El teléfono de la exministra de Asuntos Exteriores estaba infectado con un programa malicioso en mayo de 2021, según detectó el CCN al revisar los móviles de algunos miembros del Gobierno después de que se desvelara que Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, estuvo ingresado en un hospital de España.
El teléfono de la exministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, estaba infectado con un programa malicioso en mayo de 2021, según detectó el Centro Criptológico Nacional (CCN) cuando revisó los móviles de algunos miembros del Gobierno. En la primavera del año pasado tuvo lugar la gran crisis con Marruecos.
El CCN no consiguió determinar el malware empleado ni la autoría de la agresión y, según El País, no consta que se presentara denuncia judicial.
Este espionaje, como el anunciado por el sistema Pegasus a Pedro Sánchez y a Margarita Robles, sucedió en plena crisis abierta entre España y Marruecos por la acogida por razones humanitarias del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. González Laya negoció la entrada en España del líder saharaui.
El CCN inspeccionó los teléfonos del Gobierno cuando se desveló que Ghali estuvo ingresado en España
Esto desencadenó uno de los momentos de mayor tensión con Marruecos, cuando llegaron a las costas de Ceuta 8.000 personas a nado sin que las fuerzas de seguridad marroquí lo impidieran.
De hecho, la revisión de los teléfonos de varios miembros del Gobierno por parte del CCN se activó después de que se filtrara que Ghali estaba ingresado en el Hospital San Pedro de Logroño tras haber enfermado de covid.
Según El Confidencial, se sospecha que los servicios secretos marroquíes fueron los que consiguieron la información sobre el ingreso de Ghali espiando con Pegasus los móviles de los dirigentes del Polisario y de las autoridades de Argelia.
La operación de revisión por parte del CCN se intensificó en verano cuando Forbidden Stories, reveló, gracias a una filtración, que había unos 50.000 móviles infectados en todo el mundo con Pegasus en 2019. Arabia Saudí, Marruecos, México, Hungría, la India y Azerbaiyán figuran entre los países que habrían recurrido a esta práctica de espionaje, según los autores de la investigación.
Además, según varias denuncias de organismos internacionales como Amnistía Internacional, Marruecos ha utilizado el programa Pegasus para espiar a decenas de activistas y periodistas durante 2021.