Las encuestas sonríen a Andrés Arauz en el esprint final de la campaña de las elecciones presidenciales en Ecuador. Al frente de la plataforma Unión por la Esperanza, el candidato izquierdista representa el retorno del correísmo a un país herido y polarizado por culpa de la pandemia y de las políticas de austeridad implementadas por el presidente saliente, Lenín Moreno.
Salvo sorpresa mayúscula, Arauz, que tiene 35 años, es economista y fue ministro en el último Gobierno de Rafael Correa, se impondrá este domingo con algo más del 30% de los votos. Ocho puntos más, según esos mismos sondeos, que el segundo candidato en liza, el conservador Guillermo Lasso (22%), que ha recorrido el país machando una promesa: «empleo, empleo y más empleo». Tras ambos candidatos se sitúa en tercer lugar el ecologista indígena Yaku Pérez. Sus promesas de internet para todos y respeto de la naturaleza le granjeará alrededor del 14% de las papeletas.
En total, hay dieciséis candidatos y todos cerraron oficialmente la campaña el jueves por la noche, una campaña que se ha visto muy limitada por las restricciones ligadas a la pandemia de la COVID-19. La jornada electoral también representa un desafío mayúsculo en un país donde el voto es obligatorio y tiene 12 millones de electores. A estos se suman, aunque de forma voluntaria, los emitidos por la populosa diáspora ecuatoriana: tan solo en España hay casi 180.000 ecuatorianos que podrán votar este domingo, también bajo estrictas medidas de bioseguridad.