Las demostraciones de respeto y solidaridad con Palestina exceden —en algunos casos— la vida o la muerte, fue así el caso de Aaron Bushnell.
La bandera sionista ardió en llamas frente a la embajada de Israel en Washington, la cual representa a una entidad ilegal de apartheid y ocupación.
El lugar se convirtió en un memorial en honor de Aaron Bushnell, quien -así como ardió el símbolo de opresión- se inmoló en protesta en contra el genocidio del pueblo palestino.
La exagente de inteligencia Josephine Guilbeau, dijo a HispanTV que quizás algo estaba ocurriendo con la salud mental de Aaron, pero ¿Quién no tendría problemas de salud mental viendo este genocidio ininterrumpidamente durante cinco meses?
Nos afecta a todos, incluyéndome, muchos miembros de las fuerzas armadas se encuentran en esta situación, no pensábamos que esto iba a ocurrir, declaró conmocionada Guilbeau.
Algunos rastros en el concreto revelan una figura velada, es la silueta del cuerpo de Bushnell al caer ahogado por las llamas.
Los manifestantes reunidos frente a la embajada sionista expresaron el dolor, la desesperación y sensibilidad por lo que ocurre con el pueblo palestino cada día.
Bushnell y su difícil sacrificio representa todo ese sufrimiento e impotencia ante la injusticia que representa el ente sionista.
El horror y atrocidades sionistas han despertado un movimiento global que condena al régimen de Tel Aviv. Estos efectos sociales, sin embargo, no se limitan a movilizaciones.
En algunos casos, hay quienes hacen de sus actos de protesta el último acto. Así como Bushnell, en Diciembre, una mujer se inmoló ante el consulado sionista en Atlanta.
Tal es el sistema que imponen las clases dominantes. Fue la sentencia, una de las últimas palabras de Aaron Bushnell antes de autoinmolarse de manera extrema y aquí en los predios de la embajada de la entidad sionista en Washington.
Marcelo Ali Sánchez, Washington.