En su primera visita a Sevilla, a la que seguirán más en las próximas fechas, la vicepresidenta Yolanda Díaz, que abre en primavera un proceso de «escucha» para configurar un proyecto de país, quiso lanzar un mensaje de concordia y de ilusión a toda la izquierda andaluza y a todo el que no se resigna a que en la Comunidad siga habiendo un gobierno de la derecha y, tal vez, también de la ultraderecha, como reflejan las encuestas.
«Sé muy bien lo que supuso vuestro proceso de autonomía. Me vais a ver bastante por vuestra tierra. Me vais a ver con frecuencia, voy a hablar poco, voy a escuchar. No se puede construir un nuevo país sin Andalucía. Me vais a ver trabajando por una Andalucía en pie de igualdad y que permita decirle al resto del país que sin vosotras y vosotros no es posible cambiar España», dijo con claridad la vicepresidenta. También puntualizó que hablaba de su proyecto de escucha, no de la campaña electoral. «Soñemos, caminemos juntas y tengamos esperanza», agregó.
Díaz, hasta ahora ausente de Andalucía, trató de no pisar ningún charco en un momento muy complicado para la izquierda, que en el año electoral está dividida en tres patas, pero sí, una vez que Adelante Andalucía ha decidido ir en solitario, trabajó por la unidad. Así, Díaz, en su estancia en Sevilla se encontró con Esperanza Gómez, coportavoz de Andaluces Levantaos –el partido en el que se integra Más País en Andalucía– y con los líderes de IU, Toni Valero, de Podemos, Martina Velarde, y del PCA, Ernesto Alba. También con responsables de Equo. Con la coportavoz de Levantaos, la vicepresidenta estuvo «un rato para hablar de la situación política andaluza», según fuentes de Levantaos.
Con Valero, Velarde y Alba, según fuentes de Unidas Podemos, «ha habido plena coincidencia en el papel trascendental que va a jugar Andalucía para la construcción de un nuevo país y en el convencimiento de que las elecciones andaluzas serán un hito al que dedicar talento y empeño». «Se abre una oportunidad en Andalucía para levantar una alternativa de gobierno ilusionante, habida cuenta además del desgaste que está sufriendo el PP», agregaron estas fuentes.
Este jueves, Díaz tuvo tres actos públicos en Sevilla. Arrancó con una entrevista en Canal Sur, en la que lanzó un mensaje a todas las fuerzas progresistas: «No se puede levantar un proyecto de país, como sí me gustaría hacer, sin contar con Andalucía» y, ante la situación de máxima división de la izquierda andaluza, admitió que esa idea, prevista para cuajar cuando lleguen las generales, no va «a llegar a las andaluzas».
Luego estuvo en el Centro Nacional de Medios de Protección, el instituto de investigación y estudios de referencia nacional en prevención de riesgos laborales –al que no acudía un ministro de Trabajo desde la etapa franquista, desde 1974, según sus responsables–, y cerró, ya por la tarde con un encuentro con las secretarias generales de CCOO y UGT, Carmen Castilla, y Nuria López, sobre la reforma laboral. El acto, que cerró con el himno de Andalucía y con gritos de presidenta, superó con creces el aforo previsto, de 450 personas, y hubo otras 150 que se instalaron en otra estancia de la facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla.
La presencia de Gómez y de representantes de Equo en este acto indica que está todavía abierta la posibilidad de un entendimiento entre estas fuerzas bajo el paraguas de la vicepresidenta después de que Adelante Andalucía decidiera ir en solitario a las urnas.
Las políticas
Al respecto de la reforma laboral, Díaz manifestó que «ya ha empezado a producir efectos: tenemos más de 500.000 trabajadores y trabajadoras en contratación indefinida. Esto no es humo». Y sobre Andalucía, reconoció: «Hay que cambiar las políticas. Andalucía tiene un problema profundo y estructural de desempleo».
«Andalucía necesita políticas decididas», le dijo Castilla. «Mirad a Andalucía con cariño, que no se vaya la industria, Airbus, a Toulouse y a Getafe, que haya carga de trabajo, que aquí sabemos hacer barcos y aviones muy bien», agregó la secretaria general de UGT.
¿Por qué ha tardado tanto en venir a Andalucía y por qué de la mano de los sindicatos? «Me siento hija de los trabajadores de mi país: sé muy bien de dónde vengo, no hay mejor carta de presentación que estar con los sindicatos de vuestra tierra. Siento orgullo de estar aquí con ellas. Soy una de las vuestras, una humilde abogada laboralista a la que enorgullece defender togada o sin toga a los trabajadores de mi país. Tomemos en serio a los sindicatos, convirtamos esa fuerza en transformación social. ¿Por qué no he venido antes? Mi agenda lo ha impedido, me pasa también con La Palma: He suspendido así como seis veces el viaje. Estuve trabajando, sencillamente», dijo, después de enumerar las cosas en las que ha venido trabajando.
En este encuentro, muy del gusto de los cuadros sindicales, Díaz tocó los temas duros y que siempre han ocupado a la izquierda, el empleo, los derechos laborales y las condiciones de vida de la gente. «Hemos escuchado de todo: Que nos íbamos a cargar la economía…, pues hemos demostrado que una política de rentas diferente es buena para los trabajadores y para la economía en su conjunto», dijo Díaz. «Lo voy a confesar. El presidente Zapatero me decía que cuando las normas laborales están en las portadas de los periódicos, significa que habéis abierto un gran debate con la sociedad. Hay que resolverlo de manera que quien más tiene, más pague», añadió.
Díaz lanzó mensajes a los autónomos: «Tenemos 2,030 millones de personas que son personas físicas con ingresos muy humildes. 400.000 de ellos tienen personas contratadas. 1,5 son personas físicas que merecen una atención especial». «Vamos a tener que decidir qué protección social les damos y hay que hablar de las mujeres autónomas. Debo reservarme, porque hay una mesa que lidera el ministro Escrivá [José Luis, de Seguridad Social], pero tengo clarísimo que los que más tienen, más deben de aportar».
Las dirigentes sindicales reivindicaron las políticas de Díaz. «Hay que ver la paciencia y la fortaleza del gobierno y con una oposición tirada al monte a propósito de un virus», dijo Castilla. López reivindicó que las políticas de Díaz habían sido «distintas» a las utilizadas por el PP y puso algunos ejemplos: «que se pueda enfermar y que no te despidan, elevó el SMI y permitió acabar con la congelación de las pensiones, ese raquítico 0,25%. Y todo a través del diálogo social». Castilla defendió también el papel de los sindicatos, que, dijo, estuvieron «a la altura en el momento más complicado para este país, en plena pandemia». «No va a haber pacto de rentas de ningún tipo con la patronal si no se traslada al convenio colectivo. Ahora toca repartir», dijo López.