Tras un lustro de inversiones millonarias en el inmobiliario español, varios miembros de la familia venezolana Capriles, empresarios y parientes de Henrique Capriles, opositor del régimen de Nicolás Maduro, se han lanzado a aprovechar las ventajas fiscales de las sociedades cotizadas de inversión inmobiliarias o Socimis para invertir en viviendas y oficinas. Estos vehículos, dedicados al arrendamiento de inmuebles, viven un boom en España al calor de los precios récord del alquiler y del interés de fondos y grandes fortunas.
Un tercio de las 25 familias más ricas de España apuestan por las socimis
La apuesta de los Capriles por las socimi se centra, por ahora, en oficinas y viviendas. En el primer caso, a través de Agartha Real Estate Socimi, que el lunes empezó a cotizar en la bolsa paneuropea Euronext y que preside Miguel Ángel Capriles, primo de Henrique Capriles. Especializada en la gestión de espacios de trabajo compartido y edificios de coliving, es propietaria de tres edificios de coworking en Madrid, en las zonas de Chueca, Alonso Martínez y Prosperidad.
Hasta su debut bursátil esta semana, el 100% de esta firma estaba en manos de Invecap Inversiones Inmobiliarias, la sociedad con la que los Capriles han canalizado sus inversiones en el ladrillo español y en Portugal en los últimos años. En 2017, último ejercicio del que ha presentado cuentas, Invecap tenía más de 57 millones de euros en activos. Se constituyó en abril de 2014 y desde noviembre de ese año tiene como socio único, según el Registro Mercantil, a la firma Cadena Capriles Corp.
Existe una sociedad en Panamá con el mismo nombre. Se creó en febrero de 2011 y desde septiembre de 2017, su presidente es Miguel Ángel Capriles, según el Registro panameño.
En el documento informativo de salida a bolsa de Agartha se señala que, aunque su propietaria es Invecap, el accionista de control de esta sociedad es su presidente. Capriles, que llegó a ser consejero de NCG Banco, hoy Abanca (el antiguo grupo de cajas de ahorros nacionalizadas que controla otro multimillonario venezolano, Juan Carlos Escotet), ha echado raíces en España. El año pasado, su hija Mayra Alexandra, se casó en el centenario palacio que la familia Capriles adquirió en Lastras de Cuéllar (Segovia) y que estaba a la venta por 19 millones de euros.
Invecap es la propietaria de la comercializadora de viviendas de los Capriles, Gran Roque, especializada en la venta a grandes patrimonios de inmuebles de alto standing en las mejores zonas de Madrid. También es dueña de, entre otras sociedades, la firma que compró a precio de saldo al Ayuntamiento de Madrid en tiempos de Ana Botella el edificio de Divino Pastor, 9, posteriormente okupado por Patio Maravillas y que acabó reconvertido en viviendas turísticas.
La socimi Agartha, que ha salido a cotizar con una valoración de 28 millones, podrá beneficiarse con su salto al parqué de las ventajas fiscales de estos vehículos, que están exentos de pagar Impuesto de Sociedades, aunque a los dividendos que cobran sus accionistas sí se les aplica retención fiscal. Su primer ejecutivo, el exdirectivo del Santander Juan Portilla, ha destacado que su llegada al Euronext «garantiza el acceso al mercado de capitales de la compañía y supone una alternativa de financiación para poder garantizar el plan de crecimiento».
Alquiler de temporada
La otra pata de la apuesta del clan Capriles por las socimis se llama Orinoquia Real Estate Socimi, especializada en el alquiler de temporada y presidida por Axel Capriles, primo de Miguel Ángel Capriles. Hace unas semanas, la firma, que todavía no cotiza, añadió la coletilla «socimi» a su denominación social como paso previo para acogerse a ese régimen fiscal, tras ampliar capital en los últimos meses por importe de unos 5,5 millones.
La sociedad cerró 2018 con activos por importe de 8,7 millones y entre sus accionistas, además de los Capriles, está el suizo André Marc Daniel Przedborski, hijo de un ex diplomático costarricense acusado de corrupción por varios medios europeos en los años 90, cuando representaba a su país ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA); y Hermán Sifontes, cuñado del opositor venezolano Leopoldo López al que el Gobierno de Mariano Rajoy concedió la nacionalidad española en 2016.
El modelo de negocio de Orinoquia pasa por dar servicio a las grandes poblaciones flotantes de una ciudad, como ejecutivos y profesionales que necesitan alojamiento para estancias cortas. Ya gestiona varios inmuebles en Valencia y Málaga, en cuyo centro histórico adquirió recientemente un edificio de viviendas asesorada por la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman.