Los socialistas cargan contra el líder del PP y destacan que su vinculación con Dorado es una anomalía en toda Europa. Ferraz avisa que el máximo dirigente de los populares tendrá que responder más preguntas sobre esta relación.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante la sesión de control al Gobierno en el pleno del Senado, este martes. — Kiko Huesca / EFE
«Podemos tener algún polizón en el barco, pero cuando sucede, lo bajamos a tierra. Y le digo algo más, cuando yo me subo a un barco lo primero que hago es comprobar quien es el patrón». Son las palabras que dedicó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez a la portavoz del PP, Cuca Gamarra, el pasado miércoles en el Congreso. El líder del Ejecutivo se defendió de las acusaciones sobre el caso Mediador con un contrataque en recuerdo de la famosa foto y amistad de Alberto Núñez Feijóo con el narcotraficante Marcial Dorado.
Los socialistas han decidido ir con toda la artillería dialéctica respecto a esta cuestión. De este modo, según indican fuentes del PSOE, «no hay un caso similar en toda Europa». «La anomalía que supone el vínculo del Sr. Feijóo con Marcial Dorado le inhabilita políticamente», apuntan las mismas fuentes de la dirección socialista.
Para el PSOE es evidente que la agenda pública de Feijóo «ha menguado rápidamente» desde la pasada sesión de control al Gobierno en la que Sánchez sacó el tema de Dorado. «Desde hace unos días el máximo dirigente del PP se ha refugiado en su perfil de Twitter», indican los socialistas. «Sabemos del nerviosismo que afecta al Sr. Feijóo cuando se mencionan barcos, viajes, o amistades peligrosas, pero no imaginábamos que esto supusiese la práctica cancelación de su agenda pública», apuntan.
El PSOE incide en que la amistad de Feijóo «con el que fue un conocido narcotraficante gallego es un hecho». «Feijóo lo sabe, y por ello acusa el golpe de forma tan clara. Esconderse en la sede de Génova no hará desaparecer las preguntas sobre esa relación», añaden en Ferraz.
Feijóo y Dorado se conocieron por mediación de Manuel Cruz, chófer del dirigente popular José Manuel Romay Beccaría y testaferro de varias de las empresas del narco. En Ferrol le llamaban Manuel Cruz Gamada por sus vinculaciones con la ultraderecha en un grupo al que en la ciudad denominaban los años setenta y ochenta «los cadeneros», porque usaban cadenas de bicicleta en las palizas que propinaban a progres y sindicalistas. A ese círculo estaba vinculado Arsenio Fernández de Mesa, que era el delegado del Gobierno de Aznar en Galicia cuando la policía judicial registró el chalé de Dorado y descubrió su álbum de fotos con Feijóo.