El pasado sábado el grupo armado Hamás lanzó un fuerte ataque sorpresa desde la Franja de Gaza hacia Israel. La operación, llamada ‘Tormenta de Al Aqsa’, se produjo por tierra, mar y aire e incluyó el uso de cohetes, la entrada de milicianos en territorio israelí y la toma de más de un centenar de rehenes. La respuesta del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue contundente: no tardó ni seis horas en declarar “formalmente” la guerra y autorizar los bombardeos indiscriminados sobre la Franja de Gaza. Apenas 48 horas después, el ministro de defensa de Israel, Yoav Gallant, ordenaba que se impusiera un asedio total sobre la Franja de Gaza, bloqueando el suministro eléctrico, de combustible y de comida y la entrada de ayuda humanitaria. «Estamos luchamos con animales humanos y actuaremos de la misma manera», señaló. Como consecuencia, 2 millones de personas, que dependían de la ayuda internacional para subsistir debido al bloqueo que Israel impone desde 2007 a la zona, están en riesgo. Mientras tanto, los bombardeos indiscriminados (incluyendo fósforo blanco) sobre la Franja de Gaza continúan y han dejado ya más de 1500 muertos y 7000 heridos. Hoy el ejército israelí ha advertido a la población civil que debe abandonar el norte de la Franja, lo que sugiere la posibilidad de un ataque terrestre inminente. La ONU ya ha alertado de la inviabilidad de esta evacuación masiva. En Zona Comanche analizamos el genocidio israelí sobre Palestina. Invitados: – Olga Rodríguez (Periodista) – Teresa Aranguren (Periodista) – Héctor Grad (Profesor UAM) – Hania (BDS Madrid)