Perú: Boluarte se aferra al poder y construye un enemigo interno para justificar la represión

Mientras tanto, las protestas se acercan a Lima, el Gobierno se muestra cada vez más militarizado y 47 muertos en 38 días de presidencia.

Dina Boluarte, elegida presidenta de Perú tras la caída de Pedro Castillo.
Dina Boluarte, elegida presidenta de Perú tras la caída de Pedro Castillo.  Lucas Aguayo Araos / EUROPA PRESS

La exvicepresidenta de Castilla y León (PP) desmiente a Mañueco sobre las medidas para abortar: «No sabe ni lo que dice»

La médico Rosa Valdeón niega que se fomente la natalidad porque te hagan una ecografía y que -como dice el presidente- esto se aplique desde hace varios años.

Mañueco y Rosa Valdeón

Alfonso Fernández-Mañueco y Rosa Valdeón.  Público

Rosa Valdeón nunca tuvo el perfil de política del PP, pero ejerció el poder en Castilla y León como vicepresidenta (el cargo que hoy ocupa Juan García-Gallardo de Vox) y consejera de Familia. Como médico -es inspectora-, conoce bien la realidad sanitaria. Incluso antes de su etapa política llegó a dirigir un hospital en Salamanca. Por eso, se lleva las manos a la cabeza con la nueva idea de imponer el «latido fetal» a las mujeres que piensen en abortar. Sabe que no se aplicará y que no podrán hacerlo, y desmiente a Alfonso Fernández-Mañueco cuando este sábado en Zaragoza ha confirmado que, en realidad, «las medidas antiabortivas van en línea de lo que se viene aplicando desde hace varios meses y años» para fomentar la natalidad.

Rosa Valdeón señala a Público que Mañueco «no sabe ni lo que dice». Aclara, además, que «no se fomenta la natalidad porque te hagan una eco».

Implicada hasta la médula con el pueblo saharaui -donde acude como voluntaria para intervenciones-, Valdeón hoy sufre, como se puede ver en su cuenta de Twitter, ante la falta de «rumbo coherente» que lleva su comunidad desde que Mañueco llegó al poder y, especialmente, cuando lo ha hecho con la ultraderecha.

Ecografías 4D

La exvicepresidenta de Castilla y León con el moderado Vicente Herrera como presidente, aclara también a nuestro medio que «las ecografías 4D no se hacen en todos los centros sanitarios públicos y, desde luego, no con ese fin ni en ese momento del embarazo».

Y, aunque sabe que estas medidas anunciadas por el ultraderechista García-Gallardo no puede aplicarlas, le preocupa la imagen que se está dando de su comunidad y, como destacó en sus redes sociales: «Castilla y León no puede soportar más imbecilidad de sus dirigentes. Por acción y por omisión. Basta ya».

Pero Valdeón remite, para saber lo que hay de verdad en este asunto, a las declaraciones que estos días ha hecho el presidente en Castilla y León de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Javier Martínez-Guisasola. Ambos facultativos coinciden en que la ecografía 4D no aporta nada a lo que recoge la ecografía rutinaria, de blanco y negro, que es la que ya se está haciendode manera habitual.

En declaraciones a El Mundo, el doctor Guisasola, ante el plan antiaborto anunciado por García-Gallardo, aclara que «si nos van a obligar a poner el latido cardiaco por debajo de la semana doce de gestación, mientras las guías de salud nos dicen que no se recomienda, salvo que sea por ley, no debemos de hacerlo».

Igualdad

Mientras García-Gallardo consigue estos días todo el protagonismo con su descabellado plan, y Mañueco va a rebufo, mientras el presidente primero calla, luego apoya, luego matiza y, finalmente, declara cosas incoherentes para quienes conozcan el plan que se desarrolla con las mujeres que quieren abortar, desde el Ministerio de Igualdad, como ya anunció Público, dicen: «Nos preocupa profundamente esta medida propuesta por el señor Gallardo, que podría constituir una vulneración del derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres, ya que coartan su capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos, poniendo en riesgo su salud y devolviéndolas a situaciones de inseguridad sanitaria y de dificultades de acceso a una atención eficaz».

Las propuestas planteadas por Vox pueden, en la práctica, para el ministerio de Irene Montero, «suponer coacciones a las mujeres a la hora de poder decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo y, también, a los sanitarios y sanitarias en el ejercicio de sus funciones y, además, podrían implicar una desigualdad entre territorios que obligaría a las castellano leonesas a tener que trasladarse muchos kilómetros lejos de sus residencias para ejercer un derecho».

Lo cierto es que pocos creen que este plan anunciado por García-Gallardo tenga recorrido alguno. Mientras, el ultraderechista, desde el Gobierno de Castilla y León, sigue eclipsando la figura de un presidente cuestionado por los suyos y con serios problemas por su presunta financiación ilegal del PP en las primarias de Mañueco.

El truco fiscal de Ayuso: perdonar 5.000 millones a los ricos y subir 2.000 al resto

Los datos de ejecución presupuestaria revelan un constante aumento de la recaudación tributaria cuyo peso recae sobre las rentas medias y bajas, que son a la vez las menos beneficiadas por las rebajas fiscales publicitadas por el Ejecutivo madrileño, mientras las deducciones se concentran en las capas más pudientes.

Las políticas fiscales de la Comunidad de Madrid presentan claras tendencias a la regresividad.

Las políticas fiscales de la Comunidad de Madrid presentan claras tendencias a la regresividad.  EUROPA PRESS

¿Cómo es posible recaudar casi 2.000 millones más cada año mientras se anuncian rebajas por valor de 5.000 a las rentas y patrimonios más elevados como viene ocurriendo en los últimos años en la Comunidad de Madrid? La única manera testada consiste en elevar la presión fiscal por otro lado, principalmente entre quienes no se benefician de esos descuentos, aunque también tiene su influencia la propagación de un relato que magnifica el tamaño real de este último ingrediente.

Los últimos presupuestos aprobados por la Comunidad de Madrid, los de 2022, que seguirán vigentes este año al haber fracasado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso en su intento de aprobar otros nuevos, cifraban en 5.479 millones de euros las rebajas fiscales autonómicas, con el grueso de esa cifra concentrado en sucesiones y donaciones (3.749 en herencias y legados) y a la que hay que añadir las de patrimonio (992 en fortunas), IRPF (672 en rentas) y, con una cuantía mucho menos, el impuesto de transmisiones patrimoniales (66 en compraventas inmobiliarias).

La cifra es similar, aunque con otro reparto, a la de 4.733 de 2019, cuando comenzó la legislatura, entonces con 616 en IRPF, 2.593 en sucesiones y donaciones, 307 en transmisiones patrimoniales y 228 en impuestos especiales, unas cifras a las que se suman los 989 perdonados ese año a los propietarios de grandes fortunas mediante la exención en patrimonio.

El grueso de esas exenciones se concentran en el impuesto que grava las herencias y legados, con un aumento de 1.156 millones a base de, según reseña el Panorama de Fiscalidad Autonómica que elabora el Consejo General de Economistas (CGE), ventajas para heredar gratis bienes integrados en el patrimonio histórico o cultural, exenciones para donaciones de hasta 250.000 euros de padres a hijos para comprar casa o adquirir acciones y bonificaciones del 99% de la cuota si la transferencia de ese dinero no es finalista y se realiza de cuenta a cuenta, magnitudes cuyo manejo escapa de largo a las posibilidades de la mayoría de los ciudadanos.

La recaudación de impuestos de Madrid iba creciendo a un ritmo intenso, según indican los Informes de Ejecución Presupuestaria de la propia comunidad, mientras se iban produciendo esas modificaciones, con las que conviven otras como la menor presión fiscal de todo el Estado para las rentas de más de 57.507 euros (menos de 300.000 contribuyentes en un censo de 3,5 millones), que acaban aportando cinco puntos menos que en el resto del país vía IRPF.

El aumento de la recaudación se acerca a los 2.000 millones en cuatro años, de los 21.865 de 2018 a los 23.503 con los que se prevé el cierre de 2022, a lo que se añade una previsión de dispararse hasta los 6.000 que incluían los fallidos presupuestos de este año, en todos los casos con un notable incremento de la recaudación en los impuestos directos, los vinculados a la renta, y una no tan acusada en los indirectos, los relacionados con el consumo y la propiedad.

“Si unos se benefician es porque otros pagan más”

«Si la tributación beneficia a las rentas más altas y a los grandes patrimonios y aumenta es porque otros pagan más», señala el economista Carlos Sánchez Mato, que describe el modelo como «un sablazo fiscal con el que se está haciendo un reparto cada vez más injusto de las cargas fiscales a base de argumentos simplones».

Lo cierto es que los registros de las deducciones en el tramo autonómico de la declaración de la renta resultan, como poco, llamativos, tal y como muestran los últimos disponibles, referentes a la liquidación del IRPF de 2020.

De hecho, lo primero que llama la atención es que únicamente suman 113,8 millones de euros cuando los presupuestos autonómicos anuncian año tras año beneficios fiscales en este impuesto por un valor superior a los 600 para los ciudadanos: al final se quedan en la quinta parte y suponen, en realidad, apenas un 1% de la recaudación por ese tributo, que ese año fue de 11.199 para la comunidad.

También sorprende la distribución de esas deducciones por tramos de renta, con los 11.000 contribuyentes que ganan más de 600.000 euros como los destinatarios de la mayor media per cápita, que duplica y triplica a las de cualquier otro tramo (y el promedio), mientras en años anteriores los 40.000 que ganaban más de 150.000 euros llegaban a recibir un volumen de descuentos superior al de los casi 400.000 que ingresaban entre 1.500 y 6.000.

La palabra «progresivo» no es precisamente lo primero que viene a la mente ante un sistema de este tipo, una posibilidad que todavía se aleja más si se atiende a las cuantías medias de cada deducción.

En la parte alta de la tabla se encuentran dos diseñadas para contribuyentes de posiciones económicas desahogadas, como las que bonifican la compra de acciones de empresas, que generan un ahorro medio de más de 1.800 euros para quienes se acogen a ellas, y las de las inversiones en empresas del MAB (Mercado Alternativo Bursátil), que superan los 1.600.

Mientras tanto, en el otro extremo se hallan las destinadas a aliviar la carga fiscal de las familias de bajos ingresos con dos o más hijos, que se quedan en 60 euros al año, y dos puestos por encima las de cuidado de hijos menores de tres años, que se sitúan en 281.

El dogma sin evidencia de la Curva de Laffer

El discurso oficial de la comunidad de Madrid va por otros derroteros cuyo eje es la apelación a la Curva de Laffer, un teorema formulado por Arthur Laffer, asesor del Gobierno de EEUU en la etapa de Ronald Reagan, en una servilleta durante una comida que ha sido objeto, más que de interpretación, de tergiversación: algunos flancos del liberalismo sostienen a partir de su esquema que bajar los impuestos estimula la actividad económica y con ella la recaudación fiscal, cuando lo que él planteó, sin salir nunca del campo teórico, era que existen unos tipos impositivos óptimos que maximizan los ingresos tributarios y que tanto por encima como por debajo de ese nivel cae la recaudación, ya sea por ineficiencia si son bajos como por desincentivar si resultan elevados.

«No hay ningún estudio serio que demuestre que la Curva de Laffer se cumple«, explica el economista Carles Manera, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Baleares y miembro de Economistas Frente a la Crisis (EFC), que coincide con José Moisés Martín Carretero, profesor asociado de la Universidad Camilo José Cela y miembro del mismo grupo, quien anota que «no hay ninguna evidencia científica que confirme esa teoría. Es un mito muy extendido pero sobre cuya certeza no hay ninguna evidencia».

«Ningún país está en la base descendente de la curva, todos están en la zona en la que bajar impuestos reduce la recaudación«, añade este último.

De hecho, los tres antecedentes históricos más destacados de políticas fiscales de ese tipo arrojaron resultados contrarios a la teoría, tal y como ocurrió en EEUU con Reagan y con Margaret Thatcher en Reino Unido, donde la bajada de tipos disparó el déficit por el sencillo y previsible procedimiento de mantener e incluso incrementar el gasto público (especialmente el militar en EEUU) mientras se reducían los ingresos fiscales, o en Rusia a finales de los 90, donde el recorte de tipos convivió con un aumento de la recaudación tributaria gracias a otro factor como la mayor persecución del fraude.

«No se puede soplar y sorber al mismo tiempo»

Entonces, ¿qué es lo que ocurre en Madrid? «Hay una utilización ideológica perversa de la política tributaria«, apunta Manera, para quien «el aumento de la recaudación se deriva del crecimiento económico, que ha repuntado después de la pandemia como en el resto de comunidades, pero no tiene nada que ver con la bajada de los impuestos a los ricos».

En este sentido, añade, «esa bajada no provoca mayor actividad económica, porque quienes se benefician de ella no se dedican a invertir lo que no se recauda».

«En realidad, el aumento de la recaudación tiene que ver con la actividad económica y con el crecimiento», anota Martín Carretero, mientras «se atribuyen a las bajadas de impuestos efectos que tienen otras causas. El modelo económico de la comunidad de Madrid no se basa en los bajos impuestos sino en que es la capital de España».

De hecho, la acumulación de sedes de grupos empresariales e instituciones de ámbito estatal en su territorio es uno de los factores que tiran al alza en la participación de la comunidad madrileña en el reparto del IVA, que el año pasado le reportó 6.409 millones de euros, ya que más de la mitad de la facturación sujeta del país se genera allí.

De ahí, por otra parte, la oposición del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso al proceso de descentralización de agencias y organismos estatales iniciado por el ejecutivo de Pedro Sánchez.

«El dumping fiscal es un problema para la financiación de servicios críticos como la sanidad, la educación y los servicios sociales. Es peligroso jugar con eso, porque genera posiciones populistas que llevan a aprobar rebajas fiscales fiándolo todo al crecimiento económico, que es cíclico», explica Manera, para quien ese tipo de planteamientos resultan «irresponsables».

«Cambiar la política tributaria es una opción en política, por supuesto, pero si se decide una rebaja de tipos hay que dejar claro qué servicios se van a rebajar», anota. «Es deshonesto decir que se van a bajar los impuestos sin recortar servicios ni generar más deuda -añade-, porque si baja la capacidad de ingresar se va a ver afectada la de gastar salvo que aumente el endeudamiento. No se puede soplar y sorber al mismo tiempo».

La mala fe de Carmen Calvo

NOELIA ADÁNEZ

Doctora en Ciencias Políticas

La exvicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo.- EUROPA PRESSLos seres humanos somos libertad y, de acuerdo con el existencialismo que lo proclama, rezumamos mala fe allí donde no estamos en condiciones de habitar la propia libertad con sentido de responsabilidad. La conciencia de ser libre genera angustia y su mala gestión provoca conductas irresponsables.Si Sartre creía que cuando la mala fe es autoimpuesta se incurre en una falta moral, Beauvoir concentró sus esfuerzos en analizar lo que sucede cuando es infligida y da lugar a situaciones de opresión. Desde la publicación de El segundo sexo en 1949, la filósofa y escritora francesa desplegó una estimulante indagación sobre las toneladas de mala fe que cimentaron la compleja arquitectura del patriarcado. Beauvoir fue, como Sartre, una pensadora de la libertad pero, a diferencia de él, señaló que hay quienes tienen mayor margen para el ejercicio de su libertad y quienes tienen menos. Como es lógico, Sartre terminó por darle la razón.La opresión, como una estructura de mala fe, tiene una capacidad de perdurar tan asombrosa como aterradora. Y de manera concreta la opresión que toma al género como leitmotiv ya ni os cuento. Las mujeres hemos sido sujetos oprimidos en el curso de nuestra historia contemporánea, mientras que las personas que hoy llamamos trans han visto negada su existencia misma.

No se trata de comparar situaciones ni de poner a competir colectivos. Los derechos, en democracia, no son una suma cero. Como se ha repetido en innumerables ocasiones, el reconocimiento de los de unas no es en detrimento de los de otras. ¿Por qué este encono?; ¿por qué esta mala fe?

No me estoy preguntado por las razones de la fragmentación de los feminismos o de la reacción antitrans de un sector muy concreto del partido socialista y su militancia; tampoco por el repliegue reaccionario de una parte de la sociedad frente a la lógica atención de las demandas de colectivos minoritarios o la ampliación de derechos por parte de un gobierno de signo progresista. Todo esto ya ha sido analizado y comentado con amplitud en los últimos meses por compañeras activistas y del ámbito académico.

Me pregunto hoy de manera muy concreta por las actitudes particulares de quienes han participado y lo siguen haciendo en el ataque a las personas trans y sus derechos porque observo en ellas, esencialmente, mala fe. La política socialista Carmen Calvo la exhibió hace pocas fechas de un modo tan indisimulado que causó rubor, supongo, dentro de sus propias filas de partido.

Esta mala fe responde, por un lado, a una incapacidad para entender que es imposible e innecesario explicar el mundo única y exclusivamente desde nosotras mismas, es decir, a un problema de angustia ante la posibilidad de que cada quien viva su vida en libertad. Por otro lado, la misma mala fe tiene que ver con necesitar que exista una corriente de opresión en la sociedad, de un tipo muy concreto y reconocible, para poder ocupar un lugar en ella. La alegada opresión de unas parece haberse convertido en la palanca de su privilegio y su privilegio, la atalaya desde la que conceder permisos para existir o denegarlos. Y este esquema se sostiene sobre la mala fe, exhibida sin pudor y sin complejos, sin justificación y con torpeza, a manotazos y golpes de imágenes distorsionadas de las personas trans como seres caprichosos, con una imagen que oscila -contradictoriamente, pero la mala fe obra milagros y oculta las incongruencias- entre la irrelevancia y la amenaza social. El patriarcado es una estructura, una malla tupida cosida con el hilo de la mala fe en torno a las diferencias de sexo/género. Su existencia oculta lo que a Sartre tanto le costó ver: que no todas las personas gozamos de la misma libertad. Beauvoir lo tenía claro y yo también: las feministas hemos de estar del lado de las que menos tienen.

Cómo se te ocurre decidir por ti misma, mujer | Ana Pardo de Vera

El vicepresidente sin competencias de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, se ha apropiado esta semana de las políticas de la Consejería de Sanidad, que dirige el Partido Popular, y ha decidido que esas ciudadanas de segunda que Vox considera que son las mujeres deben ser tuteladas y asesoradas por él. El ultraderechista García-Gallardo, que cogobierna Castilla y León gracias al beneplácito de Alberto Núñez Feijóo, es un señor mucho mejor informado que tú, mujer, sobre lo que debes o no debes de hacer con tus derechos, tu salud sexual y tu vida privada. Y porque está tan bien informado sobre tu vida, ha concluido que es mejor decidir por ti e intentar que, si quieres abortar, no lo hagas. Porque dice que él es ‘provida’ y tú eres ‘promuerte’. ¿Te suena el discurso? Es el mismo que el de la Santa Inquisición, sí, con las brujas y otras mujeres rebeldes contra la dictadura machista. Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.

CAS: “Llevamos años advirtiendo de la destrucción programada del Sistema Nacional de Salud” x CAS Estatal

14/01/2023 :: ESTADO ESPAÑOL
Durante los últimos 24 años, gracias a leyes estatales, se han ido dinamitando los sistemas sanitarios de todo el Estado.

-Durante los últimos 24 años, gracias a leyes estatales, se han ido dinamitando los sistemas sanitarios de todo el Estado. Con la connivencia de sindicatos subvencionados, colegios profesionales, sociedades científicas, federaciones regionales de vecinos, plataformas en “defensa de la sanidad pública”…, es decir, de los satélites subvencionados por los partidos de izquierda.

– El esquema es sencillo: “la izquierda” mantiene las leyes que permiten desmantelar el sistema, y la derecha y los nacionalistas hacen el “trabajo sucio”.

-En la primera ola, el gobierno de “izquierdas” prometió un posible blindaje de la sanidad en la Constitución. Hoy podemos afirmar que han pisado el acelerador del desmantelamiento de la sanidad pública.

– Ahora se anuncian huelgas del sindicato médico en diversas comunidades autónomas. Los mismos que guardaron silencio mientras privatizaban. Eso sí, con el discurso vacío de “sanidad pública”, pero sin apuntar a las causas (leyes) y sus responsables (todos los partidos).

– Continua la escenificación mientras fondos de capital riesgo, bancos y aseguradoras van incrementando su negocio.

La prensa generalista anuncia ahora lo que sucede. No se puede esconder por más tiempo

Veamos…. Madrid es un caso emblemático de esta situación de riesgo

Lo que todos ocultan en la crisis de las urgencias de Madrid

La situación de las urgencias extrahospitalarias de la Comunidad de Madrid se nos presenta, desde los medios de desinformación cercanos a la “izquierda institucional”, como la enésima locura de la presidenta Ayuso, sin conexión con nada de lo que ha ocurrido en Madrid en los últimos 17 años.

Lo que está ocurriendo es resultado del proceso de privatización, puesto en marcha por el PP en 2005, hace ya 18 años.

2004 – Primer “Plan de Infraestructuras Sanitarias”, que implicó la apertura de 8 hospitales privados, lo cual denunciamos en aquel momento: “En que consiste y por qué es posible la privatización de la sanidad”.

2008 – “Segundo Plan de Infraestructuras Sanitarias”, por el que se abrieron otros 3 hospitales de modelo privado. El “desembarco” de 12 hospitales privados, sumando el convenio singular firmado con la Fundación Jiménez Díaz, buque insignia del principal grupo privado beneficiado, Fresenius -antes Quirón-, al que se le “cedieron” 400.000 habitantes “robados” de centros públicos, implicó el cierre de mas de 2.000 camas públicas, y el inicio del trasvase -a fondos de capital riesgo y otros tiburones de las finanzas-, de cientos de millones de € anuales, en concepto de “canon” (alquiler) durante 30 años.

2008 – “Regalo” de dos ambulatorios públicos (Quintana y Pontones), propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, a la multinacional Capio.

2009 – Cierre de laboratorios públicos (Aranjuez, Coslada, Vallecas) para enviar las pruebas de cerca de 2 millones de pacientes a un macrolaboratorio privado.

2010 – Privatización el servicio de citas médicas, adjudicado a INDRA.

2011 – Supresión de las áreas sanitarias. Nos venden la “libre elección de hospital”.

Ademas, y sin animo de ser exhaustivos, se ha privatizado la extracción de sangre, la lavandería, la limpieza, la informática, el mantenimiento, el almacenaje… Paralelamente se han incrementado los conciertos privados mientras se cerraban o reducían al mínimo servicios hospitalarios en centros públicos. Todo ello con total legalidad gracias a las leyes de ámbito estatal 15/97, y los artículos 67 y 90 de la Ley General de Sanidad, que el gobierno “más progresista de la historia” mantiene en vigor. Es decir, unos hacen el “trabajo sucio”, y los otros se rasgan las vestiduras. Puro espectáculo.

Este Plan, perfectamente planificado y ejecutado durante dos décadas, ha permitido ir desmantelando y deteriorando el sistema “público” mientras los seguros privados se disparaban. En lo que respecta a los trabajadores, una vez pasados los aplausos de las ocho, el maltrato ha alcanzado niveles escandalosos, lo que ha forzado la huida de muchos de ellos en busca de mejores condiciones laborales.

Hoy la realidad es esta: Madrid dedica más de la mitad de los 8.500 millones de euros de gasto sanitario público anual a pagar a empresas privadas, mientras los centros públicos agonizan, y no hay dinero para contratar a dos centenares de médicos para garantizar la atención de urgencias de una comunidad con 7 millones de habitantes.

Estamos seguros, y lo llevamos advirtiendo dos décadas, que la situación no va a acabar aquí. Son capaces de escenarios peores, mas aún en un contexto de crisis energética y social que va a permitir al aparato estatal justificar la reducción aun mayor de los “servicios públicos”. Los Ayuso dimisión”, o “La sanidad no se vende, se defiende” son reclamos vacíos. Pueden servir para elevar la autoestima de algunos, pero no dejan de ser mas que una bocanada de oxígeno para los propios privatizadores.

Atención Primaria ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Crónica de un colapso anunciado

1 El conflicto de los médicos de Atención Primaria de Madrid no puede analizarse sin hacer un repaso de lo ocurrido en los últimos años.

En primer lugar, el brutal deterioro de las condiciones de trabajo en Atención Primaria (a partir de ahora A.P.) ha sido algo paulatino, paralelo al proceso de privatización y desmantelamiento que se inició en 2004. No se puede entender la situación actual, sin analizar el “periodo oscuro” aquel que los medios progresistas ocultan. Nos referimos a lo ocurrido entre 2004-2012, cuando se privatizan, con la anuencia y la colaboración de los que hoy llaman a la movilización contra Ayuso, hospitales, ambulatorios, laboratorios y todo aquello susceptible de ser negocio, lo que va a condicionar por décadas la financiación de los centros de gestión directa del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). El silencio de la plantilla durante este proceso, pensando que aquellas privatizaciones no tendrían consecuencias directas sobre su trabajo, indicó una absoluta falta de visión de las repercusiones posteriores. Al mismo tiempo, el colaboracionismo de sindicatos y partidos políticos de “izquierda” permitieron hacer el “trabajo sucio” sin oposición al PP.

En segundo lugar, es necesario entender que el acoso y derribo al que se está sometiendo a A.P. está teniendo lugar en todas las CC.AA. Sin duda Madrid es de las regiones donde el proceso está más acelerado, ya que ha sido un lugar privilegiado junto con Cataluña, País Valencià y Baleares en abrir la puerta a la privatización sanitaria. El déficit de profesionales es alarmante, solo comparable a las zonas rurales más despobladas, que también padecen un abandono total. Es quizá por esto que los facultativos madrileños de A.P. han sido los primeros en cambiar de actitud, pero las huelgas que sindicatos médicos anuncian para 2023 en otros territorios nos señalan que la problemática es generalizada, y los graves problemas que padece la sanidad madrileña podrían replicarse rápidamente en otros territorios.

2 La desastrosa situación de la atención primaria viene de lejos

Lo que vemos ahora es resultado de un proceso puesto en marcha hace años y que ahora estalla con toda crudeza. El modelo de un sistema de salud basado en A.P. nunca fue apoyado por la Administración, ni siquiera en sus inicios, a finales de los 80, cuando hubo que poner en marcha el modelo en todo el Estado. Históricamente el gasto sanitario siempre fue superior en los hospitales, nunca interesó desarrollarla y en cambio se optó por un modelo hospitalcentrista.

Por otra parte, los propios profesionales nunca desarrollaron las funciones de salud comunitaria. La propia ley establece como función de los Equipos de A. P. la realización de “diagnósticos de salud comunitarios” para conocer los datos de salud y enfermedad de la población de cada zona básica (unos 25.000 habitantes). Conocidos los datos y factores causantes se debería, desde un punto de vista de salud pública, actuar contra los productores de enfermedad y los determinantes sociales de la salud para evitar en lo posible la enfermedad. Un modelo que hubiera puesto en marcha lo que es la esencia de la Atención Primaria podría haber reducido considerablemente la enfermedad y el gasto sanitario. Nunca se hizo, y la A.P. derivó exclusivamente hacia la asistencia (sin duda necesaria, pero no suficiente). Con el tiempo, los gestores comenzaron aplicar herramientas de empresa privada (contratos programa, modelos de “excelencia” EFQM…), al tiempo que se introducían incentivos perversos, y desigualmente distribuidos, para dividir más aun a la plantilla. En pocos años, el envejecimiento de la población, el crecimiento de la demanda muchas veces no sanitaria (medicalización de problemas laborales, económicos, sociales…) y la reducción progresiva de las plantillas ha transmutado la “excelencia” en debacle.

3 Es una huelga médica exclusivamente

Aun conociendo el nivel de presión laboral y de precarización que soportan médicos y pediatras, en A.P. hay más profesiones, tan presionadas o más. Lo deseable hubiera sido una huelga de todos los trabajadores, porque el problema es del conjunto de la sanidad madrileña y estatal, no solo de los facultativos. Por ejemplo, desde hace años muchos centros soportan listas de espera en fisioterapia de 1 año o más. En otros, las agendas para acceder a las matronas están simplemente bloqueadas. Si en una situación como la de Madrid los sindicatos no se han unido para lanzar una huelga de toda la A.P., ¿qué tiene que ocurrir para lograr la unidad? Es más, todos los niveles asistenciales se están viendo afectados por estas nefastas políticas. ¿Por qué no trabajar por una movilización de los trabajadores de toda la sanidad en vez de buscar soluciones parciales? ¿Es culpa del sindicato médico que solo está interesado en alcanzar ventajas para su categoría, o del resto de sindicatos del sector que asisten impasibles a la debacle del sistema porque están directamente comprados?

4 La paz social de las últimas décadas pasa factura

En la sanidad madrileña, aparte de conflictos sectoriales de los MIR y de los especialistas hospitalarios, no ha habido un conflicto laboral unitario desde el postfranquismo. El sector sanitario es un sector poco organizado en el que los médicos han optado por posiciones corporativas frente a luchas como trabajadores. En general, siempre han velado por sus intereses y han logrado importantes prerrogativas de la Administración, ya sea mediante redondeo de sus salarios con peonadas (horas extras en turno de tarde) o compatibilización con la actividad privada. Salvo notables excepciones, han guardado silencio mientras los políticos ejecutaban la privatización y cerraban miles de camas en los centros públicos, o mientras las listas de espera desbordaban.

En la misma línea, los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad de Madrid (donde se sientan CCOO, UGT, SATSE, AMYTS, SAE, CSIT-UP) se han dedicado en las últimas dos décadas a “sus asuntos” (participación en las bolsas de contratación, la muy lucrativa gestión de cursos, reforzamiento de su aparato…), garantizando la “paz social” al PP mientras procedía a desmantelar el sistema. De forma persistente han boicoteado las movilizaciones que durante la “época oscura” encabezaron los usuarios mientras ellos miraban para otro lado.

En definitiva, pensar que el proceso de privatización no les iba a afectar ha sido un error de cálculo mayúsculo. Hoy las consecuencias se ceban en la primaria y sus médicos, y muy posiblemente en un futuro las sufrirán los médicos de hospitales, que hoy se creen a salvo. No hay salvación dentro del corporativismo, solo mediante la solidaridad entre todos los trabajadores podemos evitar desastres como el que vivimos.

5 Los servicios públicos solo se han de defender entre todos

Sin menospreciar la huelga como mecanismo de defensa de los intereses laborales, no es menos cierto que sus posibilidades de presión efectiva varían enormemente según sectores. En el modelo capitalista actual, basado en la globalización, el movimiento de mercancías y el beneficio económico a corto plazo, las huelgas en sectores como el transporte y el energético, tienen la capacidad para romper las cadenas logísticas de distribución que garantizan el sacrosanto consumo, o la movilidad de sectores estratégicos.

En el caso de la prestación de servicios públicos, la situación varía enormemente. En educación, paralizar los colegios no afecta gravemente al aparato capitalista. En sanidad, excepto el desgaste de cara a la opinión pública que pueden sufrir los gobernantes si están próximos procesos electorales, lo que se genera, aparte de las molestias para los pacientes y las pérdidas de sueldo para los huelguistas, es un deterioro de la asistencia, y un incremento de las ya pavorosas listas de espera. Este incremento puede incluso beneficiar económicamente a determinadas élites médicas (peonadas fuera de su jornada ordinaria para sacar actividad atrasada), a los propios centros privados (incremento de los conciertos), y a los seguros privados, que no dejan de aprovechar cualquier oportunidad para seguir empujando a sectores de las clases medias hacia su negocio (el 38 % de la población ya dispone de una póliza privada en Madrid). Sanidad por tanto no tiene la capacidad para cuestionar la cadena de negocio capitalista. Con esto no queremos decir que haya que renunciar a las huelgas en sanidad, sino hacer una llamada de atención para abrir un debate para buscar instrumentos que permitan salvar al sistema antes de que lo acaben de dinamitar y para ello es imprescindible que nos organicemos con toda la sociedad.

6 Sí hay dinero, pero está comprometido… hasta 2040

No hay más dinero, imposible incrementar el presupuesto para 2023”, repiten desde la Consejería al sindicato médico convocante de la huelga, AMYTS, que defiende que el problema se podría arreglar con 42 millones de euros. ¿Cómo puede ocurrir esto en una Comunidad que gastará en sanidad en 2023 con toda seguridad más de 10.000 millones €? Porque el dinero lleva años desviándose hacia empresas privadas, hasta el punto de que ya en 2018, el sector privado había conseguido absorber el 49,4% del presupuesto liquidado de la Consejería de Sanidad.

Esto es resultado de lo ocurrido en el período oscuro, cuando se pusieron once hospitales en manos privadas por 30 años. Cuatro según modelo de concesión administrativa (Valdemoro, Villalba, Móstoles-Rey Juan Carlos y Torrejón), y siete según modelo concesión de obra (Henares, Parla, Arganda, Aranjuez, Vallecas, San Sebastián de los Reyes y Puerta de Hierro). Hospitales que nos van a salir entre 7-9 veces más caros que sus costes. A estos hay que añadir el “convenio singular” de la Fundación Jiménez Díaz (por cierto, rescatada 3 veces en las últimas décadas con dinero público). Como denunciamos en solitario desde 2005, ello iba a suponer una bomba de relojería para el sistema sanitario madrileño (aquíaquíaquíaquíaquíaquí,), mientras los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad (entre ellos AMYTS), miraban para otro lado y dejaban hacer a Esperanza Aguirre.

Tras la crisis del COVID, la situación empeoró, ya que fue aprovechada para dar otra vuelta de tuerca a la privatización. Lejos quedan las promesas del gobierno “más progresista de la historia” de blindar la sanidad en la Constitución y los aplausos de las ocho de la tarde. Para el 2022 se presupuestaron ya 1.784 millones de euros para asistencia sanitaria con medios ajenos y cerca de 180 millones de euros para el canon por la utilización de los 7 hospitales de modelo PFI, es decir, cerca de 2.000 millones previstos (el gasto real será mayor con toda seguridad), de forma que dos de cada diez euros ya se dedican a prestar asistencia con medios privados, en lugar de incrementar las plantillas públicas. Fresenius y Primero Salud, las empresas adjudicatarias, se frotan las manos. Es más que probable el resto de externalizaciones y conciertos se comerá más del 50 % del presupuesto.

7 La Atención Primaria esta infrafinanciada… en todo el Estado

Como decíamos, el modelo sanitario del Estado español es eminentemente hospitalario. En 2021 los hospitales de Madrid se llevaron 7.197 millones de euros (70 %), mientras que la Atención Primaria solo recibió 980 millones de euros (10,7 %). Una diferencia inaceptable si se tiene en cuenta que la A.P. es capaz de solucionar entre el 80-90 % de los problemas de salud de la población, con intervenciones de bajo coste pero buenos resultados.

Precisamente por eso, para salvar la primaria, desde CAS lanzamos la ILP que pretendía establecer por ley que el 25 % del gasto sanitario fuera a A.P. en todo el Estado, porque la situación en otros territorios donde desde hace años gobierna la “izquierda”, como Baleares o Castilla La Mancha, dista mucho de ser ideal. ILP que no fue apoyada por ningún gran sindicato, ninguna sociedad científica, ningún colegio profesional, en definitiva, por ninguno de los grupos que en estos momentos están reactivando obedientemente, las plataformas en defensa de la sanidad publica, como hacen desde hace tiempo cada 4 años, coincidiendo con los procesos electorales. ¿Como es posible que ahora AMYTS (sindicato que se define como una asociación sin ideología política, ni izquierdas, ni derechas), pida el incremento del gasto en A.P. hasta el 25% en dos años y no ha querido apoyar la ILP que convertiría esa reivindicación en ley de ámbito estatal? ¿Como es posible que su aliado en Cataluña Metges de Catalunya nos haya solicitado ayuda para una recogida de firmas solicitando más financiación a la Generalitat y se haya negado a apoyar la ILP citada? Parece claro que de cara a la galería, a todo el mundo, incluida la extrema derecha, se le llena la boca con el 25% para la A.P., pero realmente ninguno de estos grupos ha querido establecerlo a través de una ley estatal.

8 Las plantillas soportan cada vez mayor presión

Según el portal estadístico del SERMAS, la plantilla en marzo de 2020 era de 13.690 profesionales y en septiembre de 2022 de 13.696. Es decir, invariable pese al envejecimiento poblacional y el incremento de la demanda producido por las cargas de trabajo derivadas de la crisis del COVID. Incluso recientemente Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha requerido al Gobierno regional para que en el plazo máximo de un mes se ponga en marcha una “adecuada planificación preventiva para solucionar riesgos en los profesionales de Atención Primaria“, debido precisamente al desborde asistencial. Adecuación que a día de hoy no se ha producido y que, si sucede, mostrará si el aparato de Inspección es eficaz en proteger a los trabajadores, o es una pieza más en el engranaje de destrucción del modelo.

En realidad estamos hablando de un déficit de casi 4.000 puestos de trabajo entre facultativos, personal sanitario y no sanitario. Casi el 20% de plazas de medicina están sin cubrir, con una pérdida además de 200 pediatras entre 2019-2021. Situación que empeorará en los próximos años por la jubilación de alrededor de 1.500 médicos de familia, el 37% de los que hay actualmente. Si en la actualidad hay unas 600.000 personas y 200.000 niños y niñas que no tienen ni médico de familia ni pediatra asignado, la situación será calamitosa.

En definitiva, la movilización de los médicos de primaria es necesaria pero no solo para mejorar sus condiciones laborales inmediatas (algo que quizá se logre con la huelga actual aunque el encallamiento de posiciones no invita al optimismo), sino para ir más allá y demandar un cambio en la financiación del sistema sanitario, actualmente volcado hacia la empresa privada, para la que la A.P. es un estorbo a desplazar (es escasamente rentable económicamente aunque sea altamente rentable en términos sociales y de salud).

Después de haber perdido la oportunidad en el período 2005-2012, cuando se dejó que 11 hospitales cayesen en manos privadas por 30 años, y una vez más ante la indiferencia con respecto de la ILP para blindar la Sanidad Pública que CAS presentó junto con otros colectivos, quizá ahora, puedan reflexionar sindicatos, sociedades científicas, asociaciones y profesionales y entender que la lucha no puede ser parcial, ha de ser de todos los trabajadores del sistema sanitario, unidos con la población, para blindar el sistema sanitario, lo que implica necesariamente:

Posicionarse claramente contra la privatización y por la derogación de las leyes que la permiten.Exigir el rescate de lo privatizado (hospitales, laboratorios, ambulatorios de Pontones y Quintana), limpieza, lavandería, extracción de sangre, etc.Incrementar las plantillas y crear un turno médico de tarde en los hospitales, en las especialidades médicas necesarias, para utilizar al 100 por 100 los recursos, evitar la emigración de los profesionales y reducir los conciertos al mínimo. Las listas de espera se deben y pueden asumir desde los centros de gestión directa correctamente dimensionados.Incompatibilidad para el trabajo en la privada.Romper los monopolios sindicales en la formación y prohibir la formación a través de las farmacéuticas.Democratizar de verdad la gestión de los centros, con participación real en la toma de decisiones de trabajadores y usuarios.Universalizar la asistencia. Ninguna limitación para la atención a los migrantes.

CAS Madrid. Año 18 de la privatización.

CAS Estatal

Televisión española muestra simbología nazi en la vivienda de una familia de refugiados ucranianos x Actualidad RT / La Haine

10/01/2023 :: ESTADO ESPAÑOLEUROPAMADRID
Se ven tanto retratos de colaboracionistas nazis como símbolos de la 14.ª División de Granaderos Waffen SS y del movimiento neonazi radical Pravy Séktor

La televisión pública española mostró accidentalmente la simbología nazi que lucía en una casa de refugiados ucranianos en España durante una celebración de la Navidad ortodoxa. El reportaje de RTVE pretendía mostrar, entre críticas a Putin y a los rusos malos, cómo una familia de expatriados prepara el festejo según sus tradiciones a pesar de las maldades de la «invasión rusa». Pero lo que las cámaras captaron no fue tan solo la comida y las decoraciones navideñas.

Las imágenes televisivas mostraron una pared en la que la familia rendía culto a Stepán Bandera, líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, que participó a alto nivel en las matanzas de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

En esa pared también hay un retrato de Román Shujévich, otro de los líderes de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, así como un símbolo de la la 14.ª división de Granaderos Waffen SS, también conocida como ‘División Galizien’, formada mayormente por voluntarios ucranianos de la región de Galitzia, un territorio que hoy abarca el suroeste de Polonia y el oeste de Ucrania.

Esta división es conocida por haber cometido crímenes de guerra contra civiles polacos durante la Segunda Guerra Mundial y por haberse aliado con los alemanes reclutando a soldados eslavos para las filas del Tercer Reich.

Otro de los elementos visibles es una bandera del movimiento neonazi radical Pravy Séktor (Sector Derecho), que se encuentra en la pared y como elemento decorativo del árbol de Navidad de la familia de refugiados ucranianos. La iconografía nazi no pasó desapercibida para los espectadores, quienes no tardaron en expresar su rechazo a través de los comentarios en las redes sociales, que entre otros comentarios recordaron que Zelenski publica fotos de soldados ucranianos con simbología nazi.

«Señores de RTVE: pared y árbol están plagados de retratos de los colaboracionistas criminales del III Reich, y de simbología militar nazi y de grupos neonazis: retratos de Stepán Bandera y Román Shujevich, escudo de la División Galitzia de las SS, bandera de Praviy Sektor, etc.», escribió un usuario.

«Corrijan el titular, por favor: ‘Los nazis ucranianos refugiados en España…’ es más correcto», reza otra publicación del hilo del reportaje.

«¿Esto es una broma? Si no sabéis quién son los de las fotos de la pared, mal, y si lo sabéis, peor», destacó un usuario más.

Ucrania nunca se convertirá en miembro de la OTAN x Sputnik / Scott Ritter

13/01/2023 :: EUROPAEE.UU.
Hay un reconocimiento creciente entre los miembros de la OTAN de que Ucrania no solo está perdiendo la guerra, sino que la OTAN ha perdido la guerra

Tras el lanzamiento de la operación militar de Rusia en Ucrania el 24 de febrero, EEUU y sus aliados de la OTAN brindaron una importante asistencia militar y financiera a Kiev, al mismo tiempo que intentaban evitar una confrontación directa con Moscú.

Los días 29 y 30 de noviembre, los ministros de Relaciones Exteriores de los estados miembros de la OTAN se reunieron en Bucarest para discutir varios temas relacionados con la alianza militar, incluido el conflicto armado en curso en Ucrania. Tras la reunión, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, manifestó que Ucrania ahora debería centrar sus esfuerzos en preservar su soberanía en lugar de unirse a la alianza, cuando el día antes invitó a ese régimen a unirse.

Durante una entrevista con Sputnik, el analista militar y ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EEUU Scott Ritter, quien sirvió en el Golfo Pérsico durante la Operación Tormenta del Desierto, ofreció sus opiniones sobre este asunto junto con otras acciones de la OTAN relacionadas con la crisis de Ucrania.

La principal tarea de Ucrania ahora es permanecer como un estado independiente, no unirse a la OTAN, dijo hoy Stoltenberg. Justo un día antes, afirmó que la «puerta está abierta» de la OTAN para Ucrania. ¿Por qué una retórica tan contradictoria?

La OTAN y el liderazgo de la OTAN están cambiando en este momento. Son prisioneros de su propia mala política, se enfrentan a la realidad de las consecuencias de la política de invitar a Ucrania a ser miembro de la OTAN para empezar y luego redoblar sus esfuerzos, después de los acontecimientos de Maidan de 2014, para proporcionar Ucrania capacidad militar para desafiar a Rusia no solo en el Donbass, sino también en Crimea, lo que militarizó este conflicto. Y luego su decisión de proporcionar a Ucrania decenas de miles de millones de dólares en asistencia militar y financiera.

Ahora Ucrania está pagando el precio. Hay un reconocimiento creciente entre los miembros de la OTAN de que Ucrania no solo está perdiendo la guerra, sino que Ucrania ha perdido la guerra y, con ella, la OTAN ha perdido la guerra. Pero estás viendo gente peleando. La OTAN no es capaz de ser honesta consigo misma. Los vemos redefinir cuáles son los parámetros aceptables desde la perspectiva de la OTAN. Pero falta lo interesante de la presentación de Stoltenberg.

¿Cree que hay alguna división entre los miembros de la OTAN con respecto al posible ingreso de Ucrania?

Ucrania nunca será miembro de la OTAN, jamás. Nunca. Cada vez que Stoltenberg u otro cualquiera alude a esto, es simplemente un punto político. Están tratando de ganar puntos políticos contra Rusia diciendo que la puerta siempre está abierta, que Rusia no puede determinar quién puede o no ser miembro de la OTAN, que no existe una esfera de influencia rusa. Pero Rusia está demostrando exactamente lo contrario, que Ucrania está en su esfera de influencia y Rusia dictará la dirección futura de Ucrania. Y el hecho es que, si esta guerra continúa, Ucrania no será un estado soberano viable al final del conflicto. Y eso es culpa de la OTAN.

Stoltenberg dijo que Ucrania necesita misiles de largo alcance, mientras que EEUU hasta ahora se había mostrado reacio a proporcionar este tipo de armas a Kiev. ¿Por qué tal cambio? Si el suelo ruso se ve afectado, ¿cuáles serían las consecuencias?

Como extranjero, es muy difícil para mí decir con 100% de certeza cuáles serían las consecuencias desde la perspectiva rusa. Rusia ha dicho que este sería un cambio de juego por parte de la OTAN y que Rusia, por ejemplo, eliminaría los centros de toma de decisiones. Y estos centros de toma de decisiones pueden estar más allá de las fronteras de Ucrania. Eso sería una escalada dramática. Pero Rusia ha dejado en claro incluso antes del inicio de la operación militar especial, en diálogos repetidos con los EEUU, que no toleraría ningún misil de largo alcance con base en Ucrania, misiles que le dan a Ucrania o a la OTAN el potencial para atacar con profundidad en la patria rusa, que esto sería una amenaza, tal vez incluso una amenaza existencial para Rusia. Esas son palabras peligrosas.

Así que Stoltenberg está siendo groseramente irresponsable. En primer lugar, si Ucrania recibiera estas armas no cambiaría el resultado. Ucrania va a perder. Ucrania no puede ganar. Ningún analista militar responsable puede presentar ningún escenario en el que Ucrania prevalezca en este conflicto. Entonces, todo lo que Stoltenberg estaría haciendo es aumentar el precio que Ucrania y el pueblo ucraniano pagarían por la continua locura de la OTAN. Y la buena noticia es que la voz de Jens Stoltenberg no importa, él no cuenta, no toma decisiones. Es un tecnócrata. La decisión sobre el suministro de misiles de largo alcance a Ucrania no es una decisión de la OTAN. Es decisión de las naciones que poseen esa tecnología. Y en este momento, la única nación occidental con esa tecnología es EEUU. EEUU ha dejado claro que no lo hará.

Los aliados de la OTAN han entregado generadores y piezas de repuesto para ayudar a Ucrania a reconstruir sus infraestructuras energéticas destruidas, ¿es posible?

No. Si fuera posible, entonces, ¿por qué empezar por reconstruir la infraestructura? ¿por qué no simplemente suministrar un suministro interminable de generadores? Esta es una tirita puesta en una herida abierta. Ni siquiera detiene el sangrado. Es un movimiento político. Está diseñado para crear la apariencia de que la OTAN y la Unión Europea se preocupan por el pueblo ucraniano. Pero, ¿cómo es posible que te preocupes por el pueblo ucraniano cuando has fomentado el conflicto y logrado este resultado?

La razón por la que no hay electricidad en Ucrania hoy es porque la OTAN empujó a Ucrania a enfrentarse a Rusia en el Donbass, en Crimea, ante la supervivencia en peligro de los rusos étnicos en el territorio de Ucrania. Por eso no hay electricidad. Y entonces me parece que no solo es arrogancia, sino que es desagradable que la OTAN ahora proporcione pequeños generadores para permitir a los ucranianos sobrevivir. Cuando, si no hubieran presionado por causas políticas, los ucranianos estarían en casa con energía, con una economía viable, con trabajos, con futuro, en un país que no estuviera destruido por la guerra.

«La OTAN seguirá defendiendo a Ucrania todo el tiempo que sea necesario. No daremos marcha atrás», dijo Stoltenberg en un discurso en Bucarest. La única manera de conseguir los términos adecuados para que comience una negociación sería que Ucrania avanzara en el campo de batalla». ¿Qué consecuencias espera de una posición tan agresiva?

En primer lugar, muestra que Stoltenberg está totalmente fuera de la realidad. Hizo declaraciones similares sobre la voluntad de la OTAN de permanecer en Afganistán. Que la OTAN nunca abandonaría Afganistán. La OTAN estará allí hasta el final de la misión. La OTAN estará allí para derrotar a las fuerzas del terror islámico. Pero la OTAN se ha ido derrotada de Afganistán.

Y la OTAN se va a ir de Ucrania. Ucrania va a perder esta guerra. Y no hay retórica que Stoltenberg pueda presentar que cambie este resultado. Decir que va a haber acciones ofensivas en el campo de batalla y, de hecho, ofrecer medios para lograrlo, son dos cosas totalmente diferentes. El ejército de Ucrania ha sufrido pérdidas atroces, y estas pérdidas no se pueden reponer fácilmente. Mientras tanto, los rusos han minimizado sus pérdidas y están en el proceso de finalizar la movilización y el despliegue de más de 300.000 tropas frescas en el teatro de operaciones. No es Ucrania la que pasará a la ofensiva, será Rusia. Ese será un juego completamente diferente.

: ¿Por qué la UE, en el contexto de una crisis económica y energética, es tan persistente para continuar la guerra pase lo que pase?

Las decisiones que toma la UE las toma una élite política y económica que debe sus posiciones actuales a un sistema en el que Europa juega un papel subordinado a los EEUU en términos de política de seguridad nacional y prioridades de seguridad nacional. Son los EEUU los que llevaron a la OTAN y a la UE a esta guerra en Ucrania. Y estas élites políticas y económicas se han atado a este conflicto. No pueden sobrevivir políticamente si se divorcian. Pero hay una diferencia entre las decisiones tomadas por esta élite económica gobernante y la gente de Europa que está pagando el precio por la locura de sus funcionarios electos y no electos. Y creo que más temprano que tarde, esto tendrá que cambiar.

¿Puede tal situación crear una ruptura entre los miembros de la OTAN?

Ya la hay. Cualquiera que crea que la OTAN es una organización unificada no ha estado estudiando los debates internos que tienen lugar en la OTAN. Hay una profunda división sobre qué hacer con respecto a Rusia y Ucrania, qué hacer con respecto a las sanciones. Y si profundiza en las políticas de sanciones individuales de las naciones europeas, encontrará que mientras hablaban muy fuerte ante el micrófono para la opinión pública, en las sombras sus círculos gobernantes llegaron a acuerdos. Tienen renuncias. Las personas que dicen que nunca compraremos energía rusa están comprando energía rusa. Simplemente usan un vehículo diferente para realizar esa tarea porque al final, la supervivencia económica del capital es lo más importante. E incluso los representantes electos en Europa que están dando voz a estas políticas duras entienden cuál es la realidad.

Al mismo tiempo, Stoltenberg afirmó que el objetivo de Ucrania es prevalecer. ¿Significa esto que la OTAN seguirá manteniendo su idea de luchar con Rusia hasta el último ucraniano?

El objetivo de Adolf Hitler a fines de abril de 1945, cuando los soviéticos llevaban dos meses en Berlín, era continuar la lucha. Pero eso no significaba que la Alemania nazi fuera a sobrevivir mucho más tiempo. Por supuesto, el presidente Zelensky y su círculo íntimo afirmaron que su objetivo era continuar la lucha, pero sus días están contados. Han perdido esta guerra, y nada de lo que dice o hace la OTAN cambia su resultado. Stoltenberg es un político europeo desesperado que está atrapado por su propia historia de extravagancia retórica, donde se ha atado a sí mismo, a Europa y la OTAN a un gobierno ucraniano que está literalmente en sus últimos suspiros.

«La guerra en Ucrania demostró nuestra peligrosa dependencia del gas ruso. Esto también debería llevarnos a evaluar nuestras dependencias de otros estados autoritarios. No menos importante es China», dijo Stoltenberg hoy. ¿Qué significa esto en la práctica, dado que China es uno de los principales socios comerciales de la UE?

Prácticamente no significa nada. Sus palabras vacías, su retórica vacía, se han convertido en la marca registrada de Jens Stoltenberg. Europa ha expresado que quiere un divorcio completo de la energía rusa. Y sin embargo, tras el telón, en secreto, las naciones europeas están comprando energía rusa porque no pueden vivir sin ella. La idea de que Europa y su economía, una economía que está sufriendo ahora debido a las consecuencias de sancionar a Rusia, podría de alguna manera desvincularse de su mayor socio comercial y sobrevivir es ridícula. Esto es como un paracaidista que saltó del avión, decidiendo que ya no necesitaba su paracaídas. Va a morir.

Traducción revisada por La Haine.