera imagen, con el cantante Bono, asiduo del Foro, y su esposa, Hilde, que le ayudó a fundarlo. En la segunda, los Schwab charlan con el actor Leonardo DiCaprio.VALERIANO DI DOMENICOEl argumento de la próxima edición del Foro Económico Mundial será Liderazgo sensible y responsable, tras haberse ocupado en la anterior de La cuarta revolución industrial, uno de los asuntos que más ocupan ahora a Schwab. Además de su libro de reciente publicación, el pasado octubre abrió una oficina del Foro dedicada específicamente a esa cuestión en San Francisco, en pleno centro tecnológico del planeta. El profesor alemán describe así la audacia de las compañías de Silicon Valley: “Allí, todo lo que no está prohibido está permitido. En Europa, sin embargo, todo lo que no está explícitamente permitido es prohibido”. Su Foro tiene también otra oficina en Nueva York, dedicada a estudiar la regulación de las nuevas tecnologías. Schwab pone el uso de drones como ejemplo de uno de los asuntos que requieren una normativa para evitar abusos. “Y ya que nosotros no creamos drones, al menos podemos colaborar con los Gobiernos en establecer algunos principios regulatorios”, subraya.
LA INSCRIPCIÓN EN EL FORO LLEGA A COSTAR 17. 000 EUROS. MÁS DE 2. 500 PARTICIPANTES ACUDEN CADA AÑO.
Este es uno de los temas candentes de los que se ocupa en su último libro el profesor alemán. Frente a la revolución tecnológica, “los Gobiernos no son capaces de regular ni de crear estructuras”, apunta. “Y así la gente cree que la tecnología se escapa del control; por ejemplo, el big data o el conflicto entre Apple y el FBI”, señala en referencia a la negativa de la compañía tecnológica a atender un requerimiento del Gobierno estadounidense para desbloquear el iphone de un terrorista que el pasado febrero mató a 17 personas en la ciudad californiana de San Bernardino.
Otro de los grandes problemas de futuro que barrunta Schwab es la destrucción de puestos de trabajo que provocarán los enormes avances de la robótica. Pone el ejemplo de que en Estados Unidos hay 12 millones de personas que trabajan conduciendo taxis, coches de Uber o camiones, empleos que pueden desaparecer en cuanto se perfeccionen los vehículos automáticos. “Aunque la tecnología también creará nuevos puestos de trabajo”, se apresura a matizar, al favorecer la apertura de nuevos sectores y mercados y el crecimiento económico.
Con Carlos Andrés Pérez, expresidente de Venezuela, en la edición de 1989.WORLD ECONOMIC FORUMEl fundador del Foro de Davos constata además que esta cuarta revolución industrial está transformando la seguridad. Los grandes fraudes se perpetran en la Red. Empresas, Gobiernos e instituciones deben hacer frente a ataques cibernéticos cada vez más masivos.
Schwab es un hombre disciplinado. Se levanta a las seis de la mañana para nadar antes de mirar las noticias, desayunar con su esposa y caminar cinco minutos hasta su oficina. El Foro que ha creado es uno de los grandes eventos sociales del mundo, pero él curiosamente asegura que no le gusta nada la vida social. “Nunca me verás en fiestas ni en cócteles”, afirma. Aunque deje advertir algunas preocupaciones por el futuro, a sus 78 años Schwab sigue derrochando optimismo. Y no abandona el apostolado de las ideas que le han convertido en una figura mundial: “La creatividad, la empatía y el liderazgo podrán elevar a la humanidad”.