Mientras Siria combate contrarreloj para salvar a los atrapados debajo de los escombros, las sanciones de EE.UU. traban el avance de trabajos y llegada de ayuda.
Los dos terremotos del lunes han destruido cientos de edificios en el lado sirio. Días después del catástrofe, muchos siguen buscando entre los escombros rastros de hijos, hermanos, y sus padres y vecinos. Podrían hacerlo más fácilmente, si hubiera maquinarias pesadas. Sin embargo, las sanciones de Estados Unidos, impiden el traslado de tales equipos a Siria.
Las sanciones, también, dificultan la llegada de asistencias humanitarias al país, devastado por años de guerra y la posterior imposición de medidas unilaterales de Occidente. Algunos países, como China, han recordado a Estados Unidos, que es hora, de que anteponga la urgencia humanitaria a sus intereses políticos.
“Mientras hablamos, las tropas estadounidenses continúan ocupando las principales regiones productoras de petróleo de Siria. Han saqueado más del 80 % de la producción de petróleo de Siria y han contrabandeado y quemado las existencias de cereales de Siria. Todo esto ha empeorado aún más la crisis humanitaria de Siria. A raíz del sismo, EE.UU. debería dejar de lado las obsesiones geopolíticas y levantar de inmediato las sanciones unilaterales contra Siria, para abrir las puertas a la ayuda humanitaria a Damasco”, señaló Mao Ning, la portavoz de la Cancillería china.
El coordinador de las Naciones Unidas en Siria, Mostafa Benlamlih, recordó que los sismos han afectado la vida de 11 millones de sirios. Y exigió el fin de las medidas coercitivas que impiden la llegada a Siria, de millones de ayudas humanitarias, cuando el país árabe, más las necesita.