El audio íntegro entre el número dos del ministerio del Interior de Rajoy y Pérez Dolset que no han publicado los medios

Sin embargo, la conversación es mucho más amplia y aunque posiblemente otros medios hayan tenido acceso a ella, no la han sacado de esta forma. En este audio de algo más de 8 minutos de extensión, el empresario y el que fuera hombre fuerte de Interior, describen cómo es el funcionamiento de las cloacas del Estado: desde cómo a algunos altos cargos de la policía se les deja hacer hasta convertirse en operadores al mejor postor o con agenda propia, hasta cómo los y las responsables políticos del bipartidismo han permitido y alentado que esto suceda por intereses políticos. También, como no podía ser de otra manera, los protagonistas comentan las relaciones entre estos policías y los medios de comunicación, en concreto Okdiario y El Mundo.

En algunas de las frases de Francisco Martínez se puede constatar también que la depuración que necesitan las estructuras del Estado es una cuestión de primer orden en términos democráticos. “Hubo mucha iniciativa de los propios polis contra Podemos», dice en un momento de la charla, lo que revela hasta que punto  hay agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado corrompidos en el ejercicio de sus funciones y que practican una suerte de golpismo desde sus altos cargos de mando. Otro de los momentos que llama poderosamente la atención es cuando el que fuera número 2 de Interior cuenta —no sabemos si de forma interesada o no para salvaguardar al gobierno de Rajoy— cómo Eugenio Pino, ex Director Adjunto Operativo de la Policía, ejecutaba acciones por su cuenta como vender carne podrida a los medios de comunicación. «Con todo su desparpajo te decía no tengo ni idea, no hablo con periodistas«, relata Martínez, que también cuenta que Villarejo tenía amigos en El Mundo.

Mientras que Francisco Martínez normaliza algunos de los comportamientos, o los da por hecho, Pérez Dolset señala en un momento dado algo clave. Si operaban de ese modo estos altos mandos es porque se les dejaba hacer desde las instancias políticas, bien por interés, bien por dejación, o bien por miedo. Pero sin duda esa permisión por parte de los cuadros de gobierno les convierte en responsables de lo que hicieran aquellos agentes, como es la filtración del informe falso de Granadinas a la prensa —presuntamente por parte de Eugenio Pino según cuentan los audios—. No cortar de raíz esas prácticas mediante el cese y las denuncias internas ha contribuido y fomentado la creación de una trama policial, judicial, empresarial y política que distorsiona el ejercicio democrático y las obligaciones y deberes del Estado de Derecho para jugar a favor de los intereses de una minoría privilegiada. De hecho, como demuestra toda la información que venimos conociendo, gran parte de estas operativas son conocidas por las guerras internas entre facciones de poder que cuando se desatan muestran parte del funcionamiento real de las cloacas del Estado.

Guía para no perderse en el show de Leire Díez y Aldama: filtraciones, cloacas y espectáculo

Todo empieza con la filtración de una reunión privada. Es 26 de mayo cuando El Confidencial publica una serie de grabaciones de ese encuentro: en él, Leire Díez, ya ex militante del PSOE, ofrece —presuntamente— facilidades judiciales a cambio de información sobre un mando clave de la UCO: Antonio Balas.

En pocos días, el nombre de Díez pasa de ser prácticamente desconocido a convertirse en el centro de una historia donde se cruzan grabaciones, acusaciones sin pruebas y estructuras paralelas de poder. ¿Una operación encubierta o una periodista infiltrada?

La reunión, celebrada en el despacho de un abogado y con empresarios investigados por fraude, derivó en una cascada de reacciones. El PSOE se apresura a desmarcarse de Díez; esta, tras entregar documentos internos al partido, solicita su baja voluntaria.

En una rueda de prensa afirma actuar por su cuenta, en el marco de una investigación sobre hidrocarburos y «cloacas del Estado». Su versión: no fue una emisaria, sino una periodista documentando una trama desde dentro. Pero, entonces, aparece Víctor de Aldama.

En un giro inesperado, Aldama —imputado en la trama Koldo— irrumpe en la rueda de prensa de Díez y la acusa públicamente de actuar por orden del PSOE. Eso, no muestra ninguna prueba que avale su afirmación.

Solo vocifera ante las cámaras y hace gestos desafiantes. Mientras tanto, desde el Gobierno y Ferraz se insiste en esto: no hay estrategia detrás, solo una actuación individual y grabaciones filtradas con una «clara intención política».

Lo que comenzó como una conversación grabada ha terminado sacando a la luz vínculos, tensiones internas y relatos enfrentados. ¿Quién dice la verdad? ¿Qué papel juega cada uno? En este vídeo explicamos los detalles de un caso que va más allá de la figura de Leire Díez.

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