El aumento sin precedente del consumo de estupefacientes en Arabia Saudí ha convertido a la monarquía árabe en la capital de las drogas en Asia Occidental.
Pese a los intentos de los Al Saud de impedir que se filtre a la prensa la información sobre el consumo récord de drogas en el país, los medios saudíes han estado haciendo sonar la alarma últimamente al respecto. Los informes indican que el reino saudí es uno de los destinos regionales más grandes y lucrativos para las drogas, una situación que se está intensificando.
El miércoles, Arabia Saudí incautó 47 millones de pastillas de anfetamina escondidas en cargamentos de polvo a su llegada al puerto de la capital, Riad.
Actualmente, las anfetaminas o el Captagon, un comprimido que contiene anfetaminas, son las drogas más populares entre la generación joven en Arabia Saudí. La droga se popularizó en el reino hace unos 15 años, pero ha despegado más intensamente en los últimos cinco años, “quizás llegando a estar a la par con el cannabis”, según Vanda Felbab-Brown, becaria de la Institución Brookings en Washington DC.
Expertos explican que las propiedades de tipo anfetamínico de Captagon se buscan como un mecanismo de afrontamiento que puede ayudar a los usuarios que se enfrentan a la inseguridad alimentaria a evitar el hambre e inducir una subida eufórica que “los usuarios dicen que ayuda con el estrés traumático”.
Trabajadores extranjeros son drogados en reino para mejorar su rendimiento
El uso de esta droga es además popular entre los trabajadores extranjeros en países ricos del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí, porque les ayuda a mejorar su “desempeño laboral”, según dijo Caroline Rose, analista sénior de New Lines Institute en Washington, DC, que ha estudiado el comercio de Captagon.
En Arabia Saudí trabajan millones de trabajadores extranjeros pese a los informes que revelan el abuso masivo que sufren por sus empleados.
Falta de libertades sociales y desempleo conducen a jóvenes saudíes a consumir Captagon
Rose opina que el Captagon tiene un atractivo diferente entre la clase rica de la sociedad saudí, porque sirve “como una actividad recreativa entre su creciente población joven que supuestamente han luchado contra el aburrimiento en medio del desempleo juvenil generalizado y la falta de oportunidades para actividades recreativas”
De acuerdo con expertos, limitar las libertades de los jóvenes no puede ayudar a reducir el consumo de drogas en el reino saudí, sino que para resolver el problema es necesario educar a los jóvenes.