El presidente mexicano defiende sus políticas energéticas nacionalistas en la disputa con EE.UU. y Canadá y advierte que el país azteca “no es colonia de nadie”.
“Nosotros no vamos a dar ni un paso atrás. México es un país independiente, no es colonia de ningún país extranjero y el presidente de México no es títere, no es pelele de ningún Gobierno del exterior. Por eso, vamos a defender nuestro derecho”, advirtió el sábado Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en reacción a la petición de Washington y Ottawa para realizar consultas regionales a fin de solucionar, lo que creen, es una competencia desleal de mercado de México.
En su intervención en un evento público en Nayarit (oeste), el mandatario mexicano aseguró que su Gobierno seguirá defendiendo la soberanía, la independencia y los intereses nacionales del país frente a las injerencias de Estados extranjeros.
Acusó a la oposición de traición a la patria por anteponer los intereses de las empresas energéticas extranjeras a los de las firmas nacionales. “En vez de defender a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad, están defendiendo a las empresas eléctricas del extranjero. Son unos traidores a la patria”, denunció.
Fustigó a sus antecesores por adoptar una política energética que ha beneficiado mayormente a los inversionistas y las compañías foráneas, como Iberdrola, y prometió proteger los intereses de las empresas públicas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Dijo que, gracias a la ardua labor de “los trabajadores petroleros que están levantando la producción de petróleo y la producción de gasolinas y de diésel”, la gasolina en México es más barata hoy que en Estados Unidos y Europa.
EE.UU. y Canadá acusan al país latinoamericano de violar el tratado de libre comercio, el T-MEC, con sus políticas proteccionistas en materia energética, acusación que rechaza México, diciendo que no permitirá que ningún convenio vulnere el dominio que tiene el país sobre su industria petrolera.