El principal banco de España, CaixaBank, ha propuesto a los sindicatos llevar a cabo el mayor despido colectivo de la historia de la banca del país. Propone reducir 8.300 puestos de trabajo, el 18 % de su plantilla, y eliminar el 27 % de sus sucursales, en total, más de 1.500 oficinas en todo el Estado.
La medida se ha anunciado tan solo un mes después de que se llevara a cabo la absorción de Bankia y que convirtiera a la entidad en la mayor del país, con activos que superan los 650.000 millones de euros.
El secretario general del sindicato CC.OO. CaixaBank, Ricard Ruiz, piensa que con la reestructuración planeada, además de destruir miles de puestos de trabajo, «posiblemente la dirección de la entidad también vaya a hacer un intento de recortar las condiciones de la plantilla que se quede trabajando en el banco».
Este Expediente de Regulación de Empleo (ERE) se suma al que se encuentra negociando con los sindicatos el BBVA, otro de los grandes bancos españoles, y que se estima que se puede saldar con la salida de hasta 3.000 empleados.
Una década de concentraciones bancarias
La fusión de CaixaBank es el último episodio de la concentración bancaria que está viviendo el sector financiero en España, que desde la crisis económica de 2008 ha ido acelerando su concentración en el país. Solo cinco entidades se reparten más del 70 % del negocio.
Desde la caída de Lehman Brothers, que dio inicio a la crisis mundial, han desaparecido casi la mitad de los bancos. En la última década han perdido el trabajo en el sector más de 100.000 empleados y una de cada dos sucursales ya no existe.
El economista José Carlos Díez sostiene que se trata de una tendencia en toda la Unión Europea (UE), una vez que el negocio tradicional de los bancos, prestar dinero, ya no es rentable debido a que los tipos de interés se mantienen muy bajos.
«En 2008 España era el país del mundo con más red de sucursales por habitante, y al pinchar la burbuja de crédito e inmobiliaria eso cayó mucho y con los tipos de interés al cero el negocio bancario no es rentable y tienen que ajustar costes», apunta.
Sin embargo, la situación de España supera a la media comunitaria. Es uno de los países donde más bancos se han concentrado en la UE en la última década, aunque el Banco de España asegura que hay competencia suficiente en el sector.
Sin embargo, hay temores de que el ámbito bancario acabe convirtiéndose en un oligopolio, mientras los bancos están en plena escalada de aumento de las comisiones a sus clientes a la vez que recortan en empleo y en las oficinas para dar servicio.