El líder de la formación nazi que esquivó la Ley de Partidos, sobre los guardias civiles asesinados: «Que les den por culo»

El veterano activista Pedro Pablo Peña aprovechó su participación en una tertulia de extrema derecha para menospreciar a los agentes de la Benemérita. El Supremo descartó la ilegalización de su formación política.

Pedro Pablo Peña
El líder de Alianza Nacional, Pedro Pablo Peña, en una imagen de archivo.  ACCIÓN JUVENIL ESPAÑOLA

Pedro Pablo Peña es uno de los neonazis más experimentados del país. Cuando era algo más joven estuvo preso y se paseó por la cárcel luciendo camisetas con esvásticas. Luego se puso al frente de Alianza Nacionalel único partido político de toda España que homenajea a Hitler desde la más increíble legalidad. Hoy Peña se burla de los guardias civiles asesinados por narcotraficantes en Barbate.

«Dicen que la Guardia Civil está infradotada, yo quiero que la infradoten todavía más. No sé si habéis visto esas barquitas que van dos con pedales… Eso quiero que les den», afirmó el pasado miércoles en el debate de la editorial ultraderechista SND que se emite por Youtube y en el que también participó Norberto Pico, responsable de Falange Española de las JONS.

Álvaro Romero, presentador del programa y responsable de la citada editorial, puso sobre la mesa el caso de los guardias civiles muertos en Barbate. Peña fue el primero en responder. «La tía que se ha negado a que condecoren a su marido es la única que tiene cojones en todo ese cuerpo. Los demás me importan un pito«, afirmó.

Bajo la atenta mirada de Romero y Pico, el dirigente neonazi se expresó en términos denigrantes hacia las víctimas. «Al principio te dicen que han muerto dos, yo la verdad que eso lo recibo como si dicen que han tirado un cohete«, afirmó.

Su intervención no terminó ahí. «Luego dicen que tienen dos hijos y tal, y te va a dar pena. Y de buenas a primeras ves cómo están apaleando los guardias civiles a los tractoristas en las carreteras. Anda y que les den por el culo. ¿Han querido ingresar ahí? Pues que ingresen. ¿Los infradotan? Que los infradoten. Si les rebajan el sueldo, que se jodan», manifestó.

«Si están acostumbrados a comer ojetes, que sigan comiendo ojetes, y si quieren perseguir a los de las lanchas, pues con un pedal. ¿Acaso de las lanchas nos persiguen a nosotros? Cuando vamos a hacer un acto los de las lanchas no aparecen, aparecen los guardias civiles y los policías», continuó Peña. «El drogadicto es un mierda, él es el culpable», agregó después.

El dirigente neonazi buscó presentarse como víctima de la persecución policial y reivindicó que «falangistas, nacionalsocialistas, nacionalrevolucionarios y católicos radicales» son a día  de hoy «los negros de Alabama en los años de la esclavitud».

Romero puso en pantalla una fotografía en la que aparecían varios agentes de la Guardia Civil saludando al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y le preguntó a Peña cuál era su impresión al respecto. «Conozco la foto. Les faltó comerle la polla», remató.

Petición de cárcel

El líder de Alianza Nacional está a la espera de una resolución judicial que puede marcar su futuro próximo. En diciembre pasado, la Fiscalía pidió tres años y medio de prisión para Peña por sus reiterados mensajes de enaltecimiento nazi a través de Facebook entre 2019 y 2021.

En esos mensajes no sólo reivindicó a Adolf Hitler como «estadista» o «vacuna» contra lo que denominó como «virus judío», sino que también se refirió a los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado como «mercenarios».

Peña fue detenido a principios de julio de 2021 a raíz de una denuncia formulada por la Fiscalía de Madrid, que le acusó precisamente de un delito de odio y otro de injurias a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por sus reiterados mensajes en las redes sociales. Tras ser notificado del procedimiento, quedó en libertad.

El silencio del Supremo

Su partido, Alianza Nacional, quedó a salvo de la Ley de Partidos, una norma creada expresamente para dejar fuera del juego democrático a la izquierda abertzale y que jamás se aplicó contra formaciones que difunden mensajes racistas y antisemitas.

El ex diputado de Izquierda Unida (IU) Gaspar Llamazares lo intentó sin éxito. En 2013, el Tribunal Supremo recibió una solicitud formulada por IU para que se estudiara la posible ilegalización de Alianza Nacional por su carácter de «organización criminal». Aquella petición nunca prosperó.