Los fabricantes de armamento y las mafias, los grandes beneficiados de la guerra de Ucrania

Un reciente informe de la Policía finlandesa, que coincide con una alerta de la Europol de hace unos meses, advierte de que miles de las armas enviadas por Occidente a Ucrania para combatir a Rusia están acabando en el mercado negro. 

08/10/2022 Un equipo de artificieros retira un misil de un edificio residencial en Járkov (Ucrania)
Un equipo de artificieros retira un misil de un edificio residencial en Járkov (Ucrania).  Vitalii Hnidyi / REUTERS

Y, sin embargo, hay quienes se están beneficiando, y mucho, con la guerra: los fabricantes de armas y sus mercaderes, los legales que están reabasteciendo a los países europeos donantes de armamento y las mafias que saquean estos arsenales despachados a Ucrania.

Las armas europeas robadas en Ucrania llegan a Escandinavia

La nueva alerta sobre el robo de armas en Ucrania la ha dado el superintendente de la Oficina Nacional de Investigación finlandesa, Christer Ahlgren, encargado de la lucha contra el crimen organizado. Ahlgren reveló que se está investigando la llegada a Finlandia de armas procedentes de Ucrania, entre ellas rifles de asalto, y que podrían pertenecer a la asistencia militar que los países europeos y Estados Unidos están proporcionando al Gobierno de Kiev.

Ahlgren fue más allá e informó de que la Policía de otros países europeos –en concreto Suecia, Dinamarca y Holanda– se ha incautado también de rifles de asalto, pistolas, granadas e incluso drones de combate procedentes de la ayuda militar europea. Según el comisario finés, existen rutas de tráfico ilegal de armas, que son transportadas incluso por bandas de moteros que operan en las grandes ciudades ucranianas.

El Gobierno de Kiev se ha apresurado a negarlo y ha señalado que todo es una campaña rusa de desinformación. Pero incluso el principal donante de esas armas, Estados Unidos, no acaba de creerse las garantías que da el Gobierno de Volodímir Zelenski, y ha procedido a comprobar estas denuncias sobre el terreno.

La desaparición de armas en Ucrania no es nueva

Antes de la guerra, Ucrania era ya el segundo país más corrupto de Europa (detrás de Rusia), según el Índice de Percepción de la Corrupción 2021 de Transparencia Internacional. Tras estallar la crisis del Donbás, en 2014, por el intento de secesión de parte de esta región ucraniana apoyado por Rusia, centenares de miles de armas ligeras «desaparecieron» en ambos frentes, el ucraniano y el prorruso, y acabaron en manos de mafias europeas.

Según un informe de 2021 del Índice Global sobre Crimen OrganizadoUcrania tenía uno de los mercados ilegales de armas mayores de Europa. Cerca de 300.000 armas pequeñas y ligeras desaparecieron o fueron robadas entre 2013 y 2015. Solo un 13% de ellas fueron recuperadas.

Según el director del Centro ruso de Análisis del Comercio Mundial de Armas, Ígor Korótchenko, Ucrania reexportará hasta el 15% de las armas que le suministran los países de la OTAN mediante esquemas ilegales de corrupción existentes desde hace mucho tiempo.

Esta información es rechazada por el Gobierno ucraniano como propaganda del Kremlin, pero la Policía europea es mucho más cauta y, sin creer o dejar de creer a las denuncias rusas, ha dado su propia voz de alarma sobre lo que está ocurriendo en Ucrania.

La Europol ya lo denunció

En julio pasado, la Europol advirtió de que «la proliferación de armas de fuego y explosivos en Ucrania podría llevar a un incremento del tráfico de esas armas de fuego y municiones en la Unión Europea a través de rutas de contrabando ya existentes y plataformas online», y que esta amenaza será mucho mayor cuando la guerra haya terminado.

El 27 de octubre, la Unión Europea indicó que planea endurecer las leyes que rigen el comercio y el transporte de armas de fuego ante el peligro de que la guerra de Ucrania incremente la presencia ilegal de este tipo de armamento en Europa.

Estados Unidos manda a sus inspectores a Ucrania

Ante tales indicios, Estados Unidos ha sido el primer país en enviar a Ucrania equipos de inspectores militares para comprobar el destino de sus envíos. Esta operación, dirigida por el general Garrick Harmon, agregado de Defensa en Kiev, incluye el rastreo de armas ligeras y de alta tecnología, como los cerca de 1.400 misiles portátiles Stinger o los 8.500 cohetes antitanque Javelin entregados a Ucrania.

Estados Unidos ha destinado ya a Ucrania cerca de 18.000 millones de dólares en asistencia militar y su presidente, Joe Biden, ha comprometido 50.000 millones más.

Una victoria republicana en las elecciones legislativas del 8 de noviembre podría romper este compromiso, pues en ese partido son muchos quienes cuestionan esa entrega al Gobierno de Kiev de material bélico de última generación, dados los antecedentes de corrupción en Ucrania, que podrían dispararse tras el conflicto.

Los países europeos han proporcionado más de 3.000 millones de euros en asistencia militar a Ucrania y hay aprobada una remesa de 500 millones, en su mayor parte equipamiento letal. Por eso, para reponer y modernizar sus propios arsenales, y al tiempo enviar armas a Ucrania, Europa ha multiplicado sus compras, sobre todo a empresas estadounidenses.

Las empresas de armas de EEUU, las grandes beneficiadas

El principal negocio que Estados Unidos está haciendo con la guerra de Ucrania no está en el suministro de gas licuado que sustituye al gas natural. El negocio más pingüe para las empresas de ese país es el de la fabricación y venta de armas en este conflicto. Al fin y al cabo, Estados Unidos es el mayor exportador de armas del mundo.

Tras la invasión rusa de Ucrania, los países europeos miembros de la OTAN se han comprometido para incrementar sus compras de armas en cerca de 230.000 millones de euros. Alemania, es el país con una apuesta más desaforada por este tipo de adquisiciones, con 100.000 millones de euros destinados a mejorar sus fuerzas armadas. Polonia, el país más receloso ante los pasos rusos, estará pronto dedicando entre un 3 y un 5% de su PIB a defensa.

Y hace unos días Estados Unidos aprobó la venta potencial a Finlandia -nuevo socio en la OTAN gracias a la guerra de Ucrania- de sistemas guiados de cohetes de lanzamiento múltiple por un coste de 535 millones de dólares.

¿Y dónde se adquirirán las armas de última generación para modernizar los ejércitos europeos? Pues en su mayor parte en Estados Unidos, cuya industria manufacturera de material militar es la gran beneficiada del conflicto.

Los arsenales europeos habían venido reduciéndose desde la caída de la Unión Soviética. Ahora, la guerra de Ucrania y la supuesta amenaza de Rusia sobre la OTAN han disparado la histeria para comprar más armas. Si a esta situación se añaden las copiosas entregas europeas de armamento a Ucrania para detener al Ejército ruso y la necesidad de reponer esos depósitos, entonces se dan las circunstancias ideales para que los mercaderes de armas estadounidenses hagan su agosto.

Además, la crisis desatada en Ucrania ha llevado a muchos países europeos a cerrar filas en torno a la OTAN, aceptando, sin rechistar y de buen grado, el liderazgo absoluto de Estados Unidos. Y una forma de mostrar ese entusiasmo es comprar las armas precisamente en el mercado estadounidense.

Las armas, una clave de la diplomacia de Estados Unidos

Las armas son un asunto de Estado para Washington y un elemento esencial de su política exterior. La venta de armamento es utilizado por Estados Unidos para hacer aliados y derribar contrincantes.

El caso del suministro de armas a Taiwán es un ejemplo fehaciente, que ha llevado al enfrentamiento entre Washington y Pekín, y a la toma de posiciones en una región, la de Asia-Pacífico, donde los aliados de Estados Unidos, como Japón o Corea del Sur (otro gran fabricante del sector), están siempre dispuestos a hacer generosos desembolsos a la industria norteamericana de armamento.

En el caso del conflicto ucraniano, uno de los hándicaps que se han encontrado las sanciones occidentales a Moscú es que Rusia era, hasta que comenzó la guerra, el segundo exportador de armas mundial y esos envíos de armas han seguido circulando, especialmente hacia Asia, pese a las restricciones.

Los bandazos que ha dado el conflicto y los problemas mostrados por el material militar ruso han llevado a muchos clientes a buscar otros proveedores. India, el mayor comprador de armas rusas, está renegociando contratos, al igual que otros clientes en Oriente Medio.

Debido a la guerra, Rusia podría ver disminuir en un 26% las ganancias por ventas de armas en 2022, en comparación con el año pasado. Pero, pese a esta caída, el negocio sigue ahí y continúa alimentando la maquinaria bélica rusa que se mueve en Ucrania.

Unos beneficios que continuarán

En todo caso, el premio gordo lo tienen los grandes fabricantes de armas estadounidenses, encabezados por los gigantes del sector: Lockheed Martin, Boeing y Raytheon Technologies. EEUU espera alcanzar los 50.000 millones de dólares en venta de armamento para este año 2022, frente a los 35.000 millones que ganó el año pasado, según la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa de Estados Unidos.

«Creo que durante los próximos tres años más o menos, habrá aumentos continuos», ha explicado el director de esa agencia, James Hursch.

¿Estaba contemplando este directivo una dilatación de la guerra de Ucrania durante ese tiempo? ¿O quizá preveía nuevos conflictos internacionales, como una eventual crisis en torno a Taiwán, y pensaba en los aliados asiáticos de Estados Unidos como eventuales nuevos clientes que reemplacen a las, para entonces, exhaustas arcas europeas? El tiempo lo dirá.

La Universidad Complutense excluye a Pablo Iglesias de la selección para una plaza de profesor de Ciencias Políticas

Todos los candidatos han sido descartados, algo «extrañísimo y del todo infrecuente» ha explicado Iglesias. El centro universitario argumenta que Iglesias y el resto de candidatos no acreditan la suficiente experiencia profesional en el campo de la política y la administración.

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias, durante el acto de clausura de la Universidad de Otoño de Podemos.  durante el acto de clausura de la Universidad de Otoño de Podemos / EFE

Iglesias ha publicado la resolución del tribunal encargado de gestionar el proceso, que recoge que en su caso y otros tres aspirantes no se acredita experiencia profesional en la materia relacionada con el perfil de la plaza. Concretamente, la convocatoria desgranaba que el perfil profesional planteaba experiencia en asesoría política y la plaza se ceñía al área de conocimiento «Ciencia Política y de la Administración».

Según este documento, a dos aspirantes se les aparta por no justificar el pago de las tasas y el resto, como expone Iglesias por no poder acreditar el ejercicio de la actividad profesional en la materia, o bien no acreditar un mínimo de tres años de experiencia profesional relacionada con el perfil de la plaza.

Pablo Iglesias ha revelado este lunes a través de un hilo en su cuenta de Twitter que ha sido excluido, junto al resto de candidatos, del proceso de selección para una plaza de profesor asociado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Una situación que el presentador de La Base de Público ha calificado de «extraña» y del «todo infrecuente».

Iglesias ha publicado la resolución del tribunal encargado de gestionar el proceso, que recoge que en su caso y otros tres aspirantes no se acredita experiencia profesional en la materia relacionada con el perfil de la plaza. Concretamente, la convocatoria desgranaba que el perfil profesional planteaba experiencia en asesoría política y la plaza se ceñía al área de conocimiento «Ciencia Política y de la Administración».

Según este documento, a dos aspirantes se les aparta por no justificar el pago de las tasas y el resto, como expone Iglesias por no poder acreditar el ejercicio de la actividad profesional en la materia, o bien no acreditar un mínimo de tres años de experiencia profesional relacionada con el perfil de la plaza.

Pablo Iglesias explica que es «extrañísimo y del todo infrecuente» la decisión de la Universidad Complutense. «No es frecuente que se excluya a todos los candidatos que optan a una plaza de estas características. Pueden revisar las plazas convocadas en el mismo área de conocimiento en la web de la UCM. Verán que los mismos candidatos no fueron excluidos en otras ocasiones. Basta poner en Google el nombre de los candidatos para comprobar que varios somos profesionales de la Ciencia Política con experiencia profesional y docente acreditada. Es muy extraña la exclusión», ha desgranado iglesias

Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha lanzado en Twitter que espera que la Complutense, universidad financiada con dinero público de todos los madrileños, disponga de una «explicación nítida» para esta «extraña decisión». «Porque el olor a ‘aviso a navegantes’ que tiene el asunto se percibe hasta con la mascarilla puesta», ha dicho Echenique.

La plaza de periodismo

A principios de octubre trascendió que Iglesias no había logrado la plaza de profesor asociado en Periodismo en la Complutense, plaza que recayó en la periodista y presentadora Sandra Daviú.

Para puntuar a los candidatos, la comisión de selección del proceso incluía una serie de criterios como experiencia profesional (el apartado que más contaba), experiencia docente y otros méritos. El exvicepresidente y líder de Podemos se quedó en una calificación de cuatro mientras que la aspirante que se ha alzado con la plaza es la periodista y presentadora Sandra Daviú, quien ha cosechado 7,4 puntos durante el proceso. De esta forma, quedó en quinto lugar en una terna de siete candidatos.

El otoño en el que Podemos se ‘independizó’ de Yolanda Díaz

La formación morada ya definió en verano a la vicepresidenta como una aliada electoral, y ahora tampoco dan por cerrado que vaya a ser su candidata, aunque su principal objetivo será lograr una coalición con el proyecto de Díaz.

Yolanda Díaz e Ionee Belarra
Yolanda Díaz e Ione Belarra en una imagen de archivo.  EUROPA PRESS

Hace apenas un año, en Podemos tenían claras dos cuestiones: Yolanda Díaz era la líder de Unidas Podemos y sería su candidata en cualquier caso de cara a las siguiente elecciones generales. Sin embargo, la realidad de hace un año no es la actual, y en la organización ya no dan por asegurado que la vicepresidenta vaya a ser su número uno en los siguientes comicios.

Entre un punto y otro se ha recorrido un camino en el que han influido distintos elementos. En primer lugar, el proceso de reconfiguración y reseteo de la izquierda que la vicepresidenta inició con su proceso de escucha. El objetivo es el de desmontar el puzle del espacio progresista para articular un proyecto de país, y con ello se han desdibujado los roles y el peso político que los partidos se dieron hace siete años.

Díaz ha comenzado a encajar de nuevo las piezas de ese espacio con Sumar (de momento, de manera muy incipiente), y ha dejado claro, además, que en las primeras vigas maestras de su proyecto no quiere un papel protagonista para los partidos políticos.

En segundo lugar, Podemos e Izquierda Unida, principales columnas de Unidas Podemos, también se han distanciado, y las elecciones andaluzas visibilizaron las tensiones de una coalición que podría desaparecer en los próximos meses. A día de hoy todavía no se ha cerrado un gran acuerdo para concurrir juntos a las elecciones municipales y autonómicas y, de momento, depende de cada territorio. Con todo, ni siquiera las siglas de Unidas Podemos están garantizadas en las papeletas del próximo ciclo electoral.

El tercer elemento es, precisamente, los procesos electorales de mayo de 2023 en municipios y autonomías. Díaz ya ha anunciado que la traducción electoral de su plataforma no estará lista para concurrir a estos comicios, y ha insistido en la necesidad de construir su proyecto de país al margen (todo lo que sea posible) de los calendarios electorales.

De candidata del espacio a aliada electoral

Todos estos elementos han servido a Podemos para reorientar su rumbo y priorizar su continuidad como herramienta válida para el ciclo que se avecina que no depende del proyecto de la vicepresidenta. En la reflexión estival, los cursos de verano de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial, la formación morada acometió un primer cambio de registro respecto a Díaz al referirse a Sumar como un «aliado electoral«.

Con este nuevo mapa de alianzas, Podemos rechazaba formar parte (al menos de forma voluntaria) del reseteo de la izquierda que la ministra de Trabajo había comenzado y defendía la existencia de su estructura al margen de la plataforma de Díaz. Con todo, el principal lazo que los unía a la dirigente gallega seguía vigente: ella era su candidata a las elecciones, en cualquier contexto y bajo toda premisa; al menos eso es lo que se trasladaba desde el partido.

Llegó el otoño, la Universidad de Podemos y una nueva reflexión para definir el camino a seguir. Este cónclave, celebrado el 5 y 6 de noviembre en Madrid, ha servido a dos propósitos fundamentales: el primero, demostrar que el partido está listo para las elecciones municipales y autonómicas, que ya tienen a sus candidatos aunque falten siete meses para la cita con las urnas, y que el trabajo de preparación de la Secretaría de Organización (reactivación de círculos en los territorios, puesta a punto de las estructuras, etc) ha concluido.

El segundo es un rearme ideológico e identitario que, sea este el objetivo o no, provoca algunas chispas al entrar en contacto con el Sumar de Yolanda Díaz, un proyecto que en su fase inicial ha apartado por completo las siglas y la organicidad y ha construido un discurso que ha señalado algunos de los vicios de los partidos políticos. En Podemos ya se refieren a esta plataforma como «el partido Sumar» porque tienen claro que en las próximas generales la vicepresidenta segunda dotará a su ‘movimiento ciudadano’ de una estructura que le permita concurrir a las elecciones.

Respecto al refuerzo identitario, más o menos común en unas escuelas de formación con las que el partido pretende revitalizar a su militancia, se ha optado por pedir «respeto» para Podemos y para sus inscritos. Desde la organización precisan que no solo se referían a otras formaciones y actores del espacio progresista, sino también a los medios de comunicación que publican noticias falsas y a los jueces que han perseguido a sus dirigentes en algunas tramas que incluso fueron delictivas, como la cruzada del exjuez Alba (actualmente en prisión por este caso) contra Victoria Rosell.

Sin embargo, Javier Sánchez, portavoz del partido, precisó este lunes que  «Podemos se tiene que respetar en el ámbito de las fuerzas progresistas». Con el proceso de primarias a municipales y autonómicas concluido, y una hoja de ruta que apuesta por dar la batalla ideológica de manera clara a la derecha y la ultraderecha, los de Ione Belarra ya no asumen que Díaz sea su candidata bajo cualquier premisa y circunstancia.

El itinerario a seguir para Podemos es dejar que la vicepresidenta concluya su proceso de escucha, estudiar su propuesta y, finalmente, si Díaz decide que va a ser candidata, tratar de conseguir un acuerdo de coalición con Sumar. Un eventual escenario de negociación entre los de Ione Belarra y la plataforma de Díaz para concurrir a unas elecciones generales está todavía lejos, pero la formación morada ya ha dejado claro que, a su juicio, unos malos resultados de su partido en las municipales y autonómicas harían prácticamente imposible un buen resultado de la izquierda en las generales.

El escenario de los próximos meses está prácticamente definido, y ya no tiene que ver con una reconfiguración de la izquierda marcada por el proyecto de Díaz en la que vayan a participar todos los actores bajo una unidad que se daba por sentada.