Borrell acusa a China y Rusia de redefinir el orden mundial

El jefe de la Diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, habla en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Múnich, Alemania, 20 de febrero de 2022.

El máximo diplomático de la UE vuelve a expresar su apoyo a Ucrania, acusando a Rusia y China de intentar redefinir el orden mundial.

En un discurso ofrecido este domingo en la Conferencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), celebrada en Múnich, Alemania, en vista de la escalada militar en torno a Ucrania, el jefe de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha repetidos sus retóricas contra Rusia y China.

“Rusia y China quieren redefinir el orden mundial. Tenemos que oponernos para defender los derechos de los pueblos”, ha afirmado, acusando a Pekín y Moscú de lo que dio en llamar intentar a volver al siglo XIX para luchar por los imperios que eran antes.

Tras recordar que los países de la UE siguen apoyando a Ucrania, el máximo diplomático ha resaltado que desde 2014 se ha destinado a Kiev 17 000 millones de euros (más de 19 000 millones de dólares). “No hay ningún otro país donde gastamos más dinero y tenemos fuertes lazos en todas las esferas”, ha aseverado.

El idioma de poder o el poder de idioma

En otra parte de sus declaraciones, Borrell ha aseverado que, en el caso de una supuesta invasión rusa a Ucrania, Europa debe “hablar el idioma del poder”, para luego añadir que el bloque también ha de saber “usar el poder del idioma”.

Ucrania está involucrada en una crisis en la región de Donbás. Desde 2014, esta zona es escenario de conflicto entre los ucranianos y los independentistas prorrusos. Sin embargo, la tensión se ha disparado con acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por Estados Unidos, ha aprovechado la tensión para aumentar su despliegue militar en el este de Europa, cerca de las fronteras rusas, y no deja de acusar a Moscú de preparar una invasión a Ucrania, lo que el país euroasiático rechaza tajantemente.

Experto: Si se confirma que hay un ataque por el Ejército ucraniano a Donbass, será la final de la OTAN y de la UE

Ante la escalada del conflicto en el este de Ucrania, el experto en geopolítica Fernando Moragón señaló que está claro que Rusia está haciendo una labor humanitaria. Según el analista, si se confirma que hay un ataque por el Ejército ucraniano a Donbass, será la final de la OTAN y de la UE, ya que tienen los ejércitos «débiles». «Lo único que van a hacer es salir corriendo», agregó.

 

¿Qué significaría para el mundo la reinstalación de Ucrania como potencia nuclear?

El presidente Vladímir Zelenski admitió el sábado la posibilidad de que su país reconsidere su renuncia a las armas nucleares.

Efrem Lukatsky / AP

Durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) el sábado, el presidende de Ucrania, Vladímir Zelenski, anunció que convocará a consultas a los países firmantes del Memorándum de Budapest de 1994.  Añadió que si la cumbre no llega a celebrarse o culmina sin que se otorguen las «garantías de seguridad» para Ucrania, Kiev «tendrá todo el derecho» de considerar que el pacto «no funciona y que todas las decisiones del paquete quedan en entredicho».

Durante un breve período de su historia, Ucrania fue una potencia nuclear. El arsenal formaba parte de lo heredado por Kiev tras el colapso de la Unión Soviética. Bielorrusia y Kazajstán, países independientes de reciente creación, se encontraban en una situación similar por albergar armas estratégicas soviéticas antes de la desintegración.

Ucrania era técnicamente la tercera potencia nuclear de la época, hecho histórico que Zelenski mencionó en su discurso. Tenía más de un centenar de misiles balísticos intercontinentales UR-100N en su territorio, casi 50 trenes nucleares RT-23 Mólodets, así como una flotilla de bombarderos estratégicos con armamento nuclear. En total, Kiev tenía desplegadas o almacenadas unas 1.700 ojivas nucleares.

En el marco del memorándum, firmado por Ucrania, Rusia, EE.UU. y Reino Unido el 5 de diciembre de 1994, Kiev se comprometió a deshacerse de sus arsenales nucleares a cambio de que los demás participantes del acuerdo le garantizaran la seguridad.

 

«Crear un ciclo cerrado»

El analista Vladímir Mijáilov detalla que en el aspecto técnico-económico crear las armas nucleares no sería fácil para Ucrania. Aunque se construían misiles en la planta Yuzhmash en Dnepropetrovsk (actualmente Dnipró) durante los tiempos soviéticos, entre ellos el misil balístico intercontinental R-36M (SS-18 Satan), «hay que entender que muchos de los componentes se producían fuera de Ucrania», indicó el experto.

Por lo tanto, Mijáilov recalcó que «es una gran pregunta si Ucrania será capaz de crear un ciclo cerrado de medios de suministro y sacar adelante este proyecto financiera e intelectualmente».

Industria desde cero

Pero los medios de suministro son solo una cara de la moneda. El otro lado son las ojivas nucleares, que implican la disposición de uranio o plutonio enriquecido hasta el grado militar.

El uranio en Ucrania se extraía y sigue extrayendo en las regiones de Kirovogrado y Dnipró. Se estima que las reservas del yacimiento Novokonstantinovskoye son las más potentes de Europa, ascendiendo a unas 76.000 toneladas.

Sin embargo, Ucrania no se encuentra entre los países que pueden enriquecer uranio de forma independiente o producir combustible nuclear.

«Para producir armas nucleares, Ucrania tendrá que crear una industria relevante prácticamente desde cero. Es imposible hacerlo en cinco minutos, y se tendrá que gastar mucho dinero»

El analista menciona que los ingresos anuales presupuestarios en Ucrania son de poco más de 40.000 millones de dólares.

«Es una caja de Pandora, cuya apertura golpearía a todo el mundo»

Iliá Kramnik, investigador del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, advirtió en declaraciones a RT que la aparición de Ucrania en el club nuclear desataría reacciones en cadena.

El investigador dijo que el mundo ya tiene demasiados países que quieren adquirir armas nucleares o que tienen la tecnología para desarrollarlas. El ingreso de Ucrania en el club nuclear podría conducir a una mayor proliferación de armas de destrucción masiva, afirmó Kramnik.

A la pregunta de si los aliados de Kiev en Occidente respaldarían un movimiento para que Ucrania adquiriera su propio arsenal, el experto respondió: «Absolutamente no».

«Es una caja de Pandora, cuya apertura golpearía a todo el mundo. La primera pregunta que surgiría es: ¿Qué hacemos con Irán, que puede conseguir armas nucleares mañana mismo sin ninguna ayuda exterior? ¿Quién está dispuesto a pagar ese precio?», cuestionó.

Aislamiento y coerción

«Los intentos de construir una bomba atómica pondrían claramente a Ucrania en una posición mucho peor que la actual y la llevarían al aislamiento internacional«, opina Alexánder Uvárov, editor jefe del portal especializado AtomInfo.

Según el experto, en caso de que Kiev lance el desarrollo de armas nucleares sin retirarse del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) identificarán indicios de esta actividad, que notificarán a su órgano político, la Junta de Gobernadores.

Este, a su vez, remitirá informes al Consejo de Seguridad de la ONU, órgano de las más amplias facultades para coaccionar a los Estados, explicó Uvárov.

Por otro lado, en caso de que Kiev se retire del TNP, esta decisión será objeto de consideración detallada en el Consejo de Seguridad de la ONU. «Si el razonamiento se considera insuficiente, el Consejo de Seguridad puede proceder a imponer medidas coercitivas contra Ucrania, incluyendo sanciones y el uso de fuerza«, afirma.

Además, el experto menciona que todos los principales proveedores de tecnologías nucleares del mundo están agrupados en el informal Grupo de Suministradores Nucleares, cuyas normas limitan casi por completo la cooperación nuclear pacífica con los países no firmantes del TNP.

«En caso de retirada del TNP, Ucrania se verá obligada a detener sus centrales nucleares, ya que este país depende al 100 % de las importaciones del combustible nuclear, que cesarían con su retirada del tratado», detalló Uvárov.

«Revisión que socava la seguridad europea»

A su vez, Vladímir Olénchenko, investigador sénior del Centro de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia, comentó a RT que «la tendencia que el actual régimen de Kiev está tratando de generar es que se revisen varios tipos de acuerdos internacionales en los que Ucrania participa».

«Revisión a favor de algunos beneficios unilaterales y beneficios que van en detrimento de la seguridad europea, socavan la seguridad europea. Por lo general, el régimen de Kiev ya ha dado muchos pasos en esta dirección», acentuó.

«Degradación total y absoluta»

Por otra parte, Pável Danilin, director general del Centro de Análisis Político e Investigación Social de Rusia, describió las declaraciones del presidente ucraniano como un «chantaje».

«Es obvio que Zelenski está yendo de farol. El hecho es que ampliar el número de miembros del club nuclear, en primer lugar, no es beneficioso para nadie, y en segundo lugar, la pertenencia al club nuclear requiere de un mínimo de aptitud y estabilidad en el país. Ninguna de estas cosas existe en Ucrania», señaló Danilin en una entrevista al canal REN TV.

Según el politólogo, la aparición de un nuevo actor nuclear «conducirá a una degradación total y absoluta en la zona de seguridad europea».

 

El embajador ruso en EE.UU.: Rusia no tiene planes de apoderarse del territorio extranjero y considera que Donbass es parte de Ucrania

Según el representante de la legación, el problema no consiste en Ucrania, sino en cómo debe ser el orden mundial y en las garantías de seguridad para todos.

Ali Atmaca / Anadolu Agency / Gettyimages.ru

Rusia no tiene planes de apoderarse del territorio extranjero y considera que Donbass es parte de Ucrania, afirmó este domingo el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, en una entrevista con la cadena CBC y en posteriores declaraciones a la prensa.

«No pretendemos apoderarnos de ningún territorio extranjero«, indicó Antónov, quien agregó que le gustaría confirmar que «Donetsk y Lugansk forman parte de Ucrania».

El alto diplomático tachó los señalamientos de medios occidentales de una supuesta invasión rusa de «tonterías replicadas«. «Todos estos rumores forman parte de una guerra de información destinada a distorsionar la verdadera situación y a presentar a Rusia bajo una luz extremadamente negativa», aseveró.

El representante de la legación reiteró que Rusia está dispuesta a «continuar los esfuerzos diplomáticos para resolver todas las cuestiones pendientes» y agregó que sus tropas se encuentran en el territorio del país eslavo. «No estamos amenazando a nadie», expresó.

En cuanto a las tropas rusas que se encuentran actualmente en Bielorrusia para realizar los ejercicios conjuntos con el país vecino, eso no contradice el derecho internacional, señaló Antónov.

También subrayó que Moscú no pretende «reforzar su seguridad a costa de la seguridad de otros Estados».

Asimismo, el embajador ruso en EE.UU. instó a Washington a inducir a Kiev a aplicar los Acuerdos de Minsk, los que considera la única manera de establecer la paz en Ucrania. Según Antónov, Moscú ve «la posibilidad de llegar a acuerdos mutuamente aceptables» con Europa, en particular, sobre «el desarrollo de medidas para reducir la tensión militar» en la región.

Al mismo tiempo, Antónov denunció que EE.UU. tiene «muchas bases militares en diferentes países» y manifestó que la OTAN no es «una organización no lucrativa amante de la paz», sino «una máquina político-militar«.

El alto diplomático también subrayó que el problema no consiste en la situación en torno a Ucrania, sino en cómo debe ser el orden mundial y en las garantías de seguridad para todos.

«El problema actual no es Ucrania, el problema es cuál será el futuro orden mundial, si podemos elaborar conjuntamente garantías firmes de seguridad para todos sin violar el importantísimo principio de indivisibilidad de la seguridad», aseveró.

Asimismo, Antónov destacó que Rusia insta que se le den garantías de seguridad jurídicamente vinculantes y que se detenga la expansión de la OTAN hacia el este.