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Siempre nos dijeron que era imposible, que la historia estaba escrita. Y no es verdad: UNIDAS PODEMOS ?❤️? #LaHistoriaLaEscribesTú
Pedro Sánchez ha sido el primero en valorar ‘El Debate Decisivo’ y espera que «cada vez haya menos» indecisos porque la gente debe decidir entre si se quiere «avanza o «retroceder» y lamenta no haber tenido tiempo para hablar de otros temas como la transición ecológica. Más allá de los rifirrafes, considera que se han tratado con «humildad, determinación y pasión» los asuntos que realmente importan a la nación y la postura socialista respecto a ellos.
Albert Rivera ha valorado muy positivamente su intervención en ‘El Debate Decisivo’ y ha resaltado sus momentos más especiales, entre los que destacan cuando ha hablado de España pero también el ‘minuto de oro’, que ha dedicado a sus padres y a su familia.
Pablo Casado no ha dudado en que ha salido victorioso sobre el presidente del Gobierno los demás. Ha señalado que Sánchez, Iglesias y Rivera llevan más años que él presentándose a la presidencia del Gobierno, pero «la nueva política en un partido que lleva tantos años haciendo cosas por España es lo que quieren los españoles». «Me ha sentado muy mal la patrimonialización de las mujeres que ha hecho el presidente del Gobierno», ha señalado Casado.
Pablo Iglesias, por su parte, ha expresado que debates como este deben ser obligatorios, por lo que propone regularlos por ley. Sobre los mejores momentos, Iglesias se ha quedado con aquellos en los que se ha debatido con «respeto».
Miembros de los servicios de inteligencia de Alemania Occidental, Francia y el Reino Unido visitaron los del “Plan Cóndor” en Buenos Aires, en septiembre de 1977. Querían crear una organización antisubversión similar.
El Gobierno de EE.UU. entregó este viernes (12.04.2019) al ministro argentino de Justicia, Germán Garavano, 47.000 páginas de documentos desclasificados sobre la “guerra sucia” de la última dictadura argentina (1976-1983), lo que arroja luz sobre una de las páginas más oscuras de la historia del país.
Miembros de ONG como Archivo Nacional de Seguridad, dedicada a estudiar actas históricas, o el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) han examinado los nuevos documentos, archivos desconocidos de la CIA, el FBI y otras agencias estadounidenses de seguridad e inteligencia.
Sus analistas han descubierto o confirmado atrocidades, que no solo podrían ayudar a continuar buscando justicia contra las violaciones de derechos humanos, sino también arrojando luz sobre historias hasta hoy ocultas, dentro y fuera del continente:
1. Un plan para exterminar a los izquierdistas en el extranjero
Los jefes de la policía secreta de las seis dictaduras del Cono Sur de América (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) se reunieron en secreto en mayo de 1976 en Santiago de Chile para crear una “nueva unidad” destinada a exterminar a los izquierdistas en Europa y otros países de Latinoamérica.
Esa nueva unidad fue bautizada como “Teseo”, en referencia a Theseus, el rey griego que mató a puñetazos al Minotauro, según recoge un documento de la CIA desclasificado el viernes.
La unidad “Teseo” se creó bajo el paraguas del conocido como “Plan Cóndor”, una operación impulsada por los servicios de Inteligencia de las dictaduras del Cono Sur para secuestrar, torturar y exterminar a sus opositores con el conocimiento de Estados Unidos.
2. Asesinatos en el extranjero por 3.500 dólares cada 10 días
La CIA tuvo acceso a un acuerdo que firmaron en 1976 los países del “Plan Cóndor” para establecer cómo debía financiarse la unidad “Teseo”, que estuvo basada en Argentina.
El texto obtenido por la CIA, titulado “acuerdo de los países Cóndor en relación con la regulación de sus operaciones contra objetivos subversivos”, establecía que cada dictadura debía desembolsar 10.000 dólares para costes operativos y, además, tenía que pagar una cuota de 200 dólares “antes del 30 de cada mes”.
Según el acuerdo, los agentes asignados a misiones de asesinatos en el extranjero necesitaban unos 3.500 dólares cada diez días y se les ofrecía 1.000 dólares para comprar ropa en su primera operación.
3. Europa se interesó por el “Plan Cóndor” y quiso imitarlo
Los servicios de Inteligencia de Francia, el Reino Unido y la República Federal de Alemania (RFA) visitaron Argentina para conversar sobre “métodos para el establecimiento de una organización antisubversiva similar a “Cóndor”, según un cable de la CIA fechado el 7 de abril de 1978.
La CIA recogió que la inteligencia de esas tres naciones pensaba que “la amenaza subversiva había alcanzado unos niveles tan peligrosos en Europa”que era necesario “unir sus recursos de inteligencia con una organización cooperativa como “Cóndor” para hacer frente a ese supuesto peligro.
El cable de la CIA no explica cuál terminó siendo la relación entre las Inteligencias de Francia, el Reino Unido y la RFA con las dictaduras del Cono Sur.
4. El embajador argentino en Venezuela fue secuestrado por dinero
Los nuevos documentos revelan que el embajador de Argentina en Venezuela Héctor Hidalgo Solá fue secuestrado y asesinado en julio de 1977, por agentes de la extinta Secretaría de Inteligencia del Estado argentino (SIDE), que actuaron por su cuenta y sin el consentimiento de la Presidencia.
Los agentes raptaron a Hidalgo Solá con el “único objetivo de pedir dinero a su familia” y, cuando empezó una investigación interna para saber qué había ocurrido, los miembros del SIDE tuvieron “miedo de ser descubiertos” y lo mataron para encubrir el crimen, detalla otro documento de la CIA.
La familia de Hidalgo Solá no sabía lo que le había ocurrido hasta hoy. Su nieta acudió al acto en el que el ministro argentino de Justicia recibió los documentos desclasificados.
5. La CIA temía que los asesinatos la involucraran
El liderazgo de la CIA sabía que los países del “Plan Cóndor” tenían planes de asesinar a los integrantes de la Junta de Coordinación Revolucionaria (JCR), una organización que Washington considerada “un paraguas” para los movimientos latinoamericanos de izquierda con sedes en París, Lisboa y otras urbes europeas.
A la CIA le preocupaba que ese tipo de operaciones acabaran siendo un inconveniente y tuvieran “ramificaciones políticas adversas” para la propia agencia por su apoyo al “Plan Cóndor”.
“Hay que tomar todas las precauciones (…) para asegurarnos de que la agencia no sea acusada por error de ser parte de este tipo de actividad”, aseveró en un memorándum Raymond A. Warren, el que fuera jefe de Latinoamérica dentro de la CIA entre julio y agosto de 1976.
https://www.youtube.com/watch?v=DDizZizSSEs