Desde hace dos meses, la justicia italiana ha abierto la investigación contra el doctor Carlo Mosca, director general del servicio de Urgencias del Hospital Montichiari (al norte de la región italiana de Lombardía), acusado por la Fiscalía de haber suministrado deliberadamente “fármacos letales” con efecto bloqueador neuromuscular a al menos dos enfermos con la COVID-19 para “liberar camas” del dicho hospital.

El médico ha sido puesto bajo arresto domiciliario, por diez asesinatos, entre ellos los de varios pacientes. La Fiscalía sospecha que la lista de las víctimas podría ser mucho más larga, por lo que se investigan dentro de la causa otras “tres muertes anormales” que podrían ser adjudicadas a la intervención del doctor Mosca.

Las muertes ocurrieron en marzo, cuando el coronavirus arrasó el norte de Italia. La investigación sobre la serie de muertes en el hospital se inició después de que la condición de los pacientes empeorara de manera repentina e inexplicable.