Estas acciones se llevarán a cabo con el fin de proteger la soberanía y los intereses de seguridad de China.
Raytheon
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, anunció este lunes que su país ha decidido imponer contramedidas contra dos contratistas de defensa y corporaciones industriales estadounidenses por la venta de armas de EE.UU. a la región china de Taiwán.
Entre las empresas que recibirán las sanciones se encuentran los fabricantes aeroespaciales y militares Raytheon Technologies y Lockheed Martin. Según Wenbin, estas acciones se llevarán a cabo con el fin de proteger la soberanía y los intereses de seguridad de China, de acuerdo con la Ley de Sanciones Extranjeras.
La representación diplomática estadounidense publicó un comunicado en el que avisa, citando informaciones mediáticas, que existen amenazas de ataques en lugares públicos, tanto en la capital rusa como en otras ciudades.
Bandera estadounidense en la sede de la Embajada de EE.UU. en Moscú.Foto: Fifg / Legion-Media
La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores, María Zajárova, ha pedido a la Embajada de EE.UU. en el país que explique la advertencia dirigida a sus ciudadanos sobre el riesgo de que se produzcan atentados en el país.
«Según fuentes de los medios de comunicación, ha habido amenazas de ataques contra centros comerciales, estaciones de tren y metro y otros lugares de reunión pública en las principales zonas urbanas, como Moscú y San Petersburgo, así como en las zonas de mayor tensión a lo largo de la frontera rusa con Ucrania», reza el comunicado de la representación diplomática.
Por su parte, Zajárova se preguntó si la representación diplomática había enviado «datos correspondientes» a sus colegas rusos a través de los canales especiales. «Si no es así, ¿qué quieren decir con todo esto?», escribió en su cuenta de Telegram.
Reacción en las redes
Entretanto, las redes se llenaron de comentarios de sorpresa e indignación tras la advertencia lanzada por la Embajada de EE.UU. «‘Según fuentes de los medios de comunicación’. Espero una información más precisa y fiable de mi gobierno», reza un comentario en Twitter.
«‘Tener planes de evacuación que no dependan de la ayuda del Gobierno estadounidense’. Nadie debería dudar de esto después de Afganistán», escribió otra. «¿En qué datos se basan exactamente para publicar esta información? Si saben de próximos atentados terroristas, ¿por qué no avisaron al gobierno ruso y a su embajada? Hacen declaraciones muy extrañas. Parece más bien una noticia falsa para agravar la situación en Rusia», opina otro usuario.
Advertencia contra los viajes
Semanas atrás, las autoridades estadounidenses aconsejaron a sus ciudadanos no viajar a Rusia, al tiempo que instaron a quienes se encuentran en el país a solicitar ayuda de la Embajada o del consulado en caso de que se vean en peligro.
En un comunicado publicado el pasado 23 de enero, el Departamento de Estado aclaró que su recomendación responde a «la tensión actual a lo largo de la frontera con Ucrania» y «el potencial de acoso contra los ciudadanos estadounidenses», entre otras razones.
Altos cargos de la Administración estadounidense vienen alertando con insistencia acerca de un próxima ofensiva rusa contra Ucrania. Por su parte, Rusia ha tachado repetidamente de falsas e infundadas esas acusaciones y ha denunciado que la creciente presencia militar de la OTAN en los países de Europa del Este no contribuye «ni a la estabilidad en Ucrania ni a la solución pacífica del conflicto en Donbass».
Este viernes, los líderes de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk ordenaron la evacuación de civiles ante una posible ofensiva de Kiev.
El jefe de la Diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, habla en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), Múnich, Alemania, 20 de febrero de 2022.
El máximo diplomático de la UE vuelve a expresar su apoyo a Ucrania, acusando a Rusia y China de intentar redefinir el orden mundial.
En un discurso ofrecido este domingo en la Conferencia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), celebrada en Múnich, Alemania, en vista de la escalada militar en torno a Ucrania, el jefe de la Diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha repetidos sus retóricas contra Rusia y China.
“Rusia y China quieren redefinir el orden mundial. Tenemos que oponernos para defender los derechos de los pueblos”, ha afirmado, acusando a Pekín y Moscú de lo que dio en llamar intentar a volver al siglo XIX para luchar por los imperios que eran antes.
Tras recordar que los países de la UE siguen apoyando a Ucrania, el máximo diplomático ha resaltado que desde 2014 se ha destinado a Kiev 17 000 millones de euros (más de 19 000 millones de dólares). “No hay ningún otro país donde gastamos más dinero y tenemos fuertes lazos en todas las esferas”, ha aseverado.
En otra parte de sus declaraciones, Borrell ha aseverado que, en el caso de una supuesta invasión rusa a Ucrania, Europa debe “hablar el idioma del poder”, para luego añadir que el bloque también ha de saber “usar el poder del idioma”.
Ucrania está involucrada en una crisis en la región de Donbás. Desde 2014, esta zona es escenario de conflicto entre los ucranianos y los independentistas prorrusos. Sin embargo, la tensión se ha disparado con acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezada por Estados Unidos, ha aprovechado la tensión para aumentar su despliegue militar en el este de Europa, cerca de las fronteras rusas, y no deja de acusar a Moscú de preparar una invasión a Ucrania, lo que el país euroasiático rechaza tajantemente.
Ante la escalada del conflicto en el este de Ucrania, el experto en geopolítica Fernando Moragón señaló que está claro que Rusia está haciendo una labor humanitaria. Según el analista, si se confirma que hay un ataque por el Ejército ucraniano a Donbass, será la final de la OTAN y de la UE, ya que tienen los ejércitos «débiles». «Lo único que van a hacer es salir corriendo», agregó.
El presidente Vladímir Zelenski admitió el sábado la posibilidad de que su país reconsidere su renuncia a las armas nucleares.
Efrem Lukatsky / AP
Durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich (Alemania) el sábado, el presidende de Ucrania, Vladímir Zelenski, anunció que convocará a consultas a los países firmantes del Memorándum de Budapest de 1994. Añadió que si la cumbre no llega a celebrarse o culmina sin que se otorguen las «garantías de seguridad» para Ucrania, Kiev «tendrá todo el derecho» de considerar que el pacto «no funciona y que todas las decisiones del paquete quedan en entredicho».
Durante un breve período de su historia, Ucrania fue una potencia nuclear. El arsenal formaba parte de lo heredado por Kiev tras el colapso de la Unión Soviética. Bielorrusia y Kazajstán, países independientes de reciente creación, se encontraban en una situación similar por albergar armas estratégicas soviéticas antes de la desintegración.
Ucrania era técnicamente la tercera potencia nuclear de la época, hecho histórico que Zelenski mencionó en su discurso. Tenía más de un centenar de misiles balísticos intercontinentales UR-100N en su territorio, casi 50 trenes nucleares RT-23 Mólodets, así como una flotilla de bombarderos estratégicos con armamento nuclear. En total, Kiev tenía desplegadas o almacenadas unas 1.700 ojivas nucleares.
En el marco del memorándum, firmado por Ucrania, Rusia, EE.UU. y Reino Unido el 5 de diciembre de 1994, Kiev se comprometió a deshacerse de sus arsenales nucleares a cambio de que los demás participantes del acuerdo le garantizaran la seguridad.
(De izquierda a derecha) El expresidente estadounidense Bill Clinton, el exmandatario ruso Borís Yeltsin y el expresidente ucraniano Leonid Kravchuk tras negociaciones sobre el desarme nuclear en Moscú (Rusia), el 14 de enero de 1994.Sergey Supinski / AFP
«Crear un ciclo cerrado»
El analista Vladímir Mijáilov detalla que en el aspecto técnico-económico crear las armas nucleares no sería fácil para Ucrania. Aunque se construían misiles en la planta Yuzhmash en Dnepropetrovsk (actualmente Dnipró) durante los tiempos soviéticos, entre ellos el misil balístico intercontinental R-36M (SS-18 Satan), «hay que entender que muchos de los componentes se producían fuera de Ucrania», indicó el experto.
Por lo tanto, Mijáilov recalcó que «es una gran pregunta si Ucrania será capaz de crear un ciclo cerrado de medios de suministro y sacar adelante este proyecto financiera e intelectualmente».
Industria desde cero
Pero los medios de suministro son solo una cara de la moneda. El otro lado son las ojivas nucleares, que implican la disposición de uranio o plutonio enriquecido hasta el grado militar.
El uranio en Ucrania se extraía y sigue extrayendo en las regiones de Kirovogrado y Dnipró. Se estima que las reservas del yacimiento Novokonstantinovskoye son las más potentes de Europa, ascendiendo a unas 76.000 toneladas.
Sin embargo, Ucrania no se encuentra entre los países que pueden enriquecer uranio de forma independiente o producir combustible nuclear.
«Para producir armas nucleares, Ucrania tendrá que crear una industria relevante prácticamente desde cero. Es imposible hacerlo en cinco minutos, y se tendrá que gastar mucho dinero»
El analista menciona que los ingresos anuales presupuestarios en Ucrania son de poco más de 40.000 millones de dólares.
«Es una caja de Pandora, cuya apertura golpearía a todo el mundo»
Iliá Kramnik, investigador del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, advirtió en declaraciones a RT que la aparición de Ucrania en el club nuclear desataría reacciones en cadena.
El investigador dijo que el mundo ya tiene demasiados países que quieren adquirir armas nucleares o que tienen la tecnología para desarrollarlas. El ingreso de Ucrania en el club nuclear podría conducir a una mayor proliferación de armas de destrucción masiva, afirmó Kramnik.
A la pregunta de si los aliados de Kiev en Occidente respaldarían un movimiento para que Ucrania adquiriera su propio arsenal, el experto respondió: «Absolutamente no».
«Es una caja de Pandora, cuya apertura golpearía a todo el mundo. La primera pregunta que surgiría es: ¿Qué hacemos con Irán, que puede conseguir armas nucleares mañana mismo sin ninguna ayuda exterior? ¿Quién está dispuesto a pagar ese precio?», cuestionó.
Aislamiento y coerción
«Los intentos de construir una bomba atómica pondrían claramente a Ucrania en una posición mucho peor que la actual y la llevarían al aislamiento internacional«, opina Alexánder Uvárov, editor jefe del portal especializado AtomInfo.
Según el experto, en caso de que Kiev lance el desarrollo de armas nucleares sin retirarse del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) identificarán indicios de esta actividad, que notificarán a su órgano político, la Junta de Gobernadores.
Este, a su vez, remitirá informes al Consejo de Seguridad de la ONU, órgano de las más amplias facultades para coaccionar a los Estados, explicó Uvárov.
Por otro lado, en caso de que Kiev se retire del TNP, esta decisión será objeto de consideración detallada en el Consejo de Seguridad de la ONU. «Si el razonamiento se considera insuficiente, el Consejo de Seguridad puede proceder a imponer medidas coercitivas contra Ucrania, incluyendo sanciones y el uso de fuerza«, afirma.
Además, el experto menciona que todos los principales proveedores de tecnologías nucleares del mundo están agrupados en el informal Grupo de Suministradores Nucleares, cuyas normas limitan casi por completo la cooperación nuclear pacífica con los países no firmantes del TNP.
«En caso de retirada del TNP, Ucrania se verá obligada a detener sus centrales nucleares, ya que este país depende al 100 % de las importaciones del combustible nuclear, que cesarían con su retirada del tratado», detalló Uvárov.
«Revisión que socava la seguridad europea»
A su vez, Vladímir Olénchenko, investigador sénior del Centro de Estudios Europeos de la Academia de Ciencias de Rusia, comentó a RT que «la tendencia que el actual régimen de Kiev está tratando de generar es que se revisen varios tipos de acuerdos internacionales en los que Ucrania participa».
«Revisión a favor de algunos beneficios unilaterales y beneficios que van en detrimento de la seguridad europea, socavan la seguridad europea. Por lo general, el régimen de Kiev ya ha dado muchos pasos en esta dirección», acentuó.
«Degradación total y absoluta»
Por otra parte, Pável Danilin, director general del Centro de Análisis Político e Investigación Social de Rusia, describió las declaraciones del presidente ucraniano como un «chantaje».
«Es obvio que Zelenski está yendo de farol. El hecho es que ampliar el número de miembros del club nuclear, en primer lugar, no es beneficioso para nadie, y en segundo lugar, la pertenencia al club nuclear requiere de un mínimo de aptitud y estabilidad en el país. Ninguna de estas cosas existe en Ucrania», señaló Danilin en una entrevista al canal REN TV.
Según el politólogo, la aparición de un nuevo actor nuclear «conducirá a una degradación total y absoluta en la zona de seguridad europea».
Según el representante de la legación, el problema no consiste en Ucrania, sino en cómo debe ser el orden mundial y en las garantías de seguridad para todos.
Ali Atmaca / Anadolu Agency / Gettyimages.ru
Rusia no tiene planes de apoderarse del territorio extranjero y considera que Donbass es parte de Ucrania, afirmó este domingo el embajador ruso en Estados Unidos, Anatoli Antónov, en una entrevista con la cadena CBC y en posteriores declaraciones a la prensa.
«No pretendemos apoderarnos de ningún territorio extranjero«, indicó Antónov, quien agregó que le gustaría confirmar que «Donetsk y Lugansk forman parte de Ucrania».
El alto diplomático tachó los señalamientos de medios occidentales de una supuesta invasión rusa de «tonterías replicadas«. «Todos estos rumores forman parte de una guerra de información destinada a distorsionar la verdadera situación y a presentar a Rusia bajo una luz extremadamente negativa», aseveró.
El representante de la legación reiteró que Rusia está dispuesta a «continuar los esfuerzos diplomáticos para resolver todas las cuestiones pendientes» y agregó que sus tropas se encuentran en el territorio del país eslavo. «No estamos amenazando a nadie», expresó.
En cuanto a las tropas rusas que se encuentran actualmente en Bielorrusia para realizar los ejercicios conjuntos con el país vecino, eso no contradice el derecho internacional, señaló Antónov.
También subrayó que Moscú no pretende «reforzar su seguridad a costa de la seguridad de otros Estados».
Asimismo, el embajador ruso en EE.UU. instó a Washington a inducir a Kiev a aplicar los Acuerdos de Minsk, los que considera la única manera de establecer la paz en Ucrania. Según Antónov, Moscú ve «la posibilidad de llegar a acuerdos mutuamente aceptables» con Europa, en particular, sobre «el desarrollo de medidas para reducir la tensión militar» en la región.
Al mismo tiempo, Antónov denunció que EE.UU. tiene «muchas bases militares en diferentes países» y manifestó que la OTAN no es «una organización no lucrativa amante de la paz», sino «una máquina político-militar«.
El alto diplomático también subrayó que el problema no consiste en la situación en torno a Ucrania, sino en cómo debe ser el orden mundial y en las garantías de seguridad para todos.
«El problema actual no es Ucrania, el problema es cuál será el futuro orden mundial, si podemos elaborar conjuntamente garantías firmes de seguridad para todos sin violar el importantísimo principio de indivisibilidad de la seguridad», aseveró.
Asimismo, Antónov destacó que Rusia insta que se le den garantías de seguridad jurídicamente vinculantes y que se detenga la expansión de la OTAN hacia el este.
«Si el objetivo del Kremlin es tener menos OTAN en sus fronteras, solo conseguirá más OTAN», dijo este sábado Jens Stoltenberg durante la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Jorge Arreaza. Federico Parra / AFP
El político venezolano Jorge Arreaza comentó las declaraciones de este sábado del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, sobre una posible agresión de Rusia hacia sus Estados miembros.
«Las élites gringo-europeas llevan la guerra en sus genes. Fabricar enemigos es su naturaleza. Hacen la guerra, luego existen, destruyen y se enriquecen«, escribió en su cuenta de Twitter el excanciller de Venezuela, tras la afirmación del jefe de la Alianza Atlántica, en la que señaló que «si el objetivo del Kremlin es tener menos OTAN en sus fronteras, solo conseguirá más OTAN».
Durante la Conferencia anual de Seguridad de Múnich, en Alemania, Stoltenberg declaró que «en respuesta al patrón de acciones agresivas de Rusia», están reforzando su «disuasión y defensa en toda la alianza para evitar cualquier error de cálculo o malentendido» sobre el compromiso de defenderse unos a otros. Al mismo tiempo, insistió en que la organización es una alianza defensiva «que no amenaza a Rusia ni a nadie«.
Desde noviembre pasado, varios altos funcionarios y medios de comunicación occidentales han asegurado que Moscú planea invadir a Ucrania, informes que se han intensificado en las últimas semanas, sugiriendo una guerra ‘inminente’. Sin embargo, el Kremlin ha rechazado reiteradamente estas aseveraciones.
«La OTAN no se extenderá ni formal ni informalmente hacia el Este», cita el documento las palabras del representante de EE.UU., Raymond Seitz.
Mijaíl Gorbachov y Herman Kohl firman un acuerdo en Bonn, Alemania, en noviembre de 1990. Achim Scheidemann / picture alliance / Gettyimages.ru
La revista alemana Der Spiegel se hizo eco este viernes del descubrimiento de un documento confidencial que confirma que la OTAN incumplió las promesas de no expandirse hacia el este, en contra de lo afirmado recientemente por el actual secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, que dijo que una promesa de este tipo «nunca se hizo».
En este sentido, Der Spiegel señala que «la versión de Stoltenberg y los demás [líderes occidentales] es cuestionable«.
Según Der Spiegel, el documento en cuestión fue hallado en los Archivos Nacionales Británicos por el politólogo estadounidense Joshua Shifrinson. En el texto se exponen los pormenores de la reunión mantenida entre los jefes de los ministerios de Asuntos Exteriores de EE.UU., el Reino Unido, Francia y Alemania celebrada en la ciudad alemana de Bonn el 6 de marzo de 1991 en la que se trataron cuestiones de la seguridad de Polonia y otros países de Europa del Este.
La expansión es «inaceptable»
El documento recoge también un detalle que contradice las recientes afirmaciones del secretario general de la Alianza Atlántica. «Como muestra el documento, los británicos, los estadounidenses, los alemanes y los franceses coincidieron en que la pertenencia a la OTAN de los países europeos del este era ‘inaceptable’«, reza la publicación de Der Spiegel.
Según el documento desclasificado, durante otra reunión anterior, celebrada en 1990 en el formato de Dos más Cuatro entre la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA), junto con Francia, la Unión Soviética, el Reino Unido y EE.UU. a fin de debatir el acuerdo final con respecto al futuro de Alemania, que fue firmado en Moscú a finales de ese año, las partes expresaron que la expansión de la coalición debía ser limitada.
Imagen parcial del documentoKommersant
«En el marco de las negociaciones en el formato Dos más Cuatro, dejamos claro que no expandiríamos la OTAN más allá del Elba. Por lo tanto, no podemos ofrecer a Polonia y a los demás [países de Europa del Este] ser miembros de la OTAN», afirmó en aquel entonces Jürgen Chrobog, representante de la RFA, si bien la revista precisa que el diplomático aparentemente confundió el Elba con el río Óder.
«La OTAN no se extenderá hacia el Este«
Se detalla también que dicha decisión iba en consonancia con la postura del Gobierno del canciller de Alemania Helmut Kohl y del ministro de Asuntos Exteriores, Hans-Dietrich Genscher.
Por otra parte, Der Spiegel señala que los propios estadounidenses «probablemente vieron la situación en 1991 de la forma en la que [el presidente ruso, Vladímir] Putin la describe hoy». «Le hemos dejado claro a la Unión Soviética, en conversaciones de Dos más Cuatro y en otras negociaciones, que no tenemos la intención de aprovecharnos de la retirada de las tropas soviéticas de Europa del Este. […] La OTAN no se extenderá ni formal ni informalmente hacia el Este«, cita el documento las palabras del representante de EE.UU., Raymond Seitz.
Ya en 2007, Vladímir Putin denunció en su famoso discurso durante en la Conferencia de Seguridad de Múnich que la expansión de la OTAN representa una amenaza para el país y va en contra de las promesas de la propia alianza.
«Creo que está claro que el proceso de la expansión de la OTAN no tiene nada que ver con la modernización de la alianza misma o la seguridad en Europa. Al revés, es un factor provocador serio que reduce el nivel de la confianza mutua. Y tenemos el derecho de preguntar abiertamente: ¿contra quién va dirigida esta expansión?», declaró Putin.
«¿Qué ha pasado con las promesas hechas por los socios occidentales después de la disolución del Pacto de Varsovia? ¿Dónde están estas promesas ahora? Nadie siquiera se acuerda de ellas«, afirmó el mandatario ruso, que recordó a los presentes las declaraciones del entonces secretario general de la OTAN, Manfred Hermann Wörner, pronunciadas el 17 de mayo del 1990 en Bruselas: «El propio hecho de que no estamos dispuestos a ubicar las tropas de la OTAN fuera de la RFA da a la Unión Soviética garantías de seguridad firmes». «¿Dónde están estas garantías?», se preguntó Putin.
«Nos han estafado»
En junio del año pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, lamentó que la OTAN no cumpliera su promesa de no expandirse hacia las fronteras rusas. «En tiempos de la Unión Soviética, al [entonces jefe de la URSS, Mijaíl] Gorbachov […] le prometieron, verbalmente, pero aun así, que no habría una expansión de la OTAN hacia el este. ¿Y dónde están esas promesas?«, se preguntó Putin.
«Así es: lo engañaron como a un tonto, es lo que dice [un dicho entre] la gente aquí. Es necesario ponerlo todo por escrito», continuó el mandatario ruso.
En diciembre, Putin volvió a subrayar que la OTAN prometió que no se expandiría ni un centímetro al este. «Ni una pulgada el este, nos dijeron en los años 90. ¿Y qué? Nos han estafado. Básicamente nos han engañado descaradamente», afirmó el presidente ruso al señalar que ya hubo cinco olas de la expansión de la OTAN.
«Ni una pulgada hacia el este»
El texto recién desclasificado se inscribe en otra serie de documentos procedentes de archivos que confirman las declaraciones del mandatario ruso. El pasado diciembre, más de 30 documentos recopilados por el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, revelaron que en los años 90 los líderes occidentales aseguraron reiteradamente al mandatario soviético Mijaíl Gorbachov que la OTAN no se expandiría más allá de las fronteras alemanas hacia el este.
Según se desprende de los archivos, el entonces Secretario norteamericano de Estado, James Baker, dio a su homólogo soviético, Eduard Shevardnadze, «garantías firmes» de que «la jurisdicción o fuerzas de la OTAN no se moverían hacia el este». Por otra parte, también le dijo en Moscú al canciller soviético que la alianza no se movería «ni una pulgada hacia el este». Un día después, el 10 de febrero de 1990, Helmut Kohl, el futuro canciller de la Alemania unificada, repitió la misma promesa a Gorbachov.
«Creemos que la OTAN no debería expandir la esfera de su actividad. Tenemos que encontrar una solución razonable. Entiendo correctamente los intereses de seguridad de la Unión Soviética», afirmó entonces Kohl.
Por su parte, el entonces presidente francés, Francois Mitterand, fue más allá y dijo que no estaba a favor de la idea de una Alemania unida que se uniera a la OTAN, idea que compartió abiertamente con Mijaíl Gorbachov.
El portavoz presidencial ruso explicó que el foro «está perdiendo su relevancia» para Moscú, ya que «pierde la objetividad».
El secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en la Conferencia de Seguridad de Múnich, el 18 de febrero de 2022. Foto: Ina Fassbender / Pool / AFP
Ucrania ha recibido gran atención en la edición de este año de la Conferencia de Seguridad de Múnich debido a la escalada de la situación en torno al país europeo y el conflicto en Donbass. Al respecto, los líderes mundiales que participan en la reunión se mostraron solidarios con Kiev.
Desde los primeros minutos del foro, que inició este viernes, se habló de Ucrania. Así, el secretario del Departamento de Estado de EE.UU., Antony Blinken, denunció que Rusia está intentando realizar un escenario de «falsas provocaciones» para «eventualmente cometer una nueva agresión contra Ucrania».
A su vez, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, culpó a Moscú de crear tensiones en el continente y destacó que «el aumento de tropas de Rusia es una amenaza totalmente inaceptable para Ucrania, pero también para […] la arquitectura de paz en Europa».
Durante su intervención en el evento, el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, pidió a EE.UU. armamento defensivo para su país y señaló que 5.000 cascos suministrados por Alemania no eran suficientes.
Por su parte, la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, aseguró que Washington seguirá suministrando armas a Ucrania, mientras que el Canciller alemán, Olaf Scholz, reiteró la negativa, pero se comprometió a brindar ayuda financiera a Kiev.
«Un club de un solo punto de vista«
Los representantes oficiales de Rusia no participan en la edición de este año de la conferencia. El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, explicó que el foro «está perdiendo su relevancia» para Moscú, ya que «pierde la objetividad«. «Se convierte en un club de un solo punto de vista«, agregó.
Por su parte, la secretaria de prensa de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, también subrayó que la Conferencia de Seguridad de Múnich se está transformando cada vez más en un «foro transatlántico» y está perdiendo su carácter inclusivo y su objetividad.
Este sábado, Zajárova denunció que los países occidentales están pasando por alto la intensificación de los bombardeos en Donbass negándole a la población civil la protección de derechos humanos. «Quienes sigan ignorando la desastrosa situación de la población de Donbass se convertirán en cómplices de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Kiev», escribió la alta funcionaria en su canal de Telegram.
La Conferencia de Seguridad de Múnich durará tres días, del 18 al 20 de febrero. El número de participantes y de periodistas que cubren la conferencia es limitado debido a la pandemia de coronavirus. El evento se desarrolla tanto en formato presencial como a distancia.
Desde la ONU alertan del repunte del desplazamiento forzado en Colombia. La cifra se disparó un 179 % en 2021 respecto al año anterior, dejando 73.000 víctimas de la violencia. La situación se agrava por el número de desaparecidos. De acuerdo con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas, hay más de 120.000 personas cuyo paradero se desconoce. Tras decenas de años de conflicto armado, muchas familiares siguen esperando con ansias un mínimo detalle sobre sus seres queridos.