Sin saber que le estaban grabando, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, preguntó durante la pausa de una entrevista cuánto valía un puesto en el Supremo Tribunal Federal (STF).
«Presten atención: ¿Cuánto creen que cuesta un puesto en el Supremo Tribu…?», se cuestionó el mandatario, quien no terminó la frase porque fue alertado de que estaba en directo.
Bolsonaro hacía una entrevista con el canal de noticias Jovem Pan y su equipo de comunicación también la retransmitía en Youtube y Facebook. Jovem Pan hizo una pausa publicitaria y el mandatario soltó la frase relajado, sin recordar que continuaba la grabación en las redes sociales.
«¿Estás grabando ahí? ¿Está aquí? Entonces, esto es Brasil, nos golpean, hombre, todo el tiempo (…) Imagínense si Haddad [candidato de izquierda a las elecciones de 2018] se hubiera sentado en mi lugar, ¿cómo sería Brasil?», continuó para tratar de cambiar de tema.
El comentario del mandatario se produce en medio de sus propias críticas por el retraso del Senado para aprobar el nombramiento del exministro de Justicia André Mendonça, pastor de la Iglesia Presbiteriana de la Esperanza, e indicado por el propio Bolsonaro para un cargo en el STF.
Pregunta incómoda
Después, en otra entrevista con el mismo medio, el humorista André Marinho preguntó a Bolsonaro sobre un supuesto esquema de desvío de dinero en el que estaría implicado uno de sus hijos, el senador Flávio Bolsonaro.
«Marinho, sabes que soy el presidente de la República y respondo sobre mis acciones. Entonces, no aceptaré tu provocación«, comentó el presidente, quien terminó por abandonar la entrevista.
Esta semana ha sido de especial relevancia en Brasil porque tras seis meses de trabajo, una comisión de investigación del Senado aprobó un informe en el que acusó a Bolsonaro de nueve delitos graves, entre ellos «crímenes contra la humanidad».
En el informe, los senadores también pidieron «suspender hasta nueva orden» al presidente las redes sociales, después de que vinculase falsamente en una retransmisión en directo a los vacunados contra el coronavirus con la posibilidad de desarrollar el sida.
A pesar de la importancia de las revelaciones, muchos analistas concuerdan en que Bolsonaro sigue contando con numerosos apoyos en el Congreso y que será poco probable que las denuncias le afecten a nivel judicial, pero sí supondrán un golpe a su ya mermada popularidad de cara a las elecciones de 2022.