El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue recibido en Ceuta con abucheos y patadas. Los vecinos de la ciudad piden su dimisión tras la llegada de 8.000 migrantes a nado. También exigen el cese de la delegada del Gobierno en la plaza norteafricana, Salvadora Mateos.
La tensión se masca en Ceuta. La ciudad autónoma vive unas últimas horas complicadas tras la entrada de unas 8.000 personas a nado desde el lunes 17 de mayo. Dos días después los migrantes siguen cruzando la frontera con Marruecos. Según datos de la Delegación del Gobierno en Ceuta, 4.800 ya han sido devueltos. Se trata de una de las mayores crisis migratorias padecidas en el enclave norteafricano.
En la ciudad se ha movilizado el Ejército. Soldados y carros de combate se han aposentado en la playa del Tarajal, uno de los puntos calientes de la frontera hispano-marroquí. Además, a Ceuta arribaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, quienes también viajaron a Melilla. El líder de Moncloa ha asegurado que «defenderá la integridad de España, sus fronteras y la seguridad y tranquilidad de nuestros compatriotas» y lo hará «en todo momento, ante cualquier desafío y con todos los medios necesarios». Sin embargo, su llegada no fue plácida.
Ambos aterrizaron el 18 de mayo en el Helipuerto de Ceuta, donde les esperaba un grupo de manifestantes. Una concentración en la que se lucían los colores de la bandera de España y sus integrantes portaban carteles en los que se leía «Sánchez y Marlaska, marionetas de Marruecos y la UE». El titular de Interior fue el primero en salir de las instalaciones y ser increpado por los allí presentes. Minutos después marchaba el presidente del Gobierno bajo una lluvia de insultos. Incluso, hubo protestantes que patearon el vehículo en el que viajaba.
Unos 8.000 inmigrantes han llegado a Ceuta y siguen accediendo a la ciudad autónoma española bordeando los espigones marítimos del Benzú y el Tarajal.
La mitad de los inmigrantes que han entrado ilegalmente en España han sido devueltos a Marruecos. Es la primera vez que entran tantos inmigrantes en tan poco tiempo en España.
Familias enteras intentan llegar a nado al enclave marítimo español y ya son al menos 1.500 los menas que se encuentran en Ceuta y que no pueden ser devueltos.
La situación ha desencadenado una crisis migratoria que obligó al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, a suspender su agenda y trasladarse a Ceuta junto con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. España desplegó al Ejército y aumentó sus efectivos en la frontera.
La llegada masiva de inmigrantes a Ceuta comenzó a las primeras horas del 17 de mayo tras la relajación de las patrullas fronterizas marroquíes.