Un ataque islamófobo, el cuarto en un mes, se registró el miércoles en la región de Murcia, en el sureste de España, denuncia una asociación marroquí.
La presidenta de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes (ATIM), Sabah Yacoubi, informó que los fieles que acudieron a la llamada del primer rezo de la mañana, a las cinco de la madrugada, a una mezquita en la localidad de Cabezo de Torres, se encontraron con un escenario lamentablemente racista y xenófobo.
Contó que había en la entrada del reciento religioso musulmán una cabeza de cerdo atravesada por un cuchillo, pintadas en las paredes en las que se puede leer “stop invasión” y “no al Islam”, así como una bandera de España en la que se leía “la soberanía de España no se negocia”.
“Menos mal que a esas horas los niños no van a la plegaria, fíjate el panorama que se habrían encontrado”, dijo la dirigente y expresó su asombro por el aumento de casos racistas, según publicó el medio eldiario.es.
Yacoubi señaló que estos episodios islamófobos, aunque son aislados, están relacionados con grupos de ultraderecha y acusó directamente al partido español Vox.
Episodios racistas en cadena en Murcia
Yacoubi expresó su “asombro” por la creciente escalada de episodios racistas, y recordó que el 13 de junio, Younes Bilal, un inmigrante marroquí, recibió un disparo a quemarropa mientras estaba sentado en un café con amigos. Los testigos dicen que el asesino, un veterano español, disparó al joven después de bombardearlo con insultos racistas.
A principios de junio, Momoun Koutaibi, un mecánico de la empresa Primafrio, también fue presuntamente atacado por un compañero de trabajo español, que al ser despedido su jefe le dijo: “Este moro es mejor trabajador que tú”, refiriéndose a Koutaibi.
Este comentario enfureció al hombre que fue despedido hasta el punto que comenzó a golpear a Koutaibi con una barra de hierro, rompiéndole el cráneo y enviándolo a coma. El joven de 22 años permanece en estado crítico. Su familia insiste en que fue un ataque racista.
El 18 de junio, una mujer ecuatoriana fue apuñalada mientras esperaba en la fila de un banco de alimentos. La agresora, una mujer española, supuestamente le lanzó un insulto racial, diciendo que los inmigrantes estaban robando puestos de trabajo y comida. Terminó en una unidad de cuidados intensivos, pero se está recuperando.
A principios de este año, otra mezquita también fue objeto de vandalismo en la localidad de San Javier, región de Murcia, al igual que la sede del partido político de izquierda Podemos en Cartagena.
Hasta ahora, el Gobierno central de España se ha mantenido mayormente en silencio sobre la ola de ataques en Murcia, una región que es un bastión del partido Vox. De hecho, en las elecciones generales de 2019, fue la única región donde esta formación de la ultraderecha recibió muchos votos.
Islamofobia alcanza niveles alarmantes en Occidente
La discriminación hacia los musulmanes ha aumentado significativamente en los últimos años. A principios de marzo, se realizó un referéndum islamófobo en Suiza, donde los votantes aprobaron la decisión de prohibir el uso de cualquier prenda que oculte el rostro de las mujeres en público.
La islamofobia en Francia es una realidad. Las agresiones son más frecuentes contra los musulmanes que contra los que no lo son, y esta situación se degrada desde hace años y nadie ha hecho nada para evitarlo. En febrero, la Cámara Baja del Parlamento gala aprobó un controvertido proyecto de ley que vulnera la libertad religiosa y estigmatiza a los musulmanes, endureciendo las reglas sobre la financiación de mezquitas, asociaciones y organizaciones no gubernamentales pertenecientes a los fieles de esta religión.
Todas estas acciones han provocado una ola de condenas por parte de musulmanes y activistas de todo el mundo.