El Ejército mexicano recupera el control de un municipio ocupado desde hace meses por el Cártel Jalisco Nueva Generación

Unidades de Paracaidistas, Fuerzas Especiales y de Infantería han llevado a cabo la tercera fase de una estrategia que pretende liberar las localidades con presencia de delincuencia organizada.

Twitter @SEDENAmx

El Ejército mexicano, en coordinación con la Guardia Nacional y la Policía, ingresó el martes en el municipio de Aguililla, con el objetivo de «fortalecer el Estado de derecho» en esa zona de Michoacán, según ha informado un comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) de México.

Se trata de la primera vez en varios meses que soldados mexicanos hacen una incursión en este municipio, controlado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El despliegue del Ejército responde a una estrategia que contempla varias fases. En primer lugar, la instalación de una mesa de diálogo para la pacificación de Aguililla, a continuación la puesta en marcha de programas sociales, y, por último, la liberación de localidades con presencia de delincuencia organizada.

Así, este martes se decidió iniciar la tercera fase, contando para ello con cientos de soldados y vehículos que primero llevaron a cabo la liberación de caminos y localidades en áreas rurales, «evitando la confrontación con la base social de las organizaciones delictivas que ejercía presión entre los habitantes», según la nota difundida.

A continuación unidades de Paracaidistas, Fuerzas Especiales y de Infantería, con personal de la Guardia Nacional y de la Policía Michoacán, ingresaron desde diferentes itinerarios a la cabecera municipal de Aguililla.

Las tropas desmontaron un bloqueo civil que se encontraba apostado frente a una pequeña base del Ejército en Aguililla y que había impedido el ingreso a esas instalaciones desde el pasado verano.

La Sedena informó, además, que se produjo la aprehensión de 185 paquetes de 800 gramos cada uno de marihuana y ocho kilogramos de marihuana en greña, seis armas largas, 11 cargadores para diferentes armas, cuatro cofres, 1.138 cartuchos de diferentes calibres, 23 artefactos explosivos improvisados, 21 vehículos (tres de ellos con blindaje artesanal, y uno con blindaje de agencia) y diverso equipo táctico.

La zona en la que se ha realizado el operativo y en la que «se fortaleció el estado de derecho en 43 localidades» es el escenario de una disputa territorial entre el CJNG y el grupo local Los Viagras, también conocidos como Cárteles Unidos. Estos últimos están acusados de extorsionar a la población imponiendo un gravamen a toda mercancía que sale o ingresa en el territorio.

En su confrontación los cárteles rivales han estado utilizando trincheras, francotiradores, dispositivos explosivos e incluso drones, que también han utilizado contra efectivos del Ejército y que han dejado al menos a 10 soldados heridos.