«A día 30, la reducción del personal será de entorno al 60%. Si en verano estábamos trabajando cerca de 4.500 personas, ahora se quedarán unas 2.700», dice Manuel, portavoz de la organización sindical Bomberos Forestales En Lucha-Castilla y León que prefiere no dar su apellido por temor a represalias laborales. Después del peor año de la historia, con más de cien hectáreas calcinadas en todo el territorio castellano y leonés, la Junta podría volver a dejar sus servicios de prevención de incendios sin personal suficiente.
«Todo lo que se invierte en prevención te lo vas ahorrar en verano en extinción. Si no trabajamos en invierno, si no realizamos podas, limpieza de montes y mantenimiento de cortafuegos, el año que viene nos volveremos a quedar en bragas, no tendremos margen para tapar los grandes incendios, como ha ocurrido este verano«, explica el bombero.
El operativo de Castilla y León es mayoritariamente privado, con algo más de diez empresas que se reparten los contratos. Para las organizaciones profesionales esta es una de las grandes razones que explican el desmantelamiento de los servicios durante los meses fríos del año. «Les interesa ese modelo para repartir el dinero entre sus colegas. El operativo es mayoritariamente privado y a las empresas les viene bien ahorrarse sueldos. Si fuese un operativo público, con cien por cien de personal de la Junta, esas empresas dejarían de recibir un dinero importante», denuncian.
Los sindicatos que representan a los funcionarios del sector tampoco están contentos con la forma en la que la Junta afronta el invierno. Esau Escolar, presidente de la Asociación Sindical Profesional de Agentes Medioambientales, explica cómo año tras año se van perdiendo plazas por la baja tasa de reposición. «Somos 750 personas para toda Castilla y León, pero hay una relación de puestos de trabajo de 1.050, es decir, tenemos 300 vacantes sin cubrir y, además, la plantilla está super envejecida», dice. «Nosotros, dentro del operativo, somos los únicos funcionarios de la gestión y los que coordinamos la extinción y la prevención. Somos quienes proponemos qué zonas trabajar o dónde hacer limpiezas y desbroces, pero también estamos pendientes de incidencias ambientales, como avisos por atropellos de animales, control de residuos…», aclara.
Los profesionales recuerdan la crudeza de este verano, donde algunos de los profesionales trabajaron en el incendio de Sierra de la Culebra (Zamora) en jornadas de más de 24 horas, todo ello con salarios base que superan ligeramente el salario mínimo interprofesional.
Desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, explican a Público que esta semana se ha alcanzado un principio de acuerdo la patronal del sector y con algunos sindicatos. Si bien desde el Ejecutivo no dan cuenta sobre el contenido de ese pacto, algunos medios locales informan de que se pretende incorporar progresivamente a todo el operativo en los próximos meses.
Esta medida, sin embargo, no contenta a los sindicatos mayoritarios, que ni siquiera se han sentado en la mesa de diálogo. Tampoco la oposición al Gobierno de PP y Vox entiende la razón por la que, tras un verano tan dramático como este, no se mantendrán activos todos los efectivos para limpiar los montes, además de recibir formación. «Exigimos que el 100% del operativo esté movilizado durante los 365 días del año», reclama José Luis Vázquez, portavoz de Medio Ambiente del PSOE en las Cortes, que recuerda que «la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) acaba de publicar su pronóstico de un otoño con temperaturas altísimas», lo que podría condicionar l futuro a corto plazo de los incendios en España.