No se puede decir que las últimas semanas estén siendo demasiado tranquilas en las filas del Partido Popular (PP). Primero, la guerra total abierta a cuenta del control del partido en Madrid entre la dirección nacional de Génova que lidera Pablo Casado y la presidenta autonómica Isabel Díaz Ayuso. Luego, la publicación del libro de Cayetana Álvarez de Toledo, que ha escocido internamente por sus duras críticas, en especial a Teo García Egea. Y para culminar, la situación en Andalucía, donde sobrevuela un posible adelanto electoral, más tras la filtración de un comprometedor audio del vicepresidente y dirigente de Cs Juan Marín. Esta última historia esconde además un conflicto de pareceres entre Génova y la estrategia del presidente andaluz Juanma Moreno.

El asunto andaluz coincide además con la celebración del Congreso regional del partido, que comienza este viernes en Granada. Se preveía un cónclave con relativa calma. Moreno tiene asegurada la reelección, es el único candidato, y estará arropado por todos los dirigentes principales del partido como Casado, García Egea y el resto de presidentes autonómicos, Ayuso incluida.

Eso sí, tal y como ocurrió el fin de semana pasado en Puertollanono se espera foto conjunta entre los protagonistas del conflicto madrileño. Los barones intervendrán el viernes por la tarde, mientras que el secretario general y el presidente nacional lo harán el sábado y el domingo.

Pero el adelanto electoral sobrevolará el ambiente todo el fin de semana. Sobre el papel no hay nada escrito y en declaraciones públicas se intenta evitar un pronunciamiento. Así lo expresó este jueves Pablo Montesinos, vicesecretario de Comunicación, en una entrevista en TVE: «La decisión es de Juanma Moreno y tendrá el apoyo del presidente Casado siempre. Cuando él considere, tendrá a su lado a Casado. Él es quien tiene que tomar esta decisión», dijo al ser preguntado sobre la posibilidad de adelantar los comicios en Andalucía.

Moreno y su Gobierno han querido desvincular la no aprobación de los Presupuestos de unas elecciones anticipadas. Elías Bendodo, la mano derecha del presidente andaluz, lo dejó claro el martes: «Aviso a navegantes por si alguno hace sus cálculos. La vocación sigue siendo agotar la legislatura». Pero a nadie se le escapa que ante el más que previsible revés en las cuentas públicas por el rechazo de Vox y PSOE, el ejecutivo regional está sumido en un callejón electoral. 

No obstante, internamente, según ha podido saber Público, hay voces cercanas a la dirección nacional de Casado que apostarían por celebrar las elecciones a finales del invierno o en la primavera de 2022. Consideran que un adelanto electoral en Andalucía ahora les beneficiaría y que podría servir para ensayar de alguna manera un hipotético primer gobierno del PP con Vox.

Otras voces, por el contrario, señalan que precisamente ahora el PP podría no depender tanto de Vox y a la vez acabaría con Cs definitivamente, según lo que indican algunas encuestas publicadas. El papel que pueda jugar Macarena Olona, en todas las quinielas para encabezar la lista del partido de ultraderecha, y sus exigencias, marcará la decisión.

La intrahistoria andaluza tiene también otro nombre propio, el de Fran Hervías, exsecretario de Organización de Cs y al que culpan de la filtración contra Marín

La intrahistoria andaluza tiene también otro nombre propio. Es el de Fran Hervías. El exsecretario de Organización de Cs, fichado hace unos meses por el PP y al que señalan desde el partido naranja como culpable en gran medida de diferentes operaciones destinadas a acabar con sus excompañeros. La llamada OPA hostil. A él culpó el propio Marín de la filtración de esta semana en un primer momento. O lo que es lo mismo, a Génova.

Desde Cs, según fuentes consultadas por este medio consideran que es en Génova donde les interesa que haya adelanto electoral. Además, destacan que sus pactos de Gobierno autonómicos con los populares son fuertes y que la propia Inés Arrimadas, líder de la formación, ha estrechado lazos personalmente con diferentes territorios. «Con Marín hay muy buena relación pese que algunos la quieran enturbiar», reiteran.

Intento de apagar el fuego

Por su parte, el PP andaluz trató este jueves de poner un cortafuegos ante la crisis abierta por la filtración del audio. La idea es afrontar el Congreso de entronización de Moreno como un gran líder del centro derecha que arranca mañana con cierta tranquilidad de espíritu.

«Ni el PP de Andalucía, ni el PP de España tiene nada que ver con esto, como hoy mismo ha reconocido el vicepresidente Marín. Es un tema interno de Ciudadanos. No es ni del Gobierno ni del PP», dijo este jueves Bendodo. El consejero de Presidencia le restó importancia a la polémica afirmando que se trataba de una «tormenta en un vaso de agua».

El audio de Marín ha causado un malestar enorme en cuadros del PP andaluz, que han visto como todo el mimo y el cuidado que han puesto en lo que han dado en llamar el Gobierno del cambio en Andalucía, se ha dañado por una filtración que Génova niega haber hecho, pero que el protagonista de la misma está convencido de que viene de ahí.

Aunque Marín, quien tiene previsto acudir este viernes a la inauguración del Congreso del PP, trató en efecto, como dijo Bendodo, de suavizar el ambiente con el PP afirmando que el «único responsable» fue quien le grabó –un diputado de su partido– clandestinamente, lo cierto es que sigue convencido de que quien impulsó la filtración del audio fue el mencionado Hervías.

Por su parte el presidente, una vez más protegido por Bendodo, fiel lugarteniente, y por el propio Marín que ha asumido el desgaste, lleva tres días con una agenda reducida y ha logrado hasta ahora no hablar de este tema públicamente. Unidas Podemos ha pedido por ello su comparecencia en el Parlamento y la portavoz, Inma Nieto, le ha enviado una carta en la que tacha de «inquietante» su silencio al respecto de este asunto. Todos los implicados juegan sus cartas para posicionarse en la carrera electoral, sea antes o después.