El fabricante de armas estadounidense Remington ha sido condenado por primera vez a pagar una indemnización por el tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook, en el estado de Connecticut, en 2012. Las familias de nueve personas fallecidas recibirán unos 73 millones de dólares por parte de la empresa, que le vendió el rifle al agresor. En el ataque murieron un total de 26 personas, la mayoría de ellos niños.