Los vecinos de varias localidades de Granada han centrado sus conversaciones en los recientes terremotos que están teniendo lugar en la zona y que les han sobresaltado en varias ocasiones. Atarfe, Albolote y Pinos Puente, son algunos de los municipios que más se preocupan por estos eventos.
En los términos municipales de Atarfe, Albolote y Pinos Puente se encuentra Sierra Elvira, en la Vega de Granada. Una sierra española de mediana altitud y perteneciente a la cordillera Bética. Abarca unos 18 kilómetros cuadrados, alcanza los 1.102 metros sobre el nivel del mar y se encuentra a tan solo 9 kilómetros de la capital de la provincia de Granada.
A las 18:39 horas (hora local), el 19 de abril de 1956, tenía lugar uno de los terremotos más importantes del siglo XX en España. Afectó a una zona muy amplia, pero especialmente a la zona comprendida entre Sierra Elvira y Granada. Como consecuencia de este terremoto, según la prensa de entonces, muchas de las casas de las poblaciones de Atarfe y Albolote quedaron destruidas o dañadas y también resultaron muy afectadas las poblaciones de Maracena, Santa Fe e incluso algunas barriadas de Granada capital. Además de los cuantiosos daños materiales valorados en más de 20 millones de pesetas de la época, murieron siete personas y cinco por un deslizamiento de tierras junto al Beiro, por el derrumbamiento de una cueva. En Albolote fallecieron tres personas y también se registraron 40 heridos.
El terremoto registró una intensidad epicentral de VIII, una magnitud de 5,0 grados y una profundidad hipocentral de 6±3 km. Le siguieron numerosas réplicas. Las más intensas los días 19 y 30 de abril y los ocho primeros días del mes de mayo. Además de los cuantiosos daños materiales, el terremoto generó desprendimientos de rocas en Sierra Elvira y deslizamientos de ladera junto al río Beiro.
Unos días después del terremoto, concretamente el 21 de abril de 1956, “The New York Herald Tribune”, publicó una información sobre la existencia de estos temblores en Granada y habló de la presencia de una cueva en Sierra Elvira de donde emanaban corrientes de aire, fuego y piedras, lo que parecía afirmar que Sierra Elvira en realidad era un volcán.
La leyenda o mito de que Sierra Elvira albergue un volcán para muchos ha sido la razón que se registraran terremotos y del chorro de agua caliente que ha estado emergiendo desde hace siglos desde el fondo de la tierra. Un agua con poderes curativos que ha sido utilizada por visigodos, romanos y árabes. De hecho, a finales de los años 50, la familia Vaquero se hizo con el negocio y en 1969 abrieron las piscinas de Sierra Elvira. Un manantial declarado de utilidad pública en 1840 por Isabel II y que hoy en día es el único autorizado por Sanidad que carece de depuradora. Hoy en día, es conocido como “Baños Termales de Sierra Elvira”, situado a solo 10 kilómetros de la capital y que cuenta con aguas minero-medicinales a 32ºC.
Sin embargo, para verificar o descartar el mito del volcán, un equipo de espeleólogos se adentró en las entrañas de la sierra. La Sociedad Grupo de Espeleólogos Granadinos, coordinado por Manuel González, recogió el trabajo de los profesores en departamentos de Hidrogeología y Geología de la Facultad de Ciencias de la UGR, además de espeleólogos y biólogos, y elaboraron planos de la cueva y las grutas. Posteriormente, se publicó un libro titulado: “En busca del volcán de Sierra Nevada”. Sus conclusiones fueron que no existe ningún volcán, sino que lo que yace bajo esta sierra es una sima de aguas termales.
Granada es una zona de alta actividad sísmica debido a que es un espacio afectado por los movimientos de las placas que se dan bajo el mar de Alborán, siendo terreno de contacto entre los dominios geológicos Subbéticos y Penibéticos.
Según explican, el terremoto de Albolote de 1956 fue producido por la falla de Sierra Elvira, la cual se cree es continuación de la Nigüelas-Padul, con una dirección de unos 340ºN. Una falla que separa Sierra Elvira de la Vega granadina, a la que se atribuyen estos terremotos.
Si esta es la falla que está registrando estos terremotos, como bien dicen desde el Instituto Geográfico Nacional de España es probable que sigan produciéndose terremotos en los próximos días para liberar la tensión acumulada. De lo contrario, tendría lugar uno de una magnitud superior y, aunque las construcciones de hoy en día no son como las que había en 1956, nadie quiere que se produzca.
Fotografías del terremoto de 1956 y de las tiendas de campaña instaladas para alojar a los damnificados. Crédito: Ayuntamiento de Atarfe.