Bruselas espera recaudar 140.000 millones con su nuevo tope a los súper beneficios de las energéticas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, participa en el Parlamento Europeo en el debate sobre el Estado de la Unión tras aprobar una propuesta que prevé recortar un 5% el consumo de luz en horas punta, limitar los ingresos de las renovables y una tasa del 33% a los súper beneficios de las industrias fósiles

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la esposa del presidente de Ucrania, Olena Zelenska, en Estrasburgo, el 14 de septiembre de 2022.La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la esposa del presidente de Ucrania, Olena Zelenska, en Estrasburgo, el 14 de septiembre de 2022. Eric Vidal / Parlamento Europeo

Lo que para el PP es propio del “comunismo más bilioso del siglo XX”, para la Comisión Europea es el camino para encarar una crisis energética sin precedentes, agravada por los cortes de gas por parte de Rusia como reacción al apoyo de la UE a la Ucrania invadida. Este miércoles la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen (alemana de la CDU, miembro del PP europeo), ha avanzado algunos datos de sus propuestas para afrontar el duro invierno en el debate del Estado de la Unión, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. Según Von der Leyen, el nuevo tope europeo sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas –incluido el límite al precio de renovables y la nueva tasa a las industrias fósiles– permitirá recaudar “140.000 millones de euros”.

En realidad son 142.000 millones anuales: 117.000 provenientes del tope al precio de las industrias inframarginales –renovables, nuclear– de 180 euros megavatio/hora; y 25.000 del impuesto de al menos el 33% a los beneficios extraordinarios de las industrias fósiles.

“Se nos está poniendo a prueba”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea: “Es una guerra contra nuestra energía, nuestra economía, valores, nuestro futuro. Se trata de la autocracia contra la democracia, y estoy convencida de que con el valor y la solidaridad necesarios, Putin fracasará y Europa y Ucrania vencerán”.

La propia presidenta de la Comisión Europea ha anunciado en el pleno que este miércoles viajará a Kiev para reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Será la segunda vez que viaje a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa –la primera fue el 8 de abril–. Von der Leyen tiene previsto debatir con Zelenski sobre los avances en el mercado único europeo para Ucrania, tras anunciar la extensión del roaming a este país. En la grada, está la esposa del presidente, Olena Zelenska, con quien viajará desde Estrasburgo.

“En el mes de marzo logramos conectar Ucrania a nuestra red eléctrica”, ha dicho Von der Leyen: “Se trataba de una iniciativa prevista para 2024, pero la llevamos a cabo en dos semanas. Y, en estos momentos, Ucrania nos exporta electricidad. Quiero ampliar significativamente este comercio que redunda en beneficio mutuo. Ya hemos suspendido los derechos de importación que se aplicaban a las exportaciones ucranianas a la UE. Integraremos a Ucrania en nuestro amplio espacio europeo de itinerancia gratuita. Nuestros corredores solidarios están siendo un gran éxito. Apoyándose en todos esos logros, la Comisión trabajará junto con Ucrania para asegurar el acceso sin trabas de este país al mercado único, y viceversa. Nuestro mercado único es uno de los grandes logros de Europa. Ha llegado el momento de que también lo sea para nuestros amigos ucranianos. Por ese motivo, hoy mismo viajaré a Kiev para tratar detalladamente de esta cuestión con el presidente Zelenski”.

La presidenta de la Comisión había viajado a la capital ucraniana ya el pasado 8 de abril junto al alto representante de la Unión Europea para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, cuando se había cumplido un mes y medio del inicio de la invasión y la UE acababa de aprobar el quinto paquete de sanciones a Moscú para vetar las compras de carbón ruso a partir del pasado mes de agosto.

“Quiero dejarlo muy claro: no vamos a levantar las sanciones”, ha dicho este miércoles Von der Leyen: “Es el momento de mantenernos firmes y no de hacer política de apaciguamiento. Lo mismo puede decirse de nuestra ayuda financiera a Ucrania. Hasta la fecha, el Equipo Europa ha aportado más de 19 000 millones de euros en asistencia financiera. Y eso, sin contar nuestra ayuda militar. El nuestro es un apoyo a largo plazo”.

Las propuestas aprobadas en el colegio de comisarios en un contexto de datos récord de inflación y sombras de recesión mientras el BCE arriesga asfixiar la economía con subidas de tipos sin precedentes, consisten, según ha ido circulando, en: que los países de la UE reduzcan su consumo medio de electricidad un 10% y que ese ahorro sea de al menos un 5% en horas punta; limitar los ingresos de las compañías eléctricas, fijando un tope en el mercado eléctrico de 180 euros el megavatio/hora para la generación de origen renovable, nuclear y con lignito –menos de los 200 euros que circularon en borradores hace una semana–; y fijar una tasa del 33% a los beneficios extraordinarios de compañías de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón y sector de la refinería), que están engordando gracias a los elevados precios del gas.

Eso sí, la Comisión Europea reconoce que necesita más tiempo para otras dos medidas para las que los ministros de Energía de la UE han pedido orientación: poner un tope al precio del gas y aumentar la liquidez de los mercados financieros de futuros de la energía.

A partir de aquí, se abre un periodo de negociación con los 27 para llegar a un acuerdo en la reunión extraordinaria de ministros de Energía convocada para el 30 de septiembre en Bruselas.

“Tenemos que acabar con la dependencia”, ha dicho Von der Leyen en el Parlamento Europeo: “Estamos en el 83% de almacenamiento, pero no basta. Hay que diversificar, apartarnos de Rusia y buscar socios más fiables, como EEUU, Nigeria y Noruega. El año pasado, el gas ruso que llegaba a la UE suponía el 40%; hoy ha caído al 9%.  Pero Rusia sigue manipulando nuestro mercado, prefieren quemar el gas en lugar de cumplir los contratos”.

Según Von der Leyen, “este mercado no está funcionando. Ha dejado de funcionar. Además, la crisis climática tiene un precio en nuestras facturas, la sequía ha afectado a las plantas hidroeléctricas y es diez veces más cara la luz. Está generando ansiedad a millones de empresas y familias. Quiero que nuestra Unión tome ejemplo y reducir la demanda en horas punta para que el suministro dure más. Por esta razón, los Estados miembros están presentando medidas para reducir el consumo de electricidad Hace falta un apoyo específico para las pymes, y para quienes no pueden pagar las facturas, por eso proponemos un tope de los beneficios nunca imaginados. En estos momentos no está bien recibir beneficios de la guerra y que paguen el pato los consumidores”.

“Los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan” ha dicho la presidenta de la Comisión Europea: “Nuestra propuesta recaudará más de 140.000 millones de euros que permitirán a los Estados miembros amortiguar el golpe de manera directa. Y debido a que estamos inmersos en una crisis de combustibles fósiles, la industria de los combustibles fósiles también tiene una obligación especial. Las grandes empresas de petróleo, gas y carbón también están obteniendo enormes beneficios. Y por eso tienen que pagar una parte equitativa: tienen que aportar una contribución contra la crisis. Todas estas son medidas de emergencia y temporales en las que estamos trabajando, incluido el debate sobre la limitación de precios. Es necesario que sigamos trabajando para reducir los precios del gas. Tenemos que garantizar la seguridad del suministro y, a la vez, nuestra competitividad a escala mundial”.

Von der Leyen ha añadido: “Al tiempo que nos enfrentamos a esta crisis urgente, también debemos mirar hacia el futuro. La configuración actual del mercado de la electricidad, basada en el orden de mérito, ha dejado de ser justa para los consumidores. Estos deberían aprovechar los beneficios de las energías renovables de bajo coste. Por lo tanto, tenemos que desligar la influencia dominante del gas sobre el precio de la electricidad. Para ello, llevaremos a cabo una reforma profunda e integral del mercado de la electricidad”.

“Queremos que los precios del gas se mantengan bajos, garantizando los precios de la energía y la competencia. Pero si es demasiado cara, daña nuestra competitividad”, dice Von der Leyen, quien ha reconocido que “el mercado del gas ha cambiado totalmente. Cada vez más hay gas licuado. Pero ese mercado no se ha adaptado, y queremos ir a un patrón más representativo para reflejar esos cambios. Y al mismo tiempo, las empresas energéticas tienen problemas de liquidez, por lo que vamos a trabajar con reguladores del mercado para limitar la volatilidad de precios cotidianos, enmendando el marco de ayudas estatales en octubre. No es fácil, pero son los primeros pasos”.

Nuevas normas fiscales

La UE lleva con las normas fiscales –deuda y déficit– suspendidas desde el inicio de la pandemia para dar vía libre al gasto público. Pero también se ha embarcado en el proceso de reformarlas, por su complejidad para ser aplicadas y su rigidez. En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea ha dicho: “Necesitamos unas normas presupuestarias que permitan la inversión estratégica y que salvaguarden, al mismo tiempo, la sostenibilidad presupuestaria. En octubre presentaremos nuevas ideas para nuestra gobernanza económica. Los Estados miembros deben tener más flexibilidad en sus sendas de reducción de la deuda. Sin embargo, debe existir una mayor responsabilidad en cuanto al cumplimiento de lo que se haya acordado. Deben establecerse normas más sencillas que todos puedan seguir. Para abrir el espacio a la inversión estratégica y otorgar a los mercados financieros la confianza que necesitan. La estabilidad y el crecimiento solo pueden ir de la mano”.

“El PP normaliza la entrada de la extrema derecha en las instituciones”

La presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García, ha afirmado: “Las crisis ponen de manifiesto nuestras debilidades, pero también dónde tenemos que incidir. Nuestro compromiso con el pueblo ucraniano es firme, pero para asegurarnos el apoyo de la ciudadanía, hay que ponerse en la piel de quienes están sufriendo las consecuencias de la guerra. De la misma manera que fuimos socios leales en la pandemia, lo seremos ahora para evitar una recesión. Vamos tarde, pero me alegro que ya se escuche lo que decíamos: poner un tope al precio del gas, y eso podemos hacerlo con una parte de los beneficios extraordinarios. Me preocupa la extrema derecha, hay que actuar en la defensa del Estado de Derecho. Me da tristeza decirlo, pero el estado de la democracia es tan frágil como nuestra economía. Vuelven fantasmas superados, hay partidos profascistas que pueden ganar elecciones. Señor Weber, les hago un llamamiento para que reconsideren su papel, el mejor patriotismo es la unión europea, no el nacionalismo excluyente. Están normalizando la entrada de la extrema derecha en las instituciones, espero que rectifiquen porque tenemos una responsabilidad compartida”.

La portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha defendido, por su parte: “Europa se mantendrá firme como una roca en defensa de la libertad de Ucrania, porque la causa de Ucrania es hoy la causa de Europa. El coraje, la resistencia y la valentía del pueblo ucraniano, que son el mejor símbolo de la justicia de su causa. Hace unos días Putin enterró sin honores en Moscú al presidente Gorbachov, la historia recordará a Gorbachov y condenará a Putin”.

La portavoz popular ha afirmado que “en estos tiempos difíciles Europa tiene muchos desafíos”, y ha pedido “luchar sin descanso contra la inflación, que es el impuesto más injusto para las familias, y aumentar la autonomía energética europea, para que la factura de esta crisis no la paguen los ciudadanos”. .

El portavoz de Ciudadanos, Adrián Vázquez, ha sostenido: “No es un debate de la Unión más. Necesitamos más que nunca coraje, solidaridad y resistencia. Seamos conscientes de que este invierno va a durar mucho, y necesitamos soluciones a medio y largo plazo, como la construcción de infraestructuras, una moratoria nuclear que nos permita transitar a los objetivos verdes”.

El ex president catalán Carles Puigdemont también ha participado en el debate: “Ha recordado al ex presidente David Sassoli, que pedía renovar la democracia. Usted ha recordado que la democracia no tiene que espiar a políticos y activistas, cosa que está pasando en España. El 61% de las sentencias del TEDH no se respetan en España y los comisarios europeos se fotografían con la extrema derecha [el vicepresidente Margaritis Schinas recibióo a Vox] y rechazan reunirse con eurodiputados espiados que han recibido un millón de votos”.

La eurodiputada de la France Insoumise, Manon Aubry, copresidenta de La Izquierda (el grupo de UP), ha señalado, por su parte: “Los parches no serán suficientes. Los precios deben congelarse en los niveles previos a la crisis, porque la energía es un bien común. Como el agua, la salud, la naturaleza y todo lo que necesitamos para vivir. Nuestro planeta se está quemando. Se les dice a los ciudadanos que apaguen su wifi. Pero también podría pedirnos que vaciemos el mar con una cuchara si insiste en importar al mismo tiempo leche y carne de Nueva Zelanda, literalmente a más de 19.000 km de distancia. Este es, de hecho, el corazón del problema, todas las crisis que estamos pasando le obligan a cambiar de rumbo provisionalmente, pero es la misma historia que con la pandemia. Nos dijo entonces que había entendido la lección, pero luego volvió a lo de siempre”.

Aubry ha añadido: “Ante el fracaso de este modelo, se está abriendo la puerta a un bloqueo, temporal, por supuesto, de los ingresos de las empresas energéticas. Excepto que con el umbral previsto las multinacionales se quedarán con márgenes enormes. ¿Cuántas crisis más necesitará para sacar verdaderamente las consecuencias de tus fracasos? Ya no nos queda tiempo que esperar”.