El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tacha de una “medida arbitraria” la expulsión del embajador de su país en Perú, pero mantiene relaciones con Lima.
“La situación en Perú los ha llevado a tomar medidas arbitrarias como la de declarar persona non grata a nuestro embajador en Perú. […] Nos importa cuidar su integridad y la de su familia”, ha aclarado este miércoles, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, durante su rueda de prensa matutina.
Tales palabras se han producido después de que esta mañana Lima expulsara al embajador mexicano, Pablo Monroy, del territorio andino. Esto, a raíz del anuncio de López Obrador de que su país tiene “las puertas abiertas” para Castillo y su familia, así como para “todos los que se sientan acosados y perseguidos” en Perú.
Además de Monroy, han viajado a México los familiares del expresidente Pedro Castillo, como su mujer, Lilia Paredes y sus dos hijos.
El mandatario mexicano ha señalado que su Gobierno mantendrá sus relaciones con Lima, por lo que ha nombrado un encargado para la embajada.
“Entre otras cosas, porque necesitamos mantener nuestra embajada abierta para dar protección a los mexicanos que radican, trabajan y viven en Perú”, ha ratificado.
Al referirse a la crisis política y social de Perú, ha dicho que la mejor solución, era “convocar elecciones lo más pronto posible”.
El Congreso peruano despojó del cargo de mandatario del país a Castillo el 7 de diciembre, horas después de que este decidiera disolver la cámara. Desde entonces, Castillo está detenido, mientras un juez dictó 18 meses de prisión preventiva en su contra, mientras es investigado por los delitos de rebelión y conspiración.
Después de que Castillo fuera destituido y Dina Boluarte asumiera la presidencia, las calles de Lima (capital) y de otras zonas del país viven violentas protestas que piden la renuncia de la nueva mandataria, el cierre del Congreso y la convocatoria de una constituyente.