Idoia Villanueva, Barbara Azaola Piazza, Saliha Ahouari Al-lal y David Perejil debaten en el Parlamento Europeo sobre propuestas para unas relaciones con los países del Mediterráneo diferentes.
Categoría: Partidos políticos
CASO ALGARROBICO El Tribunal Superior de Andalucía rechaza la demolición del hotel de El Algarrobico
Tras 15 años de sentencias condenatorias, los jueces alegan que su derribo todavía es improcedente porque cuenta con licencia urbanística del Ayuntamiento de Carboneras

La piqueta seguirá aún a la espera de derribar el hotel de El Algarrobico en Carboneras (Almería), símbolo del urbanismo desaforado en la costa. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) rechazó el pasado jueves la demolición del hotel pedida por Greenpeace tras la mochila de sentencias contrarias a su legalidad que ha acumulado durante 15 años. El laberinto judicial sobre su devenir acabó en 2016 con la sentencia del Tribunal Supremo, que dictaminó que las obras se realizaron en un “suelo no urbanizable de especial protección del parque natural de Cabo de Gata-Níjar”. Pero cinco años después, la desaparición de este edificio fantasma permanece en un limbo.
Los jueces del alto tribunal andaluz consideran que el derribo no se puede ejecutar de momento porque el Ayuntamiento de Carboneras otorgó la licencia de obras en 2003, que sigue vigente, y antes de que se pronuncie la Justicia sobre la demolición, el consistorio de este municipio de cerca de 8.000 habitantes debe anularla. “La demolición por razones de legalidad de las obras construidas solo es una decisión que corresponde a la Administración o Administraciones, una vez finalizado el procedimiento de revisión de oficio de la licencia”, dictamina la Sala Cuarta de lo Contencioso Administrativo del TSJA. “La obra dispone de un título jurídico válido mientras no se establezca lo contrario”, matizan los magistrados.
De este modo, la pelota está en el tejado del Ayuntamiento de Carboneras (gobernado por el PSOE), que debe anular la licencia concedida hace 18 años si cumple los requerimientos de la justicia. Mientras, la organización ecologista recurrirá el fallo ante el Tribunal Supremo. “Ya existen sentencias del Supremo que ordenan derribos con licencia como en Marina Isla de Valdecañas en Cáceres y además alegaremos el efecto cascada: si un planeamiento es ilegal, los actos posteriores en ese terreno no urbanizable también lo son”, avanza José Ignacio Domínguez, el abogado que lleva el caso para Greenpeace.
Desde la sentencia del Supremo en 2016, el Gobierno y la Junta comenzaron a negociar el derribo del Algarrobico y cómo se pagaría la factura, que podría ascender a 7,1 millones. Pero para demoler este símbolo del ladrillo hace falta un fallo judicial que inste a ese derribo o un acuerdo con la promotora. En su día la constructora Azata rechazó recibir 2,3 millones por los terrenos en el retracto avalado por la justicia, y esto complicó aún más el enrevesado recorrido posterior de este caso.

A pesar de rechazar la piqueta, el TSJA da la razón a Greenpeace y obliga al Ayuntamiento de Carboneras a tramitar la revisión de oficio de la licencia de obras por “posible existencia de nulidad de pleno derecho”. Llueve sobre mojado porque en 2018 el TSJA ya instó al Consistorio a modificar su planeamiento urbanístico para que el suelo donde está el hotel figurara como protegido en lugar de urbanizable y ampliar la servidumbre de protección de la orilla del mar hasta los 100 metros, tal y como establece la Ley de Costas. Sin embargo, tres años después del mandato del TSJA, el Consistorio lo sigue ignorando. Un acuerdo del pleno municipal calificó los suelos como no urbanizables, pero no lo envió para su publicación al Boletín Provincial, por lo que no tiene efectos reales.
Domínguez alerta sobre los incumplimientos del alcalde de Carboneras, el socialista José Luis Amérigo: “Estamos en puertas de entrar en la vía penal porque es un desprestigio para la Justicia que el Ayuntamiento no cumpla ninguna de las sentencias. Debe hacerlo, y si no, empezará la vía penal contra el alcalde después de que pidamos al TSJA que le aperciba por desobediencia”.
Mientras tanto, las obras para la desaparición del hotel seguirán a la espera de una sentencia firme que le dé vía libre, al igual que la restauración de 6,5 hectáreas de terreno al borde del Mediterráneo.
Pese al revés recibido ahora desde el TSJA, este hotel levantado a principios de siglo en la costa almeriense está condenado a su desaparición tarde o temprano. Además, cada vez parece más complicado que la constructora pueda ser indemnizada por las Administraciones. La Audiencia Nacional ya ha dejado claro que la promotora no tiene derecho a recibir los más de 70 millones que pedía al Gobierno central, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. El edificio, cuya construcción de paralizó en 2006 cuando estaba al 94% de su ejecución, además de estar en una zona protegida de un parque natural se levantó a unos 50 metros del mar e invade la franja de protección de 100 metros fijada en la Ley de Costas, algo respaldado también por los tribunales.
ACTIVISTAS en TENERIFE se ENFRENTAN a un MACROPROYECTO de VIVIENDAS de LUJO en CUNA DEL ALMA
Lula llama a Bolsonaro “genocida” tras el asesinato de un simpatizante
A tres semanas de los comicios presidenciales en Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva acusa a su rival, Jair Bolsonaro, de ser un genocida.
La campaña electoral de Brasil quedó conmocionada este sábado, por el asesinato de un seguidor del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva, a manos de un partidario del actual mandatario, Jair Bolsonaro, durante una discusión política en el Estado de Mato Grosso. Lula ha sido contundente en culpar por la tragedia a su rival Bolsonaro, a quien acusa de promover el en el país.
Sin presentar acusaciones contra su rival de la ultraderecha, Lula exigió a Bolsonaro que explicara las propiedades compradas con dinero en efectivo por él y su familia.
El exlíder sindical, que aspira a un tercer mandato, también se refirió a los sondeos de la opinión pública que le colocan al frente de todos los candidatos, a tres semanas de los comicios.
Lula también prometió que de ganar en las urnas del 2 de octubre, trabajará para generar oportunidades iguales para todos los brasileños.
Un policía antidisturbios agredió en la cara a un manifestante en la protesta de Sevilla contra la regulación de los VTC de la Junta
El Gobierno de Andalucía aseguró que siguen «negociando y hablando» sobre la regulación, dado que afirman que quieren aprobarla en base «al diálogo y la participación».

En dicha convocatoria hubo enfrentamientos con la Policía. El ambiente estaba cada vez más caldeado. Varios de los manifestantes intentaron tirar las vallas del perímetro de seguridad y lanzaron huevos.
Tras ello, las fuerzas de seguridad detuvieron a uno de los participantes por desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. A continuación, tuvo lugar una carga policial que concluyó con una segunda detención.
«Nos han engañado»
Alrededor de un millar de personas participaron en la protesta. Portaronn tambores, pitos y pancartas en las que anunciaban que el sector del taxi «no se rinde», en esta ocasión ante el proyecto normativo, que según anunciaba esta semana Fomento habilitará a los VTC para que sigan operando en los núcleos urbanos a partir del 1 de octubre, si bien se establecerán requisitos para que estas medidas garanticen «la convivencia» y ofrezcan «el mejor servicio al ciudadano».
Una argumentación que no convence al taxi. «Nos han engañado, en esencia nos han engañado», aseguró a los periodistas Francisco de la Piedra Vega, representante de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT). Los taxistas consideran que «de la noche a la mañana y con la mayoría absoluta del PP el discurso ha cambiado completamente» en San Telmo y se sienten «traicionados» ante el movimiento de la Consejería, a la que advirtieron de que no dudarán en recurrir a los tribunales.
«Que sepan que vamos a denunciar si prosiguen en esta regulación que pretenden hacer. Ellos sabrán lo que hacen», apuntó tanto en relación al Gobierno de la Junta.
El Gobierno andaluz asegura que sigue negociando
Mientras en los alrededores del Parlamento se desarrollaba la protesta, en el interior Marifrán Carazo, la consejera de Fomento, subrayaba que aún no habían concluido las conversaciones para elaborar la regulación, que se buscará el «diálogo y la participación» y que en todo caso el objetivo es tener seguridad jurídica y «no dañar la actividad que presta el taxi».
«Seguimos negociando y hablando porque queremos aprobar esa norma y hacerlo en base al diálogo y la participación«, dijo la consejera, que señaló que las conversaciones se desarrollan desde hace una semana, «todavía no se ha concluido y tienen que seguir avanzando».
Asimismo, insistió en que el objetivo principal del Gobierno de Juanma Moreno es «contar con seguridad jurídica» para poder organizar y facilitar la convivencia del taxi y los VTC y dar un mejor servicio al usuario. «Por encima de todo y en el centro de la regulación ha de estar el usuario, que tiene que contar con los mejores servicios», argumentó Carazo, que ha aseguró que desde la Junta no se que quiere «dañar la actividad que presta el taxi».
Teresa Rodríguez, «frente a las multinacionales radicadas en paraísos fiscales»
Desde el edificio acudió a saludarles la diputada de Adelante Andalucía Teresa Rodríguez, quien explicó que se dirigía a la reunión con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, al que aseguró le expondría las reivindicaciones de los taxistas «como primer punto» del encuentro, lo que desató vítores entre los manifestantes.
«Nos parece que ha habido mala fe por parte de Fomento y del Gobierno de la Junta«, dijo a la prensa Rodríguez, que consideraba que «les han dado coba durante mucho tiempo diciéndoles que no se iba a regular» para al final proponer «un decreto ley que es claramente pro-VTC».
«Nosotros estamos a favor de las familias del sector del taxi frente a las multinacionales radicadas en paraísos fiscales», subrayó la diputada, que aseguró que defenderá que el decreto no salga adelante y que la Junta negocie con todas las organizaciones del sector.
Feijóo clama ahora contra las puertas giratorias en la Justicia que el PP explotó: Mariscal de Gante, Enrique López, Lesmes
El líder del PP se parapeta en una reforma de la Justicia que impida los saltos desde los partidos a los tribunales, que fueron norma en el partido, para mantener bloqueadas la renovación del Poder Judicial y el Constitucional
El Poder Judicial en funciones desafía al Gobierno e incumplirá la ley en la renovación del Constitucional
El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, en una imagen de 2016 con el entonces presidente del Gobierno de Mariano Rajoy, la exvicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y a su espalda el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
Como si fuera el Captain Louis Renault en Casablanca, el Partido Popular ha caído en la cuenta, con sorpresa e indignación, de que en las últimas décadas se ha producido un trasvase habitual de cargos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo con el Judicial. Alberto Núñez Feijóo, ahora, y Pablo Casado, hasta que los suyos le echaron, han puesto como condición sine qua non para renovar el caducado Poder Judicial acabar con lo que han dado en llamar “puertas giratorias”, esto es, que responsables políticos no acaben en puestos relevantes de la judicatura. Feijóo se parapeta así en esta reforma, junto a una amplia modificación legislativa que va más allá del gobierno de los jueces, para mantener el bloqueo en el que la derecha ha instalado al Consejo General del Poder Judicial, primero, y al Tribunal Constitucional, ahora.
El PP sume al Poder Judicial en un bloqueo definitivo tras la reforma para renovar el Constitucional
En el PP saben de lo que hablan pues han elevado esta práctica a la categoría de virtud. Empezando por el actual presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. Designado durante el Gobierno de Mariano Rajoy, cuya mayoría absoluta utilizó el PP para blindar una gran mayoría conservadora en órganos constitucionales, fue dos veces director general en los gobiernos de José María Aznar. Entre 1996 y 2000, de Objeción de Conciencia. Después, hasta 2004, de Relaciones con la Administración de Justicia.
Su paso por el Ejecutivo de la mano del partido que hoy lidera Feijóo no le impidió llegar a la cúspide del sistema judicial español. Lesmes pasó a la Audiencia Nacional, donde el CGPJ de entonces –nombrado durante la mayoría absoluta de Aznar– le ascendió a presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo. Más tarde saltó al Supremo, a la Sala Tercera, también con el apoyo conservador. Allí fue el ponente de la ilegalización de Sortu, que después anuló el Tribunal Constitucional. Y de ahí, a presidir el CGPJ y el Tribunal Supremo.
Este proceso también ha funcionado a la inversa. Alguien que lo ejemplifica muy bien es el senador Fernando de Rosa, quien en una reciente intervención en la Cámara Alta impartió una lección de independencia entre poderes del Estado, mientras acusaba al Gobierno de querer “ocupar” el Tribunal Constitucional. “La renovación del Consejo General del Poder Judicial es el medio para conseguir el fin: nombrar magistrados que se manchen las togas con el polvo del camino, como dijo Cándido Conde-Pumpido”, aseguró sin que le temblara la voz.
Pero, ¿quién es Fernando de Rosa? Es senador, pero antes ha sido muchas cosas. De Rosa es juez y llegó a ser decano en Valencia, cuando ya militaba públicamente en el PP. Después dio el salto a la política. En 2003, Francisco Camps, a quien él mismo afilió a la Alianza Popular de Manuel Fraga, le nombró secretario de Justicia de la Generalitat valenciana. En la siguiente legislatura le ascendió a consejero de Justicia y Administraciones Públicas, pero un año después lo dejó para poner rumbo al Consejo General del Poder Judicial: De Rosa pasó de consejero autonómico del PP a vicepresidente del órgano de gobierno de los jueces. Después volvió a la judicatura: el nuevo CGPJ, que llegó a presidir por los escándalos económicos de Carlos Dívar, lo nombró presidente de la Audiencia Provincial de Valencia. Era 2015. Cuatro años después, Pablo Casado lo fichó para las listas al Senado, en las que llegó a su actual destino.
Son dos ejemplos del histórico trasvase de dirigentes del PP a la Justicia, y viceversa. Dos de muchos. Uno no muy alejado del Senado donde conviven Feijóo y De Rosa sería el de Enrique López. El hoy consejero de Presidencia, Justicia e Interior en el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso negoció en nombre del PP de Casado las fallidas intentonas de desbloquear la renovación del CGPJ.
Pero antes tuvo una dilatada y exitosa carrera judicial que le llevó, en el último tramo, hasta la cúspide de la Audiencia Nacional, concretamente a la por entonces recién creada Sala de Apelaciones del tribunal especializado. En 2001, el PP de José María Aznar, otra vez gracias a su mayoría absoluta, le eligió vocal del CGPJ. En el órgano de gobierno de los jueces fue designado portavoz y se convirtió en uno de los azotes del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y de sus avances sociales, con airadas declaraciones oficiales como representante del Poder Judicial contra el matrimonio igualitario, el Estatut de Catalunya, contra la ley de Violencia de Género o la de Memoria Histórica.
Tras abandonar el CGPJ en 2008 siguió su ascenso. Dos años después, todas las comunidades autónomas gobernadas por el PP lo avalaron como candidato al Tribunal Constitucional. Siete años llevaba el PP intentando situar a Enrique López en el tribunal que interpreta la norma fundamental con la oposición del PSOE, que consideraba que no cumplía con los requisitos establecidos. Finalmente, Enrique López se incorporó al tribunal que interpreta la norma fundamental y si las leyes de los distintos gobiernos se ajustan a la misma. Pero el magistrado tuvo que dimitir en 2014 por circular en moto con el triple de la tasa de alcohol permitida.
El caso de Enrique López es paradigmático. Tras su breve paso por el Constitucional volvió a su plaza en la Audiencia Nacional, pero sus propios compañeros le apartaron de los tribunales que juzgarían los casos de corrupción del PP por incumplir el precepto de “apariencia de imparcialidad”. En 2019, Ayuso lo incorporó a su Gobierno. En una entrevista que concedió a La Razón en 2021 dijo: “El PP tiene el apoyo de la mayoría de la carrera judicial”. En la misma línea, hace solo unos días, el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, aseguró a El País: “Los juristas somos casi todos conservadores”.
Hay otros casos anteriores, como la ministra de Justicia del primer Gobierno de Aznar, Margarita Mariscal de Gante, quien llegó al Consejo de Ministros tras convertirse en la primera mujer elegida como vocal del CGPJ, en 1990 y a propuesta del PP. Mariscal de Gante fue diputada del PP por Albacete entre 2000 y 2004. Después fue designada, también a propuesta del PP, para el Tribunal de Cuentas, donde fiscaliza las finanzas de todos los partidos, incluido el PP. O José Merino Jiménez, quien pasó de director general de Relaciones con la Administración de Justicia de la Comunidad de Madrid presidida por Alberto Ruiz-Gallardón a ser elegido vocal del CGPJ a propuesta del PP, durante la mayoría absoluta de Aznar.
El PP considera al Gobierno “abusivo”
Con esta mochila a cuestas, el PP de Feijóo ha hecho de la independencia judicial el parapeto para no acceder a renovar el CGPJ, cuyo mandato va camino de los cuatro años caducado. Un bloqueo que inició el PP de Casado (a cuya dirección pertenecía Enrique López) y que se ha extendido al Tribunal Constitucional, que tiene cuatro vacantes desde el pasado mes de junio.
El sector conservador del Poder Judicial ha decidido boicotear los nombramientos que le corresponden por orden de la Constitución de 1978. Y, sin esas designaciones, el Gobierno no puede acometer las suyas, pues van de la mano según la norma fundamental del Estado.
El proceso conduciría a la natural alternancia que se da en los altos órganos constitucionales y que, según quisieron quienes redactaron la ley fundamental y quienes la ratificaron en referéndum, debe responder en cierta medida a la representación popular en las Cortes Generales y el Gobierno. Así ha sido hasta ahora con el bloque conservador, que incluso ha llevado su control mucho más allá de lo establecido legalmente.
Pero esto al PP le parece “abusivo”. Así lo ha dejado escrito el vicesecretario de Política Institucional, Esteban González Pons, uno de los dirigentes que más influencia ejerce sobre Feijóo, en una carta remitida este jueves a su contraparte en el Gobierno, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
Pons personaliza la estrategia de bloqueo del Poder Judicial, heredada de Casado y aumentada por la nueva dirección. Él ha dado por rotas las negociaciones, las ha recuperado o ha justificado las negativas de su partido a cumplir el mandato constitucional. Es el mascarón del PP en su supuesta travesía hacia la independencia judicial. El mismo González Pons que ejercía de vicesecretario de Estudios y Programas del partido cuando, en 2013, Rajoy usó su mayoría absoluta para reducir las mayorías necesarias para renovar el CGPJ sin la oposición. Como diputado, votó a favor de la reforma.
En la misiva, Pons (en nombre de Feijóo) reitera las condiciones del PP para acceder a cumplir la Constitución y la ley. Unos requisitos que van más allá del propio CGPJ y atañen, por ejemplo, a las “puertas giratorias” entre la política y la Justicia. O a la Fiscalía General del Estado. A las oposiciones para acceder a la judicatura (preparadores que cobran en B y clasismo mediantes), pero para que no se modifiquen en este caso. O a eliminar el papel de los parlamentos autonómicos en la designación de magistrados de los tribunales superiores de justicia regionales.
Una colección de requisitos que en el PP consideran “de mínimos” y que siempre han considerado un todo que el Gobierno debe aceptar como condición previa de que Feijóo y los suyos se sienten a negociar. Un intento de convertir sus 88 diputados en una mayoría suficiente para cambiar leyes que los otros partidos no desean modificar.
El PP no ha dudado incluso de utilizar a las instituciones europeas en su cruzada y, aunque desde la Comisión Europea sí se “recomienda” a España que transite hacia un CGPJ más independiente de los partidos, la última vez que se pronunció fue clara: primero, renovación del Poder Judicial; y luego, debatir la reforma. Con todo, en su última ofensiva después de que Carlos Lesmes haya amenazado con dimitir al frente del gobierno de los jueces, Pons ha remitido sendas cartas a la vicepresidenta europea encargada de Valores y Transparencia, la checa Vera Jourová, y al comisario de Justicia, el belga Didier Reynders.
Menos de 10 años después de modificar la ley para dejar sin maniobra a la oposición y nombrar un CGPJ afín declarado en rebeldía, el PP ha descubierto con escándalo, como Renault en el Rick’s Cafe, que “aquí se juega”, es decir, la connivencia entre políticos y altos cargos judiciales. En la película antinazi rodada en 1942, el jefe de la policía clausura el local de juego mientras recibe su parte de las ganancias. Una metáfora que se acomoda como un guante a la situación de la justicia española 80 años después.
Oncólogos alertan de que la polución genera cáncer de pulmón en no fumadores
Un estudio revela que las partículas que se encuentran en los tubos de escape de los vehículos y el humo de los combustibles fósiles promueven cambios cancerosos.

La contaminación del aire y las partículas vinculadas al cambio climático favorecen la aparición de cáncer de pulmón en personas no fumadoras, según una investigación presentada este sábado en el congreso que la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) celebra en París.
Atentado contra Cristina Kirchner: de la violencia mediática a la física | Inna Afinogenova
La libertad de difamar envuelta en el manto de la libertad de expresión y practicada durante años, si no décadas, hizo posible que un día alguien decidiera que no era tan mala idea restregarle una pistola en la cara a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. La reacción de muchos medios y distintos voceros políticos al atentado merece un capítulo aparte en esta crónica de violencia mediática que se ha asumido como periodismo crítico. ¡Bienvenido al CANAL de Youtube de Público! Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario.
La definición de qué es un privilegio más gráfica que escucharás

La periodista Carolina H. Solís durante su alocución.
No siempre la explicación más profusa es la mejor. No siempre el más intrincado de los ejercicios retóricos es el mejor camino para comprender, en su esencia, un determinado concepto.
A veces un mero ejemplo da en la diana, desmonta prejuicios y nos permite visualizar en un instante aquello que, segundos antes, apenas intuíamos.
Pues bien, la periodista Carol H. Solís sintetiza en poco más de un minuto de qué hablamos cuando hablamos de «privilegio». Lo hace junto a la youtuber mexicana Jessica Fernández.
La imagen que utiliza es nítida. Piensen en una carrera cuya distancia ronda los 40 kilómetros. Piensen en un puñado de corredores que, contra todo pronóstico, no salen desde la misma posición.
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«Es una carrera y hay gente que comienza en el kilómetro cero y hay gente que comienza en el kilómetro 20. Eso es un privilegio; no significa que no corriste, no significa que no te cansaste, no significa que no te esforzaste, la cuestión es que la carrera es de 40 kilómetros y tú ya estabas en el 20 cuando empezaste«, explica Carol H. Solís.
«Si tu familia, si tu color, si tu género, si tu identidad, si tu contexto social… no es lo mismo comenzar en una comunidad marginada que hacerlo en una ciudad con un papá que te puede ayudar», prosigue esta youtuber cuya explicación está generando mucho interés en las redes.
Intervención del mercado, MidCat y excepción ibérica: los socios de la UE llegan divididos al Consejo de Energía
Los 27 ministros europeos aterrizan el viernes en Bruselas para esbozar nuevas medidas de ahorro energético y que, a su vez, provoquen un alivio en la disparada factura de la luz. Las posturas y las iniciativas son muy diversas y complejas, pero el cronómetro ya corre hacia uno de los inviernos más duros en décadas.

Durante los últimos días, el trasiego de documentos, reuniones y propuestas en torno a la crisis energética ha sido un no parar en la capital comunitaria. El esperado encuentro llega poco después de que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunciase una hoja de ruta con cinco medidas entre las que destaca el gravamen a los beneficios de las empresas de gas y petróleo y el tope al gas ruso. Ninguna de esas medidas figura en el documento que presentará la Presidencia checa del Consejo.
¿Qué se espera de la cita? Será una toma de temperatura. Un punto de encuentro para compartir las iniciativas, las estrategias y las medidas que están tomando los gobiernos a nivel nacional. El objetivo es establecer una ruta de ahorro energético coordinada a Veintisiete. Fuentes europeas ya lo advierten: «Si empezamos a centrarnos solamente en medidas nacionales será el final del mercado eléctrico europeo». Así, del Consejo de emergencia lo que saldrá será una directriz de los Estados miembros a la Comisión Europea, encargada de elaborar y presentar la propuesta legislativa definitiva. Tampoco es probable que exista una mayoría de cinco países para articular el «estado de alerta energética» y hacer que el ahorro de gas del 15% que rige en la actualidad pase de voluntario a obligatorio.
¿Cuál es el calendario? Las capitales establecerán el viernes sus prioridades y determinarán sus denominadores comunes. Con todo ello, la Comisión Europea presentará el martes una propuesta legislativa. Un día después, la presidenta Ursula von der Leyen, pronunciará en Estrasburgo un discurso sobre el estado de la Unión cargado con mensajes relacionados con la guerra en Ucrania y la consecuente crisis energética.
El objetivo es establecer una ruta de ahorro energético coordinada a Veintisiete
Con el boceto del Ejecutivo comunitario sobre la mesa, los Estados miembros debatirán y, con mucha probabilidad, modificarán los planes de Bruselas. Pero están llamados a llegar a un acuerdo en tiempo récord porque el peor enemigo en estos momentos es el cronómetro, que corre sin piedad ante la temporada de frío. Otro Consejo de emergencia extraordinario en las próximas semanas es ya más que probable y la ambición es ya llegar con las medidas claras antes de la cumbre europea que los 27 líderes de Estado y de Gobierno celebran a comienzos de octubre en Praga.
¿Qué medidas generan más consenso? El abanico de posibilidades es casi tan amplio como los mix energéticos a lo largo y ancho de la UE. Entre las iniciativas que generan más consensos en las capitales destaca la de imponer un límite al precio de las energías inframarginales, es decir, a las renovables y a la nuclear. Aunque algunos Gobiernos continúan siendo escépticos a lo que consideran una intervención que altera el mercado.
En segundo lugar, aumentar la liquidez en los mercados. Y, por último, promover un ahorro a la demanda de la electricidad –al uso de lo que se hizo con el gas- para aliviar la factura. Pero el diablo de todo ello está, como siempre, en los detalles: ¿cómo establecer el tope a las energías limpias? ¿Ahorro eléctrico voluntario u obligatorio? ¿Bajo qué umbral? La Comisión Europea ya planteó un ahorro obligatorio en las horas punta de mayor consumo. Pero fuentes diplomáticas ya advierten de que el apetito general se encamina más hacia una reducción voluntaria, un escenario con el que algunos como España estaría más cómodo.
¿Cuáles son menos populares? El tope al precio del gas ruso aclamado esta semana por Von der Leyen no está en el orden del día de los ministros. Algunos como Polonia empujan para que se establezca, pero hay cautela a la hora de tomar una medida sobre la que no se han cuantificado bien las consecuencias. Rusia amenaza con cortar todo el gas, petróleo y carbón a la UE si llega tan lejos y advierte de un aumento de los precios de los hidrocarburos en todo el mundo. «Con el tope al gas ruso se van a ver las tiranteces entre países», afirma una fuente.
Así, otros países son más proclives a establecer un precio general a todo el gas. Pero ello a su vez les pone en una situación delicada con sus proveedores más cercanos, como Estados Unidos, Noruega, Azerbaiyán o Argelia. No se espera, por tanto, un mandato claro a la Comisión Europea en este punto. «No creo que haya una mayoría en favor de esta medida. Todo el mundo tiene que medir las consecuencias», aseguran fuentes europeas.
Sobre la otra medida estrella, la recortar las ganancias de las empresas de gas y petróleo, Polonia ya se ha mostrado en contra, según avanza el Financial Times. Cualquier plan que en última instancia suponga aplicar un impuesto a los productores de energía por sus beneficios extraordinarios es todavía muy prematuro. Hay que establecer condiciones, calendario y receptores de estos fondos recaudados.
¿De excepción ibérica a normalidad europea? Otra de las medidas a debate será el desacople del precio del gas al de la producción de electricidad, algo que hacen Madrid y Lisboa bajo la conocida como ‘excepción ibérica’. Extenderle al grueso de la UE es un debate poco avanzado y maduro. Ni siquiera figura entre las medidas planteadas por Von der Leyen. En Bruselas alegan que la medida podría dar lugar a una mayor dependencia del gas. Algo que España niega. El país asegura que con esta medida los consumidores se han ahorrado millones de euros sin necesidad de echar mano del presupuesto. Es cierto que durante este mes el país ha aumentado su uso del gas. De hecho, en julio y agosto fue el mayor importador de gas natural licuado ruso del mundo, pero en la delegación española lo achacan al contexto actual de sequía y de momento complicado del parque nuclear francés. Madrid está ayudando con gas a los vecinos Portugal o Francia con gas en un momento en que otras fuentes como el viento o el agua están amainando.
¿Cómo llega España?
España no presentará en la cita medidas concretas. Pero Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno, aterriza en la capital comunitaria con ganas de dar batalla en torno al gasoducto del MidCat, enterrado por la negativa frontal de Francia y con ningún apetito por parte de la Comisión Europea para ‘mojarse’ en el debate. «Es necesario acelerar las interconexiones. España no está totalmente integrada en el mercado energético europeo. Pero vamos a seguir dando la batalla. Las cosas en la UE van así. Es un ejercicio lento el de ir convenciendo», explican fuentes diplomáticas. El Plan B de España pasa por redirigir esta tubería hacia Italia por vía marítima. Los transalpinos están más receptivos por su gran dependencia del gas ruso. Pero la alternativa italiana no es la opción favorita de los de Pedro Sánchez porque es más costosa, menos efectiva y tardará mucho más en ser una realidad.
Hellboy
hace 15 horas