Las incógnitas por resolver sobre la «isla energética ibérica»: del precio máximo del gas a los intercambios con Europa

España y Portugal deben presentar una propuesta a Bruselas para bajar el precio de la energía. Por el momento los países pretenden fijar un precio límite máximo del gas, pero se desconoce la cifra.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al primer ministro de Portugal, Antonio Costa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al primer ministro de Portugal, Antonio Costa. — EFE/EPA/OLIVIER HOSLET MADRID28/03/2022 21:40 ACTUALIZADO: 29/03/2022 07:41

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado este lunes un plan de choque para afrontar la crisis derivada de la guerra en Ucrania que pasará por un incremento de la inversión social. El plan del Gobierno llega después de que Bruselas reconociera a España y Portugal como «isla» energética y les diera luz verde para avanzar una propuesta firme que desacople la escalada del precio del gas del precio de la luz. Se aplicarán, según ha anunciado el propio dirigente socialista, medidas excepcionales para conseguir abaratar los costes energéticos y, con ello, frenar la inflación.

El reconocimiento de la península ibérica como una isla energética es, a todas luces, un tanto a favor de España y Portugal, sin embargo, todavía existen algunas incógnitas a cerca de cómo se articulará el plan que saqué el gas del pool eléctrico –una medida que fue exigida por la ministra Teresa Ribera en 2021, antes de la guerra–. Por el momento, Sánchez sólo ha anunciado dos puntos que se presuponían: habrá un precio fijo máximo para el gas y el mecanismo para recortar los beneficios caídos del cielo del oligopolio energético se alargará hasta verano.

Por lo demás, todo son dudas. Unas dudas que, no en vano, van ligadas a las características propias de esta medida, pues no depende en exclusiva del Ejecutivo español sino que deberá haber un acuerdo con los vecinos lusos antes de mandar la propuesta a Bruselas. De esta forma, se desconoce todavía cuál será ese tope al precio del gas. Como en otros casos, el Gobierno de coalición debate en su seno interno la cuantía que oscilaría entre los 50 euros por MW/h y los 100 euros por MW/h.

Bruselas, además, pone ciertos límites. La línea roja es el mercado europeo, que no deberá quedar alterado por los planes ibéricos de regulación. Esto tiene que ver con la interconexión eléctrica con Francia, de modo que el Ejecutivo de Sánchez deberá trabajar para encontrar una propuesta que ofrezca garantías de que los galos no se benefician de la caída de precios en la ‘compra’ de electricidad generada en España. Fuentes del Ministerio para la Transición Energética explican a Público que se está trabajando en una doble casación de precios. Esto quiere decir, a grandes rasgos, que se establecerán dos precios diferentes: uno de mercado ibérico interno, con un tope al gas, y otro para los intercambios con Francia que se mantendrán de acuerdo a los valores de Europa.

Beneficios caídos del cielo

El mecanismo que recorta a las empresas energéticas españolas sus beneficios caídos del cielo –los cuales permiten a las compañías incluir en los recibos costes asociados a las emisiones de CO2 a pesar de haber producido energía con tecnologías no emisoras como la nuclear o las hidroeléctricas– seguirá activo hasta verano y habrá, según ha anunciado Sánchez este lunes, algunas modificaciones para adaptar la norma «a las directrices europeas». Se desconoce por el momento de qué calado serán los cambios.

Los sobrebeneficios del oligopolio energético enlazan con otras incógnitas que tienen que ver con la forma en la que el Gobierno afrontará el impacto del límite de precio del gas a las plantas que generan electricidad con gas. Algunos sectores del Ejecutivo han reclamado –el ala de Unidas Podemos– que los beneficios caídos del cielo se utilicen para sufragar los gastos de la intervención y para amortiguar la escalada de precios de la factura. Sin embargo, no hay detalles sobre ello.

En ese sentido, el Gobierno deberá resolver de qué modo se compensa a dichas centrales que, como las de ciclo combinado, emplean gas para generar electricidad. El precio máximo ibérico estará por debajo del precio del mercado europeo, de modo que estas tecnologías podrían terminar vendiendo su energía a un precio por debajo del coste de generación, pues el gas seguirá disparado en Europa. ¿Serán las arcas del Estado las que compensen a las empresas estas pérdidas? ¿Se utilizarán los beneficios caídos del cielo para asegurar el desacople del gas del precio de la luz? 

Certezas del plan de choque

Además del precio máximo para el gas, Sánchez ha avanzado otras medidas de corte social que complementarán la puesta en marcha de la isla energética ibérica. Estas, según ha informado el presidente, se aprobarán en el Consejo de Ministros del martes y no dependerán del acuerdo con Portugal.

Así, el Ejecutivo ha planificado medidas energéticas de calado como la ampliación de los beneficiarios del bono social de la electricidad, que llegará a 600.000 personas más situadas en régimen de vulnerabilidad. A ello se suma el incremento del 15% de la cuantía del Ingreso Mínimo Vital y la bonificación fiscal a los combustibles de 20 céntimos por litro, de modo que se extiende al resto de la población la cobertura social anunciada para los transportistas.

Las medidas aprobadas este martes serán de carácter excepcional y se extenderán hasta el próximo 30 de junio. No se descarta que se puedan prorrogar en el tiempo si la coyuntura de crisis energética y económica perdura en el tiempo.

Un carrusel de tres crisis deja a la quinta parte de las familias en una situación económica precaria

A los efectos de la devaluación salarial y la precarización laboral provocada por las reformas laborales tras el empobrecimiento que generó el estallido de la burbuja inmobiliaria se les ha sumado un endurecimiento de las dificultades de acceso al empleo por la tecnificación, acelerada por la pandemia antes de haber superado la anterior recesión y de que se superpusiera a ese escenario una inflación que dificulta más si cabe la cobertura de las necesidades básicas a los hogares de menor renta.

Un hombre ve la de televisión en una sala de un albergue para personas sin hogar, en Madrid. E.P./Ricardo Rubio Un hombre ve la de televisión en una sala de un albergue para personas sin hogar, en Madrid. — Ricardo Rubio / EUROPA PRESS ZARAGOZA28/03/2022 17:01 ACTUALIZADO: 29/03/2022 07:41

«Los factores de empobrecimiento parecen competir entre ellos», señala Daniel Sorando, sociólogo de la Universidad de Zaragoza especializado en estructura social, segregación residencial y políticas urbanas, para referirse a las consecuencias de la acumulación de las tres crisis que, en todos los casos antes de haber superado la anterior, se han superpuesto en los últimos tres lustros: la posterior al estallido de la burbuja, la provocada por la pandemia y el parón la actividad económica y comercial y, tras ellas, la causada por una escalada de precios de productos básicos como los alimentos y la energía desatada por la especulación financiera con el pretexto de la guerra de Ucrania.

Un carrusel de datos indica, a falta de comenzar a conocer las valoraciones de 2021, cómo ese carrusel de crisis está teniendo como consecuencia conjunta una cronificación de las situaciones de pobreza en amplios sectores de la población española, distintos en función de cuál sea el indicador que se observe pero que en la mayoría de los casos apuntan que la afección alcanza a entre la quinta y la cuarta parte de los hogares y/o de las personas.

Varios de esos registros se encuentran en la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (Instituto Nacional de Estadística), que situaba al 19,7% de los ciudadanos por debajo del umbral de la pobreza en 2020, una tasa que empeora tanto la de 2008 como la de 2013, en el estallido de la burbuja y cuando se tocó fondo en esa crisis, y que corta de plano una tendencia de mejora de tres años tras dos de relativa estabilidad.

El umbral de pobreza se sitúa, según explica el propio INE, en «el 60% de la mediana de los ingresos anuales por unidad de consumo», es decir, en ese porcentaje de los cobros mínimos que reciben la mitad de los españoles.

El hecho de que ese repunte se diera en un año de en el que las rentas sufrieron un claro desplome por el parón de la actividad da idea de la intensidad con la que la crisis pandémica azotó a las familias, algo que ocurrió en vísperas de una escalada de precios que está aumentando las estrecheces de esa parte de la población en especial.

Esos indicadores de la pobreza suelen ser, como la mayoría de los índices, relativos. Aunque en este caso se ven reforzados por otros como el que observa los problemas que las familias tienen para llegar a fin de mes: según los datos del INE, más de la tercera parte de las familias carece de capacidad para afrontar un gasto extraordinario de 750 euros, una situación que alcanza al 56% de los hogares monoparentales, al 44% de los que incluyen menores o jóvenes de menos de 24 años que aun no trabajan y al 41% de los formados por una única persona, jubilados y pensionistas en la mayoría de los casos.

La estimación del INE sobre qué grado de dificultades tienen los hogares para llegar a fin de mes apunta en una dirección similar a la del umbral de la pobreza, con un 22,1% de las familias pasando apuros y de nuevo con un aumento de ese grupo en vísperas de la escalada inflacionista.

La tasa, que al mismo tiempo resulta algo más de ocho y de catorce puntos inferior a las de 2008 y 2013, respectivamente, aporta una pista sobre las diferencias en las afecciones que provocó el comienzo la crisis pandémica, ya que el aumento del número de hogares con dificultades coincidió con otro, mayor, de quienes no las sufren, aunque por motivos bien distintos: insuficiencia de rentas en el primer caso y reducción de oportunidades de consumo en el segundo.

Esas tendencias conviven con otra que revela una reducción del margen de maniobra de los hogares para hacer frente a imprevistos, lo que en realidad significa que su liquidez va a la baja; de manera más acusada cuanto menor es el nivel de renta, pero al mismo tiempo con una creciente presencia de ese factor en los estratos más pudientes.

Eso remite a los fenómenos de desclasización que comenzaron a proliferar con el estallido de la burbuja: amplias capas de la población descubrían con estupor que no formaban parte de la clase media sino que eran pobres, a menudo entonces con una losa de deuda que alejaba los horizontes de prosperidad y con frecuencia ahora descubriendo que al sueldo cada vez le sobra más mes por el encarecimiento de la parte básica de la cesta de la compra.

«La vivienda y la situación económica condicionaron mucho la manera en la que cada uno vivió la pandemia», apunta Sorando, que recuerda cómo la debilidad del mercado laboral español, centrado en prestaciones de servicios que generan escaso valor añadido, y la devaluación salarial iniciada la pasada década se encuentra, junto con la precariedad laboral, en la base de «otro de los fenómenos que ha venido para caracterizar nuestra sociedad, que es el del trabajador pobre al que el empleo no le garantiza un nivel de vida holgado. Esa figura es un indicador de la sociedad que está quedando después de estas crisis, aunque algunos indicadores están mejorando como consecuencia de las subidas del salario mínimo«.

Ese fenómeno, que coincide con otro creciente de empobrecimiento de los pensionistas, afecta ya a casi uno de cada ocho ocupados, alrededor de dos millones y medio de personas, cuyas economías se encuentran por debajo del umbral de la pobreza.

En este sentido, resultan significativos los datos de la Agencia Tributaria sobre las fuentes de ingresos de los españoles, que reducen a quince millones el número de los que en 2019 vivieron todo el año solo con su salario mientras la cifra de 3,3 que compaginaban el sueldo y la prestación de desempleo a lo largo del año repuntaba de nuevo para encaminarse de nuevo hacia la horquilla de 3,5 a 3,8 que caracterizó la fase dura de la crisis posterior a 2008.

Son una parte del precariado, la que alterna el trabajo inestable con las ayudas públicas cuando sus breves e irregulares carreras de cotización les permiten la segunda opción cuando falla la primera.

“La mayoría social se ha empobrecido”

La situación, en cualquier caso, no es nueva ni, aunque sí se ha visto intensificada con el carrusel de crisis, tampoco tiene su origen en el estallido de la burbuja. La cosa ya venía fraguándose.

«Antes de la gran recesión había ya un caldo de cultivo que se manifestaba, se estaba viendo que el sistema económico se mantenía sobre grandes dosis de precariedad y que había dificultades para el acceso a la vivienda, aunque el crédito lo amortiguaba», explica Sorando.

A partir de ahí, primero cayó el empleo precario y vinculado a la construcción mientras la espiral de deuda crecía. «Después vino el reinicio de ciclo económico, pero con una devaluación del sistema salarial y con recortes de servicios públicos tras las dos reformas laborales«, señala el sociólogo, que recuerda cómo, junto con esos factores el alquiler comenzaba a actuar como «n mecanismo de empobrecimiento» por sus elevados niveles y subidas.

En el cambio de década, «cuando empezábamos a remontar y se dada un contexto en el que se podían asentar factores de estabilidad llegó la pandemia, que provocó una nueva pérdida de empleo pese a los mecanismos de protección social» y tras la que comenzaron a acelerarse los incipientes procesos de digitalización y de robotización, que han tenido como consecuencia la exclusión de amplios grupos de trabajadores de baja formación y edad avanzada, entre los que se está cronificando el paro de larga duración.

«El riesgo de reemplazo de un trabajador por la digitalización y la robotización es mayor en los sectores de mayor edad y, dentro de estos, entre los estratos sociales más bajos», anota Sorando, que recuerda cómo, tras esa combinación de crisis y de vectores de precarización y empobrecimiento, «la inflación ha cortado de nuevo la incipiente recuperación» en una sociedad en la que, quince años después, «la mayoría social se ha empobrecido».

La Base #32 – Luz y combustible: ¿cómo bajar la factura?

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Pablo Iglesias, Sara Serrano y Manu Levin analizan las medidas anunciadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis económica, en especial las relativas al precio de la energía y los carburantes. Con las valoraciones de Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda (GESTHA), de Rubén Sánchez, portavoz de la organización de consumidores FACUA, y de Pablo Martínez, portavoz del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid. Con ronda de reacciones de los portavoces de la izquierda parlamentaria; con entrevista al científico del CSIC y experto en energía Antonio Turiel; con la participación de la antropóloga, profesora universitaria y militante ecofeminista Yayo Herrero, y del periodista de Público especializado en política energética Alejandro Tena; y con la colaboración de Anita Fuentes en ‘Placeres culpables’. ¡Bienvenido al CANAL de Youtube de Público! Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario. ¡Suscríbete ya a nuestro canal!: https://bit.ly/2U8nM0q Visita: https://www.publico.es/ Síguenos en Facebook: https://www.facebook.com/diario.publico/ Síguenos en Twitter: https://twitter.com/publico_es Síguenos en Instagram: https://www.instagram.com/publico.es Únete a la República de Público: https://bit.ly/2GKg4Sx

Europa dependerá de combustibles fósiles rusos hasta 2027

Un trabajador inspecciona un gato de bombeo en un campo petrolero en la localidad de Otrada, suroeste de Rusia, marzo de 2016. (Foto: Blommberg)

Europa estima que dependerá de los combustibles fósiles rusos hasta 2027, mientras que aumentan las sanciones antirrusas por la crisis de Ucrania.

El portavoz de la Comisión Europea para Acción Climática y Energía, Tim McPhie, manifestó el lunes que Europa seguirá dependiendo de los hidrocarburos rusos hasta 2027, mientras que varios Estados están apuestos a cesar cuanto antes los negocios con Moscú en rechazo a la operación militar rusa en Ucrania.

“Aspiramos a ser completamente independientes de los combustibles fósiles rusos para 2027, y creemos que es posible reducir nuestra demanda en dos tercios dentro de un año”, declaró McPhie en una rueda de prensa de la Comisión Europea.

Varios países occidentales activaron diversas rondas de sanciones contra Rusia después de que el país euroasiático lanzara el 24 de febrero una operación militar en Ucrania.

En medio de sus intentos por sustituir el petróleo ruso y bajar los precios, los países europeos ha recurrido a los países del Golfo Pérsico para pedir que aumenten la producción y los suministros.

Biden rechaza disculparse tras polémicas declaraciones sobre Putin

El presidente de EE.UU., Joe Biden, pronuncia un discurso en el Castillo Real de Varsovia, en Polonia, 26 de marzo de 2022. (Foto: Getty Images)

El presidente de EE.UU., Joe Biden, rechaza pedir disculpas y retractarse de haber dicho que su homólogo ruso, Vladimir Putin, no puede seguir en el poder.

“No retiro nada. Ni entonces ni ahora estoy articulando un cambio de política. Estaba manifestando la indignación moral que sentían y no me voy a disculpar por ello”, aclaró el lunes Biden en una rueda de prensa desde la Casa Blanca.

Asimismo, al ser preguntado sobre si estaba preocupado por una reacción de Putin de considerar tales afirmaciones como una escalada de tensión, aseveró que no le importa lo que piense el presidente ruso.

El sábado, en un discurso en Varsovia (Polonia), Biden manifestó que Putin no puede permanecer en el poder.

Estas palabras han generado polémica, por lo que la Casa Blanca se vio obligada a explicar que, con este comentario, el presidente estadounidense no reclama un “cambio de régimen” en Rusia.

 

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Bigio: EEUU de Biden echa más leña al fuego de crisis en Ucrania

El Gobierno de EE.UU., presidido por Joe Biden, echa más leña al fuego de lo que está ocurriendo en Ucrania por no ganar la guerra, opina un analista.

“No creo que se debe poner más leña al fuego”, ha enfatizado este lunes el analista en asuntos políticos Isaac Bigio en una entrevista concedida a HispanTV al abordar las recientes afirmaciones de Biden, que llamó “carnicero” a su par ruso, Vladimir Putin, por la operación militar que lleva a cabo Rusia en Ucrania.

Conforme al experto, es “una contradicción” que un mandatario estadounidense acuse al otro de “carnicero”, pues el propio país norteamericano es el que ha matado más civiles en todo el mundo.

Por otro lado, ha proseguido Bigio, el inquilino de la Casa Blanca realiza tales comentarios ya que “siente que no está ganando la guerra”.

Rusia: no suministramos gas a Europa si no paga en rublos

Planta de procesamiento de gas de Amur, en las afueras de Svobodny, Rusia, 29 de noviembre de 2019. (Foto: Reuters)

El portavoz del Kremlin advierte de que Rusia, objeto de duras sanciones del Occidente, no suministrará gas a Europa si no paga en rublos.

“Es evidente que no vamos a suministrar gas gratis. Eso se puede afirmar con toda seguridad”, ha dicho este lunes el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en declaraciones a la prensa.

De hecho, según el vocero ruso, Rusia no puede “dedicarse a la caridad” mientras afronta múltiples sanciones impuestas por los países occidentales debido a la operación militar que realiza en Ucrania desde el 24 de febrero; ese comportamiento no es “ni posible, ni conveniente” para Moscú, ha agregado.

Del mismo modo, Peskov ha señalado que todas las “modalidades” de pago en rublos para el suministro de gas natural a Europa “están siendo elaboradas” y luego se determinará el plazo fijo para esta forma de pago.

Hay un mercado en Asia para el petróleo de Rusia

Respecto a las pérdidas que sufrirá Moscú debido a esta decisión, Peskov ha asegurado que “hay un mercado en el sudeste asiático, en el este”“Por supuesto, la caída de pedidos de petróleo [por parte de Europa] se compensará por los pedidos en dirección al este”, ha sostenido.

El pasado miércoles, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que su país rechazará el pago del gas ruso en divisas, incluido el dólar y euro, y que cobrará solo en rublos los suministros a los países “inamistosos”, entre ellos, los de la Unión Europea (UE), EE.UU. o el Reino Unido.

Las declaraciones de Putin han provocado la subida de los precios del gas en Europa hasta un 30 % ante la posibilidad de que la medida agudice la crisis energética de la zona.

Se espera que el 31 de marzo la compañía estatal de gas ruso Gazprom, que por el momento mantiene sin cambios los suministros a Europa, así como el Banco Central y el Gobierno ruso informen a Putin sobre las medidas a tomar para transferir el pago por el combustible en rublos.

Alemania se aleja de Biden: OTAN no busca derrocar a Vladimir Putin

Canciller alemán, Olaf Scholz, en una rueda de prensa en Berlín, Alemania, 7 de enero de 2022. (Foto: AFP)

Alemania asegura que la OTAN no busca derrocar a Vladimir Putin y descarta la posibilidad de su involucración militar en el conflicto de Ucrania.

“Ese no es el objetivo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] por cierto, tampoco es el objetivo del presidente estadounidense [Joe Biden]”, explicó el domingo el canciller alemán, Olaf Scholz, en una entrevista con la emisora local ARD.

De este modo, Scholz intentó alejarse de, o quizás aclarar, la postura adoptada el sábado por Biden quien afirmó que el líder ruso, Vladimir putin, “no puede permanecer en el poder” tras la operación rusa en Ucrania.

“La democracia, la libertad y la ley tienen futuro en todas partes, pero corresponde a los pueblos y naciones luchar por esta libertad”, puntualizó el titular germano.

En otra parte de sus comentarios, Scholz optó por aclarar que las tropas alemanas no planean no tener una presencia directa en la actual guerra en Ucrania, ni imponer una zona de exclusión aérea en este país europeo.

“Taiwán no es Ucrania”: China asegura defender su soberanía nacional

Vocero de Cancillería china, Wang Wenbin, asiste a una rueda de prensa en Pekín, capital, 14 de enero de 2022. (Foto: Getty Images)

China remarcó que cuestión de Taiwán y Ucrania no es igual y aseguró defender su soberanía nacional pese a intentos de EE.UU. para “desprestigiar” a Pekín.

Taiwán no es Ucrania, la determinación y la voluntad del pueblo chino de defender la soberanía nacional y la integridad territorial son inquebrantables”, ha dejado claro este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin, en una rueda de prensa.

Esto debido a que las cuestiones de Kiev y Taipéi son diferentes, ha asegurado, para luego señalar que la isla es parte integral del gigante asiático, mientras el país europeo es un Estado soberano.

Asimismo, el vocero ha denunciado el uso de la situación de Taiwán para “desprestigiar” a Pekín por parte de Estados Unidos, país que busca crear “una nueva crisis en el estrecho de Taiwán”, a fin de lograr sus objetivos geoestratégicos y económicos “a costa del bienestar de la población de ambos lados del estrecho”.

 

Refiriéndose a la situación de Ucrania, el diplomático chino ha hecho hincapié en volver lo antes posible a los acuerdos de Minsk, suscritos para poner fin al conflicto en la región de Donbás, sita en el este del territorio ucraniano, como “única forma” de resolver la crisis del país europeo.

De acuerdo a Wenbin, Kiev no debe ser una frontera para la confrontación de los mayores poderes. Asimismo, ha llamado a todas las partes a buscar el diálogo y la consulta con el objetivo de llegar a una solución para salvaguardar la seguridad de Europa.

Pekín y Washington viven una escalada de tensiones, especialmente por Taiwán. Asimismo, China rechaza abiertamente los esfuerzos de EE.UU. por fortalecer el apoyo militar a las fuerzas taiwanesas, advirtiendo que “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar su seguridad y su integridad territorial”.

En este contexto, el portavoz del Ministerio chino de Defensa, Wu Qian, subrayó el jueves que la cuestión de la isla es un asunto interno del gigante asiático, razón por la cual no tolera ninguna injerencia extranjera.