El canciller de Cuba negó que hubiera alguna irregularidad en las calles del país durante la celebración del Día de la Rebeldía Nacional.
El lunes, Cuba celebró el Día de la Rebeldía Nacional, que marca el inicio de su último período revolucionario. En este sentido, el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, aseguró en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter que la celebración fue realizada con toda tranquilidad en la isla.
“Cuba está en total calma, celebrando en feriado la efeméride del 26 de julio. Es falso que haya disturbios como se miente ahora en las redes”, destacó esa misma jornada Rodríguez Parrilla.
En este sentido, el diplomático cubano denunció la “complicidad” de empresas y plataformas transnacionales que “violan sus reglas de comunidad y difunden mensajes de odio y mentiras”, puso de relieve.
Suscribiendo las palabras del canciller cubano, la gente del diario local cubano Juventud Rebelde, a su vez, salió el lunes a las calles de La Habana (capital cubana) para constatar la paz reinante en cada rincón de la capital y publicó varias fotos en sus redes sociales, reiterando que las noticias de alteraciones y disturbios son “falsas”.
Cabe recordar que el 11 de julio, Cuba fue escenario de movilizaciones contra la compleja situación económica como resultado del coronavirus, causante de la COVID-19, y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense en su contra. La Habana denuncia los llamados desde el exterior para provocar caos y desobediencia civil en el país, y asegura que las protestas fueron planificadas y organizadas por los medios y la prensa, auspiciados desde EE.UU.
Asimismo, la noche del mismo lunes, la embajada de Cuba en Francia fue objeto de un ataque terrorista con cócteles Molotov, que provocaron un incendio en la fachada y en la entrada de la representación consular. Nadie del personal resultó herido en la agresión.
Cuba señaló que otra vez EE.UU. está detrás del incitamiento del ataque y responsabilizó al Gobierno norteamericano de sus “continuas campañas” y “llamados a la violencia” contra el país caribeño.