Nuevo programa de El Frasco: Medios sin cura, el programa que aborda las noticias de la semana y el rol de los medios de comunicación con ironía y humor.
En marzo de este año, Boris Johnson decía en alusión a la operación de Rusia en Ucrania: “Putin debe caer”.
Pero, quien parece haberse caído en picada, ha sido el propio Boris que, debido a la acumulación de escándalos, a la renuncia de ministros y a la delicada situación económica del Reino Unido, se vio obligado a anunciar su dimisión como líder del Partido Conservador, abandonando el cargo de primer ministro.
De esta manera, la tan cacareada forma de aislar a Rusia está siendo un problema no sólo para el Reino Unido, sino para toda la Europa occidental.
Así, se cumple la advertencia de Putin: “el uso continuado de sanciones contra Rusia podría tener consecuencias desastrosas para el mercado global”. Y la crisis energética es la consecuencia más directa, con Europa apelando a la “economía de guerra”: Francia alertando que podría intervenir las centrales de gas, Alemania pidiendo “duchas cortas” y los Países Bajos, con manifestaciones del sector agrario.
Y quien no está precisamente mucho mejor que Europa, es quien dicta sus políticas: Estados Unidos. Allí, los precios de la gasolina alcanzan nuevos récords, la inflación es la más alta en 40 años y Biden sólo tiene un 13 % de aprobación. De hecho, hay medios que ya piden su renuncia, comparándolo con Nixon.
Por otro lado, Washington ha emitido una más que sospechosa “investigación” sobre el asesinato de Shireen Abu Akleh. La misma concluye que la periodista palestina “probablemente” haya muerto por disparos israelíes “no intencionales”.
Y en las redes sociales, esa llamativa conclusión no pasó para nada desapercibida.
Además, a pocas semanas para la asunción de Gustavo Petro como el nuevo presidente de Colombia, hablamos con Javier Calderón, Magister en Sociología e investigador del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), sobre los desafíos que tiene por delante el mandatario.
Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que traguemos.