Saman Abbas, de 18 años, desapareció el pasado 30 de abril.
Saman Abbas, joven de procedencia pakistaní de 18 años, desapareció de su casa en el municipio italiano de Novellara la noche del pasado 30 de abril. La Policía local inició su búsqueda, pero no logró encontrar a la mujer. Sin embargo, obtuvo las grabaciones de unas cámaras de seguridad, que muestran a 3 personas saliendo de la casa donde vivía con dos palas, una palanca, un cubo y una bolsa.
La investigación apuntó a los miembros de la familia Abbas: sus padres, un tío y dos de sus primos. Las fuerzas de seguridad lograron detener en Francia a uno de los primos, Ikram Ijaz, quien tras ser extraditado a Italia, confesó haber participado en la fase preparatoria del crimen, cavando el hoyo para el cadáver.
La joven había tenido un conflicto con sus familiares: el año pasado se rebeló contra el plan de casarla con un primo en su país de origen. Aún menor de edad, en aquel entonces, recurrió a Servicios Sociales, y en noviembre del 2020 la trasladaron a una casa de acogida. Saman informó que su padre le estaba reteniendo sus documentos y también denunció las amenazas de su familia al prometido, a través de familiares en Pakistán. Sin embargo, el pasado 11 de abril regresó a su casa.
El crimen
En una declaración ante el Tribunal de Revisión de Bolonia, el hermano menor de de Saman reveló los detalles de cómo se planificó y ejecutó el crimen. Negó la responsabilidad de los padres e insistió en que su tío, Danish Hasnain, fue quien mató a la joven con ayuda de dos de los primos de la víctima. En el pueblo, Hasnain, de 33 años, era conocido como un islamista fundamentalista y violento.
En la tarde del 30 de abril, unas horas antes del asesinato, el hermano aseguró haber escuchado una conversación entre Hasnain y su primo mayor, de 18 años, en la que el tío de Abbas le dijo: «Yo la desmiembro en trozos pequeños y tú me ayudas a llevarla a Guastalla [municipalidad cercana], ahí los tiramos».
El menor, que se encuentra en un centro protegido, luego que sus padres huyeran a Pakistán, dijo, según informa ABC, que el tío la mató estrangulándola: «Me pidió que no dijera nada a los carabineros (Policía italiana) y amenazó con matarme si decía algo. Pensé matarlo mientras dormía, teniendo en cuenta lo que había hecho. Pero después consideré que yo habría acabado en la cárcel y que era mejor que intervinieran los carabineros».
El tío y el otro primo siguen a la fuga, mientras que la investigación para encontrar el cuerpo de la joven prosigue. Los carabineros rastrearon palmo a palmo durante meses la finca donde trabajaban los hombres empleando perros, drones y geoescáners, aunque tras conocerse que se trata de un crimen «de honor», no descartan que sus restos fueran arrojados al cercano río Po.
Tras la desaparición, cientos de personas participaron en una manifestación solidaria por la joven, organizada por el Ayuntamiento de Novellara, que tuvo lugar el pasado 28 de mayo. «Saman, esta noche no estás sola y nunca más estarás», señaló en aquel entonces la alcaldesa Elena Carletti. Tras conocerse este sábado la noticia y los detalles del caso, la sociedad italiana quedó impactada.