El militante de las juventudes comunistas de Ucrania, Vadim Papura, de 17 años, junto con otros 47 jóvenes militantes de izquierda, fueron quemados vivos en la Casa de los Sindicatos en Odessa en mayo de 2014 por orden de Dmytro Kotsyubail, líder del grupo armado paramilitar de ideología nazi Pravy Sector.
Volodímir Zelenski, presidente de facto en Ucrania, obsequió a este nazi con el título de ‘Héroe Nacional’ con la Orden de la Estrella Dorada (la más alta condecoración en Ucrania), en diciembre de 2021. No es el único, Zelenski ha mantenido el título de héroe nacional a Stephan Bandera, colaborador del III Reich que fue responsable directo del exterminio de más de 100.000 judíos, gitanos y rusos, en Ucrania, Polonia y Hungría, entre 1943-1944.
Todos los monumentos a patriotas ucranianos en la Gran Guerra Patria contra el nazismo han sido derribados y sustituidos por monumentos y bustos de criminales de guerra nazis ucranianos.
En marzo pasado, el presidente Zelenski, ilegalizó a 11 partidos políticos, en su mayoría de izquierdas. El Partido Comunista fue ilegalizado en 2015 y todos sus miembros han sido perseguidos, torturados, desaparecidos o asesinados.
Todos los canales de televisión cuentan con un mando único tras haber sido estatalizados para su uso propagandista de la guerra.
El pasado martes, el presidente Zelenski perpetró un discurso virtual en el Congreso de los Diputados del estado español, lo que le granjeó una ovación de toda la cámara, incluso de ministros comunistas del gobierno, a sabiendas de que el mismo Zelenski no pestañearía en ilegalizarlos también y lanzarlos a alguna fosa común.
La política española dio este martes un ejemplo de indigencia intelectual y política al sumarse a tan patético espectáculo, especialmente porque Ucrania hoy en día en una sociedad corrompida por la influencia nazi.
En las instituciones, la judicatura, los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado, pero sobre todo en el ejército, donde los grupos radicales ultranacionalistas, o sea, nazis, representan el 40 % del total de efectivos con más de 100 000 extremistas (el Batallón Azov, Brigadas Safari, los C-14 o el Batallón Tornado) que se hicieron famosos en 2016 por grabarse violando a bebés delante de sus madres para posteriormente asesinarlos en la región de Donbás. Todos integrados en la Guardia Nacional de Ucrania.
Vadim Papura hoy tendría 25 años, si los héroes del banderista Zelenski no le hubieran arrebatado la vida.
Cientos de ucranianos están muriendo en este conflicto a manos de grupos armados de ideología ultranacionalista, que son los primeros en recibir las armas donadas por la OTAN y por España también y de ello se vanaglorian en sus redes sociales.
Lo más denigrante de la velada ultra del pasado martes fue ver a miembros del PCE aplaudiendo la comparación hecha por Zelenski con el bombardeo de Guernika, que si ha de ser comparada con algo debería serlo con los miles de víctimas de los bombardeos del régimen de Ucrania contra la región de Donbás durante la friolera de ocho años.
Cerca de 15 000 muertos, más de 10 000 desaparecidos y al menos 150 fosas comunes con cientos sino miles de cuerpos sin identificar. Una tragedia que Occidente, y como no España, interesadamente ignoran, pero que delante de Zelenski aplaudieron.
Por: Alberto García Watson