Israel ha entrado en pánico después de que Rusia pidiera la “disolución” de la agencia que instiga la inmigración de judíos hacia los territorios ocupados.
El Ministerio de Justicia ruso pidió oficialmente “la disolución” en Rusia de la Agencia Judía, presentando una demanda ante el tribunal de distrito de Moscú, informó el jueves la portavoz del tribunal moscovita Basmany, Ekaterina Buravtsova, en un comunicado citado por los medios rusos.
Esto representa un importante paso adelante en la campaña de Rusia contra la organización cuasi gubernamental del israelí, encargada de facilitar y fomentar la inmigración judía a los territorios ocupados por Israel.
Israel, en pánico, enviará una delegación a Rusia
Tras el anuncio del tribunal ruso, el régimen israelí indicó que enviará una delegación a Moscú la semana próxima “para garantizar la continuación de la actividad de la Agencia Judía en Rusia”, informó el jueves la oficina del primer ministro, Yair Lapid, en un comunicado.
Según la nota, Lapid realizó una “evaluación de la situación” con funcionarios del ministerio de relaciones exteriores y el llamado consejo de seguridad nacional sobre el asunto y continuará “actuando a través de canales diplomáticos para que la importante actividad de la Agencia Judía no cese”.
La vocera del tribunal ruso afirmó, sin proporcionar más detalles, que la solicitud del cierre se presentó el 15 de julio después de violaciones legales por parte de la agencia israelí, y explicó que el asunto será discutido el 28 de julio, según la agencia de noticias local Interfax.
La decisión ha indignado a las autoridades israelíes. El ministro israelí de asuntos de la diáspora, Nachman Shai, indicó en un comunicado que la acción de Moscú contra la agencia fue en represalia por el apoyo del régimen de Tel Aviv a Ucrania y su postura sobre la operación militar rusa en el país.
Las relaciones entre Rusia e Israel se han deteriorado desde el comienzo de la operación militar rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado por el apoyo del régimen israelí a Kiev. Moscú asegura que Israel respalda a los neonazis en Ucrania y ha advertido en distintas ocasiones de las secuelas de tales ayudas a Kiev.
Además, los continuos ataques perpetrados por Israel contra Siria es otra causa de las tensiones. En este contexto, Rusia ha exigido la detención incondicional de las agresiones israelíes contra Siria advirtiendo que las “acciones irresponsables del régimen de Israel violan la soberanía siria y las normas básicas del derecho internacional”.
¿Satisface la nueva ley las demandas de los colectivos memorialistas y de familiares de represaliados por el franquismo? Emilio Silva y Jonathan Martínez analizan la ley en La Base
Los incendios de los últimos días han desatado las críticas al Gobierno de Castilla y León en manos del PP y la ultraderecha por la falta de coordinación y las carencias a la hora de hacer frente al fuego. Y, hombre, cuando se ha visto a una ONG ir a llevar comida a los brigadistas pues quizá puede ser que algo de descoordinación sí que haya habido.
Ahora el alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ha denunciado una más. Puente ha relatado a los medios cómo se ha producido la petición de la Junta para que los bomberos de la ciudad colaboraran en las labores de extinción.
«El domingo a las diez de la noche me llama el concejal […] y me dice que una operadora del 122 nos dice que enviemos una unidad a la localidad de Tábara. O sea, esta es la primera fórmula de requerimiento que nos hace la Junta para que colaboremos con el incendio». Después asegura que fue él quien tuvo que llamar al consejero para pedirle una petición formal. «Estamos mandando gente a jugarse la vida fuera de nuestro municipio, estamos jugándonos los bienes materiales […] qué menos que un papelito, ¿no?», denuncia.
La denuncia del alcalde ha añadido multitud de muestras de indignación nuevas a las que ya existían. Uno de los que mejor lo ha resumido es el humorista y presentador de Hora Veintipico Héctor de Miguel, salmantino de origen.
No saben ni pedir ayuda cuando hay una emergencia, pero aquí en CyL ya nadie aborta y la gente no folla por gusto. Así que seguirán ganando.😁👌🏽pic.twitter.com/EEdB7HoGAY
“Eran cuatro gatos, pero muy peligrosos”. Así describe la actriz y cantante Ana Belén, en este vídeo, la fuerza que tenía la ultraderecha a finales de los años setenta y principios de los ochenta. Este es un recorrido audiovisual por el periodo más violento de las tramas negras del fascismo español, desde 1977 a 1980. Jóvenes fascistas, en su mayoría militantes de Fuerza Nueva y falangistas, cometieron atentados atroces como la matanza de Atocha en 1977, el secuestro y asesinato de la joven Yolanda González o el apuñalamiento del líder sindical Arturo Pajuelo, en la manifestación del 1 de mayo en 1980 en Madrid. Algunos de sus autores consiguieron huir, casi siempre a dictaduras de países latinoamericanos, aunque las órdenes de búsqueda y captura estuvieran vigentes. Jose María Irujo y Joaquín Gil, del equipo de investigación de EL PAÍS, relatan en este vídeo las investigaciones periodísticas que han llevado a cabo para desenmascarar a algunos de los autores de estos atentados.
Investigaciones de EL PAÍS sobre crímenes de la ultraderecha
–El asesino de Yolanda González, el ‘ultra’ Emilio Hellín Moro, condenado a 43 años de cárcel, cambió su nombre por el de Luis Enrique y trabajó como asesor para la Guardia Civil y la policía en terrorismo y crimen organizado. EL PAÍS lo descubrió y tras la publicación nunca más volvió a ser contratado por la fuerzas y seguridad del Estado.
–EL PAÍS localizó en Brasil a José de las Heras, cerebro de un grupo de extrema derecha que protagonizó decenas de atentados y tres asesinatos, entre ellos la carta bomba a este diario en 1978 dónde murió el conserje Andrés Fraguas. De las Heras reconoció la autoría de los hechos en Guarajá, São Paulo (Brasil), donde reside desde que huyó de España, hace 40 años.
–José Menarges, exfugitivo ultra, que huyó a Paraguay para eludir 14 años de cárcel por diversos atentados ultras, trabajó como profesor de aspirantes a la pasarela en una agencia de modelos. Fue localizado por este periódico y reconoció, en conversación telefónica, su huida al país latinoamericano por tener contacto directo con gente de confianza de Blas Piñar.
–José Llobregat, ‘El loco’, fugado de España en 1980 antes de ser juzgado por la muerte del joven anarquista Jorge Caballero, se esconde en Santo Domingo, dedicado a golf y a la construcción.
El expresidente se enfrenta a un máximo de 13 años de cárcel por presuntamente ordenar las coacciones hacia los responsables de la Banca Privada d’Andorra (BPA) para conseguir datos de supuestas cuentas de los expresidentes catalanes.
La jueza de Andorra que instruye la querella contra el expresidente popular Mariano Rajoy por presuntas presiones a la Banca Privada d’Andorra (BPA) en el marco de la ‘Operación Cataluña’ ha encargado a la unidad económica de la policía que investigue el caso. Además ha dado autorización para que puedan intercambiar información con sus homólogos españoles.
Hace poco más de un mes, la jueza andorrana Stéphanie Garcia Garcia, titular del Juzgado de Instrucción 2 del Principado, notificó a Mariano Rajoy, y a los que fueran sus ministros de Interior y Hacienda, Jorge Fernández Díaz y Cristóbal Montoro respectivamente, que se les investiga por supuestas coacciones a BPA para obtener información de políticos catalanes durante el procés.
Ahora, Garcia Garcia ha acordado pedir las investigaciones oportunas a los agentes de policía judicial de la unidad económica y financiera que han tenido conocimiento de las diferentes causas judiciales que afectan a BPA.
La investigación deriva de una querella, admitida a trámite en 2020, que presentaron el Institut de Drets Humans d’Andorra, Drets, y el expresidente de BPA, Higini Cierco. En un comunicado, Drets ha celebrado la decisión de la jueza porque supone ir un «paso más allá» en su propósito de aclarar las supuestas coacciones denunciadas.
Para Drets es importante que se faculte a la policía a andorrana a intercambiar información con otros cuerpos de seguridad extranjeros, teniendo en cuenta que en la nota del Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN) de Estados Unidos que precipitó la intervención del BPA por sospechas de blanqueo de capitales tuvo participación el FBI.
El consejero de Atresmedia aparece en varios apuntes de Villarejo en febrero de 2015, según los cuales le dice al comisario que el entonces ministro Fernández Díaz había dado instrucciones para que Asuntos Internos no le molestara. Semanas después, el responsable de esa unidad de la Policía, Marcelino Martín-Blas, fue cesado de su cargo.
A principios de febrero de 2015, el comisario Villarejo apuntó en su agenda referencias de las conversaciones que mantuvo esos días con el consejero de Atresmedia Mauricio Casals. En esas anotaciones se recoge que el también presidente del diario La Razón llamó a Villarejo para mostrarle su apoyo y calmarlo porque «el ministro» ya había dado instrucciones para que el jefe de la Unidad de Asuntos Internos de aquel momento le dejara tranquilo. Unas semanas después, Marcelino Martín-Blas, el comisario al frente de esa unidad, era cesado de su puesto.
En aquel momento todavía no se había publicado el entramado societario que poseía Villarejo, pero el nombre del comisario estaba en los medios por su implicación en el caso Nicolay. En su primera declaración ante la Policía cuando fue detenido en octubre de 2014, el pequeño Nicolás dio el nombre del comisario y lo vinculó con el empresario Javier de la Rosa.
El 3 de febrero Villarejo apunta en su agenda los detalles de la conversación que mantiene ese día con Casals. El consejero de Atresmedia llama al comisario y le muestra su apoyo para, a continuación, decirle que «va a ordenar a La 6ª [en referencia a La Sexta]» que le dejen tranquilo. Finaliza su resumen de la llamada con una cita para verse en persona: «Comer en breve».
Al día siguiente, uno de los periodistas más cercanos al comisario, Esteban Urreiztieta, abría la portada de El Mundo y recogía la denuncia de Villarejo contra Martín-Blas.
Este artículo no era casual. Su difusión y contenido eran fruto de la coordinación del periodista y Villarejo. Dos días antes de su publicación, el policía había estado hablando con Urreiztieta para programarlo. En las agendas el periodista de El Mundo aparece identificado con su nombre (Esteban) o un acortamiento del mismo (Esteb), seguramente por la dificultad que suponía para el comisario escribir el apellido. Para saber de qué Esteban se trataba, Villarejo lo relacionaba con Inda, en referencia a Eduardo Inda, que había abandonado el diario en diciembre de 2014, pero con el que Urreiztieta solía firmar y que, seguramente, presentó a ambos.
En menos de 24 horas el texto está redactado y Urreiztieta avisa al comisario de que saldrá al día siguiente tras hacer las llamadas pertinentes a personas mencionadas en el artículo.
El día de la publicación, la agenda de Villarejo refleja las muestras de apoyo que Villarejo recibe de sus colegas policías como Enrique de Federico o el ex Director Adjunto Operativo (DAO), Agustín Linares.
Pero también recoge las llamadas y demostraciones de apoyo de tres periodistas: Daniel Montero, Luis Rendueles y Ana Rosa Quintana. Los tres se comprometen a dar difusión a la denuncia de Villarejo, pero la más efusiva es la reina de las mañanas de Telecinco, que asegura al comisario que «va a dar caña».
Ese día, el Programa de Ana Rosa se hace eco de la publicación de El Mundo y muestra la denuncia de Villarejodesgranando su contenido. De hecho, en un momento dado la periodista Patricia Pardo comenta que no tiene acceso a toda la denuncia de Villarejo, falta la parte donde se enumeran los casos en los que Martín-Blas habría estado «manipulando, fabricando pruebas con el fin de alterar la verdad de diversos sumarios». La periodista se explica: «A nosotros nos falta una parte de esta denuncia pero se supone que en esa parte, que es el grueso de la denuncia, hace referencia a casos muy concretos».
En ese momento, Ana Rosa Quintana, móvil en mano, interrumpe: «Aquí lo tengo yo». A partir de ahí comienza a leer un texto en su teléfono y a enumerar los casos que Pardo no tenía en su documentación. Ana Rosa accede a la denuncia completa en su móvil.
No solo los periodistas que se hacen eco y presionan llaman a Villarejo ese día. El autor del artículo también lo telefonea. Urreiztieta quiere saber si el artículo ha tenido efecto y explica que ha habido «gran bronca en El Mundo«.
Se trata de un asedio mediático en toda regla contra Marcelino Martín-Blas que tenía un fin concreto: preparar el terreno a Mauricio Casals para que este moviera sus hilos dentro del Gobierno de Mariano Rajoy y apoyara a Villarejo contra las investigaciones de Asuntos Internos.
En ese contexto, Casals vuelve a llamar al comisario. El presidente de La Razón intenta de nuevo calmar a Villarejo y le explica que «el ministro [del Interior, Jorge Fernández Díaz] ha dado instrucciones» para que el jefe de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín-Blas, le deje tranquilo.
Al día siguiente, el 5 de febrero, Casals vuelve a telefonear a Villarejo una vez más para mostrarle su apoyo. En esta anotación el comisario escribe que le agradece los comentarios al consejero de Atresmedia, que en esa conversación le «dice que habló con el del CNI».
Unas semanas después, el 26 de marzo, el comisario Martín-Blas es cesado de su puesto como jefe de Asuntos Internos, como él mismo relato en la comisión de investigación de la operación Kitchen del Congreso (pág. 90).
Villarejo y Casals, una relación estrecha durante años
Estos apuntes de las agendas de Villarejo donde se reflejan las conversaciones con Mauricio Casals son solo una pequeña muestra de todas las anotaciones que se recogen en el conjunto de agendas analizadas por Público.
Durante años, Casals y Villarejo tejieron una relación intensa que les llevó a mantener conversaciones telefónicas y encuentros, como la comida de 2016 cuya grabación se ha desvelado estos últimos días y en la que también estaba el periodista Antonio García Ferreras.
Sin embargo, apuntes como los de febrero de 2015, donde Casals explica a Villarejo las acciones que tomaría el ministro Fernández Díaz para que Asuntos Internos dejara tranquilo al comisario, así como otras muchas anotaciones, desmienten al presidente de La Razón.
De hecho, la relación de ambos se acompaña en muchas ocasiones de la presencia de un tercer personaje, muy amigo de los dos y también involucrado en Tándem: el empresario Adrián de la Joya, que es quien los presenta en febrero de 2014. Villarejo describió a Casals en su primera toma de contacto como «el tronco de tropelías» de De la Joya.
Además, el propio Villarejo ha declarado que Mauricio Casals le hacía encargos. En mayo de 2021, en la comisión Kitchen del Congreso (pág. 23), el comisario aseguró que hacía «labores de inteligencia» para el presidente de La Razón.
Villarejo: Creo recordar que en las numerosas comidas que tuve con el Sr. Casals, Mauricio Casals —en algunas estaba el Sr. Ferreras, en otras incluso algún juez, el Sr. Andreu, y tal, etc., etc., de la Audiencia Nacional—, hablamos, creo recordar, en una de ellas, el Sr. Mauricio Casals me dijo que tenía problemas con estas personas porque había sido socio de no sé qué de programas informáticos, o no sé qué, o algo así. Bueno, me pidieron, pues eso, lo mismo que en otras ocasiones, en algunas de estas comidas me pidieron que hiciera algunas gestiones sobre el Grupo PRISA, cuando se peleaban con ellos. Pero fuera de eso, no recuerdo yo que hubiera una petición firme y formal de trabajar. O sea, a lo mejor… «oye, mira a ver si existe la posibilidad de tal porque esta gente está, digamos, contra mí, no sé cuánto, tal». El Sr. Pérez Dolset, que eran antiguos socios, no sé qué, el que tenía mucho más interés de todos era el Sr. Casals, Mauricio Casals».
«Hay que aniquilar a Rubén y Marcelino»
La tensión entre el comisario Marcelino Martín-Blas y la cúpula policial corrupta se inicia nada más llegar el primero a la jefatura de la Unidad de Asuntos Internos en febrero de 2012.
A las pocas semanas, Martín-Blas expresa su preocupación porque el control del sistema SITEL esté en manos de una sola persona (Enrique García Castaño). Algo que no gusta al entorno de Villarejo que hasta ese momento estaban sirviéndose de ese sistema para ofrecérselo al comisario.
Tampoco gustó la decisión del responsable de Asuntos Internos de solicitar la intervención de comunicaciones a dos policías, uno de ellos su amigo José Luis Olivera, porque se sospechaba que filtraban por anticipado actuaciones policiales clave, como por ejemplo operaciones de entradas y registro (se detectaba que la prensa llegaba a los escenarios antes que la Policía).
Pero las actuaciones directas relacionadas con Villarejo llegan dos años después. Al día siguiente de la detención del pequeño Nicolás el 14 de octubre de 2014, se localiza en el registro de la vivienda de este documentación y/o información vinculada a Villarejo y a su amigo, el empresario Adrián De la Joya.
Las agendas de Villarejo son una guía de sus audios
Como ya se ha explicado en anteriores ocasiones, un análisis de Público, tras cruzar con las agendas decenas de cortes de audios incorporados a la causa y otros que ha ido filtrando el comisario, concluye que la práctica mayoría de los apuntes de las agendas de Villarejo resumen en dos líneas lo hablado en cada uno de los contactos personales o telefónicos que ha tenido y grabado el comisario durante todo un día porque rara vez desconecta la grabadora. Las anotaciones tienen una correspondencia exacta en temática y fecha con los audios.
En otras palabras: las agendas son una suerte de guía de audios que facilita al comisario, en días posteriores, el cortado de los mismos y su archivo posterior por conversación y proyecto o personaje.
Por tanto, los apuntes de las agendas tienen casi siempre como respaldo un archivo de audio, no son anotaciones que corroboren audios o viceversa: agendas y audios son lo mismo. Cuestión distinta es el grado de veracidad que pueda darse al contenido de las conversaciones grabadas, porque Público detecta que, en no pocas ocasiones, se trata de diálogos guionizados para preconstituir pruebas falaces contra alguien o dotarse de una coartada a futuro según los casos.
La Base de Público llega al final de su primera temporada y lo hace abordando la profunda crisis de credibilidad del periodismo actual. 96 programas defendiendo que, como rapea Nega, más periodismo es Kapuscinski no Ferreras.
Una matemática, un filólogo, una periodista y un politólogo, acompañados de un equipo muy modesto pero muy motivado, apoyados por el diario Público, consiguiendo abrirnos un hueco en España y en América Latina como referente de información y análisis político.
Del «Ferrerasgate» y de periodismo hablamos con Willy Veleta, reportero multimedia de CTXT. En nuestra mesa de análisis contamos con Jonathan Martínez, periodista vasco y Marcos Ortiz del portal de análisis mediático El ojo del medio.
Y como punto final, Carla Galeote y El machistómetre, una sección dedicada hoy a las denuncias por violación y abusos sexuales en las pasadas fiestas San Fermín.