PABLO IGLESIAS EN LA PIZARRA

ESCRITO POR LA PIZARRA EL 3 OCTUBRE, 2021

La ultraderecha funciona con las mismas claves en España y Latinoamérica

Los grandes líderes de la izquierda no saben retirarse a tiempo

Lo que más daño puede hacer a la izquierda son las peleas

España es muy diversa, no se puede pensar que existe un español arquetípico.

Vox vampirizó a la derecha

Su alejamiento de la política:

Uno debe estar en cada momento en el lugar en el que es más útil, creo que era una evidencia que yo me convertí en un chivo expiatorio para la derecha. Había compañeras que podían jugar un papel mucho más útil para el proyecto.

Ahora puedo aportar más como profesor universitario, en los medios o en el trabajo de pensamiento con la fundación 25M y echando una mano en las relaciones internacionales..

Hay un problema en la izquierda y es que los grandes líderes no saben retirarse a tiempo. Yo creo que favorecer una sucesión que renueve y descoloque al adversario es algo que se tiene que convertir en cultura de la izquierda, más cuando trabajamos en la feminización de los cargos. La política en esta época implica niveles muy altos de desgaste y tiene que haber compañeras y compañeros dispuestos a tomar el relevo cuando sea necesario.

El efecto que generan los grandes liderazgos en las personas.

El rol define buena parte de lo que tu eres: Iglesias vicepresidente es muy distinto a Iglesias en un medio o en la Universidad, pero el trasfondo es el mismo. Estoy muy orgulloso de haber sido consecuente con mi manera de ver la política cuando he tenido muchas responsabilidades, y me lo hicieron pagar caro. Lo más eficaz para valorar a una persona es ver quién le ataca y quién le defiende.

Los cambios en su relación con la calle, los medios y la política:

Conmigo hay dos campos irreconciliables: en el campo progresista recibí mucho cariño, pero en el campo cultural de la derecha hay odio sin matices. Estoy muy orgulloso de quién me quiere y tanto más orgulloso de quien me odia. Una de las claves del éxito de  la ultraderecha y de Vox ha sido vampirizar a la derecha, se han convertido en un actor ideológico que ha penetrado en las bases culturales de los conservadores y no  les dejan espacio  ni para una cínica cortesía con el adversario político.

La agenda política en España:

En España se sigue discutiendo de lo que dice Podemos, máxime cuando está en el gobierno. Se discute del salario mínimo, de nacionalizaciones, de feminismo porque Irene Montero es  Ministra de Igualdad. Vox es una reacción, Vox es la expresión más completa del reaccionarismo nacionalista español de ultraderecha contra el independentismo catalán y contra Podemos, pero su agenda es la agenda de la reacción frente a los temas que pusimos sobre la mesa. La agresividad mediática sin precedentes que se despliega contra Podemos no ha dejado de crecer.

La autenticidad en la comunicación política y los medios de comunicación

Un dirigente político que compite debe saber comunicar, además tienen que tener autenticidad, creerse lo que está diciendo. Eso la gente lo nota y tiene que ver con la piel. A la gente le gusta notar que lo que estás diciendo es real.

El peso de los medios de comunicación es determinante y está sometida a una estructura de propiedad determinada, los grandes bancos y grandes empresas manejan las intenciones de voto de la gente. Una de las tareas fundamentales de todo proyecto transformador es construir tu propia base cultural e ideológica y eso implica lo mediático y cuesta mucho dinero. Yo me conformaría con que la izquierda tomara conciencia de lo que eso representa. El actor más determinante en tiempos de paz son los medios, se presentan como neutrales pero es una gran mentira. El triunfo de AMLO, de Arce y en Argentina son excepciones, lo normal no es que gane la izquierda porque tiene en contra todo. Hay veces que las situaciones de desigualdad, los efectos de las políticas de derecha, la movilización, todo eso cuenta pero si no se equipara la correlación de fuerzas en lo mediático, es cuestión de tiempo que terminen ganando otra vez. Los medios de comunicación no son rentables pero los ricos invierten en uno de los dispositivos más importantes para mantener su poder y su dinero.

Dormir y soñar en la política y fuera de ella:

Yo duermo con mis hijos, cuando me despiertan con frecuencia me acuerdo de los sueños porque acordarse de los sueños es dormir mal, pero no dormir porque duermes con tus hijos es agradable, no tiene nada que ver con  el insomnio por estrés.

En estos últimos años hubo momentos duros y he pasado malas noches de no poder conciliar el sueño por tener mucha presión encima.

La lectura y las series en el mundo de la alta política:

Yo siempre he leído novelas y he visto series, aparte del ensayo político que forma parte de mi trabajo. Me han criticado mucho por mirar series, yo no he sido muy beligerante frente a la reivindicación de los catetos. La derecha y la ultraderecha funcionan con las mismas claves en España y en América Latina es reivindicar la ignorancia  y su antiintelectualismo. No confíen en un líder político que no lea novelas y no vea televisión.

El tratamiento de la presión en la política:

Pensar que una persona sola puede resistir el nivel de toxicidad de los ataques es ingenuo. Lo que hace resistir a una persona es estar rodeado de buenas compañeras y compañeros. Por eso lo que más daño puede hacer a una fuerza política de izquierdas son las peleas, eso cuestiona la capacidad de resistencia que da la comunidad. Tenemos que seguir siendo sensibles, hay que emocionarse, no hay que dejar de llorar ni de indignarse. Desprecio a los que se precian de no conmoverse o ser inmunes a las injusticias.. No me gustan los psicópatas.

Las series y su relación con la política real:

Hay series como House of Cards que hicieron mucho daño a la política, sobre todo a la política democrática. A los jefes del Partido Comunista Chino les encantaba y les daba una excusa para hablar mal de la democracia. También está Sorkin con una concepción idealista de la política, ese rollo me aburre. Hay cosas maravillosas como The Wire y  Baron Noir, una serie que humaniza la política y tiene momentos en los que explica que la política es una mierda pero que la ausencia de política es muchísimo peor.  Creo que hay que pensar en series que sirvan para reflexionar la política, hay una que se llama Damnation y es un western. El cine que enseña a pensar es el que te conmueve, se parece más a esto que al cine de autor.

Tiki taka:

El estereotipo más injusto que se les atribuye a los españoles: España es muy diversa, no se puede pensar que existe un español arquetípico.

Algo que hayan dicho de tí que no sea verdad: Me han atribuido ser muy mujeriego, yo soy un monje de clausura.

Lo que menos te gusta hacer en la casa: Recoger los juguetes de mis hijos

Qué harías en dos horas libres: Leer

Un personaje histórico de América Latina para compartir un vino: René Zabaleta

Un futbolista valiente en la política: Angel Cappa

Evo Morales: dignidad

Papa Francisco: el mejor Papa

Felipe González: siniestro

CFK: personalidad

AMLO: Un México diferente

Ayuso: Trump a la madrileña

Bolsonaro: Trump a la brasileña

Alberto Fernández: Un buen tipo

Abascal: Reaccionarismo, lo peor de la política

El G20: Ratifica su apoyo a un impuesto mínimo global del 15% a las multinacionales

Biden destaca que “es más que un simple acuerdo fiscal” y lo califica de “histórico”.

Tras años de conversaciones, los líderes del G20 han ratificado este sábado en la cumbre de Roma su apoyo a un impuesto mínimo global del 15% a las multinacionales, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado en el que destaca que “todos los líderes apoyaron un impuesto mínimo global”. El pacto de los líderes del G20 tiene dos grandes objetivos: impedir que las multinacionales desvíen sus beneficios a Estados considerados prácticamente paraísos fiscales, y abordar la naturaleza digital del comercio internacional al gravar a las compañías en los Estados en los que operan y no, como hasta ahora, en los que declaran sus beneficios.

El propio presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha destacado en su intervención la “importancia” de este “acuerdo histórico” que “es más que un simple acuerdo fiscal, es la diplomacia que está remodelando nuestra economía global y brindando beneficios a nuestra gente”. “La comunidad internacional, gracias al acuerdo sobre este impuesto mínimo global, apoyará a las personas al asegurarse de que las empresas contribuirán al pagar la parte que les corresponde”, ha añadido Biden. La medida ya había obtenido un gran apoyo el pasado mes de julio, cuando los ministros de Economía y Finanzas del G20 pactaron un acuerdo marco, y en octubre, cuando la medida recibió el respaldo de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).

 

>>La relación de los periodistas con el mundo del poder<<

En el periodismo tenemos pendiente un 15M que nos obligue a reflexionar sobre cómo es posible que el oficio de comunicar esté tan desacreditado en este momento que resulte muy complicado ser optimistas sobre su futuro. Empezaré esta reflexión recordando cómo era el periodismo en España durante los años llamados “de la Transición”, una época en la que los papeles estaban mezclados y, en consecuencia, algo confundidos. Cuando trabajaban codo con codo los políticos que luchaban por las libertades y los periodistas que intentaban hacer una prensa que llevara a la ciudadanía las inquietudes de ese momento, lo que en un principio podía ser un trabajo conjunto y de complicidad mutua acabó derivando con el paso de los años en puro “compadreo”.

Algunos lo llamábamos el periodismo de “Casa Manolo”. Durante aquellos años, en aquel bar ubicado a espaldas de las Cortes, se producían buena parte de las confraternizaciones y conspiraciones entre los políticos recién llegados al Congreso y los periodistas que empezaban a ser corresponsales parlamentarios en los diarios que estaban adquiriendo otro tono distinto al del periodismo franquista practicando hasta entonces.

De tanto confraternizar, de tanto comer juntos, de tanto tomar gin-tonics juntos… llegó un momento donde se confundieron los papeles. ¿Cuándo empezó a notarse más esa confusión? Cuando el PSOE llega al poder en el años 1982 y buena parte de los periodistas que eran amigos de políticos socialistas que ocuparon poltronas empezaron a abrigar esperanzas de compartir con ellos el poder. Muchos estaban convencidos de que sus “amigos” les debían algo. Y algo así en cierta forma acabó ocurriendo: buena parte de los ministerios de los primeros gobiernos socialistas tuvieron como jefes de prensa o de gabinete a periodistas que habían estado en periódicos, la mayoría de ellos procedían de El País, y así este periódico consiguió convertirse en imprescindible: había que leerlo entre otras cosas porque allí era donde primero llegaba todo el material que estaba trabajándose en los despachos socialistas.

El problema fue que no había puestos para todos, algunos que pensaban que se merecían pasar al otro lado del mostrador no lo consiguieron y empezó a sonar el consabido “qué hay de lo mío”. Ese intercambio de papeles, en esos momentos, entre quienes eran los periodistas que tenían entre 30 y 40 años, la misma edad de los políticos recién llegados al poder, esa gente aún hoy día están ahí, la mayor parte de los políticos han desaparecido o están jubilados, pero ellos siguen ahí: Miguel Ángel Aguilar, Pablo Sebastián, Pedro Jota, que empezó a dirigir un periódico con 29 años… Una serie de gente que en algún momento debió olvidar que sencillamente eran los testigos privilegiados de lo que estaba sucediendo para contárselo a todo el que no podía estar allí, y que su obligación era contarlo sin implicarse en ello y de la manera más objetiva posible. Pues no: dejaron de sentirse testigos privilegiados para creerse tan coprotagonistas de lo que estaba sucediendo como los propios políticos. En esta confusión de papeles de los primeros tiempos de la democracia radican casi todos los vicios posteriores adquiridos a medida que se ha ido deteriorando la situación del periodismo en España.

También es verdad que la mayor parte de los medios de comunicación privados estaban en manos de empresarios que tenían vocación de editores periodísticos: eran editores profesionales. Querían ganar dinero, qué duda cabe, pero eran capaces de tener a alguien investigando un tema sin publicar nada durante dos meses, algo absolutamente impensable hoy día.

Los tres fundamentales empresarios de prensa de aquella época fueron el presidente del Grupo 16, Juan Tomás de Salas; el presidente del Grupo Prisa, Jesús de Polanco y el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio. Eran gestores con poder absoluto ejecutivo y periodístico y en mi caso, que he tenido la suerte a lo largo de mis años profesionales de trabajar en las tres empresas he de decir que a mí no me llegó nunca por parte de ninguno de ellos ninguna otra instrucción que no fuera “haz las cosas como mejor sepas”.

Eso, hoy por hoy es impensable, el Grupo 16 ya no existe, en El País desde la muerte de Polanco la empresa empezó a desmembrarse y el consejo de administración acabó troceado y repartido entre bancos, fondos de inversión y fondo cataríes donde la familia Polanco apenas conserva un diez por ciento de las acciones y Zeta prácticamente tampoco existe. Es decir, de un modelo de empresario periodístico vocacional que le gustaba lo que hacía y se sentía útil en el mundo de la comunicación (por supuesto no eran altruistas ninguno) se pasó a la política del beneficio puro y duro y a cómo influir a través de los consejos de administración en los contenidos para defender los intereses de sus miembros y de la empresas a las que estos representan.

Ese tipo de cambio de papeles explica en buena parte la situación en la que nos encontramos ahora. Sería uno de los factores a los que yo atribuiría el deterioro. Lo que no entiendo y sigo sin entender, pensando sobre todo en aquellos profesionales treintañeros de entonces que hoy todavía se resisten a dejar de influir, es cómo se pudo producir ese cambio en la manera de pensar de según qué profesionales. Tú miras un periódico de los años 70 u  80 con informaciones firmadas por alguno de los periodistas que he nombrado antes y no tienen nada que ver con el papel que juegan ahora mismo en el panorama de los medios. ¿Dónde está el Miguel Ángel Aguilar de aquel entonces, donde el Fernando Jáuregui, dónde el Jesús Cacho? En este momento dirigen medios digitales absolutamente ultramontanos cuya financiación no sé vosotros pero yo en la mayor parte de los casos la desconozco. El caso es que ahí están, y están influyendo: Periodista Digital, con Alfonso Rojo al frente, Libertad Digital, con Jiménez Losantos, Ok Diario… Es un panorama de gente que en otros tiempos hicieron un tipo de información bastante presentable y se han decantado directamente hacia el periodismo más militante y proultraderecha que se pueda elaborar.

Al principio, cuando el fenómeno del 15M y tras la aparición de Podemos, se podía pensar que la intención era solo cómo conseguir que el nuevo partido no tuviera una relevancia que estaba claro que la tenía en la sociedad, pero se trataba de que no consiguiera tanta proyección pública como para que su mensaje calara y acabara convertido en votos. Pero a estas alturas no es solo eso: parece existir una apuesta clara porque los gobiernos de izquierdas no sean posibles y porque la derecha ultra y la ultraderecha continúen acreciendo en este país.

¿Por qué ha pasado esto, por qué da la impresión de que nadie sabe cómo ponerle solución? No ha ayudado mucho el overbooking que ha generado el exceso de facultades de Ciencias de la Información. Las facultades de Ciencias de la Información son uno de los mayores fraudes en materia educativa de este país. La mayor parte de la gente que llega a esas facultades lo hacen engañados. Hay más de sesenta facultades de periodismo que sacan al mercado varios miles de licenciados cada año en el mes de junio.  No hay capacidad de absorber eso. Quienes inventaron las facultades de periodismo tal como existen hoy día o se engañaron o estaban dispuestos a engañar. La necesidad de periodistas es mucho menor ¿En qué repercute que salga tanto licenciado a la calle? Fundamentalmente en que la carne de periodista se abarata, porque cada vez hay más gente dispuesta a trabajar gratis, cada vez hay más gente dispuesta a hacer prácticas como sea y alargar el período de prácticas y de hacer méritos el tiempo que sea necesario. Y lo que descubren a la larga es que han sido engañados, pero ya demasiado tarde. Salvo que entren en la dinámica de las reglas del juego que en estos momentos parece que no hay manera de evitar. Que es: la única manera que tengo de mantenerme en este oficio, de prosperar, y de no ganar una miseria de sueldo es probablemente demostrarle a los que tengo por encima que soy tan eficaz y tan buen soldado para la causa como ellos.

Y así surgen los nuevos fenómenos del periodismo en la mayor parte de los medios actuales. ¿Quién se ha abierto paso últimamente en el diario El Mundo, en el ABC, quién se ha abierto paso en las tertulias? No sé, me lavaré la boca después de pronunciarlos, pero nombres como Javier Negre o como Jorge Bustos, que es lo que la mayor parte de la gente ahora parece ser que quieren ser. Hemos llegado a una situación donde hacer periodismo, contar las cosas que pasan y explicárselas a la gente, seguir teniendo conciencia de lo que es la esencia fundamental del oficio que es, como decíamos al principio, ser testigo de las cosas que ocurren y contarlas lo mejor posible ya no es la prioridad. Ahora mienten como bellacos y no pasa nada.

No es la prioridad en la prensa de papel, pero el problema es que todavía ha llegado a ser mucho peor en el mundo audiovisual. El papel que juegan la mayor parte de las radios de este país queda muy por debajo de las expectativas y de las necesidades de información cabal, justa y objetiva que necesita el ciudadano en estos momentos. Ocurre algo similar en las televisiones privadas, que las sufrimos todos los días, y lo más lamentable de todo es que cada vez es peor también en las televisiones públicas. El asesinato del último intento de hacer algo digno con Telemadrid lo hemos vivido en directo sin que nadie se preocupe excesivamente, sin que nadie se queje. Estamos viviendo una marcha atrás que tiene difícil solución.

Las televisiones públicas en este país contribuyen a empeorar el panorama de la información decente a la que nos debemos. Lo que se quiere contar en las televisiones públicas no tiene nada que ver con el interés de los espectadores, tiene que ver con el interés de quienes se creen propietarios de esas televisiones. Lo somos nosotros, pero en la práctica lo son cada gobierno autonómico o el gobierno de la nación. Piensan que tener el dominio de la comunicación a través de la televisión pública forma parte del kit de haber ganado unas elecciones igual que lo es el tener el Boletín Oficial del Estado o de la autonomía en sus manos.

Tampoco ha ayudado mucho la deriva de las redes sociales y su papel en la difusión de bulos, fakes y demás perversiones que han infectado el fenómeno de la comunicación política.. Como me hacen indicaciones para que termine, lo haré señalando que no ha habido un interés serio, ni un compromiso, ni una decisión en el mundo del periodismo que se proponga  buscar la manera de reconvertir, de reivindicar la posibilidad de que lo que ocurre en el mundo de la comunicación no esté solo en manos de los que en un momento dado gobiernan una institución, ni tampoco en los bancos y grandes fondos que dominan los consejos de administración. En el mundo del periodismo, como se propuso en el 15M para la política, igual sería bueno funcionar de abajo arriba, existen proyectos e iniciativas en que se ha intentado, pero continúa siendo algo que tenemos pendiente, ya sea por miedo, o por inseguridad, o por necesidades de supervivencia. O por mentalidad práctica, no sé, pero el caso es que no se ha acometido ninguna incitativa para poner pie en pared a todo esto.

Si en el periodismo no se le da una vuelta que podía empezar por el cierre de las facultades. No es necesario ser licenciado para ejercer, basta con tener otra carrera y al acabar cursar un máster de un año; los becarios que he tenido conmigo, lo primero que me han dicho siempre es que donde verdaderamente aprendían era  en la redacción, que en la facultad ni les habían hablado de nada de  lo que se encontraban cuando tenían que ponerse a trabajar. La solución, pues, empieza por la educación, continúa por la necesidad de luchar por los derechos, luego por denunciar las irregularidades y acaba por resistirse a aceptar como irremediable que las cosas sean como son.

 

EE.UU. registra un aumento de violencia armada en escuelas

Estados Unidos afronta un reto más relacionado con la pandemia. Se trata del aumento de la violencia en las escuelas, tras el regreso a las clases presenciales. Según los datos del Centro de la Defensa y Seguridad Nacional, solo el mes pasado se han registrado 55 tiroteos en instituciones educativas, una cifra que duplica el número de casos totales reportados la mayoría de los años desde 1970.

 

Los talibanes advierten del riesgo de no ser reconocidos al frente de Afganistán: «podría ser un problema para el mundo»

Ningún país ha reconocido formalmente el Ejecutivo de los insurgentes desde que el pasado mes de agosto se alzaran con el poder del país centroasiático.
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