El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, acordó derogar la reforma laboral del 2012 aprobada por el Ejecutivo anterior. La portavoz del gabinete destacó que se necesitan relaciones laborales justas para emprender la recuperación de la pandemia. La cuestión causó polémica, porque la vicepresidenta primera, a diferencia de la Ministra de Trabajo, solo quería eliminar una parte de las cláusulas y no derogar toda la reforma.