La máxima autoridad electoral de Brasil advierte que el país corre el riesgo de enfrentar un incidente más grave que el asalto al Capitolio de EE.UU. en enero de 2021.
El próximo 2 de octubre, se celebrarán las elecciones presidenciales en Brasil, y según indican los resultados de las encuestas, el expresidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) lidera las intenciones de voto frente al actual mandatario, Jair Bolsonro, quien busca ser reelegido.
Entretanto, Edson Fachin, presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil, advirtió el miércoles que el país podría ver disturbios postelectorales peores que los que ocurrieron en 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos, cuando los partidarios de Donald Trump, quien perdió las presidenciales, atacaron el Congreso estadounidense, en un intento sin éxito por anular su derrota en las elecciones.
“Podríamos experimentar un episodio aún más severo que el [asalto del] 6 de enero en el Capitolio”, dijo el magistrado durante un evento realizado por el Wilson Center en Washington, D.C. (Estados Unidos).
Ante tal situación, llamó a la sociedad civil y a las instituciones del país a apoyar a las autoridades electorales cuando declaren los resultados de las elecciones de octubre.
Además, dejó claro que no aceptará ninguna injerencia en el proceso electoral, enfatizando que “el poder judicial de Brasil no se inclinará ante nadie”.
Sus comentarios se producen mientras Bolsonaro ha cuestionado una y otra vez la confiablidad del sistema de votación electrónica de Brasil, llegando incluso a amenazar con rechazar un resultado desfavorable en las elecciones.
Lula Da Silva, de 70 años, sigue siendo una figura poderosa en Brasil, y es favorito para ganar los comicios con una distancia de 14 % frente a Bolsonaro, según indican los resultados de una encuesta realizada por la firma Genial/Quaest, publicada el miércoles.
Mientras tanto, Bolsonaro está en el ojo del huracán de críticas por la mala gestión de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y la posterior crisis económica en el país suramericano. Además, el presidente está involucrado en casos de corrupción, razones por las cuales su popularidad se encuentra golpeada y varios sectores y diferentes partidos del gigante latinoamericano piden que se emprenda un proceso de destitución (impeachment) en su contra.