«No es por ser indiscreta, pero parece un campo de refugiados». Con ese comentario se excusaba la trabajadora de una inmobiliaria en Granada para no alquilar uno de sus pisos ofertados al ver la foto de Whatsapp de una estudiante española cuya familia es del Sahara.
Alquilar un piso no es tarea sencilla. Las inmobiliarias cada vez piden un mayor número de requisitos y analizan con lupa al futuro inquilino y sus documentos aportados para ver si es buen candidato a optar por la vivienda y si realmente sus ingresos le permitirían hacer frente a los gastos.
Eso es así en casi todas las ciudades españolas, pero especialmente en una de ellas se han pasado examinando la información. Concretamente en Granada una chica de familia saharaui ha sido descartada de un posible alquiler por su foto de Whatsapp. En la imagen no se veía nada fuera de lugar, todo lo contrario. Aparecería la madre de la interesada en los campamentos de refugiados de Tinduf, en Dajla, en 1999. Algo de lo que la joven, llamada Sara Brahim, «está muy orgullosa» tal y como ha publicado en sus redes sociales.
Al observar la fotografía, la empleada de la inmobiliaria rápidamente le preguntó la nacionalidad y acto seguido le dijo: «No es por ser indiscreta, pero parece un campo de refugiados«. Brahim, sorprendida, insistió hasta en dos ocasiones si había algún problema porque su familia fuera del Sáhara, pero la trabajadora de la inmobiliaria le rehuyó la pregunta asegurando que simplemente «ella era la intermediaria».
Las otras compañeras con las que iba a compartir piso Brahim se han mostrado muy indignadas ante la respuesta de la empleada: «Acaba de pasar esto con la intermediaria de la inmobiliaria por la que iba a alquilar el piso del año que viene… la cual ni a mí ni a mi otra compañera de piso nos preguntó en ningún momento por nuestra solvencia o por nuestra procedencia», aseguró una de las compañeras llamada Irene, haciendo alusión al comentario que había publicado Brahim instantes antes, «después que no hay racismo en España, cuando todos los días nos exponemos a esto», decía.
Brahim, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad de Granada, ha criticado duramente este tipo de comentarios en sus redes sociales y su conversación ha circulado por todo Twitter, donde se ha hecho viral. «Que la excusa que haya puesto la mujer es que por la foto que tengo de perfil no tenga solvencia económica da que pensar», afirmó en su cuenta, «no es que a esta intermediaria le importe si tengo solvencia o no, es que es una racista de cuidado«, sentenció.