Las devastadoras imágenes de más de cinco toneladas de peces muertos le dieron la vuelta al mundo en agosto, un evento con serias consecuencias económicas, sociales y medioambientales.
España se encuentra en pleno debate por los presupuestos para el próximo año, que deben atender varias necesidades como la recuperación económica del país tras la pandemia. Uno de los temas más polémicos es la recuperación del Mar Menor, en la Región de Murcia, que este verano vivió una nueva catástrofe ecológica.
El presidente de la región, Fernando López Miras, del Partido Popular, asegura que el presidente Pedro Sánchez, no está destinando los recursos necesarios a la zona, pese a que el Gobierno ha garantizado 300 millones de euros.
Golpe a la economía local
Tan solo unos meses después de las devastadoras imágenes de miles de peces muertos en el Mar Menor, se puede concluir que hay serias consecuencias económicas, sociales y medioambientales de este desastre ecológico.
Los pescadores viven en primera persona el golpe medioambiental de la albufera más grande de toda España. Decenas de embarcaciones que salen a laborar cada día aseguran que la situación es crítica.
«Si seguimos así nuestra profesión de pescadores en la zona va a desaparecer. Poco a poco va peor, cada día que pasa vemos que va a menos», resaltó José Blaya, presidente de la Cofradía de pescadores del Mar Menor.
Todos los días por la mañana se realiza la subasta de pescado en esta región. A pesar de que los análisis oficiales no han mostrado ningún riesgo para la salud de quienes lo consumen, los pescadores están preocupados porque la captura de peces se ha reducido un 20 %, según el gremio.
En la playa de Los Nietos, una de las poblaciones del Mar Menor. Las asociaciones de vecinos recalcan que el valor de sus casas ha caído en picado en los últimos años. Tras la última crisis medioambiental, el número de comercios cerrados ha aumentado.
El desastre ecológico
En agosto, las imágenes de más de cinco toneladas de peces muertos le dieron la vuelta al mundo. Los expertos apuntan a que los animales se asfixiaron por la falta de oxígeno en el agua, esto principalmente se debe a la gran cantidad de nitratos que recibe el mar, procedentes de la actividad agraria.
Pedro García, director de la Asociación de Naturalistas del Sureste, asegura que este verano ha sido «el episodio de mortalidad más importante conocido del Mar Menor. Pero no ha sido el primero, en el 2019 se produjo una mortalidad muy importante».
Hace tres años se retiraron 3.000 kilos de peces muertos. Por aquel entonces, se advirtió de la proliferación masiva de algas y se dio a conocer que la agricultura intensiva usa la laguna de agua salada para verter restos con nitratos.
El agricultor Santiago Pérez Blay, sostiene que el urbanismo desmesurado, el mal alcantarillado o la falta de acción de las administraciones también forman parte del problema. «Nosotros tenemos que solucionar lo que tenemos en nuestra casa, y los demás si quieren solucionarlo que lo solucionen y caso contrario está claro que el Mar Menor no se va a recuperar», indicó Pérez.
Recientemente miles de personas se manifestaron una vez más en la capital murciana para exigir responsabilidades y soluciones a las instituciones. López Miras indicó que la recuperación de la albufera no va a venir por sí sola, sino que «precisa del esfuerzo y la movilización activa de todas las administraciones».
La muerte de toneladas de peces este verano es solo un nuevo aviso. Una nueva alerta para la vida de miles de familias que dependen de estas aguas. El futuro del Mar Menor está en juego y las autoridades locales lentamente están tomando las medidas correspondientes.