Este reportaje es el primero de una serie de cuatro en los que desde Newtral pondremos la mirada en los efectos de las noticias falsas y los mensajes de odio sobre determinados países o comunidades
Desde que se declaró el brote de ébola en agosto de 2018 en la República Democrática del Congo, Rodriguez Katsuva y su equipo de 16 periodistas no han parado. Katsuva es uno de los creadores de Congocheck, un medio especializado en fact-checking en el país africano. El último contenido que les tocó verificar fue un vídeo en el que se ve bailar a los agentes sanitarios que luchan contra la enfermedad, con una tasa de letalidad de hasta el 90%. El texto que acompañaba a las imágenes aseguraba que el personal estaba celebrando nuevos casos del brote epidémico, que ha dejado más de 1.800 muertos y que se ha convertido en una emergencia sanitaria de alcance internacional, según la Organización Mundial de la Salud.
El pasado abril, un trabajador sanitario fue atacado por un grupo de personas en Butembo, una ciudad ubicada en el noreste del país, porque pensaban que estaba pulverizando el virus en los baños. No fue el primero ni el último ataque: en lo que va de 2019, ha habido 174 asaltos a trabajadores humanitarios y contra instalaciones médicas, según cifras de Naciones Unidas. En total, cinco personas han muerto y 51 han resultado heridas. «Aquí las noticias falsas matan», lamenta Katsuva en conversación con Newtral.
El vídeo es uno de los bulos que suelen correr en la zona: las Organizaciones No Gubernamentales y los agentes sanitarios están propagando la enfermedad a propósito para lucrarse. Luis Encinas, experto en ébola de Médicos Sin Fronteras (MSF) explica a Newtral que estos ataques se dan en un contexto de violencia entre grupos armados en la región pero también por la desconfianza y los rumores que se propagan en la población.
Control sanitario en República Democrática del Congo. | Foto: Efe.
Uno de cada cuatro creen que el ébola no existe
«Las informaciones falsas no son un fenómeno nuevo. Hay que tener en cuenta que la epidemia del ébola siempre se acompaña de una epidemia de miedo y que en una zona conflictiva como el este de RDC, toma proporciones más importantes y más peligrosas», indica Encinas. Un estudio de la revista científica The Lancet publicado en marzo reveló que una de cuatro personas entrevistadas pensaba que el ébola no existía. Pero al otro lado de la negación también existe la falta de información. «Comer cebolla ayuda a curar la enfermedad», «la vacuna es un veneno» o «lo han traído los blancos para robar los órganos de los negros», son otros de los bulos que se han compartido por Whatsapp y luego de boca a boca y que han participado en la desconfianza de la población o son el origen de ellos. Un ejemplo es la falta de información sobre por qué los cuerpos de los fallecidos tienen que ser enterrados de manera distinta.
Tanto MSF como Cruz Roja tratan de monitorear la desinformación que circula sobre la enfermedad y citan la importancia de integrar a la población local en la lucha contra el ébola. «Explicamos qué es el ébola y qué no es, qué es la vacuna y por qué ha generado mucho rechazo. Sobre todo para trabajar a posteriori con grupos de influencia religiosa. La ley costumbrista está muy presente en el país, las decisiones de los jefes tribales son a veces más importantes que la ley y por eso son claves. Intentamos implicarlos aunque creo que hay que ir mucho más lejos», explica Encinas.
Katsuva, de Congocheck, trabaja todos los días con informaciones falsas sobre la epidemia. Recuerda a Newtral que la mayoría de la población tiene acceso a internet a través de Facebook y WhatsApp. «Internet es muy caro aquí. Pero algunas empresas de telecomunicaciones dan acceso gratis a Facebook», explica. La red social desempeña un papel importante en la difusión de mentiras pero en este país del centro de África hay otro factor que lo amplifica. «Sale de internet y llega al boca a boca», aclara el periodista de 27 años.
Políticos negacionistas
En las pequeñas comunidades, explica, una persona que tiene un móvil y acceso a las redes sociales es considerado como el más informado y el que más credibilidad tiene. Por eso, el equipo de periodistas trata de compartir los artículos en los grupos de mensajería instantáneo y la red social estadounidense.
«En estas localidades, matan a gente desde hace años. Es una zona muy violenta y el gobierno nunca hizo nada. Las personas se preguntan por qué ahora que hay ébola hay tanta ayuda, tantos médicos que vienen de fuera y tanta movilización internacional»
El trabajo cotidiano de este periodista le permite analizar también por qué se comparten tantas noticias falsas relacionadas con la enfermedad y quién lo hace. «Cuando se suspendieron y pospusieron las elecciones en las zonas afectadas por el ébola, se empeoró el tema de los rumores y las noticias falsas», asegura. En las pasadas elecciones de diciembre 2018, el Gobierno suspendió las votaciones en tres localidades afectadas por la epidemia y que tenían una importante presencia opositora. Una parte de la población de Beni y Butembo, disconforme por su exclusión de voto, sospechó que hubo una manipulación electoral y organizó una votación simbólica.
Durante la campaña, Katsuva recuerda que también hubo «casos de políticos locales que negaron el ébola para obtener más votos». Tras el reporte de las elecciones legislativas y la anulación de las presidenciales en estas localidades, el diputado de Butembo Crispin Mbindule Mitono organizó un encuentro en la ciudad en el cual explicó que era una maniobra política del gobierno de Kabila para impedir el voto y que el ébola no existía. Esta desconfianza se manifiesta también por el clima de violencia. «En estas localidades, matan a gente desde hace años. Es una zona muy violenta y el gobierno nunca hizo nada. Las personas se preguntan por qué ahora que hay ébola hay tanta ayuda, tantos médicos que vienen de fuera y tanta movilización internacional cuando el Estado nunca hizo nada», explica el periodista congolés.
En el siguiente video «La verdad sobre las vacunas y los virus. Propaganda de miedo y estafa médica» vemos como el virus de la gripe porcina fué creado en un laboratorio para generar pánico masivo e incitar a la población a vacunarse. De la misma manera como se hace hoy en día con el ébola. Este video es un importante documento que contiene los testimonios de periodistas independientes, activistas, profesionales de la medicina e investigadores como Jane Bürgermeister, Teresa Forcades, Josep Pámies, Bill Gates, Jon Rappoport, John Horowitz que se han lanzado a la aventura de descubrir la verdad detrás de toda la alarma de las epidemias emergentes y mediaticas.