Un científico iraní ha diseñado un biorreactor de generación de energía para transbordadores a través de desechos plásticos en el proceso “más rápido” del mundo.
El reactor de última generación —diseñado por Hamed Milani, investigador y médico de la provincia de Mazandaran, en el norte de Irán— utiliza la novedosa técnica de celda de combustible microbiana para convertir los desechos plásticos en electricidad en un proceso “más rápido y eficiente” del mundo.
“El sistema de reactor de generación de energía de última generación que se usará en naves espaciales ha sido diseñado y construido por primera vez en el mundo […] puede convertir desechos plásticos en bioelectricidad utilizando tecnología de celda de combustible microbiana”, ha recalcado este viernes Milani.
En declaraciones ofrecidas a la agencia persa de noticias IRNA, Milani ha explicado que dicho reactor también descompone diferentes tipos de residuos plásticos en el menor tiempo posible, resolviendo así el problema del reciclaje de residuos en el espacio.
El proyecto, ha proseguido, consta de dos reactores de nueva generación que pueden convertir diferentes tipos de plásticos en sus componentes básicos en 14 horas, que es “el tiempo más corto para la descomposición de plásticos en el mundo”, usando el carbono producido en el proceso y el sistema avanzado de celdas de combustible microbianas para producir la electricidad requerida por los transbordadores espaciales, detalla.
Tras subrayar que el tema de reciclaje de desechos en el espacio es un problema importante que enfrentan los astronautas, Milani ha recordado que hasta ahora, se han utilizado métodos mecánicos y químicos para descomponer diferentes tipos de plásticos, y solo unos pocos países, incluidos EE.UU. y Japón, han desarrollado la novedosa biotecnología para este objetivo.
“Reducir la cantidad de contaminación y los peligros biológicos de los desechos espaciales en la industria de la aviación, reducir el peso total y el espacio ocupado en la nave espacial, la capacidad de las bacterias para multiplicarse, desarrollar procesos de generación de energía a un costo menor y reducir la cantidad de combustible consumido son otros beneficios del uso de la nueva tecnología de celdas de combustible microbianas”, explica.