El robo de votos del Tribunal Supremo. Golpe a la democracia

Alberto Rodríguez y Meritxell Batet

Quién a estas alturas confía en la Justicia española o no ha leído ni escuchado ninguna noticia en los últimos diez años por lo menos o padece una grave insuficiencia cognitiva.

Lo ocurrido con el escaño de Alberto Rodríguez puede parecerles caso menor… Pataleta lo llamaban algunos conspicuos miembros del Psoe, con el cinismo característico de esta patética claque que mantiene el partido. Eliminar de forma abyecta el acta de diputado de una persona que representa a casi 70.000 votantes es una bofetada radical en toda la escuadra democrática abriendo la puerta a desmanes varios

Analicemos el caso: Alberto Rodríguez es denunciado por un policía ultraderechista (sí, ultraderechista confeso) que en ¡2014! le propinó una patada durante una manifestación. No hay prueba alguna, más que la declaración del policía. No hay testigos del acto agresivo. Nadie vio nada, ni los compañeros del policía. Ni grabaciones. Nada. Declaración, contra declaración.

Al diputado se le condena a una pena de un mes y medio de cárcel sustituida por una multa de 540 euros que ya ha satisfecho. La condena del tribunal es por mayoría, nada de unanimidad que sería requerida ante el desliz y la entidad de la sentencia. Cinco votos en contra (los de jueces conservadores, algunos de ellos cargos anteriores del PP) y tres en contra (los jueces progresistas, que incluso hacen público su desacuerdo y muestras discordancias graves con la sentencia). Condena ideológica clara que niega la presunción de inocencia y condena con la única prueba que aporta verbalmente el denunciante.

El pago de la multa se efectúa por lo que no debería haber inhabilitación de ningún tipo según la ley que dice que una pena de multa no supone inhabilitación.

Se conmina en voz del genuino Marchena que solicita a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que requiera el acta de diputado a Rodríguez, ésta a su vez consulta a los letrados del Congreso que confirman que la multa no es privativa de inhabilitación afirmando que no procede solicitar el acta de diputado… pero Marchena, cual patrone mafioso, sigue presionando y Batet cede entregando la cabeza del diputado a la furia judicial conservadora. No se sigue el criterio de los letrados de las Cortes, que no son vinculantes pero sí están ahí, para algo servirán, pensamos. Y con esto, queridas mías, se confirma el asalto sangriento del poder judicial al legislativo. Con una grandiosa contundencia que nos deja sobrecogidas porque en el poder del Congreso  es donde está la voz del pueblo. Votamos a los diputados/as son nuestros/as representantes, cosa que el poder judicial  se lo pasa por el arco del triunfo.

Se comentaba que la señora Batet andaba llorosa ante tamaña componenda pero ni por asomo se planteaba la dimisión de un puesto que se ve obligado a tragar un sable de considerables dimensiones y queda sumido en la indignidad. ¿Dimitir? ¿Dignidad política? ¿Qué es eso?

Podría decir sin temor a exagerar que esto es un difuso y bien diseñado golpe de estado. Claro que las educadas voces psoistas me llamarán histérica…A lo que les responderé que la tarea de Judas Iscariote les va como anillo al dedo. Siempre habrá un domado Psoe (me niego a llamarles socialistas) para realizar el trabajo sucio de la derecha, para plegarse , como domados y doblados de cerviz ciudadanos bien adiestrados. Asquito profundo que dan.

Cuando la derecha clama por el tongo en las elecciones  con ese mal perder característico de la poca práctica democrática  optando por la judicialización de la política arman el zafarrancho para obviar lo votado y doblar el espinazo democrático no hay delante de las huestes infectas un frente firme que les mantenga a raya. Al contrario, desde siempre, esta izquierdita de salón cree que tragando sables, haciéndose la buena, los otros, domeñaran la furia. Y es justo al contrario. Si algo valora un ultra auténtico (no hago distingos entre las dos derechas, son ultramontanas de libro) es la contundencia en la respuesta. Además les da igual. Montan el pifostio por todo ¿por qué no ir a por todas? Si ser buenecitas solo explaya sus ansias de sangre.

Quienes nos quedamos en perplejidad constante viendo la dificultad de jueces y fiscales para identificar a M. Rajoy, en dictar sentencias justas y en tiempo (antes de prescribir o de morir “accidentalmente” los acusados, Villarejo dixit) en Gürtel, Púnica y etc. Quienes vemos con espanto al rey Emérito darse la gran vida a nuestra costa mientras se nos desgrana en comisión parlamentaria las vergüenza de un CESID o como las cloacas policiales deben suministrar al anterior jefe del estado bromuro para que no se tire hasta a la escoba y escuchamos como surgen sonoros nombres en los Pandora papers sin que nadie mueva ni una ceja,  que cada día nos sorprende una nueva noticia en el desvarío nacional de corruptos a cascoporro. Mientras todo eso ocurre, observamos la contundencia en juzgar algo inverosímil, dictar sentencia condenatoria y presionar al Congreso para eliminar a un diputado, que no es problema personal, como él apuntó, sino de representación. Han hurtado el voto a casi 70.000 canarios.

El claro viraje del trilero Sánchez en el congreso reciente ha sido claro. El abrazo de Vergara con González era esto. De siempre se supo que Sánchez pactaba con UP a regañadientes, como la novia/o que se casa con el suplente porque el ideal no quiere. El ideal de Sánchez y su troupe (que troupe, madre…escuchando a la “lumbrera” de Iván Redondo que dicen que era el listo del grupo, una se da cuenta de cómo serán los tontos) siempre fue Cs. El amor brillaba en los ojos del trilero Sánchez, cuando contemplaba a Rivera pero el “con Rivera no…” sonó muy alto y al final no quedó otra que asumir un matrimonio sin amor son UP.

Desde el minuto uno sobraba una parte de la coalición. Y más ahora, que aparece una persona con brillo de liderazgo y parece aunar conformidad en las diversas vías de la izquierda. Cierto es que nos conformamos con poco, que no es oro lo que reluce pero la imagen de Yolanda Díaz emerge con la suficiente fuerza como para dar un ligero resquemor a esa derecha psoistica que se vio representada en el abrazo tóxico entre González y Sánchez. Dicen que cerraban heridas y lo que ocurría es que trasvasaba el veneno acomodaticio, burgués y traidorzuelo del pasado al presente. Que tampoco hacía mucha falta porque pocos, muy pocos personajes políticos hemos visto con una capacidad tal de travestismo político como Sánchez, capaz de decir algo y lo contrario en horas sin despeinarse ni inmutarse.

Que se expulse de la Cámara a un diputado ejemplar mientras se traga cada día los carretones de mierda política que tragamos dice mucho y mal del sistema. Y dice mucho y mal de nosotras como pueblo. Y perdonen, también dice mucho y mal del partido de Alberto Rodríguez (que con buen sentido abandonó el sábado por la tarde) que no es capaz de arropar a su diputado dando un puñetazo en la mesa hasta hacerla saltar por los aires.

Un partido que no hace frente común en defensa de sus electores y de sus miembros es un partido chicle. Un partido que no ofrece confianza porque le faltan agallas y capacidad endogámica para defender a los/as suyos.

Y si fuera necesario salir del gobierno, se sale. Por supuesto, porque UP, solo puede perder confianza y votos estando en un gobierno indecente que con una mano empuña puñal traidor y con la otra toma prestado el apoyo de los 35 diputados que le confirman como gobierno. Salir ya de una gestión donde nunca debieron estar. Marcharse con una tangana de cuidado y llenar las calles como lo hizo tiempo anterior y tan buenos resultados electorales obtuvo de una postura clara encarnando a la inmensa minoría que no nos sentimos representadas por un gobierno vergonzante.

No es el gobierno de la izquierda. Ni tan siquiera es el gobierno de una socialdemocracia decente. Es un puñetero gobierno pusilánime que maquilla de izquierdita cobarde lo que es solo un amasijo de políticas derechizadas y vacías de contenido. Apuesto lo que quieran a que acuerda la Reforma Laboral dejándola igual o peor, con mucha semántica de una pseudoprogresía vacía de contenido. Ejemplos tenemos varios: Propuesta de Ley de Memoria Histórica, Propuesta de Ley de control de alquileres… Por no hablar de las collejitas cariñosas que se les da de vez en cuando a las eléctricas, obviando que fue precisamente el gobierno de Felipe González el que nacionalizó las empresas del grupo Rumasa… Poder se puede. Hacer se debería hacer pero no se atreven… o no quieren porque luego las puertas giratorias no funcionan.

El golpe de estado que la judicialización del poder ejecutivo y legislativo realiza cada día nos demuestra el pertrecho de interés de una derecha salvaje y una izquierda domada. Pero muy domada.

El lewfare de cada día ha funcionado de forma directa dando en plena línea de flotación de la democracia. Hoy más que nunca el puñetazo en la mesa es la única opción. Porque a lo de Alberto Rodríguez seguirán más casos. Estamos bien seguras.

MARÍA TOCA

                                 24 DE OCTUBRE DE 2021, 11:42