Se trata de unos datos extraídos del informe ‘Impacto económico y social del Cáncer en España’, realizado por la consultora Oliver Wyman y puestos en valor por su Majestad la Reina, en el momento de su intervención, quien hizo referencia a “lo interesante que es el informe que presenta la Asociación Española Contra el Cáncer”.
“No solo porque da el contexto en general de ese impacto en la sociedad española, sino porque también se refiere a determinadas situaciones. Por ejemplo, qué sucede cuando una persona está en paro, en régimen de autónomo o recibe una renta menor o igual al salario mínimo interprofesional y es diagnosticada de cáncer”, afirmó Su Majestad la Reina Letizia.
Y es que, según el trabajo, de los 19.300 millones de euros que cuesta el cáncer a España, el 45 por ciento lo asumen las familias, situándose el 40 por ciento de la incidencia en la población en edad laboral. Además, se estima que en todo el proceso oncológico una familia se gasta en torno a los 90.000 euros.
«Estamos ante una enfermedad muy larga que destruye y que hace muy dependiente a las familias», dijo el presidente de la AECC, Ignacio Muñoz, quien ha lamentado que en los últimos días se esté hablando de que una o dos personas estén aisladas en un hospital, como consecuencia del coronavirus, y no se tenga en cuenta que cada día mueren más de 300 personas por cáncer en España.
El cáncer se posiciona, así, como el mayor problema sociosanitario de España y reducir sus costes económicos significaría, también, reducir muertes y sufrimientos innecesarios.
La industria farmacéutica solo piensa en beneficios económicos
Las muertes no importan y la OMS no no es capaz de forzar la retirada de patentes y dar libertad de fabricación, lo mismo que podría hacer con las vacunas para el COVID 19
126. El coste de ipilimumab corresponde al total de 4 ciclos de tratamiento, equivalente a 840 mg, calculado para un paciente de 70 kg de peso (4 viales de 200 mg y 1 vial de 50 mg). La mediana del coste por paciente tratado estaría en 66.831 €.
Costes farmacológicos: se consideraron los costes de ambas formulaciones expresados en PVL financiado (507,04 € trastuzumab 150 mg iv y 1.275,00 € trastuzumab 600 mg sc). Para el cálculo del coste farmacológico de la administración intravenosa, se consideró un aprovechamiento máximo de los viales (vial sharing 90%).
cetuximab (Erbitux®) precio Por unos 3.000 euros al mes este medicamento, que bloquea los factores de crecimiento (EGFR), beneficia sobre todo a pacientes con el llamado gen KRAS no mutado.4 abr 2012
imatinib (Glivec®) precio españa El gobierno baja e iguala los precios de glivec y su genéricos a 137,22 euros.5 feb 2020
90 tablets $54,97 per tablet $4.946,87 Mauritius, New Zealand, Australia, Canada, United Kingdom
373,5 € per tablet 69.615 € (5 ciclos CP+21 ciclos B) 28.177,5 (5 ciclos CP+17 ciclos B) Bevacizumab según el estudio GOG-128 supondría 69.241, 5 euros sin dar ningún mes de vida ganado.
El coste promedio del trastuzumab es de 20.000 dólares (17.960 euros), un precio que «lo pone fuera del alcance de muchas mujeres y de los sistemas de salud de la mayoría de los países», lamenta el organismo. Su versión biosimilar, sin embargo, es de media un 65 por ciento más barata.19 dic 2019
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En el reportaje emitido este viernes, el programa trató también el lema de campaña de la presidenta y candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, que ha pasado del “socialismo o libertad” al “comunismo o libertad” tras la candidatura de Iglesias.
Para ello, LaSexta Columna entrevistó a Marcel Camacho, hijo del histórico dirigente comunista Marcelino Camacho, fundador del sindicato Comisiones Obreras, a cuyo sepelio acudieron, entre otros, Esperanza Aguirre, mentora de Ayuso, y María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del PP.
Ambas calificaron a Camacho como un luchador “por la libertad y la democracia en este país”.
Preguntado por el lema de Ayuso, Camacho respondió con estas palabras, que se han hecho virales:
“No tienen ninguna autoridad moral para hablar de la libertad. La palabra libertad se escribe con mayúsculas cuando se lucha por ella. Esa misma gente que hoy habla de “comunismo o libertad”, entonces con Franco estaban gozando de una dulce siesta, mientras nosotros, los que peleábamos por la libertad, estábamos a las puertas de las cárceles. No puede ser que en la historia de este país haya gente que maltrate la palabra libertad”.
La credibilidad de los conservadores alemanes ha quedado salpicada por casos de corrupción, cuestión tóxica en un año electoral y que entronca con la cercanía con el mundo económico mimada desde tiempos de Franz-Josef Strauss y Helmut Kohl.
Tres diputados bajo sospecha por negocios con mascarillas o de otra índole en medio de la pandemia sacuden las filas de la canciller Angela Merkel. Los implicados abandonaron ya el grupo conservador -con 244 escaños de los 709 del Bundestag (Parlamento)-; el resto entregó una declaración asegurando no haber buscado el provecho personal en la lucha contra la covid.
Los casos salieron a la luz esta semana, ante el arranque del año electoral, este domingo, con comicios regionales en Baden-Württemberg, «Land» del sur originario de uno de los implicados -Nikolaus Löbel-, así como en Renania Palatinado (oeste).
«La cuestión va a pesar sobre la CDU/CSU hasta las elecciones generales de septiembre», aseguró a Efe Hajo Funke, politólogo de la Universidad Libre de Berlín. La Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) buscan atajarlo como «comporamientos individuales», pero la raíz está, asegura Funke, en la «falta de control sobre las prácticas lobiístas» de formaciones orientadas a «buscar la cercanía con el mundo económico».
«La regulación es insuficente. No hay un control efectivo de los ingresos paralelos de los diputados, que cuidan la relación con el mundo económico mientras están en sus escaños, lo que puede derivar en las llamadas puertas giratorias», apunta Norman Loecke, de Transparencia Internacional (TI) en Alemania.
EL «AMIGO» STRAUSS
La CDU y la CSU no solo están hermanados en el grupo conservador, sino también ante ese lamparón surgido en el año electoral en que Merkel se despedirá del poder. El primer caso revelado atañe a la CSU, los otros dos a la CDU -«no serán los únicos», augura Funke.
Ambas formaciones deben consensuar a aún a su candidato para las generales, designación que está entre el centrista Armin Laschet, líder de la CDU, o en el más derechista Markus Söder, de la CSU.
Baviera no se ha desprendido nunca del escándalo «amigo» -en español, como lo llamó el semanario «Der Spiegel» cuando lo sacó a la luz en los 90. Consistía en una red de tráfico de influencias y cuentas en Suiza manejadas por Strauss (fallecido en 1988).
En este próspero «Land» -junto al vecino de Baden-Württemberg- se concentran varios gigantes industriales -Audi, BMW y Siemens-. La filosofía de la «cercanía» y la corrupción generaron sumarios entre los sucesores del patriarca hasta entrada ya la «era Merkel».
LOS DONANTES ANÓNIMOS DE KOHL
A diferencia de la situación actual, donde no hay -que se sepa- una relación entre los casos surgidos y la cúpula, la trama «amiga» estuvo manejada directamente por Strauss. Algo parecido ocurrió con las cuentas secretas a las que iban a parar donativos irregulares bajo Kohl, presidente de la CDU durante 25 años.
La trama se reveló en 1999, unos meses después de la derrota de Kohl ante el socialdemócrata Gerhard Schröder. La jefatura del partido había pasado a Wolfgang Schäuble. «El escándalo dejó a Schäuble fuera de la carrera por la Cancillería», recuerda Funke.
Schäuble, que inicialmente aseguró no saber nada de donativos irregulares, tuvo que reconocer haber recibido en 1994 -o sea, con la CDU en el poder- un cheque de 100.000 marcos -50.000 euros- del comerciante de armas Karl-Heinz Schreiber, figura clave en la trama.
Su versión de cómo ocurrió ese entrega entró en contradicción con la de la extesorera del partido, Brigitte Baumeister. El cheque era solo un capítulo en el engranaje de donativos por varios millones de euros, cuyos donantes Kohl nunca reveló. La CDU quedó hundida en su crisis más profunda y Schäuble renunció a seguir como presidente; Merkel, entonces secretaria general de la CDU, se convertió en la nueva líder tras llamar al partido a emanciparse del patriarca.
VARIAS REFORMAS, NINGUNA SOLUCIÓN
A raíz de ése y otros escándalos -como el llamado «caso Flick», por ese consorcio alemán, extendido también a socialdemócratas- se reformó en 2002 la ley de financiación de partidos.
En todo donativo superior a 10.000 euros debe constar la identidad del donante; a partir de 50.000 euros se comunica de inmediato su ingreso al Bundestag.
Se reguló asimismo la declaración de otros ingresos por parte de los diputados. Se mantiene la premisa, sin embargo, de que pueden y deben mantener su actividad profesional originaria.
Tanto la oposición como los co-gobernamentales socialdemócratas ahora a una total transparencia. «Los diputados no necesitan de otros ingresos mientras ocupan un escaño», apunta Funke, quien recuerda muchas «puertas giratorias». El más vistoso, sin embargo, no procede de la CDU/CSU, sino del SPD: Schröder, gran amigo del presidente Vladímir Putin, quien tras su derrota en 2005 se convirtió en asesor del gigante ruso Gazprom.
El «superaño» electoral alemán arrancó con victorias a escala regional para verdes y socialdemócratas, mientras que los conservadores recibieron un mazazo que se veía venir, a seis meses de las elecciones generales que marcarán el adiós al poder de la canciller Angela Merkel.
Los verdes se ratificaron como primera fuerza en el próspero «Land» de Baden-Württemberg, con un 32,8 % de los votos; el Partido Socialdemócrata (SPD) lo hizo en Renania Palatinado (oeste) con un 35,7, según datos provisionales de las autoridades regionales a las 21.00 GMT, dos después del cierre de los colegios.
La Unión Cristianodemócrata (CDU), por contra, se hundió con un 23,6 % en el sur y el 26,5 % en el oeste. Son mínimos históricos en ambos «Länder» para esa formación, sin un liderazgo consolidado para su «era post Merkel» y debilitada por el goteo de casos de corrupción revelados en el grupo parlamentario conservador.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sufrió una notable caída de votos tanto en Baden-Württemberg como en Renania Palatinado, con un 10,1 y un 8,3 %, cinco puntos menos que en las anteriores regionales en ambos «Länder».
EL PULSO POR LA CANDIDATURA
El batacazo conservador era previsible por razones regionales y nacionales. Los respectivos jefes de gobierno, el verde Winfried Kretschmann y la socialdemócrata Malu Dreyer, están muy bien valorados por sus conciudadanos, como exponentes de políticos cercanos, serios y eficientes. El primero ha gobernado esta legislatura con la CDU como socio menor, mientras que la líder de Renania lo hizo con verdes y liberales.
La situación es, en cambio, extremadamente delicada para la CDU. El partido de la canciller y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) deben consensuar aún su candidatura para las generales. Hay un pulso interno entre el líder de la CDU, el centrista Armin Laschet, en el puesto desde enero, y el derechista Markus Söder, de la CSU.
Ambas formaciones están sacudidas por el escándalo de las comisiones que cobraron tres diputados por la compra de mascarillas anti covid o negocios con Azerbayán. Dos de ellos eran de la CDU y, el tercero, de la CSU. Los tres han dejado ya el grupo conservador.
A Söder se le atribuía cierta ventaja en el pulso por la candidatura común por su mayor popularidad. Ahora están tanto él como Laschet presionados por la mácula de la corrupción.
Es ésta una cuestión más que tóxica en un año electoral donde el tema dominante es obviamente la gestión de la pandemia. La ciudadanía está entre agotada tras cuatro meses de cierre casi total de la vida pública y decepcionada por la lentitud o desorganización de la campaña de vacunación.
LOS VERDES, ENCAMINADOS AL FUTURO GOBIERNO
La victoria de Kretschmann, de 72 años y miembro fundacional de los Verdes, da ímpetu a la formación ecologista, que tiene casi asegurado un puesto en la futura coalición alemana, sea quien sea quien la lidere.
Otra gran coalición entre conservadores y socialdemócratas se da por descartada por los partidos implicados. Una alianza entre la CDU/CSU con los Verdes es la fórmula con más probabilidades de prosperar en las generales; pero incluso un hipotético frente de centro-izquierda implicaría necesariamente a los ecologistas, lo mismo que un tripartito con los liberales.
También los Verdes deben decidir quién liderará la candidatura al Bundestag. Hace un año, todo apuntaba a su co-presidente, Robert Habeck; con la pandemia ha decaído la valoración ciudadana hacia este líder, carismático pero sin gran competencia en temas económicos, mientras crecen las perspectivas de la co-presidenta Annalena Baerbock, con mayor instinto político.
EL PARADÓJICO CONTINUISMO SOCIALDEMÓCRATA
El SPD se adelantó al elegir ya el año pasado a su candidato; elección que recayó en el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz. Los sondeos no le dan opciones de victoria. Su partido está en tercera posición, tras CDU/CSU y Verdes.
Pero si los conservadores no logran un candidato convincente que aglutine al centro político, el SPD podría salir ganando. Scholz representaría, paradójicamente, la alternancia en la Cancillería y, a la vez, la continuidad respecto a Merkel. Ambos comparten la misma línea centrista, aunque desde partidos distintos.
LA ULTRADERECHA Y SUS TIROS AL PIE
La AfD perdió fuelle, algo notorio en Baden-Württemberg, donde en 2016 obtuvo un 15,1 %, su máximo fuera del este del país. Fue una caída de votos que apunta a su división interna. AfD está escindida en ese «Land» y a escala nacional, donde el ala radical y los llamados moderados se vapulean en público desde hace meses.
A ello se suma la amenaza de caer bajo el radar del espionaje de Interior en tanto que partido extremista, algo que está pendiente de la Justicia. La definición de extremista teóricamente ahuyenta al elector no identificable como radical, sino surgido del voto de protesta.
RDIF, Adienne Pharma & Biotech cooperarán para la producción de Sputnik V en Italia
Italia producirá a partir de mayo 10 millones de dosis mensuales de la vacuna rusa contra la covid-19, Sputnik V, según informó hoy el director del Centro Gamaleya, Alexandr Gintsburg.
«En territorio de Italia se está implantando la producción, por cierto en grandes cantidades. Se trata de que para mayo la producción alcance los 10 millones de dosis al mes», dijo Gintsburg, según la agencia Interfax.
Gintsburg también destacó que Rusia está «en la primera fase de las negociaciones para el posible lanzamiento de esta vacuna también en otros países europeos, incluidos Alemania y Francia».
El 8 de marzo pasado se informó de que la farmacéutica italo-suiza Adienne Pharma & Biotech y el Fondo de Inversión Directa Ruso (FIDR), que tiene la patente del preparado, habían firmado un acuerdo para producir Sputnik V en Italia.
Es el «primer acuerdo para la producción de la vacuna Sputnik en Italia y el primero de este tipo en Europa», informó entonces la Cámara de Comercio Ítalo-Rusa (CCIR).
El presidente del fondo soberano ruso, Kiril Dmítriev, aseguró el lunes que el FIDR «ya ha alcanzado acuerdos con empresas de Italia, España, Francia y Alemania para lanzar la producción de la Sputnik V».
«Actualmente hay conversaciones adicionales en marcha para impulsar la producción en la Unión Europea (UE»), señaló.
Además, Gintsburg precisó que en todo el mundo ya se han producido 10 millones de dosis de Sputnik V.
«El déficit de vacunas contra la covid-19 se notará aún durante largo tiempo», admitió, al tiempo que negó que se haya detectado «algún efecto adverso grave» por el uso de la vacuna, aparte de los que incluye las instrucciones de uso.
El FIDR ha firmado contratos con una decena de farmacéuticas de Brasil, China, Irán, Serbia, Corea del Sur, Kazajistán y Bielorrusia para la producción en el exterior de unas 1.400 millones de dosis de Sputnik V, que ya ha sido registrada por medio centenar de países.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) inició hace dos semanas el proceso de evaluación de Sputnik V, un paso que debería conducir a una licencia para su uso en territorio de la UE.
Gintsburg también adelantó que en verano comenzarán los análisis clínicos sobre los efectos de la vacuna rusa en los menores de edad y más tarde en los enfermos de sida.
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) cooperará con Adienne Pharma & Biotech, con sede en Suiza, para la producción de la vacuna contra el coronavirus Sputnik V en Italia, dijo el director ejecutivo de RDIF, Kirill Dmitriev, en una entrevista con el canal de televisión italiano Rai 3, informa TASS.
«Estamos en conversaciones con el gobierno de Italia. Hay muchas regiones entusiasmadas con el Sputnik V, que quieren producirlo en el país. Por primera vez cooperamos ahora con la empresa suiza Adienne Pharma & Biotech en la producción del Sputnik V en Italia «, dijo Dmitriev.
El mecanismo de fabricación ayudará a crear nuevos puestos de trabajo y brindará a Italia la oportunidad de controlar el producto.
La producción del Sputnik V en Italia puede comenzar en junio. RDIF anunciará 20 proyectos de cooperación en diez países, incluida Italia, a fines de esta marcha, dijo el director ejecutivo. En particular, el Fondo está discutiendo ahora la cooperación con Alemania y Francia.
El Sputnik V ocupa el segundo lugar entre las vacunas en términos de aprobaciones recibidas de los reguladores gubernamentales.
Tras ya diez años de violencia, de muerte y de barbarie, la crisis de Siria todavía no se detiene; y es que la agresión continúa. Es cierto que la violencia se ha reducido exponencialmente hasta recuperar una relativa seguridad con menos muertes violentas que por ejemplo Somalia, Brasil o incluso su vecina Iraq, y si bien todavía continúa activo el frente de Idlib, en el desierto no se ha erradicado la insurgencia del Estado Islámico e Israel sigue bombardeando de tanto en cuanto, a nivel militar hay un claro vencedor: el Estado sirio. Aun así, Siria está atravesando por uno de los peores momentos de su historia moderna, porque aunque a nivel militar la guerra esté terminando, las sanciones y la campaña de máxima presión continúan en una posguerra en la que el hambre toca la puerta de cada casa.
Como sucede desde 2011, los mercenarios de pluma y tinta siguen mintiendo. Mienten para justificar la agresión más despreciable no contra Siria; sino contra los sirios. Las mentiras y omisiones tienen las patas tan cortas que cada poco tiempo estas caen por su propio peso, forzando al bolero a inventar nuevos embustes. Hace una década el relato era contar la crisis siria como un conflicto en el que la violencia era unilateral, aun cuando las fuerzas islamistas monopolizaron el descontento desde el principio con la clara intención de militarizar algo legítimo –aunque esto ‘curiosamente’ se omitía comentar– , haciendo despliegue de todo tipo de violencia; desde la quema de edificios públicos, hasta matanzas como la de Jisr al-Shughour (2011) en la que las fuerzas opositoras masacraron a 120 miembros de las fuerzas de seguridad.
Después comenzó a equipararse al Estado Islámico con el Gobierno Sirio, igualando a Abu bakr al-Baghdadi con Bashar al Assad, aun cuando el Estado Islámico entró a Siria dándose la mano con el Ejército Libre Sirio; esos ‘rebeldes moderados’. Tal fue la coordinación entre moderados y extremistas, que sin las fuerzas de Baghdadi subordinadas a esos rebeldes tan supuestamente moderados (concretamente a grupos pertenecientes al Consejo Nacional Sirio al que hoy todavía algunos llaman oposición democrática), parte de la ciudad de Alepo no habría caído bajo el control de la oposición.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Que Rusia e Irán estuviesen defendiendo la soberanía siria por invitación del Parlamento sirio era algo atroz; pero que Francia, Reino Unido, EEUU o Turquía ocupasen territorio sirio e invadiesen el país violando el Derecho Internacional era algo legítimo y de seguridad nacional.
Y es importante abrir un pequeño paréntesis: es cierto que hubo un sector de la oposición organizada de carácter progresista con demandas en abstracto de libertad. Un sector incluso liberal, occidentalizado y cosmopolita, pero era un sector tremendamente minoritario, compuesto por una juventud urbanita y acomodada, organizada mediante internet, aun cuando ni siquiera el 20% de la población siria utilizaba internet por entonces. Es decir, eran la minoría dentro de la minoría, pero hacían suficiente ruido como para opacar en el exterior (y es que eran el tonto útil como ha demostrado el tiempo) que los militantes islamistas –bien organizados con estructuras tanto dentro como fuera de Siria– estaban militarizando las protestas para forzar un conflicto armado y la intervención directa de la OTAN –como en Libia– y las potencias del golfo –que ya estaban interviniendo con dinero y logística–.
Más tarde, a pesar de que medio mundo llevaba años interviniendo en Siria de manera más o menos directa, empezó a haber injerencias legítimas e ilegítimas. Por un lado, que Rusia e Irán estuviesen defendiendo la soberanía siria por invitación del Parlamento sirio era algo atroz. Por otro lado, que países como Francia, Reino Unido, EEUU o Turquía ocupasen territorio sirio e invadiesen el país violando el Derecho Internacional de todas las maneras posibles… bueno, era algo legítimo, de seguridad nacional y otras tantas excusas baratas para la audiencia más dunda. Ahora que la oposición ha demostrado ser incapaz de gobernar y estabilizar hasta el más remoto de los pueblos, ahora que el resultado militar es claro, ahora que todos los que podían intervenir lo han hecho y que otrora agresores como Emiratos Árabes Unidos prefieren el entendimiento y la reconciliación, las mentiras son incluso más sibilinas; porque tienen como objetivo la justificación no de inversiones y aventuras militares, sino de castigar directamente a los sirios con hambre y frío.
Hoy por hoy no faltan aquellos que culpan al Gobierno sirio de la durísima crisis que atraviesa el país. Apelan al «Assad o quemamos el país» de 2011, despojando la arenga de contexto alguno y sin entender siquiera que un lenguaje tan incendiario y fuerte, en un contexto de conflicto, no es más que propaganda y retórica típica tanto de un bando como del otro. Lo que ocultan quienes afirman tal patraña es que las posguerras son siempre duras, pero es que ahora hay una campaña de máxima presión contra Siria que aísla al país completamente. Porque las sanciones no afectan al Estado, sino a los ciudadanos. Porque las sanciones impiden que la familia en el extranjero pueda enviar dinero para ayudar a los familiares en Siria (y para tener algo de perspectiva, una ayuda así es tan importante como que por ejemplo la economía libanesa se sostiene gracias a la diáspora). Porque las sanciones impiden que Siria pueda exportar grano y materias primas, o siquiera alcanzar acuerdos comerciales como los que mantenían al país antes de la guerra. Porque las sanciones impiden la reconstrucción y el desarrollo de Siria; pero es que ese es su objetivo reconocido.
Alberto Rodríguez García, periodista especializado en Oriente Medio, propaganda y terrorismo.
Los mismos países, activistas y tramposos que hablaban de que las condiciones de vida debían mejorar en Siria, ahora quieren castigar a los sirios condenándolos al hambre, celebrando su hambre, para que nunca conozcan la paz.
Pero es que además, EEUU y Turquía están expoliando los recursos sirios tales como gas y petróleo, haciendo que el país no pueda ser autosuficiente. Pero es que además, en una década de guerra, la oposición destruyó la industria siria del territorio que ocupaban, para vendiendo las fábricas y los equipos en Turquía. Es decir: Siria está fragmentada, destruída y saqueada. Eso es un factor muy importante para entender la crisis, porque si el Gobierno sirio fuese tan cafre como tienden a simplificar algunos, no se explica que hasta 2011 el país no tuviese una crisis remotamente parecida a la actual. Porque si bien el dólar ahora mismo se cambia a 4.000 libras sirias, durante años ha estado en 1 dólar igual a 50 libras sirias. Porque Líbano, con un sistema bancario que permitía respirar a Siria a pesar del aislamiento y las sanciones, ahora está económica, política y socialmente destruido, y ese contexto también ha arrasado con Siria. Porque en Siria no faltan materias primas, y de hecho las cosechas se están recuperando, pero el aislamiento forzoso y el saqueo han sido tales, que los sirios no tienen con qué comprar nada.
Hace diez años hubo unas protestas en Siria para pedir una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. No eran unas protestas en base a reivindicaciones en abstracto, sino en base a cambios materiales contra un proceso de liberalización de la economía que había empezado a principios de siglo. Sin embargo, esas protestas quedaron monopolizadas por sectores islamistas de línea muy dura, que habiendo aprendido de décadas de insurgencia, supieron militarizar el descontento valiéndose de las particularidades del sistema tribal, la división entre lo urbano y lo rural y con una tan generosa como innegable ayuda del exterior. Y esos mismos países, activistas y tramposos que hablaban de que las condiciones de vida debían mejorar en Siria, ahora quieren castigar a los sirios condenándolos al hambre, celebrando su hambre, para que nunca conozcan la paz. Porque el Estado sirio no va a caer, porque Bashar al Assad va a volver a ganar en sus próximas (y últimas) elecciones presidenciales y porque mientras eso siga así, continuará la agresión contra el país. Porque las mismas potencias que quisieron destruir Siria, quieren que Siria nunca renazca de sus cenizas. Porque la infamia no conoce los límites.
Rusia ha puesto en alerta todos sus seis submarinos de la Flota del Mar Negro ante el inicio de los ejercicios a gran escala de la OTAN en dichas aguas.
“Todos los submarinos de la Flota del Mar Negro llevan a cabo sus tareas asignadas fuera de sus bases de operaciones […] Ninguno de los submarinos está en su base”,ha informado este viernes el vicealmirante Ígor Ósipov,comandante en jefe de la Flota rusa, según recoge la agencia local de noticias RIA Novosti.
A su vez, el comandante de la flotilla de submarinos de la Flota del Mar Negro, el capitán de primer rango militar,Anatoly Varochkin, ha calificado de “sin precedentes” este despliegue. “Esto no sucede ni con las otras flotas de Rusia ni con las de Estados extranjeros”, ha asegurado.
La puesta en alerta de la Flota rusa ha tenido lugar cuando 18 buques de guerra de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con 10 aviones y 2400 soldados, están listos para comenzar los ejercicios multinacionales denominados como “Sea Shield-21” en el mar Negro.
Esta maniobra naval está organizada por la Armada rumana y, como previsto, ha iniciado este mismo viernes y durará hasta el 29 de este mes en curso con la participación de ocho países miembros de la OTAN, entre ellos Bulgaria, Grecia, España, Holanda, Polonia, Rumanía, Estados Unidos y Turquía.
La operación tiene como objetivo mejorar la cooperación entre las fuerzas navales rumanas y otros miembros del organismo.
Moscú ha condenado, en reiteradas ocasiones, la expansión militar de las fuerzas de la OTAN, encabezadas por EE.UU., cerca de sus fronteras, advirtiendo que tales medidas suponen una amenaza directa para su seguridad nacional y, por tanto, se reserva el derecho a dar una respuesta contundente a cualquier agresión o violación de su soberanía sea aérea o marítima.
Completísima entrevista a Pablo Iglesias en el programa Las Cosas Claras de Jesús Cintora. Jamás un vicepresidente del gobierno ha hablado tan claro en televisión.
Ahora toca votar y votaré por sus políticas por la mayoría de Españoles decentes.Gran político y decente y antifascista.España merece que alguien trabaje honrada y decente. No nos merecemos mentiras, embustes, impunidad, corrupción y que Sánchez respete lo pactado con Unidas Podemos.Fuera el fascismo, fuera el odio, fuera la muerte.Gracias Pablo Iglesias.
El bloque de la izquierda se presenta a las elecciones del 4 de mayo dividido en tres listas pero convencido de que todas lograrán entrar en el Parlamento regional. El gran desafío, reconocen, es movilizar al electorado para superar en votos a la derecha y mejorar el respaldo del 33% del censo logrado en 2003
La izquierda concurrirá en las próximas elecciones anticipadas de la Comunidad de Madrid dividida en tres listas. Tres papeletas para unas fuerzas progresistas que llevan sin ganar en la suma de sus votos unos comicios desde 2003. Aquel año, el socialista Rafael Simancas e Izquierda Unida lograron un escaño más que el PP de Esperanza Aguirre, pero dos tránsfugas del PSOE impidieron que Simancas pudiera gobernar, en el histórico ‘tamayazo’. Las elecciones se repitieron y Aguirre, a la segunda, ganó por mayoría absoluta. El bloque de la izquierda solo ha vuelto a sumar más votos que los conservadores una vez: en 2015, cuando tampoco sirvió de nada. La candidatura de IU Madrid encabezada por Luis García Montero se quedó por debajo del 5% de los votos y no obtuvo representación, dando otra mayoría parlamentaria a la derecha.
Las 72 horas que llevaron a Pablo Iglesias a ser candidato en Madrid
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En el PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos-IU creen que un escenario similar al de 2015 no volverá a repetirse este 4 de mayo. Era un riesgo –consideran todas las formaciones– hasta que Pablo Iglesias decidió este lunes dar un giro inesperado y presentarse como candidato de la coalición de Podemos e IU. Iglesias dejará la vicepresidencia segunda del Gobierno en las próximas semanas para evitar que su partido desaparezca del Parlamento regional, aunque ha fracasado en su intento de encabezar una candidatura unitaria para concurrir con sus excompañeros de partido, ahora en Más Madrid.
La candidata de la formación Mónica García rechazaba su oferta solo un día después. «Está claro que todas las opciones superan la barrera del 5% del voto y no hay que tener miedo a que se desperdicie con un solo voto», justificaba García su ‘no’ a Iglesias. García liderará una lista en solitario. Una vez aclarado que habrá tres candidaturas, y que todas creen que tienen opciones de lograr la ansiada representación, lo importante, coinciden las formaciones, es sumar en conjunto más que el bloque de la derecha que se presentará también dividida en tres.
Que todas entren en la Cámara de Vallecas no basta. En las últimas autonómicas de hace dos años, las listas progresistas consiguieron ese objetivo pero sirvió de poco porque la suma de PP, Ciudadanos y Vox logró más votos y escaños e Isabel Díaz Ayuso, aunque perdió las elecciones que ganó el socialista Ángel Gabilondo, pudo convertirse en presidenta de la Comunidad de Madrid. El PP sufrió, pero pudo respirar aliviado porque mantuvo uno de sus feudos más importantes.
El objetivo de sumar más que el bloque de la derecha es especialmente difícil a tenor de los resultados electorales en las últimas dos décadas en Madrid. La derecha, cuando más votos ha obtenido, ha alcanzado los dos millones de sufragios en Madrid, en las generales de 2011 y en las de abril de 2019. El bloque de la izquierda no ha conseguido superar los 1,7 millones desde 2004, en las generales que se produjeron tras los atentados yihadistas del 11 de marzo. En unas autonómicas, en las que normalmente la participación baja, nunca han sumado más del 32,8% del censo (2003), frente al 37,6% de la derecha (2011).
Es una diferencia considerable de votos y todos coinciden en que se la juegan precisamente en la participación, es decir, en la capacidad de movilizar al electorado en un momento, además, especialmente delicado por la pandemia. Como se observa en el gráfico, la abstención es mayor en unas elecciones autonómicas que en unas generales.
En las últimos comicios, los de 2019, la derecha alcanzó el 35,7% del censo solo superada por la repetición electoral de 2003 tras el ‘tamayazo’ (37%). Los expertos creen que la llegada de Iglesias puede movilizar, aunque en ambos sentidos. Podríamos estar, defienden, ante las elecciones autonómicas con más participación a pesar incluso de la crisis de la COVID-19.
¿Hay alguna opción real de darle una vuelta al tablero? En 2015, en el Ayuntamiento de Madrid, una plaza aún más conservadora, la candidatura de unidad de Ahora Madrid en torno a la figura de Manuela Carmena logró hacerse con el Gobierno municipal, con el 32,8% de los votos. Carmena, en suma con el PSOE, logró el mejor resultado de la izquierda de las últimas dos décadas, pero fue a costa también de que el electorado conservador se quedase en casa. La candidata del PP, Esperanza Aguirre, no movilizó como cuando ganaba con mayorías absolutas, en parte lastrada por los casos de corrupción de su entorno.
Cuatro años después, en 2019, la izquierda bajó apenas una décima, pero la derecha logró movilizar a más electorado y desbancó a Carmena del poder. En esas elecciones, una candidatura de confluencia de IU con Anticapitalistas no logró representación en el Ayuntamiento, pero aunque hubiera entrado no habría cambiado la mayoría de la derecha.
El PSOE, convencido de que quedará primero
En el PSOE dan por hecho que quedarán en la primera posición de la izquierda, aunque reconocen que reeditar la victoria puede ser complicado por el posible aglutinamiento de la derecha en torno a Isabel Díaz Ayuso. Aún así, la estrategia de campaña será repetir que fue Ángel Gabilondo el vencedor hace dos años.
Respecto a la irrupción de Iglesias en el tablero, en la dirección del PSOE-M admiten que tienen «sentimientos encontrados». Por un lado, confían en que sirva para movilizar a la izquierda ante la oportunidad de desbancar al PP tras 26 años ininterrumpidos de poder; pero por otro lado, lamentan que no haya habido confluencia a su izquierda. «Nos centra demasiado», reflexiona un dirigente respecto al espacio que Unidas Podemos y Más Madrid dejan a Gabilondo.
La intención es que el portavoz socialista pueda ‘pescar’ del electorado que pierda Ciudadanos, pero reconocen que es «más conservador» que en Catalunya por lo que temen una desbandada hacia el PP que no pueda rentabilizar el PSOE, como sí ocurrió en cierta medida con Salvador Illa. En las filas socialistas admiten, además, que Gabilondo ha quedado desdibujado en su labor de oposición, aunque confían en que pueda marcar un perfil propio frente a la polarización de la campaña que protagonizarán Ayuso e Iglesias. Algunas fuentes consultadas consideran que Iglesias moviliza al electorado de derechas, aunque otros socialistas sostienen que esos votantes siempre van a votar.
En la parte socialista del Gobierno ven, además, arriesgada la operación de Iglesias, a quien sitúan por detrás del PSOE. Sin embargo, dan por hecho que si las tres formaciones de izquierdas suman, habrá cambio en la Puerta del Sol. El gran temor era que Unidas Podemos se quedara sin representación –en 2019 tan solo consiguió medio punto más del 5% necesario– y con Iglesias queda disipado. Confían en que Más Madrid también lo supere, pese a la competición en la izquierda.
El objetivo de Más Madrid: quedar por delante de Iglesias
Más Madrid daba este martes un portazo a la candidatura unitaria propuesta por Iglesias y peleará por mantener la segunda posición del bloque progresista. La candidatura encabezada por Mónica García plantea una campaña de suma de la izquierda en la que todos dirijan sus ataques al mismo objetivo: Isabel Díaz Ayuso y la extrema derecha: «Si cada uno juega el rol que le toca, siendo responsable y remando al mismo objetivo, no me cabe duda de que sumaremos», decía García en su comunicado.
Otro de los miedos es que Iglesias acabe movilizando más a la derecha que a la izquierda y su llegada a la política madrileña beneficie a Ayuso y a Vox. «Pablo polariza mucho y no sé hasta qué punto esto puede ser bueno más allá de que Podemos entre en el Parlamento», aseguran fuentes de la formación.
En la formación esperan contar con la presencia de la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena en la campaña, como confirmaba este martes Rita Maestre. Carmena sigue siendo un activo para ellos por el voto que sigue arrastrando de un electorado más próximo a los socialistas.
El otro líder importante de la formación es Íñigo Errejón, diputado nacional, pero algunas voces consideran que con el aterrizaje de Iglesias quizá sea más sensato que tenga un perfil más bajo, al poder despertar animadversión por su batalla con el aún vicepresidente. «Puede acabar siendo contraproducente porque Mónica tiene buena imagen en el electorado de Podemos e Iñigo puede provocar concentración del voto en Pablo», defienden algunos dirigentes.
Unidas Podemos, lo opuesto a Ayuso
En el equipo de Iglesias ven difícil arrebatar el Gobierno al PP, aunque creen que hay margen si Ciudadanos desaparece y sus escaños entran en disputa. La idea de superar al PSOE de Ángel Gabilondo no parece tampoco sencilla, aunque factible según se desarrolle la campaña. Mucho más factible ven quedar por encima de Más Madrid con quien, pese a la negativa a una confluencia, Iglesias no tiene previsto confrontar. «Máximo respeto a la decisión de los dirigentes de Más Madrid. Ahora, a salir con todo para frenar a los ultras y ganar Madrid», dijo Iglesias en redes sociales este martes.
Iglesias era consciente de que un derrumbe en Madrid podría ser el final definitivo de Podemos. Su intención ahora, según ha declarado, es polarizar con Díaz Ayuso.
En una entrevista este lunes conminaba al PSOE a «dividirse los papeles» para abarcar el máximo electorado posible. Contaba para ello con la reunificación con Más Madrid, pero Mónica García rechazó este martes la oferta de unas primarias abiertas, por lo que habrá tres candidaturas de izquierdas el 4 de mayo.
El portavoz de Unidas Podemos Enrique Santiago aprecia indicios de delito en la comparecencia del facultativo jubilado Miguel Ángel Bayo, colaborador del jefe de la brigada política, Eugenio Pino. El compareciente confiesa que estuvo accediendo a material clasificado sin la habilitación legal y expresa del CNI
Miguel Ángel Bayo, un facultativo de la Policía que antes de funcionario sin placa fue agente, comenzó su comparecencia ante la comisión del Congreso por el caso Kitchen declarándose «un cajero de cuarta» y se marchó reconociendo que, como reveló elDiario.es en marzo de 2019, era el «hombre de los maletines» en el Cuerpo y actuaba como mano derecha en diferentes cuestiones para el jefe de la brigada política, Eugenio Pino.
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En palabras del propio Bayo, él hizo de «transportista» del dinero que salía del Ministerio del Interior hacia la Policía para sufragar las operaciones secretas y no se limitaba a llevar y traer papeles, sino que los leía y se pronunciaba sobre ellos, también sobre las notas informativas que elaboraba el comisario José Manuel Villarejo.
Para eso tuvieron que pasar cuatro horas de preguntas que Bayo había sorteado «vehemente», como él mismo se describió, y con un mantra: no hablaba de nada porque todo era material reservado. Así sobrevivió a las preguntas del PSOE o de Vox, pero no a las del portavoz de Unidas Podemos, Enrique Santiago, que se plantó a la excusa del material reservado por ser falsa.
Santiago recuperó la orden del Gobierno de desclasificar las cuestiones por las que se le estaba preguntando a Bayo, a petición en su momento de la Audiencia Nacional, y terminó invocando el artículo 502.3 del Código Penal para que se informe a la presidenta de la Cámara de que el diputado apreciaba «claramente indicios de criminalidad» en el facultativo jubilado. El citado artículo recoge que «el que convocado ante una comisión parlamentaria de investigación faltare a la verdad en su testimonio será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses.»
Cerró el turno de preguntas, el portavoz de EH Bildu Jon Iñarritu, quien logró que Bayo, descentrado, dejara de hablara de «cajero de cuarta» para reconocer que él llevaba y traía el dinero de los fondos reservados, que era el «transportista» del dinero y que, como dijo Pino en sede judicial, le llevaba las notas informativas de Villarejo sobre cuestiones como la Operación Catalunya a otro destacado miembro de la policía política, Marcelino Martín-Blas. Y no solo que las llevaba, que también las leía y opinaba sobre su contenido.
Pero las preguntas de Iñarritu provocaron que Bayo cometiera otro error. El facultativo jubilado aseguró que él accedía a documentación confidencial sin autorización expresa para ello, una grave irregularidad. El CNI es la autoridad nacional para la protección de la información clasificada, a partir de la Ley que regular el propio Centro desde 2002. Como tal, emite unas normas que debe cumplir cada Ministerio para que su personal acceda y maneje información clasificada, según una norma de 2012.. Para que cualquier funcionario pueda acceder a esa documentación eso tiene que haber una resolución positiva del CNI. Esa es la “habilitación personal de seguridad” que Bayo ha reconocido que nunca tuvo.
Colaboración con el comisario Villarejo
En su turno, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, había recuperado el historial de Miguel Ángel Bayo. Se trata del funcionario que firmaba los documentos que eximían a Villarejo de comparecer en rueda de reconocimiento en la causa por el apuñalamiento de la doctora Pinto, alegándose viajes al extranjero.
La medalla pensionada que le concedió el comisario Pino a Bayo, como le había recordado el diputado socialista David Serrada, fue defendida oficialmente por el director adjunto operativo por ser «el encargado de la gestión y control de todo lo relativo a los fondos o gastos reservados del Cuerpo Nacional de Policía, a nivel nacional, teniendo la información que maneja en este ámbito carácter secreto, de acuerdo a la normativa de secretos oficiales”. Una imagen ésta muy alejada del «cajero de cuarta» que había intentado ofrecer el compareciente.
Tras hacerle incurrir en varias contradicciones, el diputado Rufián concluyó: «Un patriota tiene que ponerse a temblar y desear que alguien como usted nunca esté en las instituciones».